Un estudio del Pew Research mostró que al menos un tercio de las 196 banderas de las naciones del mundo contienen algún símbolo religioso y casi la mitad de estas banderas con símbolos religiosos incluye algún tipo de emblema cristiano, específicamente una cruz.
Esto resulta ser interesante, sobre todo en tiempos en los que se defiende con tanta determinación el secularismo. ¿Por qué estos países no cambian su bandera si parece que la secularización es la nueva religión?
Un caso particular de cambios de bandera se dio precisamente en Nueva Zelanda. Entre 2015 y 2016, los neozelandeses votaron para cambiar su bandera actual en un referéndum. El referéndum preguntó si la bandera que incluye la Union Jack debería ser reemplazada por un diseño llamado Silver Fern, que ya no contenía ningún símbolo cristiano, y que había ganado una votación anterior. Sin embargo, más del 56% de los ciudadanos dijeron que preferían mantener el diseño anterior, frente al 43% que prefería el nuevo diseño. No obstante, el caso sigue abierto y podría convertirse en el primer ejemplo de un país que busca deshacerse de su vieja bandera.
Banderas emblemáticas
En América, son tres los países que tienen una cruz en su bandera: Jamaica, de mayoría protestante, Dominica, país del Caribe, y República Dominicana, de mayoría católica, el cual, además, tiene en su escudo el pasaje bíblico de Juan 8:31-32. En el pacífico, las Islas Marshall y Tonga, que cuentan con una población mayormente protestante, también contienen símbolos cristianos en sus banderas.
En Asia Central y Europa del Este están Kirguistán, Georgia, Grecia y Montenegro, los cuales también tienen cruces en sus banderas y en donde la Iglesia Ortodoxa Oriental representa una fuerte mayoría. En el resto de Europa Central y del Oeste, están las banderas de Eslovaquia y España, de mayoría católica, y Suiza, con una importante mezcla entre católicos y protestantes.
Sin embargo, quizá uno de los ejemplos más interesantes de banderas nacionales con cruces, son las de los países escandinavos: Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia e Islas Feroe. Después de ser utilizada por los daneses cerca del siglo XIII como un símbolo que representaba al Apóstol Felipe, en los siguientes siglos todos los demás países nórdicos empezaron también a utilizar una cruz en sus banderas. Todas las naciones escandinavas que la usan hoy tienen una fuerte historia y trasfondo luterano.
Otro ejemplo, y quizá el más llamativo es lo que se conoce como la “Union Jack.” La famosa bandera del Reino Unido es en realidad la fusión de tres banderas o de tres cruces cristianas. La primera de ellas, en el fondo, es la cruz de San Andrés, que es el patrono de Escocia y que, según la tradición, fue crucificado en una cruz en forma de X. La segunda bandera es la de Irlanda, con la cruz de San Patricio, patrono de Irlanda. Finalmente, está la cruz de San Jorge, patrono de Inglaterra.
El Reino Unido, de hecho, cuenta con una rica tradición protestante. La mayoría de su población protestante profesa ser anglicana, presbiteriana, bautista o metodista. De hecho, la contribución a través de la historia de los británicos en la extensión del protestantismo alrededor del mundo es muy significativa. Además, la famosa bandera británica no solo está presente en los países del Reino Unido, sino que hace parte de la bandera de varios territorios pertenecientes a la Comunidad Británica de Naciones, como Tuvalu, Fiji, Australia y Nueva Zelanda, todos países de mayoría protestante.
Además de estos territorios, Andorra, Austria, Liechtenstein, Malta, Moldavia, Papúa Nueva Guinea, Portugal, Samoa, San Marino, Serbia y Vanuatu también tienen cruces o referencias a estas en sus banderas.
Las banderas y su significado
En su definición más pura, una bandera es uno de los símbolos más importantes de una patria, ya que, no solo representa a una nación en el extranjero, sino que también representa a los ciudadanos del mismo.
Los símbolos de un país, como las banderas, los escudos y los himnos nacionales, entre otros, hacen eco del presente y del pasado de una nación. Los logros que obtiene un pueblo son el fruto de sus valores, cultura y creencias, y regularmente esos valores culturales son, a su vez, producto de la fe del pueblo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, hoy la religión es algo nominal para una nación y no representa lo que creen todos sus habitantes, pero, a pesar de ellos, es imposible negar el pasado religioso de un país y con él su identidad.
Las banderas y sus símbolos religiosos son solo una de las muchas formas en las que es evidente que nuestras sociedades, especialmente las de occidente, están completamente impregnadas del pensamiento y de la cultura del cristianismo. Es una esencia de la que es imposible desprenderse.
Una sociedad construida sobre el cristianismo
El cristianismo ha llenado la sociedad de ideas y valores: los fuertes deben cuidar de los débiles; todas las vidas, incluso las de los discapacitados o enfermos, tienen sentido y propósito; hay que alimentar y vestir a los necesitados; debemos vivir de acuerdo con una moralidad consistente; hay que tener una ética en el trabajo. Todas estas son ideas cristianas en esencia.
Nuestra sociedad da por sentadas muchas de estas nociones, pero no siempre formaron parte del pensamiento de los pueblos, reinos e imperios occidentales del pasado que hoy admiramos, como Roma, Grecia, o la América precolombina. Así que, si miramos con honestidad hacia la historia, debemos reconocer que durante casi 2 000 años el cristianismo ha sido el sistema que ha soportado las bases de Occidente.
Las banderas, en conclusión, son la forma visible de las profundas raíces cristianas que mantienen las virtudes más esenciales de nuestra sociedad. ¿Llegará el día en que estas naciones cambien sus banderas para desprenderse definitivamente de su pasado e identidad cristiana? ¿Qué otros valores cristianos desaparecerán de nuestros países?
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