En el texto de Mateo 28:19, después de su resurrección, Jesús da un mandato claro a los apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Las implicaciones de este mandato son múltiples, ya que para hacer discípulos es necesario evangelizar a todos aquellos que no han creído en el mensaje de Jesús, pero también es preciso que los que han creído puedan tener una relación profunda y constante de encuentro con Cristo.
Así, de este mandato bíblico se extraen dos acciones a las que los cristianos están llamados: La primera es a realizar una evangelización activa proclamando a Jesús como Salvador y la segunda es estimulando un encuentro diario y continuo de todas las personas con el Señor. A estas dos acciones las llamamos evangelización y discipulado respectivamente.
Pero, ¿cómo el discipulado y el evangelismo difieren y en qué sentido ambos son similares?
El discipulado y el evangelismo son ambos conceptos bíblicos. Ellos difieren porque se enfocan en diferentes niveles del crecimiento espiritual. Ambas acciones sirven al propósito de expandir el Evangelio de Jesucristo. Sin embargo, el evangelismo está dirigido típicamente a los no creyentes, mientras que el discipulado es usado tanto para los inconversos como para el desarrollo espiritual de los creyentes.
El cristianismo empezó por medio del discipulado. Cuando Jesús vino a la tierra y comenzó su ministerio, él lo hizo por medio del discipulado. Él se convirtió en un maestro y formó un grupo con doce discípulos. Había claramente más discípulos que lo seguían, entre hombres y mujeres. Jesús hablaba y enseñaba a todos aquellos que quisieran escucharlo. Él enseñaba a las multitudes, dentro de una sinagoga, y dentro de las casas.
Aún así, no todos los que lo escuchaban eran discípulos. Los verdaderos discípulos eran aquellos que seguían físicamente a Jesús. Muchos discípulos caminaban al lado de Jesús. En el caso de otros, los que no caminaban con él durante sus años de ministerio, podían ser señalados como discípulos de Jesús porque obedecían lo que el Señor enseñaba.
Algo interesante acerca de los discípulos de Jesús, era que ellos no sabían a quién estaban siguiendo. Inicialmente, ellos no reconocían a Jesús como Mesías. De hecho, cuando ellos lo reconocieron como el Mesías, tuvieron que dejar a un lado sus nociones preconcebidas para poder reconocer así a Cristo como Dios y Salvador.
Aún más, los seguidores de Jesús no fueron reconocidos porque se llamaran a sí mismos cristianos. De hecho ellos fueron llamados cristianos porque ellos eran discípulos. En muchas iglesias hoy, nosotros llegamos a creer que somos cristianos simplemente porque creemos en Jesús. Sin embargo, si estamos siguiendo fielmente el ejemplo de la Escritura, primero debemos ser discípulos antes de ser considerados cristianos.
El discipulado de Jesús
El modelo de Jesús nos muestra que el discipulado puede ser preliminarmente conversión. El discipulado no es dependiente de si alguien es o no creyente. En vez de eso, el discipulado ocurre de manera que las personas puedan convertirse en creyentes. El discipulado es así una relación cercana con Jesús y un proceso largo. Jesús vivía con sus doce discípulos. Él hacía su vida diaria con ellos, sea que estuvieran preparando sus comidas, trabajando, viajando, orando, o pasando el tiempo en alguna actividad.
Adicionalmente, el discipulado es extremadamente persistente. Jesús tenía una paciencia extrema para con sus discípulos. Por esto, muchas veces pasamos por alto el hecho de que los discípulos de Jesús no supieron quién era realmente Él hasta mucho tiempo después. Hoy, teniendo la Escritura, tenemos una explicación de por qué los discípulos desconocían esta realidad del Señor. Aún así, nosotros debemos recordar que Jesús les estaba mostrando exactamente quién era Él. Cuando ellos fueron llamados por primera vez, ellos no sabían todo lo que Jesús era o en lo que se convertiría para ellos.
En este mismo sentido, todos los creyentes estamos llamados a convertirnos en discípulos de Jesucristo, a ser auténticos seguidores suyos. De esto se trata el discipulado cristiano.
Cómo convertirnos en discípulos de Cristo
Como creyentes individuales y en conjunto, como Iglesia, los cristianos tenemos la responsabilidad de ser discípulos y de formar discípulos en la misma forma en que Jesús lo hizo.
Todos los cristianos deberían preguntarse a sí mismos. “¿Simplemente creo en Jesús o realmente vivo como Jesús enseñó que debía vivir?” Como se observa en los textos del Nuevo Testamento, los verdaderos cristianos son aquellos que son obedientes a Cristo y sus enseñanzas.
Una vez que un creyente puede expresar confiadamente que él o ella está siguiendo los mandamientos de Jesús, entonces esa persona es un discípulo. Este discípulo puede convertirse en un hacedor de discípulos.
Todo lo anterior nos muestra que un discípulo es alguien que está realmente dispuesto a vivir según los mandatos de Jesús y al mismo tiempo a tener un encuentro personal con Él en cada situación de su vida. Un discípulo es alguien que quiere vivir con Jesús y de acuerdo a lo que Él enseña y quiere para nuestras vidas.
¿Cómo las iglesias pueden llevar a cabo acciones de discipulado?
Las iglesias pueden comprometerse en el discipulado de múltiples formas. Todas aquellas acciones de formación que lleven a las personas a tener un encuentro personal con Jesús y a aprender más de su Palabra para seguir sus mandatos pueden considerarse acciones de discipulado. Sin embargo, algunas acciones de discipulado más concretas se pueden ver en los siguientes ejemplos:
Por medio de la predicación del evangelio y la práctica de la membresía dentro de la iglesia y su disciplina, los cristianos aprenden lo que es el evangelio, lo que es ser un cristiano, y cómo corregir a los hermanos y hermanas cuando ellos y ellas se aparten de la confesión que han hecho.
Por medio de la predicación de la Palabra, los miembros de la iglesia pueden aprender a centrar sus vidas en las Escrituras y cómo enseñar a otros la Palabra de Dios.
A través de la oración en común, los miembros individuales aprenden a confiar en Dios y ayudar a los demás a satisfacer sus necesidades cuando ellos no puedan hacerlo.
Por medio de las actividades de enseñanza de la iglesia, grupos de oración y formación, los creyentes pueden aprender a tener una relación mucho más íntima con la Palabra de Dios y un mayor compromiso con la extensión del mensaje del evangelio.
¿Por qué el discipulado es tan importante para la vida de la iglesia?
El discipulado es importante en la vida de la iglesia por múltiples razones. La principal razón por la cual el discipulado es tan vital para la vida de la comunidad cristiana es porque queremos que las personas se conviertan en seguidores completamente comprometidos con Jesús. El discipulado ayuda a los creyentes a crecer en su fe, a crecer en madurez y sabiduría, y a construir su fe sobre fundamentos fuertes, de manera que ellos puedan luego discipular y llevar a otras personas hacia Cristo.
Al aprender sobre la historia y al razonar sobre cómo el discipulado ha formado a la iglesia, podemos ver ahora de una forma mucho más completa la importancia del discipulado en el cristianismo.
El discipulado no solo ha sido un método de larga data para enseñar el evangelio y crecer, sino que también fue el mismo método que usó Jesús nuestro Salvador para enseñar y pastorear a los demás.
Este método de vida cristiana nos asegura que por medio de la enseñanza de la Palabra y la relación de formación y confianza en la iglesia, los creyentes no caigan entre las fisuras, convirtiéndose en personas autocomplacientes y sin propósito.
De esta manera, el discipulado ayuda a la iglesia en los siguientes aspectos:
Crecimiento en la fe
Una de las razones por las cuales el discipulado es tan importante es porque ayuda a la iglesia a contrarrestar la autocomplacencia. Las iglesias que solamente enseñan desde el púlpito, y no implementan formas para que un cristiano experimentado camine junto a otras personas, se estancan y terminan quedándose solamente enfocadas en el púlpito.
El discipulado introduce responsabilidad en la vida del nuevo creyente, comenzando con los aspectos básicos y urgiendo a que ellos vayan hacia aspectos más profundos de su fe. Una cosa es escuchar la Palabra en el púlpito, y otra es tener alguien a tu lado que te anime a vivir una vida orientada por el evangelio.
El discipulado nos ayuda a profundizar y a crecer como creyentes en la fe. Los nuevos creyentes se pueden beneficiar al seguir el ejemplo de cristianos con un compromiso más estable y que ya han caminado y enfrentado múltiples obstáculos en su vida de fe.
Formación en sana doctrina
Otro aspecto clave en el discipulado es aprender de la doctrina de la iglesia de una forma más profunda. En la Carta a Tito, Pablo urge a Tito varias veces para que conozca y enseñe una sana doctrina y también para que nombre presbíteros que se encuentren firmes en la enseñanza de una sana doctrina.
El discipulado está diseñado para enseñar a aquellos que son “infantes” en la fe, lo cual está de acuerdo con la enseñanza de Jesús. Todas las personas tienen el riesgo de entender mal algo en alguna ocasión, especialmente cuando los creyentes están comenzando su camino, de manera que es importante tener a alguien que esté mucho más versado en la fe y que nos pueda mostrar las correctas enseñanzas de Cristo.
También debe ser claro que todos los creyentes deberían ser capaces de enseñar la Palabra de Dios y estar listos para dar una respuesta sobre las razones de su esperanza en la salvación.
Levantar nuevos liderazgos
Finalmente, llegamos al tema del liderazgo. El discipulado es lo primero, ayudando a nuestros hermanos y hermanas a crecer en su fe de manera que ellos puedan tener una relación más cercana con Cristo. Pero otro elemento fundamental es la formación de líderes.
Así como en el diseño inicial del discipulado en el tiempo de Jesús, el mismo principio aplica para nuestras vidas hoy. El discipulado significa pasar la sabiduría del liderazgo de Cristo a cada persona que lo busque y que desee seguirlo.
Los cristianos no están destinados a permanecer estancados en sus iglesias, buscando la guía de una sola persona, en vez de eso toda la iglesia debe estar activa y trabajando en unidad, operando en sana doctrina y compartiendo los dones que cada uno ha recibido en su vida.
De esta manera podemos afirmar que el discipulado es un modelo de vida y enseñanza basado en la Biblia, comenzando con Jesús, y su punto principal es llevar a los creyentes a una relación más sólida con Él, y como resultado, dar el paso de respuesta al llamado que Dios nos ha hecho.
¿Cuál es la situación actual del discipulado dentro de las iglesias?
Aunque el discipulado es un elemento fundamental de la vida de la iglesia, la realidad es que la mayoría de los cristianos no participan en él. Esto según una reciente investigación realizada por Barna en los Estados Unidos, en la que se confirma que dos de cada cinco cristianos no participan en las actividades de discipulado de su iglesia local.
¿Cuáles son las barreras que hacen que los cristianos se alejen de las actividades de discipulado?
Para un nuevo libro llamado “Creciendo juntos: Una guía de tres partes para el seguimiento de Jesús y llevar amigos a esta jornada”, Barna se asoció con The Navigators para estudiar cómo los cristianos pueden ser y hacer discípulos hoy. Mientras que la mayoría de los cristianos experimenta algún tipo de inversión en el crecimiento espiritual, dos de cada cinco no se encuentran comprometidos con el discipulado del todo.
Quizás esto no sorprenda a muchas personas, en nuestra sociedad crecientemente individualizada, el 56 por ciento de los cristianos consultados por Barna dicen que su vida espiritual es enteramente un asunto privado. Aún así, para animar o entrar en estas relaciones (de discipulado), los líderes de las iglesias deben apreciar cuándo y cómo, estas ocurren - y entender por qué algunos cristianos no quieren involucrarse en ellas.
Solo el 28% de los cristianos están comprometidos en las actividades de discipulado de sus comunidades.
Primero que todo. ¿Qué es lo que exactamente constituye una relación de discipulado? Ya vimos que hay una diferencia clara entre el evangelismo y el discipulado, en la que el discipulado nos invita a un crecimiento y una relación de seguimiento con Jesús de manera consistente en el tiempo. ¿Cómo se traduce esto en la vida de la iglesia y en las actividades que esta desarrolla?
Una relación de discipulado no necesariamente funciona de la misma manera en todas las congregaciones, pero la investigación de Barna puede dar cuenta de un par de formas clave en las que el discipulado ocurre.
Para este estudio, los investigadores identificaron a los cristianos, aquellos que están siendo discipulados por otros y que al mismo tiempo están formando a otros como las personas que están completamente comprometidas en una comunidad de discipulado.
Solo algo más de uno de cada cuatro cristianos (el 28%) cae dentro de esta categoría. Otro 28% son personas que solamente están siendo discipuladas, pero no están ayudando a otros a crecer en la fe en Cristo, y un muy pequeño porcentaje, (el 5%) se encuentra solamente discipulando a otros.
Con estas definiciones, esto significa que un amplio grupo de cristianos (el 39%) no está comprometido en actividades de discipulado en ninguna dirección.
¿Por qué los cristianos se comprometen en el discipulado?
Cuando se trata de discipular a otros, las motivaciones clave para los cristianos incluyen “creer más en su relación con Dios” y “desarrollar más su fe”.
De manera estimulante, este estudio muestra cuál es exactamente el resultado que muchos cristianos están experimentando. Los cristianos que participan en comunidades de discipulado son más propensos a sentirse re-energizados por el tiempo que pasan en oración y que deriva en un profundo gozo y satisfacción de su relación con él.
Estos cristianos también pueden ver una conexión más fuerte entre su vida espiritual y su vida cotidiana. Cerca de tres de cada cinco de los que participan en actividades de discipulado concuerdan en que su relación con Jesús impacta la forma en que viven su vida cotidiana.
“Me mantiene enfocado en la misión de Dios y en los valores del Reino”, según declara un encuestado acerca del discipulado. “Permanezco constantemente consciente de mi propio camino, conociendo que soy alguien que se está involucrando en algo más que me anima a ser mejor cada día, de manera que no podrá hacerme perder en cosas que no valen la pena. Para otros, pienso que es realmente estimulante cuando alguien desarrolla un interés genuino en ellos”.
Sentirse mal preparados es una de las muchas razones por las que muchos cristianos no se comprometen en la tarea de discipular a otros.
Aquellos que priorizan la comunidad de discipulado, también priorizan su vida espiritual en general, según muestra la investigación de Barna. En otras palabras, viajar sinceramente hacia la tarea de discipular a otros significa también valorar la posibilidad de ser discipulado por otros miembros de la iglesia.
Sin embargo, hay muchos cristianos que no ayudan activamente a otros a acercarse a Cristo. ¿Qué los está deteniendo?
El no sentirse bien entrenado y equipado (37%) es una de las principales barreras para quienes deciden no involucrarse en el discipulado. Adicionalmente, la investigación de Barna muestra que el desinterés en la tarea de discipular a otros está atada al miedo de no ser demasiado bueno para este encargo, al miedo de no tener suficiente conocimiento o de ser la persona errónea para el trabajo. La crisis de confianza es un problema fundamental.
Sea por esta preocupación personal acerca de las capacidades para el discipulado o por una indiferencia general, algunos cristianos que no están haciendo discípulos parecen solo necesitar un empuje para ello. Uno de cada cuatro dice que la práctica del discipulado o de transmitir el evangelio a otros no es algo que les haya sido sugerido (24%) o que ellos no habían pensado en la posibilidad de acercar a otros a tener una relación más profunda con Dios (22%).
De forma interesante, una carencia de motivación externa se convierte en el obstáculo principal por el cual los cristianos están siendo discipulados ellos mismos pero no están ayudando a otros a crecer en la misma dirección; 31% (versus el 19% de los cristianos que no están comprometidos en ninguna forma de discipulado) dice que nadie les ha sugerido o pedido que ellos discipulen a alguien más, siendo esta la respuesta principal. Esto implica que animar a otros a participar en actividades de discipulado podría ser un paso clave en esta jornada para que la iglesia pueda crecer espiritualmente.
De modo similar, cuando los cristianos no tienen una relación que les provea responsabilidad, apoyo y crecimiento espiritual, la principal razón es que ellos no han pensado acerca de ser discipulados (38%) o ellos no han encontrado alguien con quien quieran tener este tipo de relación (35%). “De estas respuestas, hemos llegado a la conclusión que la invitación a una vida espiritualmente fructífera no es algo que ocurra de modo natural”, afirma Barna.
En resumen, los cristianos le han dicho a Barna que la carencia de confianza, la carencia de pensar en el tema del discipulado o la carencia de una oportunidad o una invitación son los obstáculos más grandes al discipulado. En “Creciendo Juntos”, los cristianos y las iglesias que los apoyan, pueden aprender sobre el poder del discipulado en su vida cotidiana - y por qué los cristianos podrían estar más dispuestos de lo que ellos piensan a comprometerse en las tareas de discipulado.
Sobre la investigación de Barna
El estudio cuantitativo de Barna está compuesto de dos encuestas realizadas en línea.
Primero, una encuesta en línea fue realizada entre 2511 adultos que se autoidentifican como cristianos y que viven en los Estados Unidos. Los adultos que completaron el estudio fueron seleccionados al azar a través de dos paneles de investigación en línea. Este estudio fue llevado a cabo desde el 22 de diciembre de 2020 hasta el 18 de enero de 2021. El margen de error para los datos es de cerca del 1.8% con un nivel de confianza del 95%, lo que significa que los investigadores de Barna tienen una confianza del 95% de que los verdaderos números a nivel nacional caen dentro de este pequeño margen de error.
El segundo fue una encuesta realizada en línea y que comprendió a 2930 adultos estadounidenses. Esta encuesta fue llevada a cabo desde el 1 de junio hasta el 4 de julio de 2020. El margen de error para estos datos es del 1.5% y el nivel de confianza es del 95%.
Acerca de Barna
Barna es una institución privada no partidista y sin ánimo de lucro que opera bajo el grupo de compañías Issachar. Localizada en Ventura, California, Barna Group ha estado conduciendo y analizando investigación primaria para entender las tendencias culturales relacionadas con los valores, creencias, actitudes y comportamientos desde 1984.
Con información de Barna y Just Disciple.