La versión de la Biblia que más leemos en español es la versión Reina-Valera, especialmente la versión de 1960. En este artículo hablaremos de Casiodoro de Reina, el primer traductor y editor de esta versión.
A mediados del siglo XVI, en el monasterio de San Isidoro del Campo en Sevilla, España, tuvo lugar un curioso episodio. Algunos monjes comenzaron a estudiar la Biblia y varios textos protestantes. Como consecuencia abrazaron la causa de la Reforma.
A continuación, una versión en audio de este artículo:
La Biblia en español
En el siglo 16, los españoles carecían de la traducción completa de las Escrituras. Había algunas versiones en circulación, pero tenían poca difusión. Una de estas versiones, basada en la Vulgata, fue “La Biblia Alfonsina”, comisionada en el siglo XIII por el Rey Alfonso X (1221-1284). Otras versiones normalmente incorporaban sólo ciertas porciones del Nuevo Testamento o de los Salmos, y eran difíciles de entender.
Aunque existían varias versiones, el pueblo no tenía acceso a ellas, pues aún no habían llegado a la imprenta. Poseer un ejemplar de las Escrituras era privilegio de ricos y eruditos. Además, aunque hubiesen abundado las Biblias, el analfabetismo reinaba por doquier.
El monje llamado Casiodoro de Reina
Casiodoro de Reina nació en Montemolín, España, en 1520. Siendo muy joven ingresó como monje en el monasterio de San Isidro del Campo en Sevilla, que pertenecía a la Orden de los Jerónimos.
La lectura de la Biblia y de libros luteranos le llevó a él y a otros monjes, entre ellos Cipriano de Valera (1531-1600), a abrazar las ideas de la Reforma Protestante que se estaban propagando por toda Europa. Pero la Inquisición fue alertada sobre estos monjes rebeldes, así que, en 1557, Casiodoro y doce frailes más tuvieron que darse prisa para abandonar España.
No se sabe el medio de transporte ni la ruta, pero lograron llegar a la Ginebra de Juan Calvino (1509-1564), en la que se refugiaban gran parte de los protestantes que huían de la persecución. Sin embargo, Casiodoro pronto se dio cuenta de que no quería quedarse allí mucho tiempo, debido a sus diferencias con Calvino. En 1559 decide dejar Ginebra y marcharse a Frankfurt, uniéndose allí a una iglesia de habla francesa.
Perseguido en Inglaterra
Sin embargo, cuando Elizabeth I (1533-1603) asciende al trono de Inglaterra, Casiodoro decide mudarse a Londres. Allí se encontró con otros que huían de la persecución en España. La Corona le permitió el uso de una iglesia. Así, Casiodoro dirigió una congregación reformada española en Londres. En esos años, gozando de una relativa tranquilidad, pudo dedicarse a sus labores pastorales y al inicio de su proyecto más importante: la traducción de la Biblia al castellano.
Pese a los años transcurridos desde su salida de España, la Inquisición le seguía los pasos mediante agentes que informaban de cada actividad que realizaba. Por otra parte, sus hermanos protestantes no estaban muy satisfechos con su pensamiento abierto y tolerante. En 1563 fue acusado del delito de sodomía. Los acusadores hicieron correr la versión de que Reina había mantenido relaciones sexuales con un hombre antes de su matrimonio. Sospechando del complot en su contra, Casiodoro huyó de Inglaterra en 1564.
Así pues, Reina, acechado en todas partes por los seguidores de la Inquisición y sospechoso de herejía o de peores cosas, vagó durante más de tres años entre Frankfurt, Heidelberg, el sur de Francia, Basilea y Estrasburgo, buscando un lugar donde establecerse como pastor en alguna iglesia o como simple artesano, y poder dar así término a la traducción de la Biblia.
Pero antes de asumir cualquier cargo como pastor, Reina debía solucionar el escándalo que había provocado su huida de Londres. Confiado en su inocencia, marchó a Londres para someterse a un nuevo juicio. Finalmente, se demostró su inocencia, además de salir a la luz un plan de las autoridades de la Inquisición para desacreditarlo.
A la traducción
La injusta persecución de la que fue objeto, no lo detuvo de entregarse en cuerpo y alma a la traducción de la Biblia al castellano. Después de conseguir financiamiento para el proyecto, continuó la traducción. Reina no usó la Vulgata Latina como fuente, que era lo más común para estas traducciones. Para el Antiguo Testamento usó como base el texto masorético hebreo, y para la traducción del Nuevo Testamento, Reina se basó en el Textus Receptus, el texto griego editado y publicado por Erasmo de Róterdam, el mismo que usó Lutero en la traducción de la Biblia al alemán.
No fue una tarea fácil. Durante el transcurso de doce años, tuvo que afrontar grandes retos. Reina enfermó gravemente, al punto de estar en cama durante casi cinco semanas. El impresor original falleció dejando el trabajo inconcluso y la Iglesia Católica Romana le amenazaba constantemente haciendo todo lo posible para que ese temido libro no entrara en España. Pero, a pesar de estos inconvenientes, el 24 de junio de 1569 la obra culminó con la impresión de 2,600 ejemplares. La llamaron “La Biblia del Oso”, nombre inspirado en la ilustración en su portada de un oso que intenta alcanzar un panal de miel colgado de un árbol. Se colocó esta ilustración, logotipo del impresor bávaro Matthias Apiarius, para evitar el uso de iconos religiosos, ya que en aquel tiempo estaba prohibida cualquier traducción de la Biblia a lenguas vernáculas.
En el año 1585, las tropas españolas tomaron Amberes y obligaron a los protestantes a abandonar la ciudad. Ante tal situación, Reina viajó a Frankfurt, pero allí no se le concedió el permiso para ejercer como pastor y, por tanto, se vio obligado a trabajar comerciando con telas y sedas. En 1593 fue oficialmente nombrado pastor de la iglesia de Frankfurt. Pero su labor pastoral no duraría mucho tiempo puesto que ocho meses más tarde, en marzo de 1594, falleció.
El legado de Casiodoro de Reina
A pesar del gran esfuerzo de Casiodoro de Reina, su traducción no se extendió en los territorios de habla hispana, en gran medida por las políticas de extrema vigilancia de las autoridades de la Inquisición. De hecho, fue tan efectiva la vigilancia, que esta importante obra permaneció en el olvido durante el siglo 17 y 18.
En 1602, Cipriano de Valera publicó una segunda edición actualizada. A través del tiempo, esta versión llegó a ser conocida como la Biblia del Cántaro o Reina-Valera. La versión Reina-Valera tuvo un renacer con la expansión del protestantismo en América Latina y en España a partir del siglo 19. En 1862 fue publicada por la imprenta de la Universidad de Oxford.
La Sociedad Bíblica Americana patrocinó una revisión de la Biblia en español en 1907. En conjunto, la Sociedad Bíblica Americana y la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera decidieron emprender otra revisión, que encargaron a un comité, el cual comenzó a reunirse en 1909 y publicó su versión revisada en 1923, la que se conoce como Reina-Valera 1909, por el año en que comenzó el trabajo.
Posteriormente, las Sociedades Bíblicas Unidas revisaron la Reina-Valera en 1960, 1995 y 2011. Hoy en día la Biblia Reina-Valera, especialmente la versión de 1960, se ha convertido en la versión preferida en las iglesias protestantes en Latinoamérica, España y los Estados Unidos.
Pero no olvidemos a quién usó Dios para este fin. Casiodoro de Reina fue capaz, en solo diez años, por su propia cuenta y en medio de un ambiente hostil, de producir una versión de la Biblia que es todo un hito de la literatura hispana. Aparte de la traducción de la Biblia, nos dejó otro legado importante: su espíritu pacificador y comprensivo. Se opuso a la violencia como una forma de defender la fe. Abogó por el hecho de que los anabaptistas fueran tratados como hermanos y siempre fue un defensor de la unidad entre los protestantes. Sin ninguna duda, Casiodoro de Reina fue un hombre adelantado a su tiempo.
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