Cuando Elizabeth I de Inglaterra inició planes de conquista en América se fijó especialmente en la parte norte del continente. El primer intento de conquista se llevó a cabo por Walter Raleighen en 1583, quien fundó una colonia al norte de La Florida a la que puso por nombre “Virginia” en honor a la supuesta virginidad de Elizabeth.
El reinado de Elizabeth I se destacó por la proclamación del “Acta de Supremacía'' que designaba como obligatoria la asistencia a servicios anglicanos todos los domingos. Aunque la persecución hacia los católicos fue importante, estas medidas también afectaron cuáqueros, bautistas, presbiterianos y otros grupos que en la mayor parte de los casos se vieron obligados a huir hacia Holanda y América.
Fueron trece colonias las que se establecieron en Norteamérica: Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, New Hampshire, Nueva Jersey, Pensilvania, Delaware, Maryland, Connecticut, Rhode Island, Massachusetts, Nueva York y Virginia. A las cuales se les denominó como Nueva Inglaterra.
Plymouth, ubicada en la Bahía de Massachusetts, uno de los primeros asentamientos ingleses, fue fundada en 1620 por colonos puritanos a los cuales se les denominaba como “pilgrims” (padres peregrinos) que venían huyendo de Inglaterra por la persecución.
La vida de John Eliot
John Eliot nació en 1604 en el seno de una familia rica en Hertfordshire, Inglaterra. Se graduó de la escuela Jesus College de Cambridge en 1622, y en 1631 emigró a Boston donde trabajó un año. En 1632 estableció una iglesia en Roxbury, Colonia de la Bahía de Massachusetts (actualmente estado de Massachusetts, Estados Unidos) para allí ejercer como pastor puritano durante 58 años hasta el día de su muerte.
La Colonia de la Bahía de Massachusetts, a ocho kilómetros de Boston, fue uno de los mayores asentamientos europeos en Nueva Inglaterra (región del noreste del actual Estados Unidos) y probablemente la zona más influyente tanto en la colonización de la región como en el desarrollo anterior a lo que sería Estados Unidos. Eliot, con el apoyo de su congregación y de otros ministros, estableció contacto con los nativos americanos de la Colonia de la Bahía de Massachusetts. Desde el principio con los indios Narragansett y poco a poco también con pueblos con lenguas semejantes, predicando en Natick y en Nonantum (Newton) y entre otros pueblos de la actual Massachusetts.
Comenzó a aprender algonquiano (lengua indigena norteamericana) y en 1647 ya predicaba en la lengua nativa. Eliot fue una pieza clave en la creación de catorce aldeas indias donde no residían blancos y en las que se instauró una forma de autogobierno conforme al esquema dado en Éxodo 18.
Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. (Éxodo 18:19-24).
Eliot también alentó a otros pastores interesados a participar en la enseñanza general a los indígenas. Sin embargo, la mayor parte del trabajo evangelístico fue llevado a cabo por nativos entrenados. Viajó a pie y a caballo, a veces bajo las fuertes lluvias, dando todas sus fuerzas al trabajo evangelístico. Se presentó a tribunales para luchar por los derechos de las propiedades de los aborígenes, abogó por los prisioneros indígenas condenados, se opuso a la esclavización, se desplazó hacia el sur para conseguir tierras y arroyos, y formó escuelas para niños y adultos.
Cuando Carlos II tomó el trono en 1660 trató de limitar las actividades de los puritanos en Nueva Inglaterra al máximo, dividiendo a las colonias y haciéndolas más pequeñas. En consecuencia a las medidas de su reinado muchos ingleses decidieron emigrar a otros países donde poder practicar la religión con una mayor libertad. A principios del siglo XVII, la población de colonos comenzó a aumentar junto a sus problemas con los indígenas.
La traducción de la Biblia (y de otros documentos)
Eliot comenzó a traducir, y en 1663 publicó la Biblia algonquina completa, la primera Biblia impresa en Norteamérica. Además de ello, tradujo otros veinte libros a las lenguas indias y trabajó en la producción del primer libro en inglés publicado en Estados Unidos: Bay Psalm Book, un salterio (libro de salmos) que escribió junto a Richard Mather y Thomas Mayhew, editado por primera vez en 1640 en Cambridge, Massachusetts, y del cual se hicieron varias ediciones y se mantuvo en uso durante más de un siglo. Su labor inspiró la creación de la primera sociedad misionera genuina, la “Compañía para la Propagación del Evangelio en Nueva Inglaterra y Partes Adyacentes de Norteamérica” (1649) la cual apoyó financieramente las actividades de John Eliot.
Los indígenas que se habían convertido se reunieron en pueblos cristianos en los que regía un sistema de leyes bíblicas y en donde fueron incorporados poco a poco a la vida inglesa. Eliot empezó a mezclar el cristianismo con la cultura: retrasó bautismos hasta que se les enseñara e incorporara a los nativos en la vida civil, de gobierno y de trabajo; introdujo cortes de pelo y ropa, y el traslado de los indígenas a aldeas con esquemas de ciudades inglesas, aislándolos de su propia gente y cultura (la cual debían rechazar) y de muchos de sus allegados (ya que no se les permitía unirse a iglesias puritanas). Según Eliot, la civilización estaba ligada a la evangelización.
El conflicto
Durante la Guerra del Rey Felipe (1675-1676) la hostilidad y la desconfianza aumentó entre blancos y aborígenes. Los wampanoags (nativos norteamericanos) y los ingleses se enfrentaron en una guerra sangrienta. El líder de los wampanoag dirigió a las tribus indígenas de Nueva Inglaterra en una rebelión contra los colonos llegados de Europa cincuenta años atrás. En medio del conflicto los indígenas convertidos quedaron en el centro, muchos de ellos se unieron a la guerra o fueron reubicados, pero aunque expresaron su apoyo a los ingleses, los colonos desconfiaron de su compromiso y su lealtad, por lo que muchos fueron confinados en campos de concentración. Finalmente, la mayoría de los pueblos fueron devastados, la confianza que los nativos les tenían a los colonizadores fue destrozada y la mayoría de las copias de la Biblia algonquina de Eliot fueron destruidas.
Pero Eliot no se dejó desanimar, continuó ministrando y evangelizando a los grupos desintegrados de muchos indígenas, y pasó el resto de su vida restableciendo algunos poblados que habían sido destruidos. Las aldeas de estos nativos continuaron hasta principios del siglo XVIII.
John Eliot pasa a ser considerado como el primer misionero de los tiempos modernos y una de las figuras más fundamentales e influyentes para el trabajo misionero posterior de hombres como William Carrey o Adoniram Judson. Fallece en 1690 dejando un camino y unas bases para los misioneros que más tarde viajarán hasta América para seguir llevando la verdad del evangelio al Nuevo Mundo.
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