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Transcurría el turbulento siglo XVI. Jacobo V reinaba en Escocia. El clero era cruel y avaro: ocupaba los principales cargos del Estado, gobernaba mal, y sus miembros fingían ser caritativos a la vez que eran extremadamente codiciosos y llevaban vidas disolutas. Los monasterios se habían convertido en lugares de inmoralidad y el pueblo comenzaba a odiar la religión que lo aplastaba. Los aires de la Reforma protestante susurraban tiempos peligrosos para todo aquel que intentaba exponer los errores doctrinales y el sistema de corrupción de la dominante Iglesia católica romana.
En ese contexto desolador, George Wishart nació en Pitarrow, cerca de la ciudad comercial y pesquera de Montrose, Escocia. Fue hijo único de James Wishart y su segunda esposa, Elizabeth Learmont. La familia pertenecía a la nobleza y era descendiente de la Casa de Learmont de Ercildoune, en el condado de Berwick. Tras la muerte de su padre, su crianza recayó en su madre, probablemente con la ayuda de su hermano, James Learmont.
Un retrato suyo que data de 1543 (y actualmente se encuentra en la Galería Nacional de Escocia) indica que, para esa fecha, Wishart tenía 30 años, lo cual permite establecer 1513 como posible año de su nacimiento. Al futuro mártir se le describía como de aspecto apuesto, cabeza despeinada, alto, de pelo negro y barba larga, humilde, caritativo y modesto.
Primer acercamiento al pensamiento reformado y comienzo de su persecución
Los datos de los estudios de George Wishart no son del todo claros; hay divergencias entre qué carreras estudió, las instituciones a las que fue e incluso las fechas de graduación. Es claro que estudió Lenguas Clásicas y Teología en la Universidad de Leuven (o Lovaina) , en Bélgica, donde comenzó a aprender griego, aunque otros afirman que también pudo estudiar en el King’s College de Aberdeen, Escocia. En todo caso, se graduó entre 1531 y 1532, y en sus años de estudio desarrolló un interés por las enseñanzas de Juan Calvino.
Para continuar con su preparación académica, eligió la profesión clerical, en parte quizá porque parte de sus parientes tenían una trayectoria en esa área, y porque su familia sostenía una íntima amistad con David Beaton, abad de Arbroath y futuro cardenal. Fue ordenado sacerdote en algún momento de su vida, pero no se tiene una fecha exacta. En 1535 regresó a Escocia como maestro de griego en una escuela de Montrose, y en 1538 decidió enseñar el Nuevo Testamento en griego a sus alumnos, a quienes les entregó copias importadas del mismo.
La entrega de los nuevos testamentos enfureció al obispo de Brechin, quien lo convocó a su corte diocesana como acusado de herejía. Ese mismo año se complicó su situación: el cardenal David Beaton asumió su cargo, lo que le dio poder y recursos para erradicar la creciente ola de herejía en Escocia, por lo que también emprendió una cacería contra Wishart. Para proteger su vida, huyó a Cambridge, que en ese momento era un hervidero de las doctrinas reformadas. Ingresó en el Corpus Christi College (conocido en ese entonces como Benet's College) de la Universidad de Cambridge por invitación del Dr. Barnes. Probablemente fue entonces cuando se vio influenciado por los escritos de Martín Lutero, quien había sido compañero de residencia de Barnes en Wittenberg.
En Cambridge, conoció a Hugh Latimer, obispo de Worcester y seguidor de las doctrinas reformadas. Juntos se fueron a Bristol, donde Wishart obtuvo de Latimer órdenes como “lector”, un permiso especial para enseñar y predicar las Escrituras, otorgado por la Iglesia católica sólo a clérigos educados. Impulsado por su vivo deseo de enseñar, Wishart comenzó a predicar en Bristol en enero de 1539, pero lo acusaron nuevamente de herejía, esta vez por sus críticas al culto a la Virgen. Lo encarcelaron por un tiempo, pero luego lo liberaron debido a las amenazas de disturbios populares.
Seis meses después, el domingo 15 de mayo de 1539, dio una conferencia en la Iglesia de San Nicolás y otra vez el clero lo acusó de herejía. Siguió el consejo del arzobispo Cranmer: evadir la acusación retractándose de algunas de las declaraciones para evitar una sentencia de muerte inmediata, pero en tres ocasiones lo obligaron a llevar un haz de leña (en ese entonces llamado faggot) como símbolo de arrepentimiento.
La aprobación de la Ley de los Seis Artículos en junio de 1539 comprometió la permanencia de Wishart en las islas, lo que posiblemente lo motivó a establecerse (exiliarse) en el continente europeo. Se fue a Alemania y Suiza durante 1539 y 1542, donde profundizó en el conocimiento de las doctrinas reformadas. Se dice que tradujo al inglés la Primera confesión helvética de fe, pero muy pocas fuentes lo confirman. Sin embargo, dicha declaración puso la Escritura por encima de la tradición y sí pudo haber generado un impacto enorme en las enseñanzas de Wishart cuando regresó a su tierra natal.
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Predicación itinerante
En 1542, Wishart volvió a Inglaterra y se convirtió en estudiante y profesor en el Corpus Christi College. Después de un año enseñando, regresó a Escocia en el verano de 1543 y comenzó a predicar el Evangelio en distintas ciudades del país. Comenzó en Montrose y luego fue a Dundee, donde pasó más tiempo y enseñó sobre el libro de Romanos, los diez mandamientos, el credo y la oración del Señor en lengua vernácula. El cardenal Beaton le siguió los pasos hasta Perth y Ayr.
En Ayr encontró gran oposición por parte del arzobispo para predicar en la iglesia. Un grupo de seguidores quiso tomar el lugar por la fuerza, pero él se los impidió, invitándolos a escucharlo en el mercado, donde, según escribió John Knox, “pronunció un sermón tan notable que sus propios enemigos quedaron confundidos”. Luego fue a predicar al distrito de Kyle, donde ocupó temporalmente la iglesia parroquial. Después lo invitaron a predicar en Mauchline, una parroquia vecina, pero también le impidieron usar el recinto, por lo que se dirigió al prado y desde una cerca de piedra predicó a la multitud durante tres horas.
Después de cuatro semanas en Ayr, regresó a Dundee para predicar y asistir a los que estaban siendo azotados por un brote de peste, a riesgo de su propia salud. Allí les decía: “Ahora están en problemas y necesitan consuelo. Tal vez esta mano de Dios los hará ahora magnificar y reverenciar la Palabra de Dios que antes despreciaban”.
La invitación al Sínodo de Edimburgo
En Dundee, recibió de los condes de Cassilis y Glencairn una invitación para participar en el Sínodo provincial que la Iglesia católica iba a llevar a cabo el 13 de enero de 1546 en Edimburgo, donde se le iba a conceder una audiencia pública. Wishart aceptó la propuesta. Enfurecido por su continua predicación, Beaton convenció a un cura llamado John Weighton para que asesinara a Wishart durante la predicación, pero él descubrió el complot y, mostrando misericordia, protegió al potencial asesino de la indignada congregación.
Al no poder silenciarlo con un asesino, Beaton ideó un plan para arrestarlo. Wishart recibió una carta en la que decía que su amigo John Kinnear, en Fife, estaba gravemente enfermo y deseaba verlo de inmediato. Montó en un caballo y partió con algunos amigos. Sospechó que era una trampa, así que envió a sus amigos a explorar, y ellos descubrieron una tropa de sesenta jinetes escondidos. Wishart y sus amigos decidieron volver a Montrose, donde él predicó ocasionalmente. Cuando estuvo en Invergowrie, comenzó a predecir insistentemente que su muerte estaba cerca.
A principios de diciembre de 1545, llegó a Leith, el puerto de Edimburgo, y predicó allí públicamente. Esperaba encontrarse con los condes de Cassilis y Glencairn para asistir al sínodo, pero estos no llegaron. Temiendo por la vida de Wishart, sus amigos le aconsejaron esconderse temporalmente, a lo cual accedió, pero a mediados de diciembre comenzó a predicar nuevamente en Leith y eligió como tema la Parábola del Sembrador. Luego predicó en Inveresk, donde confrontó a dos franciscanos que susurraban en la parte trasera durante un sermón.
El encuentro con John Knox
Unos amigos terratenientes evangélicos recibieron la información de que el gobernador y el cardenal estarían en Edimburgo, así que lo escondieron temporalmente en una mansión en Longniddry. Ahí conoció a John Knox, quien más tarde se convirtió en un gran líder de la Reforma escocesa. Siguió a Wishart prácticamente como su guardaespaldas, portando siempre una espada de dos filos.
Luego, Wishart predicó en Tranent dos domingos consecutivos y continuó su viaje el 14 de enero rumbo a Paddington, acompañado de Knox. De vuelta en Haddington, predicó dos días consecutivos, pero la asistencia disminuyó considerablemente porque la gente tenía temor de ofender a Patrick Hepburn, conde de Bothwell, quien era aliado del cardenal.
Finalmente, dejó Haddington para viajar a Ormiston, a la residencia de su amigo Cockburn. Su discípulo Knox quiso seguirlo, pero Wishart lo contuvo diciéndole: “Vuelve a tus niños, y Dios te bendiga; uno es suficiente para un sacrificio”. Los reformadores no volvieron a encontrarse. Aquella noche, Wishart cenó con sus amigos y habló sobre la muerte de los siervos de Dios. Después de cantar el Salmo 51, se fueron a dormir.
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Arresto en Ormiston, juicio y ejecución en el Castillo de Saint Andrews
Beaton aplazó el Sínodo que se había reunido en Edimburgo con la intención de atrapar a Wishart. Convenció al conde de Bothwell de ayudarlo: esa misma noche, el 16 de enero de 1546, rodeó la casa y arrestó a Wishart con la promesa de que lo protegería, cosa que finalmente no hizo. Lo llevó a la Torre de Elphinstone, luego a Edimburgo, después a Haddington y de nuevo a Edimburgo, donde estuvo unos días. Después, con la sanción del gobernador, Beaton lo trasladó a su castillo en Saint Andrews y lo confinó en un calabozo de la torre del mar durante cuatro semanas.
Rápidamente, Beaton organizó un juicio en su contra, en el cual presentó no menos de dieciocho artículos. Wishart habló de una manera tan erudita y clara que sorprendió enormemente a la mayoría de los presentes. Pero, a pesar de haber respondido bíblicamente a sus acusaciones, fue condenado a la muerte. La siguiente es una breve descripción de los últimos momentos de Wishart, realizada por John Foxe en El libro de los mártires:
La mañana de su ejecución se presentaron ante él dos frailes del cardenal; uno de ellos le vistió con una túnica de lino negro y el otro trajo varias bolsas de pólvora, que ataron a distintas partes de su cuerpo.
En cuanto llegó a la hoguera, el verdugo le puso una soga al cuello y una cadena en el medio, sobre la que cayó de rodillas y exclamó así: “¡Oh Salvador del mundo, ten piedad de mí! Padre del cielo, encomiendo mi espíritu en tus santas manos”. Oró por sus acusadores diciendo: “Te ruego, Padre del cielo, que perdones a los que, por ignorancia o mala intención, han forjado mentiras sobre mí: yo los perdono de todo corazón. Suplico a Cristo que perdone a los que me han condenado sin saberlo”.
Fue atado a la hoguera, y al encender las ascuas, la pólvora que llevaba prendió fuego, convirtiéndose en llama y humo. Wishart fue colgado y quemado hasta quedar en cenizas. El pueblo, al ver su sufrimiento, se lamentó de la matanza de este inocente.
No mucho después del martirio de George Wishart el 1 de marzo de 1546, David Beaton, el cardenal responsable, fue asesinado en su castillo de St. Andrews el 29 de mayo de 1546 por Leslie y otros caballeros.
Efectos de su vida y muerte
Pero la vida de George Wishart no terminó en la hoguera. Su entrega sacrificial al evangelio influyó a muchos, en particular a su amigo y discípulo John Knox, quien se convirtió en líder de la Reforma escocesa. Tras su martirio, muchos ciudadanos cuestionaron la autoridad de la Iglesia católica, así como sus prácticas. El trágico suceso, sumado a la corrupción del clero y la llegada de ideas reformistas, causaron un creciente descontento entre la población.
En 1560, el Parlamento de Escocia hizo un Acta de Reforma, en la que se declaró que el Papa ya no tendría autoridad en el país. Se adoptó la Confesión escocesa de fe, escrita por John Knox y otros reformadores, como base de la recién formada Iglesia reformada de Escocia. Se tomaron medidas contra el catolicismo y se iniciaron reformas sociales y educativas que impulsaron el desarrollo del país.
La muerte de George Wishart y el liderazgo del hombre al que influenció fueron fundamentales en este proceso transformador. Su vida testimonial nos confirma que la fidelidad a las Escrituras, en ocasiones, puede llevarnos a grandes sacrificios. Esto nos hace recordar las palabras del apóstol Pablo: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”, Fil 1:21 (RVR60). ¿Podemos decir lo mismo?
Referencias y bibliografía
Life of George Wishart, the Scottish Martyr (1876), de Rev. Charles Rogers.
The Book of Martyrs (1883), de John Foxe, pp. 138-148.
Notable Wisharts : George Wishart (Protestant Martyr) | wishart.org
500 Years of the Reformation | A Puritan's Mind
First Helvetic Confession | creedsandconfessions.org
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