San Valentín no siempre fue sinónimo de flores y chocolates. Detrás de esta festividad hay un mártir cristiano que desafió al Imperio romano para defender el amor y la fe, dejando un legado que perdura hasta hoy.
Dietrich Bonhoeffer no fue en ningún sentido un cristiano superficial. Este pastor protestante y teólogo luterano fue perseguido, arrestado, encarcelado y asesinado por el régimen de Adolfo Hitler.
Melody Green enfrentó la pérdida de su esposo y dos hijos con una determinación inquebrantable. Con fe y compromiso, continuó el ministerio de Keith Green, asegurando que su legado y mensaje trascendieran generaciones, y sirvió a muchas personas vulnerables, particularmente a los niños en el vientre.
En 1924, Esther Nelson dejó Minnesota para llevar su fe a una China sacudida por la guerra. Enfermera, misionera y testigo de la historia, su vida fue un viaje de sacrificio, valentía y devoción.
La esposa de Martín Lutero es considerada una de las figuras más importantes de la Reforma. Su vida de piedad sacrificial sirvió como un modelo ejemplar de la familia protestante.
Juan Crisóstomo fue un padre de la iglesia primitiva, intérprete bíblico y predicador. El celo y la claridad de su predicación le valieron el sobrenombre griego de “Crisóstomo”, que significa “boca de oro”.
Amanda Berry Smith desafió las barreras de raza y género de su época, al convertirse en evangelista internacional. Su profundo compromiso con el servicio cristiano la llevó a fundar un orfanato y a predicar en varios continentes. Hoy su vida inspira a muchas mujeres.
Marción propuso una versión radical del cristianismo, rechazando las Escrituras hebreas, elaborando un canon propio y formulando la existencia de “dos dioses” y “dos Cristos”. Su intento reformista, aunque herético, fue usado por Dios para fortalecer doctrinalmente la Iglesia primitiva.
La vida de Jim Elliot estuvo marcada por la oración, la disciplina y su entrega a Dios. Aunque fue corta, dejó por medio de ella un poderoso testimonio de fe y sacrificio, que inspiró a una generación a renunciar a las comodidades terrenales para llevar el evangelio a los no alcanzados.
Benjamin Keach, pastor y teólogo del siglo XVII, desafió al poder anglicano mientras revolucionaba el pensamiento bautista. Desde su defensa del canto congregacional hasta su legado teológico, su influencia sigue vigente.
A todos los lugares donde Whitefield iba las personas quedaban cautivadas por su predicación y profesaban la fe en Cristo, desde Gran Bretaña hasta el Nuevo Mundo.
Este pastor, escritor y líder dedicó su vida a fortalecer el presbiterianismo del siglo XIX. Dejó un legado de servicio pastoral, formación académica y defensa de la teología reformada.