La historia de este destacado misionero inicia en Derby, Inglaterra, el 20 de octubre de 1769. Hijo de John Ward, carpintero y constructor de esa ciudad, y nieto de Thomas Ward, granjero de Stretton, en Staffordshire. Lamentablemente, su padre murió cuando era niño y su madre se tuvo que hacer cargo de su educación. Ella conoció al Señor al oír un discurso que cambió su forma de pensar, se unió a la Iglesia metodista y educó a William en la fe.
William fue a la escuela del Sr. Congreve, cerca de Derby, y más tarde fue mentoreado por otro hombre llamado Breary, quien le educó hasta que llegó el momento de ser aprendiz. Desde pequeño, prefirió dedicarse al estudio; un compañero de escuela recordaba cómo William siempre estaba creando algo en lugar de dedicarse a los intereses de los niños de su edad. En Derby, aquella conducta dejó una fuerte impresión en sus contemporáneos, quienes consideraban que tenía un futuro prometedor.
Años más tarde, al salir de la escuela, fue contratado como aprendiz por un impresor y librero llamado Samuel Drewry, fundador del único periodico en la zona: el Derby Mercury. Al concluir su tiempo en ese rol, William alcanzó el puesto de corrector en la imprenta. Esta posición le brindó la oportunidad de enriquecer su mente a través de una lectura constante, poco a poco adquirió una gran fluidez y maestría en el lenguaje.
Dicho periodo normalmente se extendía por cuatro años. Sin embargo, debido a la gran utilidad de William para su empleador, continuó trabajando dos años adicionales. Durante ese tiempo, llegó a ser editor del Derby Mercury en representación de su jefe y aumentó la tirada del periódico a 1.500 ejemplares, todo esto a la temprana edad de 18 años.
Tras esa experiencia, se trasladó a Stafford, donde fue a trabajar con Joshua Drewry, pariente de su antiguo maestro, a editar el Staffordshire Advertiser. Aproximadamente en 1794, se trasladó a Hull, donde continuó su actividad como impresor y fue durante algún tiempo editor del Hull Advertiser.
Ward conoció al Señor y se hizo bautista, así que en 1796 fue bautizado en Hull. Tuvo oportunidad de predicar en los pueblos vecinos y poco a poco ganó reputación. Con la ayuda de un miembro de la comunidad bautista llamado Fishwick, en agosto de 1797 fue a Ewood Hall, en Yorkshire, a prepararse bíblicamente en la Academia Teológica de John Fawcett, donde estudió durante un año y medio.
Ward y las misiones
En el otoño de 1798, durante la visita del comité misionero bautista a Ewood, Ward se ofreció como misionero. Es posible que se haya visto influenciado por un comentario que William Carey le hizo en 1793 sobre la necesidad de un impresor en el campo misionero indio. En mayo de 1799, Ward partió de Inglaterra en el barco Criterion, acompañado por Joshua y Hannah Marshman. En una carta, escribió:
Esta tarde tuvimos una hora preciosa de oración. El capitán Wickes leyó el versículo doce del capítulo treinta y tres del Éxodo, y luego se unió a nosotros en la oración. Nuestros corazones se calentaron. Estrechamos la mano de nuestro querido capitán, y hubiéramos podido estrecharle contra nuestro pecho. Con qué afecto oró por nosotros, por nuestro éxito misionero, por todo lo que pudiéramos desear en nuestras circunstancias.
Una anécdota interesante fue que en la entrada del río Hooghly, específicamente en Sagor Roads, un piloto abordó el barco y le brindó al capitán los formularios para registrar los nombres de los pasajeros, sus ocupaciones y sus destinos. Después de una discusión, se optó por declarar abiertamente que eran misioneros cristianos dirigidos a Serampore, y así fueron inscritos oficialmente.
Una vez en la India, la principal tarea de Ward fue supervisar la imprenta de la comunidad, la cual se utilizó para difundir las Escrituras traducidas al bengalí, mahratta, tamil y otras veintitrés lenguas. Además de la publicación de numerosas obras filológicas, Ward encontró tiempo para llevar un detallado diario y predicar el evangelio a la población nativa.
En una carta con fecha del 22 de octubre de 1799, Ward escribió:
Todos estamos felices y no tenemos ningún deseo de volver a Inglaterra. Dios proveerá para nosotros, y tarde o temprano la India aprenderá la doctrina de la cruz y cantará el cántico de Moisés y el Cordero. No tengo ninguna duda de ello. Sus supersticiones se están hundiendo muy rápidamente en el olvido incluso sin la antorcha de la verdad; pero con una Biblia y una imprenta, la posteridad verá que un misionero no trabajará en vano ni siquiera en la India. Hay un tiempo para destruir, y un tiempo para sembrar, y un tiempo para cosechar… [paráfrasis de Eclesiastés 3].
La misión en Serampore
Al llegar a Serampore, los misioneros escribieron a William Carey solicitando una reunión en ese lugar. Sin embargo, la respuesta que recibieron el 3 de noviembre fue desalentadora, ya que él insistía en que debían reunirse con él en Kidderpore.
En noviembre, el gobernador danés, se acercó a los misioneros, les ofreció su protección y los presionó para que se establecieran en Serampore. Propuso que abrieran una escuela y una imprenta en un lugar adecuado, con condiciones favorables, y les ofreció la ciudadanía danesa para facilitar sus viajes por los territorios británicos cuando lo desearan.
Ward y Marshman evaluaron diferentes opciones y finalmente decidieron que Ward debía persuadir a Carey de unirse a ellos en Serampore. Con su pasaporte danés, Ward llegó al bungalow de Carey, en Kidderpore, el 1 de diciembre de 1799. En una carta, describió su primera entrevista con el hombre que sería su colega durante los siguientes 23 años:
Esta mañana dejamos el bote y caminamos una milla y media hasta la casa del hermano Carey. Sentí sensaciones muy inusuales mientras me acercaba a la casa. Tan cerca del hermano Carey, después de un viaje de 15,000 millas y un tedioso viaje río arriba, y en nuestras circunstancias actuales... ¡Qué situación tan interesante! La vista de la casa aumentó mi perturbación. Conocimos a Hurry Churron. ¡Por fin vi a Carey! Está menos revuelto de lo que esperaba, tiene mejor aspecto que cuando estaba en Inglaterra y, bendito sea Dios, es todavía un hombre joven.
El principal problema era que si cometían alguna ofensa o si sus objetivos misioneros eran descubiertos, podían perder su licencia o incluso ser expulsados. Entonces, los nuevos misioneros no podrían unirse a ellos en ese lugar. Por otro lado, en Serampore se iban a librar de la interferencia de las autoridades británicas, lo que les permitiría establecer una imprenta y recibir más misioneros. Además, la zona alrededor de Serampore estaba densamente poblada.
Durante sus deliberaciones, recibieron una carta de Marshman informando que los principales miembros del gobierno estaban molestos por la llegada secreta de los misioneros y amenazaron con arrestar a cualquiera que fuera descubierto. Ward afirmó que no tenía miedo de ser interrumpido ya que tenía un pasaporte del gobernador de Serampore. Esta carta fue decisiva para que se mudaran a ese lugar, en donde decidieron adquirir un terreno y construir algunos edificios económicos con un costo total de £300.
Finalmente, Carey llegó a Serampore el 10 de enero de 1800, acompañado de sus cuatro hijos y su esposa, quien lamentablemente se encontraba en un estado de salud mental poco favorable. Desde su llegada, todas las mañanas y tardes, Ward se unía a Carey, Marshman y Fountain para realizar la tarea evangelística en la ciudad y sus alrededores. Asimismo, Ward y Marshman se dedicaron con esmero al estudio del idioma bengalí.
El 21 de octubre de 1800, Ward salió a predicar en bengalí por primera vez. En cuanto a su don lingüístico para esa lengua, John Marshman lo describió como alguien que logró “un grado de fluidez que rara vez ha alcanzado un extranjero”. Mientras se imprimía el Nuevo Testamento en bengalí, se produjeron 500 copias adicionales del Evangelio de Mateo.
Esos libros, junto con los tratados de Ram-bosoo, crearon un gran revuelo en el país. En sus primeros intentos de evangelizar, Ward y Marshman descubrieron que la tarea no era sencilla, pero continuaron esforzándose por no dejar de predicar el evangelio.
El 10 de mayo de 1802, William Ward contrajo matrimonio en Serampore con la viuda de John Fountain. Carey dirigió un emotivo discurso en la ceremonia, a la cual asistieron tanto amigos europeos como bengalíes. Ward se convirtió en un afectuoso protector y tierno padre, pues además de John Fountain, fruto del matrimonio anterior de la entonces Sra. Ward, tuvieron cuatro hijos.
Dos de ellos fallecieron siendo jóvenes; los otros dos fueron muy apreciados por sus padres debido a su actitud obediente y afectuosa. La hija mayor demostró anhelo por el conocimiento de la verdad y una temprana conversión a Dios. Se unió a la iglesia en Serampore y brindó un gran apoyo a su madre durante el fallecimiento de su padre, mostrando una disposición similar a la de él.
Reporte de una década de misiones
Hasta 1806, Ward se dedicó a viajar frecuentemente por diversas ciudades y pueblos de la provincia. Sin embargo, después de ese año, sus crecientes responsabilidades en la imprenta y la expansión de las labores misioneras en Serampore y Calcuta lo obligaron a permanecer en la sede y le impidieron salir con la misma frecuencia. Para diciembre de 1809, habían transcurrido diez años desde el establecimiento de la misión en Serampore, así que Ward redactó una revisión general del progreso que se había logrado.
- Cuatro bases misioneras en Bengala.
- Bases de la misión plantadas en las fronteras de Orissa y Bután, y en Birmania.
- El número de miembros en la comunión de la iglesia superó los 200.
- Obtuvo una base en Calcuta, donde se construyó una capilla y se reunió una gran congregación.
- Las Escrituras habían sido impresas, en su totalidad o en parte, en seis idiomas, y comenzaron las traducciones a otros seis.
Ward concluyó su informe así:
Y ahora, queridos hermanos, ¿no ha refutado Dios por completo la noción de que todos los intentos de diseminar el Evangelio entre los paganos son vanos? Este feliz grado de éxito, que nos sorprende a los que estamos sobre el terreno, se ha creado en el espacio de unos nueve años; porque no es más desde el bautismo del primer hindú… Espero que el informe que he redactado les brinde a usted y a los demás hermanos que han soportado el calor y la carga del día, un verdadero consuelo. Dios ha hecho grandes cosas, no solo por nosotros, sino a través de ustedes. Nunca podemos separarnos ni por un momento pensando en lo que Dios ha hecho por la misión bautista en la India.
Noticias desalentadoras
Hacia finales de 1811 y principios de 1812, el grupo de misioneros experimentó una serie de lamentables aflicciones. Carey sufrió la pérdida de su nieto, Robinson, la de su esposa y dos hijos; todos los hijos de Chamberlain fallecieron, mientras que Chater y Marshman también enfrentaron el fallecimiento de un hijo cada uno. Finalmente, Ward también tuvo que enfrentarse al dolor tras la partida de su propia hija, Mary, una encantadora niña de aproximadamente 6 años.
A esta serie de calamidades personales se sumó una tragedia aún más profunda, que detuvo por completo sus actividades y puso a prueba su fe. Durante la noche del 11 de marzo de 1812, la imprenta fue completamente consumida por un incendio. En cuestión de horas, se destruyó el trabajo de doce años, todo valorado en al menos 10 000 libras. A pesar de la pérdida, se lograron recuperar algunos recursos y, con la ayuda de amigos en Gran Bretaña, se pudo reparar rápidamente el daño causado.
Serampore College
En 1818, debido a problemas de salud, Ward regresó a Inglaterra. Se le encomendó la tarea de recaudar fondos allí para dotar de recursos a un nuevo colegio en Serampore, que había sido fundado por él, junto a Joshua Marshman y William Carey. El objetivo era brindar educación en literatura y ciencias europeas a los nativos. El 15 de julio de 1818, publicaron el prospecto de una Institución para la instrucción de jóvenes asiáticos, cristianos y otros, en literatura oriental y ciencia europea, elaborado por Joshua Marshman.
Ward realizó una serie de viajes por Inglaterra, Escocia, Holanda y el norte de Alemania para obtener apoyo financiero. En octubre de 1820, partió hacia Nueva York y recorrió Estados Unidos antes de regresar a Inglaterra en abril de 1821. Luego, el 28 de mayo, embarcó nuevamente hacia la India en el barco Alberta, llevando consigo los fondos recaudados para el Serampore College. Debido a esta misión y su asociación con Joshua Marshman y William Carey, los tres fueron conocidos como el Trío de Serampore.
Ellos fueron los primeros que sostuvieron que una institución educativa era indispensable para una misión en la India. Les siguieron los episcopalianos, los independientes y las dos secciones de la iglesia presbiteriana, cada una de las cuales se sostenía con la ayuda de contribuciones públicas.
Declive en su salud y fallecimiento
Después del regreso de Ward a la India, gozó de una salud bastante buena durante un tiempo. Sin embargo, la enfermedad que tanto lo afectó antes de su viaje a Europa regresó con fuerza, obligándolo a seguir una dieta estricta y a hacer ejercicio. Su salud mejoró considerablemente luego de estos cambios.
Finalmente, en los días previos a su fallecimiento, el Sr. Ward estuvo en Calcuta y en la noche del sábado predicó enfocándose en el pasaje “no nos dejes caer en tentación”, que atrajo especial atención. También participó en la reunión de oración mensual en la Capilla Loll-Bazaar el lunes por la noche, después de haber pasado el día haciendo visitas.
Ward falleció a sus 54 años, en 1823, a causa del cólera. Sin duda, partió con Su Señor uno de los trabajadores más leales y dedicados a la obra de Dios que jamás haya visto la India. Al día siguiente de su partida, se envió la noticia a Calcuta, y varios amigos llegaron desde allí para rendirle el último homenaje a su memoria.
Todos los hermanos nativos asistieron al funeral, junto con los sirvientes de la imprenta, la papelera y otros, para quienes el hermano fallecido había sido como un padre. También estuvieron presentes varios caballeros de Serampore y sus alrededores, así como algunos de Barrackpore, al otro lado del río.
La semana siguiente, el 16 de marzo, el Dr. Carey predicó un sermón fúnebre en la Capilla Loll-Bazaar en Calcuta, basado en el pasaje de Proverbios 10:17, que dice: “La memoria del justo es bendita”. Fue una congregación muy numerosa, compuesta por muchos amigos religiosos, así como multitudes que admiraban y respetaban al difunto. Aprovecharon la ocasión para hacer un homenaje en su memoria.
El miércoles 19 por la noche, el Dr. Marshman predicó otro sermón fúnebre en la capilla de la misión, en Serampore. La ceremonia contó con la presencia del gobernador, el coronel Krefting, y casi todos los habitantes europeos de Serampore, tanto daneses como ingleses, además de un gran número de personas de Ishera y Barrackpore.
Dado que el difunto no había dejado registrado un pasaje bíblico específico, el Dr. Marshman tomó esta declaración del Apóstol Pablo para expresar el sentir más íntimo de su querido hermano: “Por la gracia de Dios, soy lo que soy”.
Referencias y bibliografía:
- Biography of William Ward - William Carey University.
- The 1809 report to the Society on the progress of translations - William Carey University.
- William Ward (missionary) - Wikipedia.
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