Por mucho que necesitemos una economía próspera, también necesitamos una prosperidad de bondad y decencia.[1]
El año 2022, especialmente el de julio, será recordado por la publicación de la imagen más nítida y lejana que se tiene de la vía láctea gracias al telescopio James Webb, esto sumado a que resolvió un misterio que estaba vigente desde 1968 sobre la Nebulosa del Anillo del Sur o NGC 3132[2], entre otros muchos grandes avances que depara este instrumento lanzado al espacio a finales del año 2021.
Tras el importante anuncio de la NASA, donde se conocieron las primeras cinco imágenes del espacio profundo tomadas por el James, este es un logro que da cuenta de los grandes avances de la astronomía e ingeniería, que han permitido conocer más detalles de nuestro universo, logros que hace algunas décadas y siglos eran impensables.
Sobre este logro, comentó Guy Consolmagno, el director del Observatorio Astronómico del Vaticano:
¡Estamos muy entusiasmados con las nuevas imágenes que vienen del Telescopio Webb! Son imágenes hermosas (...). Es una visión tentadora de lo que podremos aprender en el futuro sobre el universo [...] La ciencia que ha dado origen al telescopio es un intento de usar la inteligencia que Dios nos dio para comprender la lógica del universo. Porque el universo no funcionaría si no fuera lógico. Pero el universo no solo es lógico, también es bello[3].
Este gran despliegue tecnológico es parte de la larga historia del desarrollo de la astronomía, ciencia que es heredera del trabajo de muchos hombres y mujeres que han invertido largas horas observando y analizando los cielos.
Un 16 de marzo de 1750, en Alemania, nació en un humilde hogar Caroline Herschel. Sin duda una persona muy relevante para el desarrollo de la astronomía, pero también bastante desconocida.
Señaló el historiador Mikael Hoskin sobre Caroline Herschell que “William no hubiese hecho su extensa contribución a la astronomía sin la ayuda de su hermana Caroline”[4].
Entre los logros de Caroline Herschel cuentan: ser la primera mujer astrónoma remunerada de la historia, primera mujer en descubrir un cometa, descubrir 14 nebulosas, primera mujer en publicar hallazgos científicos en la famosa “Transacciones Filosóficas de la Royal Society”[5], la primera mujer en ocupar un cargo gubernamental en Inglaterra[6]. En el año 1783, descubrió un cúmulo abierto llamado: “NGC 2360”, luego vino el descubrimiento de 14 nuevas nebulosas, incluida NGC 205, la compañera de la galaxia de Andrómeda[7].
La especialidad de Caroline fue la astrogeología descubriendo varios cometas, es recordada especialmente por su gran labor de verificar, calcular, corregir y actualizar un catálogo de casi 3 000 estrellas[8].
A pesar de sus grandes logros y capacidades en la ciencia, su vida no estuvo exenta de grandes sufrimientos y desafíos, como así también de una profunda devoción y convicciones cristianas, las cuales guiaron su vida privada y trabajó como científica.
La formación de los Herschel
Caroline nació en Hannover (ciudad alemana que en aquel entonces formaba parte de la Corona británica) en una familia de clase trabajadora formada por el matrimonio de Isaac Herschel Ver y Anna Ilse Moritzen. Caroline, fue la octava de los hijos. Su padre fue un jardinero y músico oboísta de profesión. Aquellas habilidades musicales fueron enseñadas a los hijos varones.
Sin embargo, en secreto, sin autorización de la madre, el padre de Caroline le enseñó violín, matemáticas, filosofía y aritmética a su hija[9]. Aquello contraviniendo las convenciones aceptadas respecto a la educación de las mujeres de aquella época.
Las razones de ello pueden ser diversas, pero la que comúnmente consideran los historiadores se refiere al hecho de que el padre nunca confió en los atributos físicos de su hija, de modo que pensó que, al no ser una mujer hermosa, y careciendo además de fortuna, difícilmente podría conseguir marido. La misma Caroline estaba consciente de ello, y así lo hizo saber:
No tenía los requisitos para ser institutriz porque carecía de conocimientos de idiomas. Y nunca olvidé la advertencia que me hizo mi querido padre [quien] estaba en contra de toda idea de matrimonio, diciendo que, como no era hermosa ni rica, no era probable que alguien me lo propusiera[10].
Además, una de sus características distintivas fue su baja estatura, esto se debe a que en su infancia sufrió de tifus y viruela, una grave enfermedad que atrofia su crecimiento, por ello no pasó del 1,31 metros de altura[11]. Siguiendo la costumbre la madre de Caroline esperaba que su hija se dedicara al cuidado de la casa.
William y tres de sus hermanos —Jacob, Alexander y Dietrich— se mudaron a Inglaterra en 1757 para seguir con su carrera musical. William tenía especial talento y en solo cuatro años ya dominaba cuatro instrumentos, en particular el violín. Pronto empezó también a componer sus propias obras y se hizo un nombre en la localidad de Bath, primero como músico, más tarde como compositor y finalmente como director de orquesta[12].
Un cambio inesperado, pero fundamental
Pero el hermano mayor llamado William Herschel, tuvo una importante influencia en el destino de su hermana Caroline. Fue un prestigioso músico que en su tiempo libre se dedicaba a leer libros de astronomía y cambió su residencia a Inglaterra. En 1772, William llevó a su hermana Caroline a vivir junto con él en su casa, junto con ello, se hizo cargo de continuar la educación de su hermana, fue así como Caroline aprendió canto, inglés y luego aritmética[13].
Durante nueve años en la ciudad de Bath, junto con William, entonces un afamado organista y director de orquesta, desarrolló una prolífica carrera como soprano solista de los oratorios de Händel[14].
Con el transcurso del tiempo y profundizando sus aprendizajes, William se interesó cada vez más en la astronomía, motivo por el cual abandonó la música y dedicó su vida a la ciencia astronómica y le pidió a Caroline que se convirtiera en su ayudante y que juntos se dedicaran a la labor astronómica, fue así como Caroline se convirtió en asistente de su hermano, registrando y tabulando las observaciones astronómicas que este hacía[15].
Para mejorar el trabajo, William comenzó a construir potentes telescopios los cuales resultaron ser muy eficaces, por esa razón adquirió una gran reputación en la comunidad científica, los telescopios que construyó eran más potentes que los que había construido Newton, y Caroline se convirtió también en ayudante de William en la fabricación de telescopios, adquiriendo gran destreza en la construcción de dichos aparatos.
Gracias al gran trabajo en equipo, Caroline desarrolló una gran destreza y dominó el trabajo astronómico, y logró la gran hazaña de calcular y compilar todo el catálogo de las observaciones astronómicas que había reunido William.
Así, los hermanos Herschel fueron los primeros en aportar pruebas que la gravedad tiene efectos fuera de nuestro sistema solar, al respecto se afirma que:
Junto a William halló la primera prueba de la existencia de gravedad fuera del sistema solar, gracias a las estrellas dentro de sistemas binarios que descubrieron[16].
Tiempo después William adquirió fama mundial ya que descubrió el planeta Urano, al que llamó “estrella georgiana” en honor al rey Jorge III y éste lo nombró Astrónomo Real. Gracias a ello William se convirtió en el astrónomo del Rey.
A partir de 1782, los hermanos dedicaron todas sus energías a escudriñar el Universo. William se dio cuenta de que, cuando observaba, para hacer el trabajo más eficiente y no despegar el ojo del telescopio, necesitaba ayuda. Su hermana se convirtió así en la amanuense de William. Mientras su hermano observaba el firmamento, ella anotaba los detalles de la observación, preparaba las observaciones del día siguiente, calculaba las estrellas que debían ser usadas como referencia e iba acumulando datos para las publicaciones de William.
En ese camino, Caroline no fue en nada inferior a su hermano, como señala la Enciclopedia Británica:
Ella detectó por telescopio tres nebulosas en 1783, y en 1786 se convirtió en la primera mujer en descubrir un cometa; durante los siguientes 11 años avistó otros siete cometas... Barrió los cielos con un reflector newtoniano e hizo sus propias observaciones y descubrimientos astronómicos. En 1787, el rey le dio una pensión anual de 50 libras esterlinas, y así se convirtió en la primera astrónoma profesional del mundo. Al año siguiente, descubrió un cometa periódico que luego se denominó 35P / Herschel-Rigollet. En 1798, Caroline presentó a la Royal Society un índice de observaciones junto con un catálogo de 560 estrellas[17].
Durante dos décadas, los hermanos Herschel identificaron 2 500 nebulosas y cúmulos estelares, que fueron recogidas en el New General Catalogue.
El nombramiento de William como astrónomo de la corte de Windsor, le obligaba a ausentarse del piso de New King Street durante largos periodos; tiempo que Caroline aprovechaba para hacer sus propios avistamientos. Para entonces su hermano le había regalado un telescopio newtoniano, y Caroline desarrolló una línea de observación paralela a la que realizaba con William. De este modo, en 1783 descubrió tres nuevas nebulosas y poco más tarde, en 1787, llegó a publicar en la revista científica Philosophical Transactions, de la Royal Society; algo insólito para la época, ya que fue la primera mujer en conseguirlo.
Su ardua labor la llevó a completar en 1798 el “Índice de observaciones de 560 estrellas fijas de Flamsteed”, donde incluyó al listado 560 estrellas que el astrónomo inglés John Flamsteed no había recogido en su catálogo de más de 3 000 estrellas. Caroline hizo entrega del listado a la Royal Astronomical Society. Posteriormente, consiguió publicar el “Índice General de Referencias de cada observación de cada estrella mencionada en el Catálogo Británico”, también con la Royal Society[18].
En una carta, Caroline, describió su trabajo:
William está lejos, y yo me estoy ocupando de los cielos. He descubierto ocho nuevos cometas y tres nebulosas nunca antes vistas por el hombre, y estoy preparando un índice a las observaciones de Flamsteed, junto con un catálogo de 560 estrellas omitidas en el British Catalogue, más una lista de erratas de esa publicación. William dice que se me dan bien los números, así que me encargo de las reducciones y los cálculos necesarios. También hago el programa de observación de cada noche, porque dice que mi intuición me ayuda a mover el telescopio para descubrir un cúmulo de estrellas tras otro. Le he ayudado a pulir los espejos y lentes de nuestro nuevo telescopio. Es el mayor que existe. ¿Puedes imaginarte la emoción de apuntarlo a algún nuevo rincón de los cielos para ver algo que nunca antes ha sido visto desde la Tierra? Realmente me gusta que esté ocupado en la Royal Society y su club, porque cuando termino mis otras tareas puedo pasar la noche barriendo los cielos[19].
Los cielos cuentan la gloria de Dios: astronomía y devoción
Desde muy temprana edad, asistió a la iglesia, y Caroline fue una mujer que amaba a Dios, junto con su hermano William cantaban himnos en la Iglesia, ella afirmó que:
Las estrellas y los planetas deben ser el deleite particular de Dios.
En sus últimos días, cuando era anciana y pasaba momentos de tristeza encontró consuelo cantando sus himnos cristianos favoritos[20].
Para algunas personas de su época y la actual, los descubrimientos de Herschel sobre el tamaño del universo desafiaron su fe en Dios. William, sin embargo, no está de acuerdo con “aquellos que dicen que está mal sondear los cielos, que un astrónomo pretende exponer a Dios, reducirlo. Ellos malinterpretan. Mi objetivo no es disminuir nuestro asombro, sino expandirlo”,y “¿Cómo podría alguien mirar a través de un telescopio… y no creer en Dios?”[21].
Un teólogo escocés descubrió que su fe se expandió con los descubrimientos de Herschel y le escribió:
Considerar la creación en todos sus departamentos como algo que se extiende por todo el espacio y está lleno de una existencia inteligente, asegura más allá de toda duda ardiente mi propio sentido del Dios que habita en la inmensidad y cuyas perfecciones son ilimitadas y más allá de descubrir[22].
Herschel era un cristiano comprometido. Su carácter cristiano fue evidente a lo largo de su vida adulta. De acuerdo con un biógrafo, era “bondadoso y afectuoso”[23]. Mostró una preocupación amorosa y práctica por su familia al regresar al continente para buscar a su hermano menor desaparecido. Además, generosamente ayudó financieramente a su padre y hermanos en apuros.
En tanto, Caroline era humilde, dedicada y abnegada: “Sus descubrimientos y comentarios los tomaba a la ligera, contándolos como nada en comparación con la ayuda que había podido brindarle a William. Sus intereses, su trabajo, su bienestar, su reputación: estas eran sus únicas preocupaciones”. En su vejez solitaria, Caroline obtuvo mucho consuelo al cantar sus himnos favoritos[24].
Una visión más profunda respecto a las convicciones religiosas de William y Caroline, se pueden encontrar testimonios en la correspondencia recogida en la obra “Memoria y Correspondencia de Caroline Herschel” y también en la obra “William Herschel: Explorador de los cielos”.
En tanto, William Hershel fue un opositor del ateísmo. Herschel enseñó que a través del estudio científico del universo se entiende claramente que el universo fue creado por un Gran Diseñador y que nosotros debemos ser devotos del Dios Creador. Por eso Herschel llegó a decir contra los ateos que: “El astrónomo que no es devoto debe estar loco”[25].
Caroline vivió hasta los 97 años, cuando murió toda la comunidad científica lamentó su deceso, fue enterrada en la Iglesia a la cual asistió desde su infancia[26].
Evidentemente, Caroline tuvo un gran talento para la labor astronómica, lo que le trajo reconocimiento entre la comunidad científica, sin embargo, anhelaba otra realidad mucho más allá de las estrellas y cuerpos observables: quería ir al cielo junto a Dios a la hora de su muerte, por eso ella misma escribió un epitafio, que fue inscrito en su tumba, la frase es la siguiente:
Los ojos de la que es admirada aquí abajo, se volvieron hacia los cielos estrellados[27].
El legado de William y Caroline
Los desafíos de la vida de Caroline fueron numerosos: desde niña fue una analfabeta, pero cuando se trasladó hasta la casa de su hermano aprendió a leer, aprendió matemáticas, fue cantante, y posteriormente se convirtió en la primera mujer astrónoma profesional. Algunos de los logros de la labor de Caroline como científica fueron:
- Descubrir ocho cometas.
- Recibir pago por su trabajo científico por parte del Rey Jorge III.
- Recibir la medalla de oro de la Royal Astronomical Society en 1828.
- Una de las primeras mujeres en ser elegida para ser miembro de la Royal Astronomical Society.
- Recibir la medalla de oro a la ciencia otorgada por el rey de Prusia en 1846.
Sin embargo, ella alguna vez declaró que:
No soy nada, no he hecho nada; todo lo que soy, todo lo que sé, se lo debo a mi hermano. Yo sólo soy la herramienta que él moldeó a su uso —un perrito bien entrenado habría hecho lo mismo[28].
Cuando William se casó en 1788, su relación personal y profesional con Caroline se volvió más esporádica, principalmente debido a la tensa relación que ésta mantenía con la esposa de su hermano.
A la muerte de su hermano, en 1822, Caroline regresó a Hannover, donde vivió hasta su muerte en 1848, dedicándose a catalogar los descubrimientos de ambos. Se ocupó también de la educación de su sobrino John, hijo de William, quien también se convirtió en astrónomo[29].
Ya se había granjeado el respeto de la comunidad científica obteniendo grandes honores, entre los que cabe destacar la Medalla de Oro de la Royal Astronomical Society en 1828 (la siguiente medalla concedida a una astrónoma fue en 1996 a Vera Rubin). En 1946, dos años después de su muerte, Alexander von Humbolt le concedió la Medalla de Oro de las Ciencias.
A Caroline Herschel le han sido dedicados un cráter en la Luna, el C. Herschel[30], el cometa 35P/Herschel-Rigollete y el asteroide 281 Lucretia. En 1846 el Rey de Prusia le entregó la Medalla de Oro de las Ciencias y el gran gigante Google le dedicó un homenaje por el 266º aniversario de su nacimiento. A través de su excelente labor, Caroline abrió la puerta para que las mujeres fueran tomadas en cuenta en el mundo científico, por eso fue vista como una pionera.
El legado de tres generaciones
Su hermano William tuvo un hijo llamado John Herschel, su tía Caroline introdujo al pequeño John al mundo de la ciencia. Con ese objetivo John hacía experimentos de química en la casa de su tía, Caroline organizó un catálogo de estrellas y nebulosas para que su sobrino John pudiera hacer trabajos sistemáticos y nuevos descubrimientos astronómicos.
La tía Caroline lo amaba y proporcionó un equilibrio a la educación intelectual del niño; los dos permanecieron cerca en su vejez. Es un honor para su padre haber podido inspirar a su hijo a continuar el trabajo en lugar de rebelarse contra él. Aparentemente, esto nunca se le impuso; William deseaba que su hijo ingresara a un ministerio en la Iglesia Anglicana, y John sintió la libertad de considerar el derecho y otras carreras[31].
Sin embargo, al crecer rodeado de telescopios, el joven John aprendió temprano a moler y pulir espejos y a observar como un buen científico. Sin embargo, a los 30 años, habló del sacrificio en tiempo, salud y fuerza.
Sin embargo, John Herschel creció y se convirtió en uno de los científicos más respetados de Inglaterra, con solo 21 años por sus trabajos astronómicos y matemáticos ya había sido elegido miembro de importantes organizaciones científicas.
El legado espiritual, y su presencia no estuvo ausente del trabajo de John Herschel, El diario de John de los años en Sudáfrica revela que él y su esposa asistían a los servicios de la iglesia con regularidad. Una entrada de su diario parece indicar que despreciaba a los científicos que intentaban construir su comprensión científica solamente a partir de las páginas de las Escrituras. John Herschel creía que el ideal baconiano exigía una ciencia puramente inductiva a partir de la observación y la experiencia, independientemente de sus sentimientos religiosos. No obstante, su compromiso cristiano era fuerte. Como con la mayoría de los creyentes, hubo un proceso de crecimiento espiritual, particularmente debido al ejemplo de su esposa. Dan Graves escribe:
Al igual que su padre antes que él, John Herschel había sido, en el mejor de los casos, un cristiano nominal. Pero después de su matrimonio, experimentó una verdadera experiencia de conversión. Margaret era hija de un presbiteriano escocés. Su piedad y su vida tranquila elevaron a John de un cristianismo rayano en el panteísmo-deísmo a un reconocimiento total y claro de Cristo como Señor y Salvador[32].
Graves dice que su conversión lo encendió con una sensibilidad moral más profunda hacia su prójimo; trabajó por la reforma educativa en Sudáfrica, declarando su creencia de que las escuelas deberían “prepararlos para un estado superior de existencia, enseñándoles aquello que los conecta con su Hacedor y Redentor”. Esto revela que Herschel creía en Cristo como Salvador y aceptaba la doctrina de la creación divina. En una memoria de una visita a los Herschel en 1857, Mary Mitchell los describió como representantes de tres generaciones de “protestantes sanos, en días y lugares donde el protestantismo era un reproche” y ella también tomó nota de su asistencia fiel a una iglesia sencilla.
N. S. Dodge concluyó su elogio de 16 páginas de Sir John señalando que:
Toda la vida de Herschel, como las vidas de Newton y Faraday, refuta la afirmación y debería eliminar la sospecha de que un estudio profundo de la naturaleza es desfavorable para una aceptación sincera de la fe cristiana. Rodeado de una familia afectuosa, de la que se salvó durante mucho tiempo para ser el orgullo, la guía y la vida, John Herschel murió, como había vivido, en el ejercicio sin ostentación de una fe devota pero sencilla.
El trabajo de John Herschel se centró en la observación de satélites —descubrió siete lunas de Saturno y cuatro de Urano— y en perfeccionar los instrumentos ópticos desarrollados por su padre. Fue uno de los fundadores de la Royal Astronomic Society en 1820, una sociedad privada dedicada al estudio de la astronomía y las ciencias relacionadas con esta.
Su hijo Alexander fue el último exponente de la dinastía de astrónomos Herschel; aunque mucho menos conocido que sus antecesores, fue un pionero en el uso de la espectroscopia para identificar meteoritos. Con él terminaba la historia de tres generaciones que realizaron grandes aportaciones al mundo de la astronomía, ya fuera con sus descubrimientos o perfeccionando los instrumentos de observación[33].
Por eso el apellido Herschel es cuatro veces conocido en la historia de la astronomía. William y su hermana Caroline descubrieron el planeta Urano, numerosos cometas y perfeccionaron la óptica de los telescopios y su familia continuó la tradición astronómica durante otras dos generaciones: John y Alexander Herschel.
Caroline dejó una importante huella entre la comunidad científica, mostrando la potencia del trabajo fraternal y en equipo. Sin embargo, aquel legado no se circunscribe solamente a sus descubrimientos astronómicos, sino que también desmiente una vez más aquel falaz razonamiento de que la ciencia y las creencias religiosas están destinadas a entrar en conflicto.
[1] https://globalwomenshistory.com/2017/12/17/march-16-1750/
[2] Sara Jerez “Telescopio Espacial James Webb resuelve misterio de 1968 sobre la Nebulosa del Anillo del Sur”, Martes 19 julio de 2022 | 16:51, consultado julio de 2022.
[3] ”El poder de Dios”: el Vaticano reaccionó a las imágenes del telescopio James Webb”, 16/7/2022, consultado julio de 2022.
[4] Josefa Masegosa “Caroline Herschel: la cenicienta de la astronomía”, Historias de Astronomía, consultado julio de 2022.
[5] Londa Schiebinger, “¿La mente no tiene sexo?: la mujer en los orígenes de la ciencia moderna”, Harvard University Press, 1989, Pág. 263
[6] Marilyn Bailey Ogilvie, “Mujeres en la ciencia: desde la antigüedad hasta el siglo XIX”, MIT Press, 1986 Pág. 97-98
[7] “The first paid female astronomer in history”, consultado julio de 2022.
[8] Nola Taylor Redd, “Caroline Herschel Biography”, Space, September 04, 2012
[9] Josefa Masegosa “Caroline Herschel: la cenicienta de la astronomía”, Historias de Astronomía, consultado julio de 2022.
[10] Angélica Salmerón Jiménez “Carolina Herschel: la astronomía sideral o la canción de las estrellas”, La Ciencia y el Hombre, Volumen XXII, Número 1, Enero – Abril 2009, consultado julio de 2022.
[11] https://www.agnesscott.edu/lriddle/women/herschel.htm
[12] Abel G.M. “Los Herschel, una dinastía de astrónomos”, Actualizado a 13 de noviembre de 2020 · 11:52, consultado julio de 2022.
[13] “Britannica Guide to 100 Most Influential Scientists: The most important scientists from Ancient Greece to the present day”, 2008 Pág. 124
[14] Josefa Masegosa “Caroline Herschel: la cenicienta de la astronomía”, Historias de Astronomía, consultado julio de 2022.
[15] “The National Quarterly Review” - Volume 25 - 1872 p. 240
[16] https://www.elmundo.es/.../16/56e89d4e268e3e6d018b461c.html
[17] Enciclopedia Británica, “Carlone Lucretia Herschel”, consultado julio de 2022.
[18] Marijo Deogracias Horrillo “Tras la estela de Caroline Lucretia Herschel”, consultado julio de 2022.
[19] Angélica Salmerón Jiménez “Carolina Herschel: la astronomía sideral o la canción de las estrellas”, La Ciencia y el Hombre, Volumen XXII, Número 1, Enero – Abril 2009, consultado julio de 2022.
[20] J.B. Sidgwick, “William Herschel: explorador de los cielos”, 1953, Pág. 211–212
[21] Brenda S. Cox, “Women of Science: Caroline Herschel”, consultado julio de 2022.
[22] Brenda S. Cox, “Women of Science: Caroline Herschel”, consultado julio de 2022.
[23] Ann Lamont “Great Creation Scientists: Sir William Herschel (1738–1822)”, on June 1, 2000, Originally published in Creation 22, no 3 (June 2000): 24-27, consultado julio de 2002.
[24] Ann Lamont “Great Creation Scientists: Sir William Herschel (1738–1822)”, on June 1, 2000, Originally published in Creation 22, no 3 (June 2000): 24-27, consultado julio de 2002.
[25] Herschel citado en: Morris, “Men of Science, Men of God”, Master Books, 1982 Pág. 30
[26] https://www.agnesscott.edu/lriddle/women/herschel.htm
[27] Daniel Wise, “Some Remarkable Women: A book for young ladies”, 1887, Pág. 222
[28] Marijo Deogracias Horrillo “Tras la estela de Caroline Lucretia Herschel”, consultado julio de 2022.
[29] Abel G.M. “Los Herschel, una dinastía de astrónomos”, Actualizado a 13 de noviembre de 2020 · 11:52, consultado julio de 2022.
[30] https://planetarynames.wr.usgs.gov/Feature/950
[31] David F. Coppedge, “John Herschel 1792 – 1871”, consultado julio de 2022.
[32] David F. Coppedge, “John Herschel 1792 – 1871”, consultado julio de 2022.
[33] Abel G.M. “Los Herschel, una dinastía de astrónomos”, Actualizado a 13 de noviembre de 2020 · 11:52, consultado julio de 2022.
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