Durante muchos años, los investigadores y sociólogos creyeron que China sería la nación que en algún momento llegaría a albergar el mayor número de cristianos en el mundo. Sin embargo, con cerca de 20 millones, todavía está muy por debajo de las cifras de países como Estados Unidos (253 millones), México (185 millones) y Brasil (118 millones). Ese escenario deja en duda la posibilidad de que esta sea una nación mayoritariamente cristiana.
Más bien, la realidad de hoy parece indicar que el crecimiento del número de cristianos en China se ha estancado y que, incluso, podría estar disminuyendo. Pero, ¿es esto cierto? ¿Qué nos dicen los datos y qué tan fiable es esta información? Además, ¿de dónde proviene y qué sesgos podrían contribuir a la percepción de que la iglesia en ese país está estancada?
Según un reporte del Pew Research Center, publicado el 30 de agosto de 2023, en China había 23.2 millones de cristianos en el 2010. Ocho años después, la cifra descendió a los 19.9 millones. Aunque dicho descenso no fue significativo para los investigadores, sí indicó que el crecimiento de la fe cristiana se había debilitado y no parece que haya señales de cambio en el horizonte.
De hecho, el panorama podría ser un poco más sombrío, pues los porcentajes de actividad en la zongjiao (la fe organizada) también se han estancado considerablemente. En 2018, solamente el 35 % de los creyentes asistía a cultos y servicios religiosos de iglesias organizadas, mientras que en 2010, esa cifra era de casi el 40 %.
El Pew Research Center también destacó una consideración de los académicos: que China podría tener una mayoría de cristianos para el 2050. No obstante, más de una década de investigaciones ha hecho evidente que aún no es posible proveer una confirmación sobre los niveles de filiación religiosa oficial (zongjiao) y mucho menos sobre la asistencia a servicios religiosos organizados en comunidades oficiales.
El crecimiento de los cristianos no afiliados
Pero no todo son malas noticias. En mayo de 2008, justo antes de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Pekín, capital del país, el Pew Research Center publicó un reporte sobre este tema. En él, señaló que había “evidencia indirecta” de que la cifra de creyentes se potenciaría, a pesar de que las estadísticas de las iglesias organizadas habían caído de manera significativa. Esto se debía a que la cantidad de personas que se reunían en sus hogares o que se definían como cristianos no afiliados había tenido un crecimiento importante. Hubo esperanza para la iglesia china de las próximas décadas.
De hecho, las cifras gubernamentales son más promisorias que los reportes del Pew Research Center. De acuerdo a estos reportes, el número de protestantes en el país ha dado un salto significativo. En 1949, solo había unos 700 000, pero esa cifra ascendió a los 38 millones en el 2018. Con respecto a la gran diferencia en las mediciones, el Pew Research Center señala que es difícil hacer comparaciones directas, dado que ambas fuentes utilizan datos distintos y su metodología puede variar. Por ejemplo, no se sabe si ellos incluyen a los niños o únicamente tienen en cuenta a los adultos.
Las mediciones también varían por el hecho de que el gobierno solo reconoce como creyentes a aquellos que se han registrado en iglesias reconocidas por el Estado. La existencia de congregaciones oficiales y no oficiales también puede llevar a enormes disparidades en las mediciones, sobre todo cuando el gobierno comienza a reconocer a las que antes no reconocía o cuando los creyentes pasan de comunidades clandestinas a oficiales con el fin de evitar la persecución.
Un ejemplo de esto sucedió en el 2018, cuando el número de protestantes ascendió en más de 10 millones. Según el gobierno chino, en 2016 había al menos unos 28 millones de protestantes en China, pero la cifra era de 38 millones para el 2018. De acuerdo al Pew Research Center, esto podría deberse a nuevos conversos o al influjo de cristianos que previamente oraban en sus casas y no estaban registrados en iglesias reconocidas.
Además de lo anterior, el cristianismo en China podría estar presenciando otro fenómeno: el abandono de la fe. El Pew Research Center lo informó así: “Mientras que muchos ciudadanos chinos se han convertido, también algunos cristianos chinos aparentemente han dejado la fe”. A esto se suma el hecho de que el crecimiento de los creyentes no es tan pronunciado como los analistas esperaban.
Según el Panel de Estudios de China para la Familia, un tercio de los adultos que se identificaron como cristianos en 2016, no lo habían hecho en 2012. Esto quiere decir que el número de creyentes adultos creció solamente un 1 % durante ese periodo. En otras investigaciones, un 25 % de quienes se identificaban como seguidores de Jesús en 2012, ya no lo hacían en 2016.
De ellas, en 2018, un 20 % señaló que ya no creía en Tianzhu (la palabra china para “Dios”). Con estas cifras, el abandono de la fe cristiana entre los conversos chinos parece ser una preocupación de especial interés para la iglesia de hoy, fundamentalmente porque esta parece ser la causa del estancamiento en el crecimiento de creyentes.
Limitaciones en el análisis estadístico sobre el número de cristianos en China
El Pew Research Center también reconoce las dificultades que implica el crear una imagen exacta del cristianismo en la República Popular China (RPC). Varios factores parecen incidir en esta problemática: carencia de datos disponibles, fallas en las traducciones mandarín-inglés de los estudios, y la forma en que la cultura y las políticas han impactado la actividad religiosa en el país. Esto se debe a que, en la actualidad, allí tienen una de las políticas más restrictivas del mundo respecto a la libertad de culto.
Por eso, las autoridades buscan mantener el control de las asociaciones religiosas, bien sea supervisando a las que están registradas oficialmente o reprimiendo las actividades de aquellas que no lo están. Lo anterior se evidencia en el cierre de edificios religiosos, el encarcelamiento de pastores, el nombramiento de obispos de forma discrecional, la supervisión de los sermones, la remoción de las cruces de las torres de las iglesias y el posicionamiento de imágenes de los líderes de la Revolución China y del presidente en las congregaciones para su veneración.
Las limitaciones a los estudios sobre los cristianos en China no solamente abarcan el control político de las organizaciones religiosas, sino la prohibición a entidades extranjeras para conducirlos. Hoy en día, la organización Pew no tiene permiso para realizar encuestas allí. Debido a eso, la única opción que se tiene es recurrir a los análisis realizados por las instituciones académicas y de investigación del país.
Algunas organizaciones que han brindado informes sobre el crecimiento de los cristianos son La Encuesta General Social China (CGSS), El estudio de Dinámicas de Fuerza Laboral de China (CLDS) y el Estudio de Valores del Mundo (WVS). El Pew Research Center también se ha apoyado en datos del gobierno chino y de organizaciones religiosas afiliadas al estado, como el Consejo Patriótico Cristiano de China y el Movimiento Patriótico de la Trinidad.
Otras limitaciones con las que se ha encontrado el Pew Research Center son las barreras lingüísticas. Existen diferencias sutiles entre las palabras chinas e inglesas para definir términos como religión y creencia. Por ejemplo, Zongjiao (宗教) se usa para referirse a las religiones organizadas y encapsula a cinco: budismo, catolicismo, islamismo, protestantismo y taoísmo. Otro término de uso común es Xinyang (信仰), con el cual se hace referencia a un convencimiento formal y decidido, mientras que con xiangxin (相信) se habla del acto de “creer en”, pero no se limita solo a las filiaciones religiosas.
¿Cómo están conformados los cristianos en China?
Cuando se les pregunta a los adultos chinos en qué creen, muchos de ellos dicen que su zongjiao xinyang (compromiso con una religión organizada) es con el cristianismo. Las mujeres tienen más probabilidades de dar esta respuesta (72 %) que los hombres (28 %). De ellas, es más probable que las de edades avanzadas y que poseen un bajo nivel educativo digan que son cristianas, en comparación con otros grupos demográficos.
Con el aumento de las restricciones gubernamentales, con la impresión que se ha generado de que el cristianismo no está creciendo y con las limitaciones a la recolección de datos, es de esperar que no haya un futuro brillante para la iglesia en China. Sin embargo, los analistas también dicen que el número de creyentes podría ser muy superior al reportado por el gobierno de ese país.
Pew señala que no es posible obtener datos de aquellos que están adscritos a iglesias clandestinas o que tienen servicios religiosos en casa. Además, se debe tener en cuenta que los miembros del Partido Comunista Chino tienen prohibido afiliarse a cualquier religión. En este caso, aquellos que sean cristianos no lo revelarán en ningún estudio.
Adicional a eso, la encuesta del CGSS mostró que solamente un 2 % de la población china se identifica como cristiana, es decir, aproximadamente 20 millones de personas. Los protestantes conforman un 90 % de este grupo, con 18 millones, mientras que los católicos son el 10 %, con 2 millones de adherentes.
¿En qué más cree la población china?
Los estudios disponibles ofrecen una perspectiva sobre la diversidad religiosa china que podría sorprender a muchos occidentales, quienes consideran las diferentes creencias como algo mutuamente excluyente. No solo en ese país, sino en toda Asia, las personas pueden practicar y profesar elementos de múltiples religiones sin preocuparse por la ortodoxia religiosa o por las fronteras entre cada tradición. Más aún, muchos no se preocupan por pertenecer a una religión en particular.
Así pues, se indica que cerca de un 40 % de los adultos en China cree en al menos una de las siguientes figuras religiosas: Jesucristo, Tianzhu (palabra local para referirse a Jesús), Buda o un bodhisattva, deidades del panteón taoísta, Alá o los fantasmas. Es además llamativo que al menos un 20 % de los chinos cree en más de una de estas figuras religiosas, lo cual indica la existencia de un fuerte sincretismo en el país.
Aunque solamente el 2 % de los chinos profesa el cristianismo de forma excluyente (no cree en otras deidades), un impresionante 7 %, casi 100 millones de personas, afirma tener fe en Jesús. También se indica que un 1 % de la población china podría ser cristiana supersticiosa, es decir, sigue a Jesús, rechaza a Buda, Alá y los bodhisattva, pero todavía cree en fantasmas o prácticas religiosas, como el feng shui.
Otro elemento distintivo de la religiosidad china son las prácticas culturales, como las visitas a las tumbas de familiares fallecidos y tener días considerados “auspiciosos” para “eventos especiales”. Un ejemplo notable de cómo la religiosidad está influenciada por la cultura es el hecho de que el 75 % de los adultos afirma que visita la tumba de un miembro de la familia al menos una vez al año. Por su parte, los cristianos chinos sí honran a sus seres queridos, pero ellos se abstienen de involucrarse en el culto a los antepasados, una práctica muy común en varios países asiáticos.
¿Una iglesia subestimada?
Es preciso señalar una realidad: las iglesias protestantes no están proliferándose en el país, al menos no según los registros oficiales. En ellos se señala que, entre 1997 y 2008, las congregaciones incrementaron notablemente en lugares de culto y miembros. Sin embargo, desde entonces, los números se han estancado. En 2018, el número de lugares de culto cristiano llegaba a 60 000, lo cual significó un ligero incremento de 2000 en 9 años.
Otra realidad importante a tener en cuenta es que a pesar del alto grado de sincretismo religioso en el país, los cristianos son el grupo religioso menos propenso a tener matrimonios por fuera de su fe. Solo el 38 % de ellos se casaría con alguien que tenga creencias distintas, mientras que entre los budistas, los seguidores de las religiones populares y los musulmanes, estos números pueden ascender al 45, 78 y 96 %, respectivamente. En otras palabras, los cristianos parecen estar aislados y no parece ser intención de la mayoría el llamar adeptos por medio de las uniones maritales.
Aún así, estos números no capturan la realidad exacta del protestantismo en el país no solo por los motivos ya señalados, también porque es una forma de no alertar al gobierno chino sobre el crecimiento de la iglesia. Por ejemplo, en el distrito Feng Ziam de Shanghai, los funcionarios estatales pudieron ubicar 24 sitios registrados, pero señalaron que había hasta 73 lugares no autorizados en 2018. Entonces, aunque en los registros oficiales el cristianismo parece estancado, es altamente probable que la fe cristiana continúe creciendo bajo la superficie.
Al tener en cuenta la represión gubernamental y el intento de control por parte de agentes del Estado, es apenas comprensible que muchas personas no declaren su fe oficial, pero puede que estén asistiendo a servicios religiosos cristianos. Además, es posible que a otros se les cuente como creyentes no afiliados o como nones (sin adherencia a una fe oficial). Estos últimos todavía tienen creencias incompatibles con el cristianismo, como las mencionadas anteriormente, pero esto podría indicar que necesitan madurar en la ortodoxia de su fe.
¿Una sociedad atea?
Aunque, en su hermetismo, la iglesia en China pueda ser vibrante y dinámica, todavía existe otra realidad: las personas “sin creencias religiosas” siguen siendo una amplia mayoría en el país, al menos según las encuestas oficiales. Cerca del 90 % de los adultos chinos afirman que ellos no tienen ninguna, de acuerdo con dos estudios oficiales de la CGSS y de la WVS. Sin embargo, esto no se refleja en el número de ateos declarados: solo un tercio de los adultos chinos se identifica así, indicó el estudio de la WVS de 2018.
Al observar las cifras es posible notar esa disparidad entre ateos declarados y personas sin filiación religiosa. Esto puede deberse a barreras lingüísticas que hacen difíciles las valoraciones de los estudios. Muchas personas que desechan el término religión todavía albergan creencias religiosas. El Pew Research Center indica que una persona puede creer en Buda, en el Nirvana y los bodhisattvas, y aun así no considerar ser parte de una religión.
Por eso, el número de personas sin religión es “mucho más grande” que el de quienes “rechazan la creencia en dioses o que nunca se comprometen con actividades espirituales”. Es así como los estudios subestiman el fenómeno religioso, pero teniendo en cuenta la forma en que se refieren los chinos a las creencias no formales (xiangxin), solo el 61 % de los chinos dice que no tiene fe en deidades, según el estudio de la CFPS de 2018. De hecho, son menos quienes rechazan las “fuerzas espirituales o poderes sobrenaturales” como una realidad. Sin embargo, Pew no reveló la cifra exacta de este grupo.
Conclusión
Existen barreras de diverso tipo para medir exactamente el número de cristianos en la RPC, pero una realidad evidente es que esa sociedad no es en sí misma atea. La dificultad para entender esto en los estudios académicos subyace en las barreras lingüísticas al momento de abordar la palabra “religión”. En este sentido, es posible señalar que gran parte de la sociedad china tiene una enorme cantidad de inquietudes espirituales que necesitan ser colmadas con el evangelio.
También es cierto que hubo un crecimiento sustancial del cristianismo en las décadas de los setenta y los ochenta, especialmente por la explosión de la iglesia rural y un movimiento urbano vibrante, pero esto ya no está sucediendo. La pandemia y el fuerte control gubernamental parecen haber minado la capacidad de la comunidad cristiana para extenderse y resurgir. Del mismo modo, ahora los cristianos chinos son el grupo demográfico menos propenso a haber crecido en hogares con la misma religión que sus padres, lo cual indica que la fe no está siendo transmitida entre generaciones.
Con todas las barreras y dificultades existentes para medir el número de creyentes, de los últimos estudios podemos extraer algunas ideas que pueden ser útiles para comprender la situación de la iglesia en China y su futuro:
En la RPC podría haber muchos más cristianos de los declarados oficialmente. Es probable que algunos hayan hecho un compromiso con Cristo en sus hogares o en sitios clandestinos, pero que teman expresarlo o que no se sientan identificados con el concepto formal de religión o iglesia oficial. También que no todos los cristianos chinos tienen una versión ortodoxa de la fe, por lo que la iglesia necesita emprender una acción de educación más profunda para formar a los creyentes en las nociones básicas y afirmar así la exclusividad del mensaje de salvación ofrecido en Cristo.
Aún existe una gran oportunidad para el crecimiento de la iglesia en la RPC. Sin embargo, las restricciones gubernamentales, la persecución y la vigilancia seguirán siendo desafíos importantes en esta tarea. Con esta perspectiva en mente, podríamos recordar, dijo David Adeney, un misionero veterano de la iglesia en esa nación, que “el Señor no nos llamó a contar a las ovejas, sino a apacentar el rebaño”.
Así, en vez de fijarnos en las estadísticas, quienes se preocupan por el bienestar de la iglesia en China harían mucho mejor en procurar el pastoreo adecuado y el bienestar espiritual de quienes abierta o secretamente han puesto su esperanza en Cristo.
Con información de Christianity Today y The Guardian.
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