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Fue una de las persecuciones más conocidas e implacables contra la naciente iglesia cristiana. Según Clemente de Roma, los apóstoles Pedro y Pablo fueron asesinados por su fe durante esta persecución. Bienvenidos a este resumen de los sucesos que detonaron la persecución de Nerón en contra de los cristianos.
Roma destruida
El Emperador Nerón ascendió al trono en el año 54 d.C. Al principio de su gobierno, Nerón se mostró prudente y deseoso de ser querido por su pueblo. Para esto promulgó leyes que beneficiaban a los pobres y a los más débiles entre la sociedad romana. Pero poco a poco el Emperador empezó a cambiar su postura hacia una mucho más egocéntrica y caprichosa. Los consejeros se rindieron ante sus deseos y delirios de grandeza. Cuando el emperador Nerón cumplió una década en el trono, ya era bastante impopular, y una buena parte del pueblo romano lo despreciaba.
Un gran incendio estalló la noche del 18 de julio del año 64 d.C. en la ciudad de Roma. Tan pronto como Nerón se enteró de lo que estaba sucediendo, viajó rápidamente a la ciudad desde su estancia en Auntium, a unos 70 kilómetros de Roma, para ayudar a asistir a los afectados. Nerón abrió los jardines de su palacio para las víctimas del incendio y se mostró empático y preocupado por la terrible tragedia.
El incendio fue tan grave que se prolongó por una semana, para luego volver a surgir en diversas zonas de la ciudad por al menos tres días más. Al menos 10 de los 14 barrios de la capital del Imperio fueron destruidos por el incendio. Dos de los únicos barrios que no sufrieron destrucción estaban habitados por una gran cantidad de judíos y de cristianos.
Pero no todos estaban cómodos con la aparente misericordia del Emperador. Muchos sospechaban que Nerón estaba loco y que podría ser el culpable de la tragedia. En medio del terrible sufrimiento el pueblo empezó a exigir justicia. Surgió la hipótesis de que el propio Emperador había sido el culpable. No solo se empezó a creer que él había iniciado el fuego, sino que había planeado quemar la ciudad para reconstruirla como un gran monumento a su persona.
El historiador Tácito (56-120) es quizá la mejor fuente histórica que tenemos de lo sucedido en la ciudad. Tácito, que se encontraba en Roma en ese momento, dejó documentado el hecho de que existían varios tipos de rumores acerca de la causa del incendio, pero dio a entender que, en su opinión, todo habría sido causa de un accidente.
Pero las sospechas hacia el emperador no cesaban. Un rumor muy popular decía que Nerón había pasado una buena parte del tiempo del incendio en lo alto de una torre, en la cumbre del Palatino, vestido como actor de teatro, tocando su lira y entonando versos de la destrucción de Troya mientras contemplaba la escena de la destrucción. Otro rumor decía que Nerón había hecho quemar la ciudad para que las llamas le sirvieran de inspiración para componer un poema.
Crueldad excesiva
Nerón quería alejar toda sospecha que había caído sobre sí, pero sus estrategias no parecían funcionar. Sin embargo, la opción de culpar a los cristianos del incendio resultaba bastante creíble, pues los barrios en los que habitaban no habían ardido como los demás. Tácito escribió al respecto:
A pesar de todos los esfuerzos humanos, de la liberalidad del emperador y de los ofrecidos a los dioses, nada bastaba para apartar las sospechas ni para la creencia de que el fuego había sido ordenado. Por lo tanto, para destruir ese rumor, Nerón hizo aparecer como culpables a los cristianos, una gente a quienes todos odian por sus abominaciones, y los castigó con muy refinada crueldad. Cristo, de quien toman su nombre, fue ejecutado por Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio. Detenida por un instante, esta dañina superstición apareció de nuevo, no sólo en Judea, donde estaba la raíz del mal, sino también en Roma, ese lugar donde se dan cita y encuentran seguidores todas las cosas atroces y abominables que llegan desde todos los rincones del mundo. Por lo tanto, primero fueron arrestados los que confesaron [ser cristianos], y sobre la base de las pruebas que ellos dieron fue condenada una gran multitud, aunque no se les condenó tanto por el incendio como por su odio a la raza humana (Anales, 15.44).
El testimonio de Tácito es de vital importancia, pues nos da luz sobre la forma en la que los romanos veían a los cristianos. Es importante notar de este testimonio que el propio historiador estaba del lado de los cristianos y en contra de la crueldad de Nerón. Sin embargo, también podemos ver la sospecha con la que se refiere a los cristianos. Tácito cree, no sabemos claramente por qué, que los cristianos “odiaban a la humanidad” y que “practican abominaciones”.
Desafortunadamente, el historiador no nos ofrece una explicación a estos apelativos, pero podemos hacer algunas propuestas. Algunos consideran que se deben a que los cristianos no participaban de las actividades de entretenimiento propias de la época, como el teatro, los deportes, las letras y tampoco prestaban el servicio militar. Al negarse a estas prácticas, que los romanos consideraban parte de su cultura, los cristianos despertaban el desprecio de los paganos.
A pesar de que Tácito no era precisamente un admirador de los cristianos, condenó las acciones contra ellos, describiéndolas como excesivas y producto de un capricho de Nerón.
Además de matarles, se les hizo servir de entretenimiento para el pueblo. Se les vistió con pieles de bestias para que los perros los mataran a dentelladas. Otros fueron crucificados, y a otros se les prendió fuego al caer la noche, para que la iluminaran. Nerón hizo que se abrieran sus jardines para esta exhibición, y en el circo él mismo ofreció un espectáculo, pues se mezclaba con las gentes disfrazado de conductor de carrozas, o daba vueltas en su carroza. Todo esto hizo que se despertara la misericordia del pueblo, aun contra esta gente que merecía castigo ejemplar, pues se veía que no se les destruía para el bien público, sino para satisfacer la crueldad de una persona (Anales 15.44).
No sabemos mucho del número total de muertos durante esta persecución. Sin embargo, fue un hecho recordado posteriormente en varios documentos cristianos como un tiempo de dolor y sufrimiento para el pueblo de Dios.
Según la tradición, como ciudadano romano, Pablo probablemente habría sido decapitado con una espada. Se dice que Pedro fue crucificado cabeza abajo. La persecución que empezó a darse con la acusación de ser los culpables del incendio, poco a poco se fue transformando en una persecución directamente relacionada con su fe. A los cristianos se les empezó a perseguir después de este hecho por otras razones.
Después de Nerón
Durante su reinado, Nerón promulgó un edicto en contra de los cristianos, probablemente con el propósito de ampliar la persecución hasta los límites del Imperio. En el año 68 d.C. gran parte de la población romana se reveló contra él y el senado romano lo retiró de su cargo. Prófugo y sin un lugar a donde ir, Nerón se suicidó. Aunque muchas de sus políticas fueron derogadas, el edicto contra los cristianos prevaleció. Siempre y cuando nadie acusara a los cristianos, estos podrían vivir en paz, pero en tanto algún emperador o funcionario quisiera iniciar una persecución, podía hacerlo apelando a la ley promulgada por Nerón.
A la muerte de Nerón, el Imperio se sumió en un corto periodo de confusión y desorden, a tal punto que los historiadores llaman al 69 d.C. el “Año de los cuatro emperadores". Vespasiano tomaría el poder y las riendas del estado, mientras su hijo Tito invadiría la ciudad de Jerusalén en el año 70 d.C., destruiría el Templo y expulsaría a los judíos de su tierra. Este fue un periodo de profunda turbulencia y cambios tanto para cristianos como para judíos. Mientras los judíos emigraban de su tierra, los cristianos seguían creciendo silenciosamente en todo el Imperio.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Por qué crees que Nerón culpó a los cristianos del incendio? ¿De qué forma crees que esta persecución moldeó el carácter de la iglesia primitiva? ¿Cuáles crees que fueron las razones por las que la iglesia siguió creciendo a pesar de la cruda persecución? Déjanos tu opinión en los comentarios, pero también suscríbete y activa la campanita para ver más recursos como este.
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En Cristo,
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