“¿Por qué quieres una carta mía? ¿Por qué no se toman la molestia de averiguar por sí mismos qué es el cristianismo?. Te tomas tiempo para aprender términos técnicos sobre electricidad. ¿Por qué no haces lo mismo por la teología?, ¿Por qué nunca lee los grandes escritos sobre el tema, sino que toma su información de los 'expertos' seculares que la han recogido tan inexactamente como usted?”
Hay personas que resaltan y trascienden por diversos motivos, una de ellas fue una mujer que en más de una ocasión pudo haber sido divisada transitando en motocicleta Ner-A-Car por algún viajero en las afueras de Londres en la década de 1920.
El Ner-A-Cars fue un desarrollo nuevo y emocionante en el mundo del automovilismo, quienes las condujeron disfrutaron de "la inspiración de volar sobre ruedas"[1] mientras viajaban en esta larga y oscura maravilla de dos ruedas. Lo que podría haber sorprendido al viajero observador que mencionamos al inicio fue que este Ner-A-Car estaba manejado por una mujer de treinta y tantos años “sentarse muy erguida como si estuviera conduciendo un carro”[2] y el observador podría haberse sorprendido aún más al descubrir que la mujer estaba embarazada de seis meses. ¿Y quién habría adivinado que ella estaba camino a convertirse en una de las escritoras más exitosas de Inglaterra?
La conductora citada fue Dorothy Leigh Sayers, quien luego de una prolífica carrera llegó a ser una conocida escritora y traductora británica, estudiosa de lenguas clásicas y modernas e intelectual cristiana.
Fue conocida principalmente por sus cuentos y novelas policiacas, situadas generalmente entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, protagonizadas generalmente por el aristócrata inglés Lord Peter Wimsey. Sin embargo, Sayers consideraba su traducción de la Divina Comedia de Dante su mejor obra. También fue conocida por sus obras de teatro y ensayos. En resumen fue la autora de dieciséis novelas, diez obras de teatro, seis traducciones y veinticuatro obras de no ficción.
Según un cronista, no llegó a ser tan popular como Agatha Christie o Erle Stanley Gardner, pero fue muy superior a ellos y sus novelas se encuentran entre las mejores policiacas que se han escrito, a la altura de las de Ellery Queen o S. S. van Dine, y quizá su escritura haya sido la más rica y expresiva de todas, con una intriga a medio camino entre la novela-problema propiamente dicha y la narrativa tradicional inglesa[3].
Sin embargo, un aspecto clave de su vida fue su fe cristiana, pues de hecho también escribió numerosas obras poéticas y de carácter religioso (especialmente obras de teatro). La vida de Dorothy Leigh Sayers, no estuvo exenta de contradicciones, incluso con la misma fe cristiana de su niñez y que en su adultez llegó a promover y defender, transformándose en una destacada apologista, junto con sus amigos G.K. Chesterton y C.S. Lewis, con quienes compartió su dedicación a la literatura y pasión por el pensamiento cristiano.
Una autora señaló sobre ella: “Cuando Dorothy leía los evangelios – los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que cuentan la historia de Jesús -, miraba más allá del lenguaje bíblico que a veces hacía que las historias fueran difíciles de entender. Veía a la gente de sus historias como personas con las que podemos relacionarnos ahora mismo”[4].
Analizar la vida de la autora es adentrarse en un mundo complejo, lleno de matices, con un talento literario indiscutible y de grandes ideas para pensar y ser desafiados.
Una infancia religiosa e ilustrada y en camino a los estudios superiores
Dorothy Leigh Sayers nació un 13 de junio de 1893 en Oxford, Reino Unido, donde su padre, el Reverendo Henry Sayers, de ascendencia angloirlandesa. Al momento de nacer, su padre era director de la Christ Church Cathedral School, ella nació en la casa del director[5]. Fue hija única, se crió en Bluntisham Rectory, Cambridgeshire y con su padre aprendió latín, y también, francés y alemán, además del apoyo de una institutriz. Todo ello en tiempos en que la formación académica de alta complejidad no estaba al alcance de las mujeres.
Sus padres alimentaron su amor por la religión, la lectura y más tarde el teatro, pero durante su adolescencia y adultez temprana, Sayers fue impactada por las liturgias aburridas y la hipocresía que encontró en la iglesia. Esto llevó a que en su adolescencia escribiera poemas burlándose de la religión. Por ejemplo, "The Gargoyle", se burla de los ministros y sus aburridos sermones, ya que habla de un predicador que "vomita a su rebaño cansado" y predicadores que pueden ser "terribles amortiguadores cuando están secos"[6].
Entre 1909 y 1911 asistió a la Godolphin School de Salisbury, pero tuvo que dejar la escuela a causa de una enfermedad, retomó sus estudios entre 1912 hasta 1915 gracias a una beca, en el Somersville College de la Universidad de Oxford, donde obtuvo la licenciatura en Lenguas Modernas y Literatura medieval, terminando con honores.
Aunque las mujeres no podían acceder a títulos universitarios en aquel momento, Sayers fue una de las primeras en recibir uno cuando la situación cambió años más tarde. Su experiencia académica en el Somerville College, Oxford, aparece reflejada en su obra Gaudy Night.
Sin embargo, su crisis con la fe continuaba, pues cuando tenía 20 años, Sayers escribió "La burla de Cristo" (1918), un poema que satiriza a las personas que creen que Jesús respalda sus causas políticas. A medida que crecía, sus escritos captaron lo perturbada que estaba por las personas que creían que el objetivo de la fe era proteger las tradiciones culturales, otra de sus preocupaciones era que quienes ejecutaron a Jesús fueran personas "dolorosamente" como nosotros[7].
En concordancia con lo mismo, desarrolló un fuerte desagrado hacia la idea de aquellos cristianos que practicaban el "intercambiismo", pensando que Dios los trataría bien si decían ciertas oraciones, no le gustaban los vitrales feos, los cristianos medio tostados que carecían de imaginación, las homilías mal escritas y el arte religioso empalagoso, por lo cual dichas personas se preocupaban más por el estatus social que por el Credo de Nicea, por ello argumentó que era esencial que los cristianos estuvieran familiarizados con el dogma contenido en los credos y especialmente el derivado de los primeros cuatro concilios ecuménicos de la iglesia.
Luego de obtenidos sus estudios superiores, se dedicó a la enseñanza durante dos años. Posteriormente trabajó como lectora para una editorial, aunque en 1920 volvió a dar clases y un año después entró a trabajar en una agencia de publicidad, donde estuvo diez años. En 1924 la autora tuvo un hijo, pero lo dejó a cargo de una prima y negó su relación con el niño. En 1926, Sayers se casó con Oswald Arthur Fleming, pero el matrimonio se vio afectado por las largas temporadas que el esposo estuvo sin trabajo y que le obligaron a depender económicamente de su esposo.
Fracasos amorosos y maternidad turbulenta
Sayers era tan celosa de su intimidad que, a lo largo de su vida, incluso sus amigos más íntimos desconocían datos tan básicos como dónde vivía o que estaba casada[8]. Su vida familiar es uno de los aspectos que a Sayers no le gustaba compartir de manera pública y se conoce de ella a regañadientes de la misma protagonista.
A la edad de 29 años, Sayers se enamoró del novelista John Cournos, el primer amor de su vida. Él quería ignorar las costumbres sociales y vivir con ella sin casarse, pero ella quería casarse y tener hijos. Después de un año de lucha, Dorothy descubrió que Cournos sólo se había mostrado contrario al matrimonio para probar la devoción de ella hacia él, y decidió romper con él, esta relación tuvo su reflejo en la obra Veneno Mortal.
Con el corazón roto, Sayers se sobrepuso comenzando una relación con Bill White, un vendedor de autos desempleado. Después de una relación breve, intensa y fundamentalmente sexual, ella descubrió que, a pesar de los anticonceptivos empleados, estaba embarazada, White reaccionó violentamente cuando lo supo.
Temiendo que sus padres (de edad avanzada) no aceptarían este embarazo, Sayers decidió ocultarlo a sus amigos y familiares, siguió trabajando hasta el principio del tercer trimestre, en el que adujo agotamiento y pidió licencia. Se registró bajo nombre falso en una maternidad, así el niño, John Anthony, nació el 3 de enero de 1924, en Southbourne, Hampshire. Durante tres semanas se dedicó al cuidado de su hijo, antes de intentar volver a su vida normal.
Sin embargo, a Sayers le resultó imposible volver a su vida y su trabajo ahora que era madre. En aquellos tiempos, sus tías y primas, Amy e Ivy Shrimpton, se ganaban la vida dando acogida a niños. La madre de Dorothy había estado visitándolas, y le había hecho una descripción apasionada de sus bondades. Así pues, Dorothy escribió a Ivy, contándole lo que le había sucedido a "una amiga", y preguntándole por los costes y la disponibilidad de su albergue. Después de que las Shrimpton aceptasen cuidar al niño, Sayers envió otra carta titulada "Estrictamente confidencial: información sobre el bebé", en la que revelaba la paternidad del niño y exigía un juramento de silencio. Ni los padres de Dorothy ni la tía Amy debían saber nada.
En 1924-1925, Sayers escribió once cartas a John Cournos sobre su desgraciada relación, con White y sobre su hijo. Estas cartas se encuentran ahora en la Universidad de Harvard.
Dos años después, tiempo durante el cual había publicado sus dos primeros libros de detectives, Dorothy contrajo matrimonio con Oswald Arthur "Mac" Fleming, un periodista escocés cuyo nombre profesional era "Atherton Fleming". Estaba divorciado y tenía dos hijos, lo cual suponía que no podrían casarse por la Iglesia. A pesar de esta decepción, los Sayers aceptaron a Mac en el seno familiar.
El matrimonio tuvo un comienzo muy feliz, con una gran familiaridad en la vida doméstica. Los dos trabajaban bastante, él como escritor y periodista, ella como novelista y publicista. Con el tiempo, la salud de Mac empeoró (sobre todo debido a su participación en la Primera Guerra Mundial), y se vio incapacitado para trabajar. Sus ingresos disminuyeron al mismo ritmo en que creció la fama de Dorothy, y él empezó a sentirse eclipsado.
Aunque nunca vivió con ellos, a John Anthony se le dijo que la "Prima Dorothy" y Fleming lo había adoptado a la edad de diez años. (Como progenitora legal, Dorothy no necesitaba adoptarlo, y Fleming había aceptado adoptarlo como hijo en el momento de la boda, pero esto nunca llegó a hacerse oficial). Así, Sayers continuó ocupándose de su educación, aunque nunca lo reconoció públicamente como hijo biológico.
Así como ganó admiradores, también ganó detractores. Según Janet Hitchman quien escribió el libro biográfico “Such a Strange Lady”, Dorothy L. Sayers era una señora bien rara, y bastante antipática. Tory (es decir que apoya o pertenece al Partido Conservador Británico) hasta la médula, y además de la línea dura, para la citada autora:
“Leer sus libros hoy en día supone toparse con chocantes comentarios racistas y clasistas, además de joven y pese a su formación cristiana, Dorothy era más bien agnóstica, aunque siempre tuvo un gran interés por la religión”[9].
Carrera como escritora
El Reino Unido en los años 20 estaba en un estado de cambio y agitación social. La movilización masiva de los hombres capacitados en la Primera Guerra Mundial había obligado a muchas mujeres a buscar trabajo. Cuando los hombres regresaron de la guerra e intentaban recuperar sus antiguos puestos, muchas de las mujeres que los habían ocupado mientras tanto se resistieron a renunciar. Además, muchas tuvieron que seguir generando recursos debido a la muerte o la discapacidad de sus maridos, en cuanto a la vida política, las mujeres obtuvieron el sufragio femenino en 1918, aunque este no estuvo totalmente garantizado hasta 1928.
En medio de dicho contexto, la primera obra publicada por Dorothy L. Sayers fue un libro de poemas, editado en 1916 como Opus I por Blackwell Publishing de Oxford. Más tarde, trabajó como profesora para Blackwell en numerosos lugares, como Normandía, en Francia, justo antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Su empleo más largo fue entre 1922 y 1931 como publicista para S. H. Benson's, una agencia de publicidad en Londres.
Esta experiencia le permitió conocer los secretos del mundo de la publicidad, en el que sitúa su novela Murder Must Advertise. Sayers tuvo bastante éxito en este trabajo. Resultado de su colaboración con el artista John Gilroy fueron "El Club de la Mostaza" para la marca de mostaza Colman's Mustard y los anuncios del Zoo para la cerveza Guinness "Zoo", algunas de las cuales aún se emplean hoy día.
A partir de 1931, Sayers se dedicó en exclusiva a la escritura, y alcanzó la fama por sus novelas de detectives, todas ellas, excepto una, protagonizadas por el adinerado aristócrata Lord Peter Wimsey. Su interés por desarrollar al máximo este género la llevó a formar parte, junto con G. K. Chesterton y otros, del Detection Club, que pretendía mejorar tanto el género policíaco como su status, y que Sayers presidió desde 1949 hasta su muerte.
Sayers empezó a trabajar en el argumento de su primera novela entre 1920-1921. Los primeros pasos de “Whose Body?” pueden encontrarse en una carta que Sayers escribió el 22 de enero de 1921:
"Mi historia de detectives comienza brillantemente, con una mujer gorda que aparece muerta en el baño vestida sólo con unas gafas. ¿Por qué llevaría gafas en la bañera? Si lo adivinas, estarás en posición de encontrar al asesino, pero es un tipo muy frío y astuto..."[10].
Lord Peter Wimsey irrumpió en el mundo de la ficción detectivesca con un sonoro "¡Maldición!", y siguió atrayendo a los lectores en otras diez novelas y dos colecciones de cuentos; la novela final termina con un "¡Oh, maldición!" muy distinto. Sayers comentó en una ocasión que Lord Peter era una mezcla de Fred Astaire y Bertie Wooster, lo cual es más evidente en las cinco primeras novelas.
Sin embargo, también es evidente a medida que se desarrolla el carácter de Lord Peter, que existía en la mente de Sayers como un ser vivo, palpitante y enteramente humano. Sayers introdujo el personaje de la novelista Harriet Vane (álter ego de la propia autora) en “Strong Poison” (Veneno Mortal, ed. Lumen). Sayers señaló más de una vez que había creado a Harriet, "de voz ronca y ojos oscuros", para terminar con Lord Peter por la vía del matrimonio; pero a medida que escribía Gaudy Night imbuyó a Lord Peter y Harriet tanta vida, que nunca fue capaz, como ella misma reconoció, de "ver a Lord Peter abandonar el escenario".
Pero, Sayers no se contentó con escribir historias de detectives; analizó las consecuencias de la Primera Guerra Mundial en “The Unpleasantness at the Bellona Club” y abogó por la educación de las mujeres (un tema controvertido por aquel entonces) en “Gaudy Night”. También escribió algunas historias cortas sobre Montague Egg, un vendedor de vino que resuelve misterios.
Las novelas de la autora incluyen:
“Whose Body?”, 1923;
“Clouds of Witness” (Nubes de testigos), 1926;
“Unnatural Death”, 1927;
“The Unpleasantness at the Bellona Club”, 1928;
“Strong Poison”, 1930;
“The Five Red Herrings”, 1931;
“Have His Carcase”, 1932;
“Murder Must advertise”, 1933;
“The Nine Tailors”, 1934;
“Gaudy Nights”, 1935, y
“Busman's Honeymoon”, de 1937.
En colaboración con otros autores, Sayers también escribió:
“The Documents in the Case” (Los documentos del interior de la maleta) 1930;
“The Floating Admiral” (El almirante flotante), 1932;
“Ask a Policeman” (Pregunta a un policía), 1933;
“Six against the Yard” (Seis contra Scotland Yard), 1936;
“Double Death” (Doble muerte), 1939.
La autora escribió además volúmenes de historias cortas, como:
“Lord Peter descubre el delito” (Lord Peter Views the Body, 1928);
“Hangman's Holiday” (Las vacaciones de Hangman), 1933, y
“Lord Peter: a collection of All the Lord Peter Wimsey Stories “(Lord Peter: recopilación de todas las historias de Lord Peter Wimsey), publicada en 1939.
En su prolífica carrera, supo crear uno de los mejores y más distinguidos detectives de los viejos tiempos: lord Peter Wimsey, segundo hijo del duque de Denver, bibliófilo, sibarita, dandy y seductor profesional, que en sus ratos libres se dedica a la investigación en el neblinoso Londres de los años treinta. Peter Wimsey es considerado unánimemente como uno de los grandes detectives de la literatura, a la par de figuras como Sherlock Holmes, Hercules Poirot y el inspector Maigret.
La traducción de la Divina Comedia de Dante era la obra favorita de su autora, pero que no alcanzó a concluir, y fue terminada por Barbara Reynolds.
Sayers también escribió tres volúmenes de comentarios sobre la obra de Dante, escritos religiosos y obras de teatro, entre las cuales El hombre que nació para ser Rey es la más conocida.
En la introducción a su traducción de la Chanson de Roland, Sayers expresó su atracción por:
“...ese mundo recién lavado y lleno de luz solar y colores brillantes que llamamos la Edad Media (como si fuera un hombre de mediana edad) más que tiene quizás más derecho que la gastada rosa del Renacimiento a ser llamada la Edad del Re-nacimiento".
Elogió a la Canción de Roland por ser un mito puramente cristiano, contrario a las epopeyas, como por ejemplo la de Beowulf, en las que encontraba un fuerte contenido pagano.
Sus obras religiosas tuvieron tanto éxito al presentar la postura anglicana ortodoxa, que en 1943 el Arzobispo de Canterbury le ofreció un doctorado en Teología que ella rechazó. Sin embargo, en 1950, aceptó un doctorado honorífico en Letras de la Universidad de Durham.
Su ensayo “The Lost Tools of Learning” (Las herramientas perdidas del aprendizaje) ha sido empleado por numerosos académicos, especialmente en los Estados Unidos, para recuperar la educación clásica.
Sayers se negó a ser identificada como feminista y dijo: "Tengo miedo, que no estaba segura de querer identificarme con el feminismo”, y que el tiempo para el "feminismo", en el antiguo sentido de la palabra, había pasado"[11].
Sin embargo, eso no le impidió lidiar con las desigualdades provocadas por la discriminación y responder a problemas sobre los derechos de las mujeres. En su ensayo, “¿Son las mujeres humanas?”, un discurso que dio a una Sociedad de Mujeres en 1938, escribe para aclarar lo que debería ser el feminismo. En dicho ensayo concluye:
"De hecho, es mi experiencia que tanto hombres como mujeres son fundamentalmente humanos, y que hay muy poco misterio sobre ambos sexos, excepto el exasperante misterio de los seres humanos en general... Si desea preservar una democracia libre, debe basarlo, no en clases y categorías, porque esto te llevará al Estado totalitario, donde nadie puede actuar o pensar excepto como miembro de una categoría. Debes basarlo en el Tom, Dick y Harry individuales, en el individuo Jack y Jill, de hecho, contigo y conmigo"[12].
En lugar de discriminar entre las diferencias de género, creía que es el reconocimiento de nuestra humanidad compartida como seres humanos individuales sobre lo que se debe construir la igualdad. Sayers continúa elaborando el mismo argumento en otro ensayo “The Human-Not-Quite-Human” en el que satiriza los estereotipos de género existentes dándoles la vuelta.
La amistad con G.K. Chesterton, J.R.R. Tolkien y C. S. Lewis
En Inglaterra, Dorothy L. Sayers, junto con los otros miembros de un grupo denominado los “cristianos de Oxford” (dentro de los que destacan en particular C. S. Lewis, Charles Williams y J. R. R. Tolkien), ha tenido un seguimiento constante.
Doroty Sayers, perteneció al Detection Club junto a Agatha Christie en la que ambas fueron presidentas en diferentes períodos. Sin embargo, antes de ser parte de un club de autores de la novela negra, Dorothy se había ganado la amistad y el respeto del autor de El señor de los anillos, J. R.R. Tolkien, y el creador de Las Crónicas de Narnia, C.S. Lewis, dos hombres que la dejaron formar parte del selecto grupo literario conocido como The Inklings, la amistad más destacada de Dorothy Sayers fue con Lewis[13].
Si se analiza la obra de la escritora, Lord Peter Wimsey no es cristiano, pero dentro de la estructura de la novela policiaca, Sayers encontró muchas oportunidades para sugerir valores cristianos, pero sin duda, las producciones televisivas de la BBC de sus principales novelas presentaron su sofisticado detective a una audiencia más joven.
Durante su vida profesional, Sayers formó parte de “The Mutual Admiration Society” (MAS), una sociedad literaria de mujeres universitarias durante sus estudios en Somerville College, Oxford, una de las dos primeras universidades para mujeres de Oxford. El MAS fue formado por Sayers en 1912 junto con otros dos estudiantes de Somerville, Amphilis Middlemore y Charis Ursula Barnett como una comunidad de escritoras de mujeres para leer, criticar y apoyar las obras de las demás.
Sayers nombró al grupo "Sociedad de admiración mutua", y señaló que "si no nos dáramos ese título, el resto de la universidad lo haría"[14]. A propósito de esto, un autor, Prescott comenta que, "El nombre estaba destinado a ser humorístico, a suavizar su estado cerrado, haciendo tolerable, incluso atractiva, su existencia entre los estudiantes... el MAS, por su mismo nombre, devolvió la pelota a los que miraban a las estudiantes de Oxford con oculto desdén o inquietud, apuntando, con sutileza, ese nombre hacia el Oxford dominado por los hombres"[15].
En conjunto, el MAS hizo un volumen único de trabajo escrito titulado La luna azul . Este contenía seis piezas, tres de las cuales eran poemas escritos por Sayers. Dicha comunidad permitió que sus miembros femeninos dentro del entorno mayoritariamente masculino de Oxford tuvieran un refugio literario donde pudieran brindarse apoyo literario, social, profesional y personal mutuamente. Sus influencias mutuas se extendieron a lo largo de sus vidas académicas y personales y continuaron en contacto durante décadas después de sus días en Oxford a través de cartas y visitas mutuas.
Incluyendo a Sayers, hay un total de 9 miembros documentados: Dorothy L. Sayers, Amphilis Middlemore, Charis Ursula Barnett, Muriel Jaeger, Margaret Amy Chubb, Marjorie Maud Barber, Muriel St. Clare Byrne , Dorothy Hanbury Rowe y Catherine Hope Godfrey. Prescott observa que esta pequeña sociedad de estudiantes de pregrado en Oxford llegaría a producir:
“Mujeres vibrantes, escritoras prolíficas, figuras teatrales, activistas sociales, maestras y académicas por derecho propio” y que, "las mujeres de el MAS dio forma a sus vidas, individual y colectivamente, como un testimonio de la fuerza de propósito, no solo con respecto a su género, sino como miembros plenamente comprometidos de la humanidad”.
La amistad de Doroty Sayers con C.S. Lewis comenzó como una carta de admiradora que ella había escrito con admiración por su novela cristiana de “The Screwtape Letters” (Cartas del Diablo a su sobrino). Lewis relató más tarde: "[Sayers] fue la primera persona importante que me escribió una carta de fan"[16]. Expresó su admiración mutua en una carta de respuesta, respecto al “El hombre nacido para ser rey” como un éxito total.
En la continua correspondencia entre ambos, se discutió sus intereses académicos y de escritura, brindándose mutuamente críticas, sugerencias y aliento. Carol y Philip Zaleski señalan: "Sayers tenía mucho en común con el círculo de Lewis y Tolkien, incluido el amor por el cristianismo ortodoxo, el verso tradicional, la ficción popular y el debate"[17].
Aunque los dos se hicieron amigos bajo la circunstancia de intereses académicos y teológicos compartidos, tuvieron sus desacuerdos con respecto al movimiento por la ordenación de mujeres en la Iglesia de Inglaterra[18]. Lewis, en oposición al movimiento, había escrito a Sayers pidiéndole que ella también se pronunciara en contra. Sin embargo, Sayers, incapaz de ver ninguna razón teológica en contra de tal ordenación, se negó y respondió en una carta: "Me temo que me encontrarán un aliado bastante incómodo"[19].
Comentando sobre las opiniones de su amigo Lewis sobre las mujeres en otra carta, afirmó que: "Admito que es propenso a escribir tonterías espantosas sobre las mujeres y el matrimonio (eso, sin embargo, no se debe a que sea un mal teólogo, sino a que está soltero y asustado)”[20].
Otra fuerte influencia en la vida y obra de Sayers fue GK Chesterton, compañero novelista de ficción, ensayista, crítico, entre otras cosas, de quien comentó que: "Creo que, de alguna manera, los libros de GK se han convertido en una parte más de mi estructura mental que los de cualquier escritor que podrías nombrar"[21].
Ella estaba familiarizada con Chesterton a través de sus escritos y durante su adolescencia y había asistido a sus conferencias en Oxford durante sus estudios en Somerville. Los dos se conocieron como amigos en 1917 cuando Sayers, ya como una autora con publicaciones, se acercó a Chesterton[22].
En el prefacio de la obra de Chesterton, “La sorpresa”, escribe Sayers:
“Para los jóvenes de mi generación, GKC fue una especie de liberador cristiano. Como una bomba benéfica, sopló de la Iglesia una cantidad de vidrieras de muy mala época, y dejó entrar las ráfagas de aire fresco en las que las hojas muertas de la doctrina danzaron con toda la energía e indecoro del Vaso de Nuestra Señora”[23].
Apologista de convicciones profundas
En 1937, la carrera de Dorothy Sayers dio un nuevo e inesperado giro, pues fue invitada a escribir una obra de teatro para Catedral de Canterbury, donde se realizó una serie de dramas producido con el impulso del Decano, Rev. George Bell, más tarde obispo de Chichester.
Uno de ellos fue el célebre drama de T.S. eliot, “Asesinato en la Catedral”, la invitación fue
inesperada porque Sayers no había escrito entonces sobre la fe cristiana, aparte de un temprano volumen de poemas, titulado “Cuentos católicos y cristianos”, publicado poco después de graduarse en Oxford. La sugerencia vino originalmente de Charles
Williams, que había escrito una obra de teatro sobre Cranmer de Canterbury y que haba ledo y admirado un breve drama poético de Sayers, titulado “The Mocking of Christ"[24]
En sus obras críticas hacia el cristianismo, para Doroty Sayers, la culpa radica principalmente en el poco conocimiento de los feligreses sobre el dogma de la iglesia y las Sagradas Escrituras y en los predicadores que, enfatizando la humanidad de Jesús, han convertido al "León de Judá" en una mascota doméstica con una disposición dulce cuando en realidad él fue el individuo más radical e impactante que jamás haya existido. No fue crucificado, como explica Sayers, por su naturaleza bondadosa, fue condenado a muerte porque era una amenaza para el statu quo:
“Si todos los hombres se escandalizan por causa de Cristo, que se escandalicen; pero ¿dónde está el sentido de ofenderse por algo que no es Cristo y no se parece en nada a él? Le hacemos un honor singularmente pequeño al diluir su personalidad hasta que no pueda ofender a una mosca. Seguramente no es asunto de la Iglesia adaptar a Cristo a los hombres, sino adaptar a los hombres a Cristo”[25].
Sin embargo, los cristianos, dice Sayers, no están llamados a denunciar el asesinato de Dios. Están llamados a celebrarlo "dando testimonio del hecho de que Jesús crucificado era Dios Encarnado"[26].
Así cuando, en 1937 le pidieron que escribiera una obra de teatro para el Festival de Canterbury, redactó “The Zeal of Thy House”, la que fue seguida por una serie de obras de radio de la BBC tituladas “The Man Born to Be King”, luego publicó una serie de ensayos y libros sobre temas específicamente cristianos, incluidos “Begin Here”, “The Mind of the Maker” y “Creed or Chaos?”, que rápidamente la establecieron como una de las apologistas cristianas más destacadas de su generación[27].
De intensa devoción anglicana, escribió numerosas cartas y ensayos de temática religiosa, pero fueron sus obras de teatro las que más reconocimiento obtuvieron, especialmente “The Man Born to Be King” (el hombre nacido para ser rey), creada específicamente para ser retransmitida por la BBC[28].
Anglicana toda su vida, Sayers también reconoció que "estoy completamente sin lo que se conoce como 'luz interior' o 'experiencia espiritual'", pero aún así tuvo la creatividad que le permitió escribir como lo hacía. Sin embargo, a pesar de su intensa vida intelectual y capacidad, afirmó que: "el cristianismo es tan sencillo y común como el pan. La persona más sencilla o el niño más pequeño puede ser cristiano, por la fe y el bautismo"[29].
Su visión sobre la fe y el trabajo, es desarrollada en “The Mind of the Maker”, y gran parte de su argumento se resume en la siguiente cita:
“La Iglesia oficial desperdicia tiempo y energía, y, además, comete sacrilegio, exigiendo que los trabajadores seculares deben descuidar su propia vocación para hacer vida cristiana trabajo—por lo cual [la Iglesia] quiere decir obra eclesiástica. La única obra cristiana es buen trabajo bien hecho”[30].
Su teología fue tradicionalmente anglicana con énfasis en la doctrina. Cada momento disponible de su tiempo lo pasaba escribiendo, hasta altas horas de la madrugada. De su pluma brotaban cartas, artículos y ensayos.
La guerra la llevó a escribir Begin Here, seguido de The Mind of the Maker, en el que compara al creador humano con el divino. Exploró los caminos del conocimiento, se deleitó con los acertijos y disfrutó de muchas peleas que dirigió con ingenio y buen humor. Su presencia formidable, cerebro magnífico y presentación lógica la hicieron muy solicitada como conferencista.
También, trabajó con el reverendo Patrick McLaughlin en el centro de St Anne para el discurso cristiano y en 1952 se convirtió en guardián o custodio de la iglesia (churchwarden) de Londres, St Thomas-cum-St Annes[31]. (un cargo que existe en la iglesia anglicana cuyo énfasis es las labores de apoyo y mantención[32]).
Una obra clave para entender su fe es: “¿Credo o caos?” es una reafirmación de la doctrina cristiana histórica básica, basado en el Credo de los Apóstoles , el Credo Niceno y el Credo de Atanasio , similar pero un poco más denso escrito de CS Lewis “Mero Cristianismo”. Ambos buscaron explicar las doctrinas centrales del cristianismo, de manera clara y concisa, a quienes las habían encontrado en formas distorsionadas o diluidas, con el argumento de que, si va a criticar algo, es mejor que sepa primero qué es, como lo refleja la siguiente carta:
“¿Por qué quieren una carta mía? ¿Por qué no se toman la molestia de averiguar por sí mismos qué es el cristianismo? Te tomas tiempo para aprender términos técnicos sobre electricidad. ¿Por qué no haces lo mismo por la teología?, ¿Por qué nunca lee los grandes escritos sobre el tema, sino que toma su información de los 'expertos' seculares que la han recogido tan inexactamente como usted?, ¿Por qué no aprende los hechos en este campo tan honestamente como en su propio campo?, ¿Por qué aceptan viejas herejías mohosas como el lenguaje de la iglesia, cuando cualquier manual de historia de la iglesia les dirá de dónde vienen?
¿Por qué te resistes a la doctrina de la Trinidad - Dios el tres en Uno - pero aceptas dócilmente cuando Einstein te dice E=mc2?, ¿Qué le hace suponer que la expresión "Dios ordena" es estrecha y fanática, mientras que su propia expresión "La ciencia exige" se toma como una declaración objetiva de un hecho?Le avergonzaría saber tan poco sobre la combustión interna como sobre las creencias cristianas
Lo admito, puedes practicar el cristianismo sin saber mucho de teología, así como puedes conducir un automóvil sin saber mucho sobre la combustión interna. Pero cuando algo se descompone en el auto, vas humildemente al hombre que entiende las obras; mientras que si algo va mal con la religión, simplemente tiras las obras y le dices al teólogo que es un mentiroso.
¿Por qué quieres una carta mía hablándote de Dios? Nunca te molestarás en comprobarlo o averiguar si te estoy dando opiniones personales o doctrinas cristianas. No te molestes. Vete y haz algo de trabajo y déjame seguir con el mío”[33].
En ese mismo sentido, para Sayers, conocer en profundidad el dogma era un aspecto clave de la verdadera vida cristiana:
“Es peor que inútil que los cristianos hablen sobre la importancia de la moralidad cristiana, a menos que estén preparados para tomar su posición sobre los fundamentos de la teología cristiana. Es mentira decir que el dogma no importa; importa enormemente. Es fatal dejar que la gente suponga que el cristianismo es sólo una forma de sentir; es de vital necesidad insistir en que se trata ante todo de una explicación racional del universo. Es inútil ofrecer el cristianismo como una aspiración vagamente idealista de tipo simple y consolador; es, por el contrario, una doctrina dura, dura, exigente y compleja, impregnada de un realismo drástico e intransigente. Y es fatal imaginar que todo el mundo sabe muy bien lo que es el cristianismo y necesita sólo un poco de estímulo para practicarlo. El hecho brutal es que en este país cristiano ni una persona entre cien tiene la menor noción de lo que la Iglesia enseña sobre Dios o el hombre o la sociedad o la persona de Jesucristo... ...Teológicamente este país está actualmente en un estado de caos absoluto establecido en nombre de la tolerancia religiosa y que degenera rápidamente en huida de la razón y muerte de la esperanza”[34].
Últimos años y legado
Cuando era una adulta joven, Sayers declaró que "nunca estuve hecha para una carrera académica, realmente estaba destinada a ser sociable"[35], sin embargo, resultó ser una académica exitosa. Su formación inicial en latín, alemán y francés, su fácil adopción del italiano y su compromiso de hacer un trabajo de calidad como escritora la convirtieron en una formidable traductora e investigadora, su temprano afecto por la poesía, aunque algo apagado por los años de las novelas de Wimsey y las producciones teatrales, volvió con fuerza hacia el final de su vida.
En los últimos años de su vida, Sayers abandonó las novelas de detectives para dedicarse a escribir dramas religiosos, como “The Man Born to Be King” (El hombre que nació para ser rey), de 1942, sobre la vida de Jesucristo, y “The Zeal of Thy House”, también publicó ensayos como “The Mind of the Maker” (1941), sobre la creación artística como creación divina, y traducciones de los dos primeros libros de la Divina Comedia de Dante.
También desarrolló una intensa actividad como conferenciante radiofónica, dando charlas sobre temas como la teología, la escritura de las novelas de misterio, la posición social de las mujeres o la educación[36].
“El único principio ético que ha hecho posible la ciencia es que siempre se debe decir la verdad. Si no penalizamos las declaraciones falsas hechas por error, abrimos el camino a las declaraciones falsas intencionadas. Y una declaración falsa de un hecho, hecha deliberadamente, es el delito más grave que puede cometer un científico”[37].
Su incesante actividad, tuvo un abrupto final a los 64 años debido a un derrame cerebral. Sayers pidió una vez que si se escribiera alguna biografía sobre ella, no debería ser hasta cincuenta años después de su muerte[38]. Lamentó la idea de que sus locuras juveniles se conocieran y transmitieran; es más, no creía que la escritora fuera necesariamente más interesante que sus obras:
“La gente siempre está imaginando que si se apoderan del propio escritor y, por así decirlo, lo sacuden el tiempo suficiente y lo suficientemente fuerte, algo emocionante e iluminador saldrá de él. Pero no es así... Si te fijas, lo primero que suele surgir de las biografías de las personas son las tonterías sobre ellas, de modo que el efecto general es que el hombre no era tan notable después de todo”[39].
A propósito de las obras para la radio, a algunos cristianos no les gustaba la idea de actualizar el lenguaje de la Biblia y trataron de impedir que estas historias se difundieran. Pero se emitieron y se hicieron populares. A los adultos también les gustaban, y mucha gente se interesó en la Biblia gracias a las obras de Doroty, usó la creatividad literaria para hablar de Jesús a los demás[40].
Cada una de sus etapas de escritura —la novelista, la cristiana y la erudita— muestran algo de su personalidad jocosa, audacia en la controversia y su disposición a poner su intelecto al servicio de Dios, una escritora reflexionó sobre su indudable carisma:
“Sospecho que habría sido una entrevistadora tan intimidante como lo fue Lewis en sus habitaciones de Oxford”[41].
Recibió en vida varios homenajes, y su legado es recordado en el calendario litúrgico de la Iglesia Episcopal, en donde se la recuerda como una apologista y escritora espiritual, inspirando la siguiente oración:
“Dios encarnado, que diste a tu sierva Dorothy la gracia de la elocuencia para defender tu verdad a una iglesia afligida, y proclamar la importancia de los principios cristianos para el mundo; haz que también nosotros, ayudados por sus oraciones y ejemplo, recibamos la misma gracia de convicción apasionada para enseñar la doctrina correcta y hacerlo fielmente; te lo pedimos en tu nombre, que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén”[42].
Los homenajes incluso están fuera del planeta tierra, pues el planeta menor 3627 Sayers[43] lleva su nombre, el asteroide fue descubierto por Luboš Kohoutek , pero el nombre fue sugerido por Brian G. Marsden con quien Sayers consultó extensamente durante el último año de su vida en su intento de rehabilitar al poeta romano Lucano[44].
La hija única de un clérigo anglicano, la adolescente Dorothy consideró las obras de ficción mucho más atractivas que las homilías en la iglesia. Aunque no abrazó el ateísmo como lo hizo el adolescente C. S. Lewis, encontró molestas las devociones y decoros del cristianismo convencional. A mediados de su adolescencia, compuso un poema que comparaba el agua de lluvia que corría por la boca de una gárgola fuera de una iglesia con un sermón pronunciado por el párroco en el interior, y concluyó que encontraba la gárgola mucho más encantadora[45]. Sintiéndose obligada durante el internado a ser confirmada en la Catedral de Salisbury, más tarde se quejó de que esta expectativa ritual la llevó a resentir la religión durante años. De hecho, cuando recibió una beca de la Universidad de Oxford, estaba encantada de que su universidad no requiriera asistir a la capilla, y pasó más tiempo pidiendo cigarrillos a las personas que consejos espirituales.
Catherine Kennedy, en su biografía, “The Remarkable Case of Dorothy L. Sayers”, dice que debe ser llamada por el título “pocas mujeres han ganado: mujer de letras.” Alzina Stone Dale dice, en su biografía, “Maker and Craftsman”:
“Mientras escribía, todos sus talentos e intereses surgieron juntos para dejarle clara su verdadera vocación: su habilidad en idiomas, su habilidad como narradora, su talento como divulgadora de ideas difíciles, y su convicciones cristianas todas se unieron en su trabajo sobre la vida de Cristo y su traducción de Dante. Ella siempre había pensaba que el hombre es como Dios en su capacidad de crear, y para ella, creación es otra palabra para trabajo”[46].
En sus años de madurez, Cristo se convirtió en el centro de todo lo que Sayers pensó y escribió, lo que le permitió crear una obra de arte que traspasaría a toda una nación cuando en 1940, la radio BBC le encargó escribir 12 guiones sobre la vida, muerte y resurrección de Jesús. Al pasar más de un año releyendo los Evangelios, a menudo en el griego original, así como comentarios de la Biblia e historias de la iglesia, Sayers estaba decidido a evitar una presentación de los Evangelios de "vitrales", en la que, en lugar de hombres reales y mujeres, los personajes bíblicos son “'personajes sagrados', de pie en actitudes simbólicas”[47].
Aproximarse a la figura de Dorothy L. Sayers, es conocer a una mujer compleja, sin duda ni mística, ni santa, más bien una autora original, erudita, talentosa traductora, intelectual y cristiana, leer sus obras con estima y atención puede ser de aporte para los convulsionados tiempos actuales.
Notas:
[1] Advertisement, Popular Mechanics, July 1922, 173, citado en: Lindsey Scholl, Ph.D. “The Remarkable Dorothy L. Sayers”, en: https://www.cslewisinstitute.org/The_Remarkable_Dorothy_L_Sayers_FullArticle, consultado marzo de 2022.
[2] Janet Hitchman, “Such a Strange Lady”, London: New English Library, 1973, Págs. 38 - 46.
[3] José María Guelbenzu, “Redoble de misterio”, 08 AGO 2003 - 00:00 CEST, en: https://elpais.com/diario/2003/08/09/babelia/1060386612_850215.html, consultado marzo de 2022.
[4] Jean Fisher “100 historias extraordinaries de oración para niñas valientes”, Barbour Español, Ohio, USA, 2021, Pág. 152.
[5] The Doroty Sayers Society, “About Dorothy L Sayers”, en: https://www.sayers.org.uk/biography, consultado marzo de 2022.
[6] Diane Scharper, “Biography explores 'subversive' Christianity of novelist Dorothy Sayers”, Feb 6, 2021, en: https://www.ncronline.org/news/opinion/biography-explores-subversive-christianity-novelist-dorothy-sayers, consultado marzo de 2022.
[7] Diane Scharper, “Biography explores 'subversive' Christianity of novelist Dorothy Sayers”, Feb 6, 2021, en: https://www.ncronline.org/news/opinion/biography-explores-subversive-christianity-novelist-dorothy-sayers, consultado marzo de 2022.
[8] Antonio Rodríguez Vela, “Dorothy L. Sayers: una señora bien rara”, 28 septiembre, 2016, en: https://lasoga.org/dorothy-l-sayers-una-senora-bien-rara/, consultado marzo de 2022
[9] Antonio Rodríguez Vela, “Dorothy L. Sayers: una señora bien rara”, 28 septiembre, 2016, en: https://lasoga.org/dorothy-l-sayers-una-senora-bien-rara/, consultado marzo de 2022
[10] Dr. Barbara Reynolds, “Dorothy L. Sayers: Her Life and Soul”, St. Martin's Press, 1997, Pág. 101
[11] Sayers, Dorothy L. "¿Son las mujeres humanas ?: Discurso dado a una sociedad de mujeres, 1938". Logos: Revista de pensamiento y cultura católicos , vol. 8, no. 4, 2005, págs. 165-178., Doi: 10.1353 / log.2005.0040.
[12] Sayers, Dorothy L. "¿Son las mujeres humanas ?: Discurso dado a una sociedad de mujeres, 1938". Logos: Revista de pensamiento y cultura católicos , vol. 8, no. 4, 2005, págs. 165-178., Doi: 10.1353 / log.2005.0040.
[13] Vania Ramos “Amistades literarias, la admiración entre escritoras y escritores”, 7 de diciembre, 2021, en: https://xleemujeres.wordpress.com/2021/12/07/__trashed-3/, consultado abril de 2022.
[14] Frankenburg, Charis U. (1975). No es viejo, señora, vintage . La prensa de Lavenham.
[15] Prescott, Barbara M. (2016). "Dorothy Sayers y la sociedad de admiración mutua: amistad y escritura creativa en un grupo literario de mujeres de Oxford" . Inklings Forever: Actas publicadas del coloquio 1997-2016 . Una colección de ensayos presentados en el Décimo Coloquio Frances White Ewbank sobre CS Lewis & Friends. 10 .
[16] Lewis, CS Collected Letters of CS Lewis, Volúmenes 1-3. Ed. Walter Hooper. San Francisco: Harper SanFrancisco, 2004-2007.
[17] Zaleski, Philip y Zaleski, Carol. “The Fellowship: The Literary Lives of the Inklings: JRR Tolkien, CS Lewis, Owen Barfield, Charles Williams”. Nueva York: Farrar, Straus y Giroux, 2015.
[18] Simmons, Laura K. y Tandy, Gary L. (2016) "Libros, teología y gallinas: la correspondencia y la amistad de CS Lewis y Dorothy L. Sayers", Inklings Forever: Actas del coloquio publicado 1997-2016: Vol. 10, artículo 75.
[19] Sayers, Dorothy L. “Las cartas de Dorothy L. Sayers”, volúmenes 1-4. Ed. Barbara Reynolds. Cambridge: Sociedad Dorothy L. Sayers, 1995-2002.
[20] Sayers, Dorothy L. “Las cartas de Dorothy L. Sayers”, volúmenes 1-4. Ed. Barbara Reynolds. Cambridge: Sociedad Dorothy L. Sayers, 1995-2002.
[21] Carta DLS a la viuda de Chesterton, 1936, citado en: https://hmong.es/wiki/Dorothy_Sayers, consultado marzo de 2022.
[22]Prescott, Barbara M. (2016) "Bien conocido: sentido común y humor en la amistad de GK Chesterton y Dorothy L. Sayers", Inklings Forever: Actas de coloquio publicadas 1997-2016: vol. 10, artículo 76.
[23] Dorothy L. Sayers. Prefacio a La sorpresa. Londres, 1952.
[24] Barbara Reynolds, "The Importance of Being Dorothy L. Sayers," 2004, Inklings Forever: Published
Colloquium Proceedings 1997-2016: Vol. 4 , Article 2; en: https://pillars.taylor.edu/inklings_forever/vol4/iss1/2, consultado marzo de 2022.
[25] Dorothy L. Sayers, “Letters to a Diminished Church: Passionate Arguments for the Relevance of Christian Doctrine”, en: https://www.goodreads.com/author/quotes/8734.Dorothy_L_Sayers?page=4, consultado marzo de 2022.
[26] Diane Scharper, “Biography explores 'subversive' Christianity of novelist Dorothy Sayers”, Feb 6, 2021, en: https://www.ncronline.org/news/opinion/biography-explores-subversive-christianity-novelist-dorothy-sayers, consultado marzo de 2022.
[27] Christianity Today, “Dorothy Sayers. Mystery writer and apologist”, en: https://www.christianitytoday.com/history/people/musiciansartistsandwriters/dorothy-sayers.html, consultado marzo de 2022.
[28] Lecturalia “Biografía de Dorothy Leigh Sayers”, en: https://www.lecturalia.com/autor/709/dorothy-leigh-sayers, consultado marzo de 2022.
[29] Weathon College, “Dorothy L. Sayers”, en: https://www.wheaton.edu/academics/academic-centers/wadecenter/authors/dorothy-l-sayers/, consultado marzo de 2022.
[30] Barbara Reynolds, "The Importance of Being Dorothy L. Sayers," 2004, Inklings Forever: Published
Colloquium Proceedings 1997-2016: Vol. 4 , Article 2; en: https://pillars.taylor.edu/inklings_forever/vol4/iss1/2, consultado marzo de 2022.
[31] The Doroty Sayers Society, “About Dorothy L Sayers”, en: https://www.sayers.org.uk/biography, consultado marzo de 2022.
[32] Una referencia para definir esta función se puede tomar desde Conjunto de Cánones de la Diócesis Anglicana de Valparaíso, especialmente los puntos b) y c):
III. De la Iglesia Local
3. De su estructura de gobierno
A. Del Concilio
a. De su naturaleza, composición y atribuciones
Canon 36: (...)
"5° Los Custodios o Guardianes, que son: a) Custodio o Guardián del Pastor, que será nombrado por el Concilio, con exclusión de los votos del Pastor Titular y demás clérigos. En todo caso, los miembros del Concilio deberán oír al Pastor Titular antes de votar por los candidatos a Custodio o Guardián del Pastor. El Custodio o Guardián del Pastor, velará por el bienestar espiritual, físico y material del Pastor Titular, así como de su ejercicio ministerial, b) Custodio o Guardián de la Congregación, que velará por el cuidado de la Congregación, oyendo a los hermanos y comunicando al Pastor las necesidades que encuentre. c) Custodio o Guardián del Edificio, que velará por el estado del edificio de la Iglesia Local, así como de otros que estén a cargo de la Iglesia Local”.
[33] https://www.goodreads.com/author/quotes/8734.Dorothy_L_Sayers
[34] Dorothy L. Sayers, “Creed or Chaos?: Why Christians Must Choose Either Dogma or Disaster; Or, Why It Really Does Matter What You Believe”; en: https://www.goodreads.com/author/quotes/8734.Dorothy_L_Sayers?page=2, consultado marzo de 2022.
[35] Barbara Reynolds, “Dorothy Sayers: Her Life and Soul”, New York: St. Martin’s Press, 1993, Pág. 53.
[36] Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. “Biografia de Dorothy Sayers”. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sayers.htm, consultado marzo de 2022.
[37] Doroty Sayers, “Gaudy Night”, https://www.goodreads.com/author/quotes/8734.Dorothy_L_Sayers, consultado marzo de 2022
[38] Barbara Reynolds, “Dorothy Sayers: Her Life and Soul”, New York: St. Martin’s Press, 1993, Foreword.
[39] Letter to Anthony Fleming, January 2, 1940, citado en James Brabazon, “The Greatest Drama Ever Staged”, Sunday Times, April 3, 1938, 162–63.
[40] Jean Fisher “100 historias extraordinaries de oración para niñas valientes”, Barbour Español, Ohio, USA, 2021, Pág. 152.
[41] Lindsey Scholl, Ph.D. “The Remarkable Dorothy L. Sayers”, en: https://www.cslewisinstitute.org/The_Remarkable_Dorothy_L_Sayers_FullArticle, consultado marzo de 2022.
[42] The Domestic and Foreign Missionary Society, The Episcopal Church, “Calendario Litúrgico” en: https://www.episcopalchurch.org/es/lectionary/dorothy-l-sayers/, consultado marzo de 2022.
[43] “(3627) Sayers”, en: https://es.frwiki.wiki/wiki/%283627%29_Sayers, consultado marzo de 2022
[44] "(3627) Sayers". (3627) Sayers en: Diccionario de nombres de planetas menores. Saltador. 2003. p. 305. doi : 10.1007 / 978-3-540-29925-7_3626 . ISBN 978-3-540-29925-7.
[45] Dr. Crystal Downing “The Transforming Imagination of Dorothy L. Sayers. Creativity for the Cause of Christ”, Weaton College, Volume 24, Issue 1, Winter 2021; en: https://www.wheaton.edu/magazine/winter-2021/the-transformation-imagination-of-dorothy-l-sayers/, consultado abril de 2022.
[46] Dr. Art Lindsley, Scholar-in-Residence “Profiles in Faith: Dorothy Sayers (1893-1957)”, Knowing & Doing, Fall of 2002 The C.S. Lewis Institute, en: https://www.cslewisinstitute.org/webfm_send/445, consultado abril de 2022.
[47] Dr. Crystal Downing “The Transforming Imagination of Dorothy L. Sayers. Creativity for the Cause of Christ”, Weaton College, Volume 24, Issue 1, Winter 2021; en: https://www.wheaton.edu/magazine/winter-2021/the-transformation-imagination-of-dorothy-l-sayers/, consultado abril de 2022.
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