Timothy Keller, teólogo, pastor en la ciudad de Nueva York, y autor evangélico ampliamente reconocido, falleció en horas de la mañana de este 19 de mayo, a la edad de 72 años. La muerte de Keller se ha producido después de una batalla contra un cáncer pancreático en etapa cuatro, según informó Redeemer Presbyterian Church de Manhattan.
De la misma manera, la congregación, que fue fundada por Keller en 1989, señaló en una declaración tras la muerte de su pastor más prominente: “Estamos eternamente agradecidos por su liderazgo, su pasión, y dedicación a compartir el amor de Cristo con otros. Aunque extrañaremos su presencia aquí, sabemos que está disfrutando de la presencia de su Salvador en el cielo”.
Como reconocimiento a la importancia que el pastor Keller ha tenido para el mundo protestante y a su influencia en las vidas de millones de personas, la presente es una reseña de su vida, su pensamiento y su trabajo ministerial como pastor, plantador de iglesias y promotor del evangelismo en todo el mundo.
¿Quién fue Timothy Keller?
Timothy James Keller nació el 23 de septiembre de 1950 en Allentown, Pennsylvania. Fue el mayor de los tres hijos que tuvieron William y Louise Keller, gerente de publicidad televisiva y ama de casa, respectivamente. Se graduó en Artes Liberales en Bucknell University en 1972, recibió una Maestría en Divinidad en el Gordon-Conwell Theological Seminary en 1975 y un Doctorado en Ministerio en 1981, bajo la supervisión del teólogo Harvie M. Conn.
A pesar de haber formado parte de una iglesia luterana junto a su familia y de haber asistido a clases de confirmación durante dos años, fue a partir de su estancia en la Universidad Bucknell que Keller se convirtió en un cristiano comprometido. Más tarde, explicó que la mayoría de aprendizajes que adquirió en su infancia y juventud lo llevaron a pensar que la religión consistía en ser amable.
Sin embargo, en su segundo año de estudio en Bucknell, tuvo algunas luchas de identidad y encontró en el cristianismo una respuesta racional a sus batallas internas. Luego de su conversión, Keller se unió a la asociación cristiana InterVarsity y sirvió como miembro del cuerpo de trabajo. Parte de su motivación era que ellos parecían preocuparse por los derechos civiles, un tema que era de su interés.
El impacto de su vida académica en su espiritualidad y teología
En 1970, los estudiantes de Bucknell iniciaron una protesta en contra de la guerra de Vietnam. Entonces Tim y otros miembros de InterVarsity entablaron conversaciones con los estudiantes en huelga. Un cartel en particular llamó la atención de Keller, pues decía: “la resurrección de Jesucristo es intelectualmente creíble y existencialmente satisfactoria”.
Después, y quizá por la influencia de los escritos de John Stott y F. F. Bruce, definió al creyente como “alguien que encuentra al cristianismo tanto racional como intelectualmente creíble, pero también emocional y existencialmente verdadero y satisfactorio”.
Entonces, Keller se tomó muy en serio lo que podría ser un llamado al ministerio pastoral, así que ingresó al Gordon-Conwell Theological Seminary. Allí, el profesorado estaba formado por teólogos notables como Roger Nicole, quien enseñaba teología reformada e inerrancia bíblica, y Richard Lovelace, quien introdujo a Keller en las obras de escritores como Flannery O'Connor y John Owen. Esto encendió su pasión por Jonathan Edwards y el avivamiento.
Durante el tiempo que estuvo en el seminario, Keller aún no había decidido de qué denominación haría parte, en especial, debido a cuestiones sobre el bautismo y la predestinación. Pero en su último semestre, un profesor lo convenció de convertirse en presbiteriano.
Quizá una de las personas que más influyó en su pensamiento fue el teólogo y maestro Edmund Clowney (1917-2005). Al final de la vida de este, ambos enseñaban en el Reformed Theological Seminary. Keller siempre le atribuyó a él su interpretación básica de los dos hijos en Lucas 15, que se convertiría posteriormente en su famoso libro El Dios pródigo. También habló de su gran deuda con Clowney en cuanto a su amor por la iglesia local y el ministerio pastoral.
Teología, amor y familia
En el seminario Gordon-Conwell, Keller conoció a Kathy Louise Kristy, una joven que había llegado a la fe leyendo a C. S. Lewis, con quien mantuvo correspondencia. Lewis medió en una disputa entre Kathy, de doce años, y su profesor de inglés, en una carta de abril de 1963. Lewis le envió la última misiva menos de dos semanas antes de su fallecimiento, el 22 de noviembre de ese mismo año.
Tan preciado era el autor británico para Kathy que a sus catorce años viajó a Oxford con unos amigos para visitar a Warnie, el hermano de Lewis, quien entonces aún vivía en The Kilns. De hecho, Keller fue también profundamente influenciado por Lewis en su carrera como predicador y escritor; lo citó con frecuencia e incluso se podría concluir que fue su autor favorito.
Timothy y Kathy se casaron en 1975, un semestre antes de la graduación de Tim. Hay que resaltar que, además de la gran influencia intelectual que tuvo sobre su esposo, Kathy también obtuvo una maestría en Gordon-Conwell. Luego escribieron juntos El significado del matrimonio y Los cantos de Jesús, entre otros libros.
Después de su graduación, Keller continuó trabajando con InterVarsity en Boston y fue ordenado por la Presbyterian Church in America (PCA) como pastor. Se mudó a Hopewell, Virginia, para servir como pastor en la West Hopewell Presbyterian Church durante nueve años. En esa ciudad, considerada la “capital química del Sur” debido a su famosa planta de DuPont, nacieron los tres hijos de los Keller.
Sus inicios en el ministerio y otras influencias
El sencillo salario de Tim en Hopewell no incluía un presupuesto para libros. Pero amigos y familiares le regalaron títulos de Banner of Truth, una editorial sin ánimo de lucro que publica libros reformados y puritanos. En una ocasión tuvo material suficiente para leer durante todo un año y a veces conducía con un libro de bolsillo puritano apoyado en el volante. Entre sus autores favoritos estaban Thomas Brooks, John Owen y Charles Spurgeon.
Keller recordaba sus primeros años de ministerio como un periodo de mucho aprendizaje:
Mis sermones eran demasiado largos, mis enfoques pastorales con algunas personas no funcionaban: a veces era demasiado directo y otras no lo suficiente. Puse en marcha nuevos programas que nadie quería. Pero como la congregación me apoyaba y me quería tanto, pude cometer esos errores sin que nadie me atacara por ellos.
Sobre su experiencia en Hopewell, dijo lo siguiente:
Aprendí a no construir un ministerio sobre el carisma del liderazgo (¡que de todos modos no tenía!) o la habilidad para predicar (que al principio no era tanta), sino sobre el amor pastoral a la gente y el arrepentimiento cuando me equivocaba. En un pueblo pequeño, la gente te seguirá si confía en ti -en tu carácter- personalmente, y esa confianza tiene que construirse en las relaciones personales.
En 1976, Tim y Kathy se unieron a más de diecisiete mil jóvenes cristianos en el evento Urbana '76, que contó con oradores como Billy Graham, John Perkins, Edmund Clowney, Elisabeth Elliot y Helen Roseveare. John Stott pronunció cuatro exposiciones sobre las misiones, dándole a Tim su primer modelo de predicación expositiva. Para Keller, Stott contribuyó más que nadie a concebir el evangelicalismo como un espacio intermedio entre el fundamentalismo y los movimientos más abiertos.
Otra persona que influiría profundamente en la vida y el ministerio de Keller fue Elisabeth Elliot. Ella formó tanto a Tim como a Kathy en lo que llegó a conocerse como los papeles complementarios del hombre y la mujer en la iglesia y el hogar. Incluso, en su libro Déjame ser mujer, Elliot publicó un extracto de uno de los trabajos de clase de Kathy.
Mientras servía como pastor en Hopewell, Keller continuó estudiando para un doctorado en ministerio, título que obtuvo en el Westminster Theological Seminary en 1981. También empezó a supervisar el desarrollo de nuevas congregaciones en la región del Atlántico Medio para el cuerpo eclesiástico presbiteriano del cual hizo parte.
En materia de plantación de iglesias, así como en su pensamiento y su ministerio en general, dos personas influyeron fuertemente en Keller: Harvie Conn y Jack Miller. El primero, profesor en Westminster y el segundo el pastor de los Keller entre 1984 y 1989 en Pennsylvania. Ambos impactaron su visión sobre la contextualización urbana del evangelio y las misiones en entornos postcristianos.
Los compromisos del ministerio
El que quizá fue el reto más grande de la vida de Keller tocó a su puerta en 1989. Él y dos ministros más rechazaron lo que para ellos era una desalentadora propuesta de la PCA: ser pastores en la denominada ‘Capital del mundo’. Sin embargo, Keller reconsideró su decisión y aceptó el reto con dificultad: “sentí que sería cobarde de mi parte no hacerlo. Pero teníamos una especie de sensación de ‘malestar en la boca del estómago’ todos los días”, dijo.
“Casi todo el mundo me dijo que era una tontería. Manhattan era tierra de escépticos, críticos e insolentes. La clase media, el público convencional para una iglesia, huía de la ciudad a causa de la delincuencia y el aumento de los costes”, también recordó.
En junio de 1989, los Keller se mudaron a la céntrica Roosevelt Island, en New York, donde estaba el apartamento en el que han habitado hasta hoy y en el que Tim vivió sus últimos días. En Manhattan, fundó la Redeemer Presbyterian Church, comunidad en la que comenzó a trabajar activamente y con cuyas experiencias nutrió su trabajo doctoral, que se convirtió en su primer libro.
En el texto Ministerios de misericordia: encarnando la parábola del buen samaritano, Keller analizó por qué es necesario que la iglesia evangélica se comprometa activamente en mostrar el rostro misericordioso de Dios a través de la compasión y el apoyo a los más vulnerables. Volvió a publicar un libro solo hasta 2008: La razón de Dios, un texto apologético en el que examinó las principales objeciones de las personas contra el cristianismo, según lo que había escuchado y visto como pastor en la Ciudad que nunca duerme.
Es importante recordar que New York es un centro multicultural en el que la ‘increencia’ es una posición notoria entre gran parte de la población. Este contexto sirvió como punto de referencia para que Keller iniciara sus reflexiones apologéticas. Pronto, el libro se convirtió en uno de los bestsellers de no ficción en la lista del New York Times de ese año y su autor en uno de los teólogos más reconocidos.
El éxito de Redeemer Presbyterian Church (RPC)
El ambiente competitivo neoyorquino llevó a Keller a preguntarse cómo dar a conocer el evangelio a una gran cantidad de personas que parecían demasiado ambiciosas como para querer escucharlo. Él y su esposa entendieron que aquella ciudad era la capital, quizá mundial, de las finanzas, la educación, la política y el arte; así que quisieron enfocarse en la evangelización de la población migrante, que cada vez era más numerosa.
Bajo el liderazgo de Keller RPC empezó a tener renombre. A finales de 1989, contaba con una asistencia regular de unos 250 fieles. En el otoño de 1990, la iglesia atraía a 600 personas. En 2001, el domingo después de los ataques terroristas del 11S, al menos 5000 personas llegaron a Redeemer. Cuando la ciudad volvió a la ‘normalidad’, habían pasado a ser 800 congregantes.
Pese a las discrepancias de Keller frente a las megaiglesias, Redeemer Presbyterian Church es muy numerosa. Principalmente la conforman adultos solteros y una gran proporción de asiático-americanos. Ha tenido un fuerte enfoque en los profesionales urbanos jóvenes, los cuales Keller creía que tenían una influencia desproporcionada en la cultura y en las ideas. En 2004, Christianity Today señaló que se trataba de “una de las congregaciones más vitales de Manhattan”.
Cuando describió su experiencia al asistir a RPC, el periodista Michael Luo, dijo:
A diferencia de muchas megaiglesias suburbanas, con sus bandas de alabanza de rock suave y sus sermones fáciles de entender, los servicios de Redeemer eran casi desafiantemente aburridos, con himnos y liturgia tradicionales. Pero los sermones eran irónicos y eruditos, llenos de alusiones literarias y referencias filosóficas, y Keller era astuto a la hora de instar a sus fieles a examinar sus ‘dioses falsos’, su búsqueda de tótems como el poder, el estatus y la riqueza, que la ciudad fomentaba.
Impulsada por el enfoque de Keller en los ministerios de misericordia, Redeemer Presbyterian Church de Manhattan fundó:
- Hope for New York: organización sin ánimo de lucro que envía voluntarios y subvenciones a más de 40 ministerios basados en la fe, que trabajan en las necesidades sociales de la ciudad.
- Centro para la fe y el trabajo: una entidad especializada en entrenar a jóvenes profesionales en teología cristiana.
- Redeemer City to City: un grupo de trabajo que entrena pastores y financia la plantación de iglesias en New York, otras ciudades de Estados Unidos y del mundo.
En 2017, Keller dejó su cargo como pastor en Redeemer. En ese momento, la iglesia contaba con más de 5000 fieles en sus múltiples servicios dominicales, lo que la convertía en una de las mayores iglesias protestantes de Nueva York.
The Gospel Coalition
Conociendo las necesidades de evangelización y de recursos bíblicos centrados en el evangelio en los Estados Unidos y el resto del mundo, en 2005, Keller cofundó la organización de recursos e información teológica The Gospel Coalition (TGC) junto al teólogo D. A. Carson, y sirvió como vicepresidente de la junta directiva.
Desde su fundación, TGC ha agrupado a líderes de teología reformada de Estados Unidos, aunque recientemente se ha expandido a varias partes del mundo y cuenta con ediciones de su sitio web en 20 idiomas. Su misión es “renovar nuestra fe en el evangelio de Cristo y en reformar nuestras prácticas ministeriales en conformidad con las Escrituras”. Actualmente, TGC es una de las organizaciones paraeclesiales más importantes del mundo protestante.
Como punto adicional, Timothy Keller creó al final de su vida The Keller Center for Cultural Apologetics (en español, Centro Keller para la Apologética cultural), una institución dedicada a la promoción del evangelio y la formación de nuevos líderes de cara a los desafíos de la sociedad postcristiana. Desde su fundación, The Keller Center ha sido apoyado ampliamente por The Gospel Coalition.
Un pastor “ortodoxo”
A lo largo de su carrera, Keller evitó la etiqueta de “evangélico” debido a sus connotaciones políticas y a su asociación con el fundamentalismo. En vez de eso, prefirió ser llamado ortodoxo (en relación a las ideas ortodoxas, no a las denominaciones ortodoxas orientales) por la importancia que daba a la autoridad completa y definitiva de la Biblia, así como a la experiencia personal de nacer de nuevo.
A pesar de que, por su interpretación, fue criticado por varios teólogos de la tradición calvinista, Keller se identificó con la teología reformada-calvinista. De hecho, hizo un gran énfasis en tres doctrinas esenciales para esa denominación y para la neocalvinista: la depravación total, la gracia inmerecida y la expiación vicaria o por sustitución. Él las resumió así:
El evangelio es esto: Somos más pecadores con fallas en nosotros mismos de lo que jamás nos atreveríamos a creer, pero al mismo tiempo somos más amados y aceptados en Jesucristo de lo que jamás nos atreveríamos a esperar.
Con eso en mente, Keller hizo una distinción clara entre irreligión, religión y evangelio, siendo la última la única opción que sobresale como auténticamente redentora. Keller definió la irreligión como la creencia de que no hay necesidad de un Dios o de su favor; la religión está conformada por todos los esfuerzos históricos que el hombre ha hecho para salvarse a sí mismo por medio de ejercicios de piedad. Pero el evangelio es definido por Keller como la tercera vía y es expresado a través del reconocimiento de que definitivamente el hombre está necesitado de la gracia divina y que no puede hacer nada para ganarla, todo depende de Dios.
El pensamiento teológico del pastor Keller también se destacó por su amplio compromiso social, reconociendo que este compromiso estaba inspirado en el evangelio. A pesar de esto, y pese a que compartía muchas de las preocupaciones de las iglesias de corriente principal o históricas, Keller no se identificó con el “evangelio social”. Este compromiso de Keller con los más vulnerables lo llevó a ser visto con sospecha por parte de los sectores evangélicos más alineados con la derecha política.
Keller, por su parte, argumentó que el evangelio y el compromiso con la misericordia que se desprendía de este supera los partidismos y fue crítico de las alianzas entre los evangélicos y los políticos. Igualmente, manifestándose crítico del individualismo contemporáneo, Keller denunció la idolatría del mundo moderno al dinero, al éxito, al poder y a la glorificación personal.
Otras de las características del pensamiento teológico del pastor Keller incluyen un amplio compromiso apologético que no se mostraba a la defensiva frente al mundo moderno, sino que dialogaba de manera respetuosa con los ateos. Un ejemplo de esto fue su trabajo La razón de Dios, el cual se basó en miles de conversaciones con escépticos de Nueva York a lo largo de su ministerio. Esto en sí mismo nunca significó un compromiso alguno con ideas heterodoxas. Keller siempre se mostró apegado a las concepciones que la teología reformada identifica como ortodoxas.
Plantador de iglesias, profesor y apologeta
Timothy Keller no sólo se limitó a servirle a Dios como pastor, también desarrolló otros dones y ministerios. En 1984, tras su servicio de nueve años en Virginia, regresó a Pennsylvania para enseñar teología en el Westminster Theological Seminary, y para terminar su tesis doctoral. Allí se hizo cargo de los cursos de predicación y liderazgo pastoral bajo la supervisión de su mentor Edmund Clowney.
También se involucró, junto a su esposa Kathy, en el ministerio evangelístico para las ciudades y sirvió como director de Plantación de iglesias para la PCA. Una vez empezó su servicio en Manhattan y gracias a su experiencia como plantador, Keller empezó a ayudar a pastores urbanos más allá de los confines de la ciudad de Nueva York, en ciudades como Boston, Washington, D.C., Londres o Ámsterdam, permitiéndoles contextualizar eficazmente el mensaje del evangelio en sus respectivos entornos urbanos.
Bajo el liderazgo de Keller, Redeemer ofreció apoyo y orientación a personas que aspiraban a establecer iglesias en entornos urbanos. En 2006, Redeemer había establecido con éxito 16 congregaciones afiliadas a la PCA. Además, desempeñó un papel decisivo en la asistencia a unas 50 iglesias de diversas denominaciones para que iniciaran sus ministerios en New York.
Además, Keller se convirtió rápidamente en una figura muy conocida por su compromiso con la defensa de la fe, conocida como apologética, en especial en los ambientes anticristianos que veían en las creencias religiosas una tendencia anti intelectualista.
Una influencia duradera
Al observar la vida y obra del pastor Keller, es imposible no reconocer el amplio impacto que su trabajo ha tenido en el evangelicalismo contemporáneo y en un mayor compromiso con la fe por parte de las nuevas generaciones de creyentes. Keller no solamente se distinguió por su apego a la ortodoxia protestante sino por su agudeza para reconocer los más grandes problemas culturales y sociales de nuestro tiempo.
El pastor Keller fue directo en su reconocimiento de que la sociedad estadounidense de hoy es postcristiana y necesita que se le predique el evangelio de nuevo. Para tal fin, dispuso recursos diversos, creó asociaciones para la predicación y se comprometió en la formación profesional de pastores con un enfoque bíblico ortodoxo, listos para responder a los desafíos de la cultura moderna. Timothy Keller también reconoció las fracturas políticas de la sociedad, cómo estas han impactado la vida de la iglesia y trabajó por ofrecer una respuesta a tales desafíos basada en la Escritura.
A lo largo de su carrera, Keller publicó más de treinta libros que cubren temas tan variados como la caridad en la iglesia (Ministerios de misericordia), apologética cristiana (La razón de Dios), reflexión bíblica (El Dios pródigo), idolatría (Dioses falsos), teología de la gracia (Justicia generosa), el sufrimiento (Caminando con Dios a través del dolor y el sufrimiento) el matrimonio cristiano (El significado del matrimonio), predicación (La predicación: compartir la fe en tiempos de escepticismo), apologética basada en el Evangelio de Juan (Encuentros con Jesús: respuestas inesperadas a las preguntas más grandes de la vida) y muchos más. Estos textos han formado e inspirado a millones de cristianos alrededor del mundo y continúan atrayendo a nuevos creyentes al evangelio cada día.
Hoy, al contemplar la partida del pastor Keller a la vida eterna, podemos estar seguros de que él seguirá teniendo una influencia duradera en millones de personas por medio de cada una de sus palabras, más aún en las generaciones venideras.
El legado más notable
Cuando se tiene en cuenta el conjunto de la labor evangelística del pastor Keller, se puede pensar que su legado más notable ha sido el renacimiento de la teología reformada, a la que típicamente se le ha denominado neocalvinismo. Así lo afirmó Collin Hansen, editor en jefe y vicepresidente de contenido de The Gospel Coalition, en su libro Joven, Implacable, Reformado (2006).
Para Hansen la pérdida de Keller no solo es la de un líder o un mentor, sino principalmente la de un amigo y un ejemplo. “Sin lugar a dudas, él [pastor Keller] nos animaría a mirar a Cristo en busca de consuelo y compartir nuestras buenas nuevas del evangelio con urgencia para nuestro mundo perdido. Estamos de duelo con sus muchos amigos e instamos a que se unan a nosotros en oración por su esposa Kathy, e hijos, junto con sus familias”.
Tras la muerte de Timothy Keller, podemos pensar que el cristianismo evangélico ha perdido a un importante defensor y promotor de la fe. Sin embargo, como creyentes podemos estar animados por el hecho de que Keller ha llegado a su encuentro definitivo con el Señor y que el cielo ha ganado a un nuevo y eterno adorador.
A Keller le sobreviven su esposa Kathy y sus tres hijos, David, Michael, y Jonathan.
Con información de Christianity Today, The Gospel Coalition, The Christian Post y Seven Rivers.
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |