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Hace poco publicamos en BITE un artículo sobre los ataques de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre y la respuesta del gobierno israelí. Allí analizamos el conflicto entre el Estado judío y Palestina, tanto desde una perspectiva histórica, como a la luz de los hechos más recientes. Concluimos citando a Clara Bastidas, especialista en Derecho Internacional Público, quien ha invitado a todos los cristianos a dejar de ver a “buenos” y “malos” en el conflicto, a poner la mirada en Cristo y no en gobiernos humanos, y a conmovernos por los abusos a los derechos humanos que hoy ocurren en la tierra palestina-israelí.
Con el objetivo de invitar a una reflexión enfocada en los abusos del conflicto, en el presente artículo, haremos un breve análisis de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Comenzaremos revisando las difíciles condiciones socioeconómicas de sus habitantes, luego veremos las implicaciones de la respuesta militar de Israel y el futuro del conflicto armado. Terminaremos haciendo un enfoque específico en el sufrimiento del pueblo cristiano.
Condiciones socioeconómicas en Gaza
Los habitantes de la Franja de Gaza llevan una década y media viviendo en condiciones inhumanas. Egipto e Israel impusieron un bloqueo al movimiento de bienes y personas desde y hacia esa zona en 2005. Aunque al principio se trataba de una medida temporal, la duración de la obstrucción se volvió indefinida cuando Hamás tomó control del territorio de Gaza en 2007. Desde entonces, se generó una terrible crisis humanitaria, por la cual se conoce a aquel territorio como “la prisión al aire libre más grande del mundo”.
El área urbana alrededor de la Ciudad de Gaza alberga a casi 2 millones de personas que viven en una extensión de 88 millas cuadradas, lo que equivale a aproximadamente 21 000 por milla cuadrada, según datos de un informe anual de Demographia. Dentro, la densidad de población supera los 500 individuos por cada 100 metros cuadrados en varias secciones, según datos de la Comisión Europea. Otras áreas de la franja, como Khan Yunis y el campamento de refugiados de Nuseirat, albergan entre 250 y 400 habitantes por cada 100 metros cuadrados.
En cuanto a la pobreza y el desempleo, a mediados de 2022, la UNICEF afirmó que casi el 80 % de los habitantes de Gaza dependía de la ayuda humanitaria, que más de la mitad de la población vivía en pobreza, y que casi 4 de cada 5 jóvenes estaban desempleados. Aunque para ese momento la guerra en Ucrania afectaba considerablemente a la región, la situación era mucho más favorable que la que se presenta hoy, habiendo terminado octubre de 2023.
Gaza también tiene un acceso muy restringido a servicios básicos. Menos del 4 % del agua en la región es potable y gran parte del océano que la rodea está contaminado con aguas residuales. Los habitantes afirman que el agua que consumen es casi tan salada como la del mar. En cuanto a la electricidad, aunque el acceso siempre ha sido limitado, la crisis empeoró en el 2014, cuando la mayor planta de energía fue destruida durante la guerra.
En la actualidad, de acuerdo con el Washington Post, después de los ataques del 7 de octubre, la mayoría de los sectores de Gaza experimentaron una disminución del 90 % en su acceso a la energía. Esta crisis ha sumido a Gaza en una gran oscuridad, evidente desde el espacio exterior, y ha afectado diferentes puntos de servicio a la comunidad, como hospitales y plantas de tratamiento de aguas residuales.
En resumen, en Gaza la gran mayoría de sus habitantes sufren desempleo, escasez de alimentos y agua, cortes frecuentes de electricidad y un contacto prácticamente nulo con el exterior. Tal es el nivel de pobreza, que muchísimos habitantes dependen de los apoyos voluntarios de las organizaciones humanitarias internacionales.
[Puedes leer: El 75 % de los cristianos que viven en Israel y Palestina son de origen árabe]
Consecuencias de los ataques de Israel
La crisis que los gazatíes ya experimentan ha empeorado a causa de la respuesta militar de Israel.
Después del devastador ataque sorpresa de Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre, el primer ministro de ese Estado, Benjamin Netanyahu, anunció que su ejército tomaría represalias contra el grupo terrorista con una fuerza “como nunca antes”. El ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó un “asedio completo” de Gaza y anunció que detendría el suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible. “He dado una orden: Gaza estará bajo un asedio completo. Estamos combatiendo contra bárbaros y responderemos en consecuencia” dijo.
Desde entonces, Israel ha estado bombardeando lo que describe como ubicaciones “estratégicas” de Hamás en Gaza. Sus Fuerzas de Defensa afirman que les han anunciado a los civiles de Gaza cuáles objetivos van a atacar, de forma que ellos puedan huir. Pero, a pesar de este esfuerzo por guardar vidas, el Ministerio de Salud de aquella región (una fuente de información bastante confiable según las Naciones Unidas) reportó que, para el 26 de octubre, el saldo total de muertos iba en más de 7000 palestinos, incluyendo casi 3000 menores de edad.
Además, los civiles que han logrado escapar de los bombardeos, han sido desplazados y se han visto en la necesidad de buscar refugio en una región sobrepoblada y empobrecida. Eso no es todo. A causa de la respuesta israelí, la ayuda humanitaria se ha visto grandemente limitada en las últimas semanas. De hecho, el domingo 29 de octubre, miles de residentes de Gaza irrumpieron en los almacenes de la ONU, tomando harina y otros artículos esenciales, en señal de que habían alcanzado un “punto de quiebre”, según informó la agencia de refugiados palestinos de las Naciones Unidas (UNRWA por sus siglas en inglés).
Juliette Touma, directora de comunicaciones de esa organización, dijo que se habían visto obligados a reducir la escala de su operación humanitaria debido a que no podían distribuir combustible en algunas instalaciones médicas. También afirmó que los suministros son muy escasos y que no corresponden a las enormes necesidades en el terreno.
A la luz de las dificultades causadas por el bloqueo y la guerra, un buen número de los civiles en Gaza apoya a Hamás, no por sus convicciones religiosas, sino por la opresión que sienten por parte de Israel. Dianan Buttu, una exasesora de la delegación palestina en las conversaciones de paz con el Estado judío, afirmó que “El mundo sigue diciendo que este ataque no fue provocado, pero, de hecho, el mundo está ignorando lo violenta que es la ocupación diaria”. Muchos gazatíes vieron los ataques del pasado 7 de octubre como una retribución por las muertes de civiles palestinos en rondas anteriores de conflicto y en la vida diaria.
Además, la situación en Cisjordania aumenta bastante la tensión del conflicto. La ocupación del gobierno de Israel y los asentamientos ilegales de comunidades judías en dicho territorio han generado enfrentamientos entre sus militares y civiles palestinos. Según el noticiero Aljazeera, más de 100 personas de a pie han muerto y más de 1500 han sido arrestadas en las confrontaciones de las últimas semanas. Las ciudades y pueblos han quedado incomunicados entre sí debido a los cierres y las amenazas de ataques de colonos, lo que ha provocado una paralización casi total de la actividad comercial y severas restricciones de movimiento.
El futuro del conflicto no parece favorable
A la luz de lo que hemos explicado, pareciera fácil afirmar que la solución está en manos de Israel: debería liberar a Gaza del bloqueo, detener su ocupación en Cisjordania y parar los ataques en todo el territorio palestino. Sin embargo, debido a la amenaza que representa Hamás, la situación se ve bastante complicada.
El pacto del “Movimiento de Resistencia Islámico” (Hamás) fue emitido en 1988. En él se afirmó que la nación de Israel solo existiría hasta que el islam acabara con ella un día y que la tierra de Palestina es una posesión santa, consagrada para las generaciones musulmanas hasta el día del juicio, por lo que es una obligación individual de todos los adeptos a esa religión defender la tierra con armas.
Si bien es cierto que Hamás emitió otro estatuto en 2017 en el que utilizó un lenguaje menos radical sobre sus acciones bélicas, mantuvo una postura totalmente opuesta al Estado israelí y al sionismo. Las afirmaciones en los documentos de Hamás hacen que Israel se vea en la necesidad de tomar medidas fuertes sobre Gaza, el territorio controlado por el grupo terrorista. El teólogo Jorge Walters ilustró el proceder de dicho país de la siguiente manera: “En nuestra casa en Suiza, nuestro jardín está pegado al de nuestros vecinos. Pero si yo supiera que mis vecinos han jurado matar a mis hijos cuando los vean, construiría un muro de 10 metros a lo largo de toda mi casa”.
Sumado a la amenaza que representa Hamás, resolver el conflicto también es difícil a la luz de la situación política en Israel. Netanyahu ha sido primer ministro durante un total de 15 años en las últimas tres décadas, es quien más tiempo ha ocupado ese cargo, pero también es una figura polémica y polarizante.
En el primer semestre de 2023, hubo protestas en Tel Aviv en rechazo al gobierno de Netanyahu, por su incapacidad para resolver el conflicto con Palestina, sus presuntos actos de corrupción, sus cambios en la legislación que amenazan la democracia, entre otros problemas. De acuerdo con diferentes encuestas, dos tercios de los simpatizantes que votaron por él ya no lo apoyan. Hoy, gran parte de la población espera que el primer ministro actúe con todo el poder militar para rescatar a los civiles secuestrados por Hamás. Así que, debido a la presión política sobre Netanyahu, la paz no parece ser una opción.
Los cristianos en el conflicto
Uno de los resultados fatales de esta crisis humanitaria en Gaza es que nuestros hermanos en la fe están sufriendo hasta el punto de la muerte. Quizás el mayor ejemplo de esto fue lo sucedido el pasado 18 de octubre, cuando el Hospital Áraba al-Ahli fue bombardeado en la ciudad de Gaza. Aquel lugar fue fundado por misioneros anglicanos en 1882 y operado por las misiones de la Convención Bautista del Sur de los Estados Unidos a mediados del siglo pasado. En la actualidad, es dirigido por la Diócesis Episcopal Anglicana de Jerusalén.
El Ministerio de Salud palestino afirmó que Israel fue el autor del ataque, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que se trató de un lanzamiento fallido a manos de la Jihad islámica. Sin importar quién haya sido el autor del ataque, más de 500 personas murieron, entre ellas, varias que se refugiaban en el patio del edificio. Suhaila Tarazi, directora del hospital, dijo:
Estamos aquí como un instrumento en manos de Dios para mostrar el amor de Jesucristo a todas las personas. Estamos orgullosos de que en todos los conflictos este hospital estuviera allí para eliminar el sufrimiento de los heridos, de los pobres y para ayudar a quienes necesitaban [encontrar] un corazón compasivo.
Puertas Abiertas reportó que cientos de cristianos en Gaza están buscando refugio en las iglesias de la ciudad. A lo largo de este mes, han vivido la misma escasez de agua, comida, electricidad y conexión a internet que el resto de la población. Un contacto que vive en la zona pidió a la iglesia en todo el mundo, a través de ese ministerio, orar para que las vidas de los civiles que se refugian en las congregaciones sean guardadas.
El ministerio de Puertas Abiertas también compartió el testimonio de una mujer cristiana en Gaza (quien prefiere permanecer en el anonimato):
La calle donde viví, que me trajo tanta felicidad y guardaba recuerdos de la infancia, ahora se ha convertido en completa devastación. Recuerdo la biblioteca y las tiendas con las que estábamos tan familiarizados, donde los dueños nos llamaban por nuestros nombres e invitaban a entrar. Estos lugares ahora se han convertido en ruinas. ¿Cómo podremos regresar a las universidades y continuar nuestra educación cuando las carreteras están destrozadas? ¿Podremos siquiera acceder a ellas en medio de tanta destrucción?
El doloroso final llegó cuando nos dijeron que teníamos 10 minutos para abandonar nuestra casa porque sería bombardeada por vuelos de guerra israelíes. Fuimos a la iglesia asumiendo que era un lugar seguro. Rápidamente reuní mis pertenencias personales y algo de ropa, con la esperanza de regresar después del bombardeo, ya que creía que podríamos volver en unas pocas horas. Pero la pesadilla que nunca anticipé en toda mi vida se convirtió en realidad: nuestra casa fue bombardeada y destruida, y el vecindario entero ya no existía. Ya no había casas, solo una nube oscura en el cielo, y el aire estaba cargado de polvo. Algunas de mis pertenencias estaban dispersas entre los escombros, y trataba de imaginar dónde solía estar mi habitación.
Pero este sufrimiento de los cristianos en Gaza no comenzó con los ataques ocurridos en el último mes. De acuerdo con NBC News, la minoritaria población cristiana (700-1000 en la actualidad) había mantenido una relación cordial con la gigante población musulmana en Gaza por décadas. Sin embargo, desde que Hamás tomó control del territorio en 2007, muchos cristianos han sufrido una gran persecución.
Un ejemplo es el asesinato de Ayyad ese mismo año por parte de una facción radical de Hamás. Este hombre fue miembro de una iglesia bautista, dueño de la única librería cristiana en Gaza y un misionero influyente en su comunidad. Después de la muerte de Ayyad, muchos cristianos hicieron todo lo posible por abandonar la región.
Una forma diferente de ver el conflicto
Los creyentes en la región invitan al mundo entero a ver el conflicto con una perspectiva distinta. Por ejemplo, el cuerpo cristiano más representativo de la región, el Concilio de Iglesias del Medio Oriente (MECC por sus siglas en inglés), fue tajante en su opinión acerca de las acciones de Israel sobre Gaza:
Lo que el pueblo palestino experimenta en Gaza no es una reacción militar a una acción militar, sino más bien un genocidio y una limpieza étnica, apuntando a los detenidos en la prisión más grande de la historia humana, y con premeditación.
Tamir Khouri, un cristiano palestino en Israel, le dijo a Christianity Today que el terrorismo y el poder de Hamás han sido propiciados por la tensión política en la región a lo largo de muchas décadas. La solución, según él, no es solo una ofensiva israelí, sino un entendimiento claro de cuán sagrada es la imagen de Dios:
Preguntar siquiera si yo, cristiano palestino y ciudadano israelí, condeno esta violencia, es insultante. Por supuesto que la condeno, y también quiero compartir con otros cristianos mi punto de vista sobre cómo podemos cortar el terrorismo de raíz, pensando no solo en la respuesta militar inmediata de Israel, sino también en cuestiones de más largo plazo sobre la justicia, la seguridad y la dignidad que Dios ha dado tanto a israelíes como a palestinos (…) Algunos cristianos creen que esta violencia es parte del islam. Yo no estoy de acuerdo. ¿Por qué los musulmanes religiosos de Malasia o Túnez, por ejemplo, no actúan así? No, aquí hay algo diferente. La planta venenosa de Hamás ha podido echar raíces en nuestro suelo gracias a las condiciones propiciadas por una postura errónea hacia los palestinos por parte del gobierno israelí. (…) Como cristianos, creemos en el poder de la redención. Con una esperanza real en el futuro de esta tierra, estos movimientos de odio se marchitarán. Para una paz duradera, debemos respetar la imagen de Dios en israelíes y palestinos por igual.
Esta crisis humanitaria, que también ha afectado profundamente a nuestros hermanos en la fe, requiere que reflexionemos de manera profunda sobre la dignidad humana y el horror de la guerra, dejando por un momento de lado las razones políticas y religiosas detrás del conflicto. ¿Cómo vamos a orar por la crisis humanitaria en Gaza? ¿Vamos a dolernos con nuestros hermanos que sufren en este conflicto? A la luz de tan terrible situación, nuestra forma de ver las guerras debe de ir más allá de apoyar a un bando o de defender alguna postura escatológica. Antes que nada, ¿qué sucede con la imagen de Dios que hoy está siendo pisoteada en ese territorio?
Referencias y bibliografía
- Maps show the extreme population density in Gaza - CNN (2023).
- Fifteen years of the blockade of the Gaza Strip - UNICEF (2022).
- Timeline: the humanitarian impact of the Gaza blockade - OXFAM International.
- See how Israel’s siege has plunged Gaza into darkness and isolation - The Washington Post.
- Israeli defense minister orders ‘complete siege’ of Gaza, as Hamas threatens hostages - CNN.
- What is Gaza’s Ministry of Health and how does it calculate the war’s death toll? - AP News.
- Gazans at 'breaking point' as aid centres looted, UN agency says - REUTERS.
- In Gaza, a different view of the Hamas raid on Israel - The Christian Science Monitor.
- Palestinians in West Bank face closures, attacks amid Israeli offensive - Aljazeera.
- The covenant of the Hamas - Main points.
- A Document of General Principles and Policies.
- Has the war changed Netanyahu's declining popularity following months of protests? - DW News.
- Cientos de muertos en explosión en el único hospital cristiano de Gaza - Christianity Today.
- Christian hospital bombed in Gaza - Open Doors.
- After murder, Gaza’s Christians keep low profile - NBC News.
- The Praying Saints in Gaza - Followradical.
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