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Fue uno de los primeros misioneros extranjeros comisionados en la historia de los Estados Unidos. Durante su ministerio, ayudó a guiar a cientos de birmanos a la fe en Jesucristo, tradujo la Biblia y otros escritos cristianos a dos idiomas diferentes. Escribió numerosos folletos y tratados sobre diversos temas teológicos, y alentó a los cristianos de su tiempo a preocuparse por las misiones.
Bienvenidos a este resumen de Adoniram Judson (1788-1850).
Interés en las misiones
Adoniram Judson nació el 9 de agosto de 1788 en Malden, Massachusetts. Era hijo de Adoniram Judson, un clérigo congregacionalista. Judson se graduó en la Universidad de Brown y del Seminario Teológico Andover. En la universidad, se encontró con un grupo de estudiantes escépticos y se graduó con serias dudas sobre su fe. Sin embargo, la trágica muerte de un amigo cercano, que también era escéptico, lo dejó completamente conmocionado.
Recibió un permiso especial para asistir al Seminario Andover en Massachusetts a pesar de que aún no era cristiano. En poco tiempo se convirtió en un seguidor de Jesús.
El interés de Adoniram en las misiones comenzó en 1809 cuando leyó un sermón de Claudius Buchanan (1766-1815) titulado La estrella en el este. Motivado por el escrito, comenzó, junto con algunos compañeros, un grupo de estudio sobre misiones dentro del Seminario.
Mientras estuvo en Andover, Adoniram se sintió llamado a las misiones, junto con varios de sus compañeros. En respuesta, en 1810, formaron una junta para tratar el tema de las misiones, la cual envió a Judson a Inglaterra para que se afiliara a la Sociedad Misionera de Londres. Sin embargo, no pudo llegar ya que su embarcación fue capturada por un corsario francés. En ese momento las crecientes tensiones internacionales en vísperas de la Guerra Anglo-estadounidense de 1812 hacían difícil el ir de un país al otro.
Todos estos factores llevaron a la junta a actuar de manera independiente de sus colegas ingleses. Así, Judson se convirtió en uno de los fundadores de la American Board of Commissioners for Foreign Missions, una organización misionera que operó por más de 150 años. Él y a otros cuatro hombres fueron elegidos para servir como misioneros en el Lejano Oriente.
Camino a oriente
En febrero de 1812, Judson se casó con Nancy Hasseltine (1789-1826), fue ordenado al ministerio, comisionado como misionero extranjero y en el mismo mes zarpó hacia Calcuta, India. Judson dejó atrás varias ofertas pastorales y una prometedora carrera como profesor.
Los Judson y sus compañeros de barco, Samuel y Harriet Newell, se convirtieron en los primeros estadounidenses en elegir trasladarse de una nación a otra con el único propósito de difundir el evangelio entre los pueblos no alcanzados.
Durante el viaje de cuatro meses, la pareja estudió cuidadosamente las posiciones sobre el bautismo infantil de los bautistas ingleses. Adoniram y Nancy eran congregacionalistas y creían en el bautismo de infantes, contrario a lo que creían los bautistas ingleses. Querían tener posiciones claras ya que se encontrarían con William Carey (1761-1834), que era un bautista inglés.
Sin embargo, cuando llegaron a Calcuta, ya convencidos bíblicamente, adoptaron los principios bautistas y fueron bautizados por William Carey. Tras el cambio de convicción, los Judson renunciaron a la asociación congregacionalista que los patrocinaba e hicieron planes para la creación de una sociedad misionera bautista en los Estados Unidos. Aunque su renuncia hablaba de su integridad, también significaba que ahora estaban sin apoyo financiero.
Huyendo a Birmania
Adoniram esperaba quedarse a trabajar con Carey, pero por orden de la British East India Company, que tenía control de buena parte del territorio en ese entonces, los Judson se vieron obligados a abandonar la India. Escapando a Rangún, Birmania en 1813. Durante el viaje nació de forma prematura su primogénito, pero no pudo sobrevivir al parto.
Los Judson no se desanimaron y establecieron una estación misionera que se convertiría en la primera base de los bautistas estadounidenses en un país extranjero. Comenzaron a aprender de inmediato el idioma y la cultura de los birmanos, creyendo que ambos eran necesarios para una proclamación eficaz del evangelio. Posteriormente, Adoniram comenzó su tarea más grande: la traducción de la Biblia al idioma birmano y al pali, un lenguaje canónico budista.
Probado en prisión
En 1824 se desató una guerra entre Inglaterra y Birmania. Como consecuencia, el emperador birmano encarceló a casi todos los hombres occidentales como presuntos espías del gobierno británico. Esto incluía a Adoniram, que era sospechoso debido al apoyo financiero que recibía de los Estados Unidos. Judson pasó diecinueve meses en dos cárceles diferentes. Durante el encarcelamiento enfermó y sufrió fiebre y desnutrición.
Muchos prisioneros murieron, pero la devoción de Nancy mantuvo vivo a Adoniram. Ella habló, rogó e hizo todo lo posible para que pudiera enviarle comida a su esposo encarcelado. Mientras tanto, Nancy estaba amamantando a un bebé y criando a dos niñas birmanas huérfanas.
Adoniram finalmente fue liberado de la cárcel para que pudiera servir como traductor para las negociaciones de paz entre Birmania e Inglaterra. Pero el fin de la guerra no fue el final de los sufrimientos: Nancy murió en 1826, seguida de su hija María de dos años.
Tristeza y confrontación
La pena de Adoniram por la muerte de su esposa e hija lo llevó a aislarse, volviéndose cada vez más solitario. Construyó una choza en la selva, donde pasó cuarenta días, comiendo poco más que un mínimo de raciones de arroz al día.
Cavó su propia tumba y pasó muchas horas contemplando la muerte. La jungla estaba infestada de tigres, y muchos lugareños temían que las fieras pudieran devorar al misionero. Cuando regresó a salvo de su autoexilio, todos se sorprendieron de que hubiera sobrevivido. Adoniram emergió cada vez más de su oscuridad espiritual con una nueva determinación de alcanzar a Birmania para Cristo. Disfrutó de una década de gran productividad evangelística, especialmente entre el pueblo tribal de los karen.
Nuevas fuerzas y pruebas
Para aumentar sus esfuerzos, Judson trasladó su misión a Moulmein en 1828. Allí, con la asistencia de Jonathan Wade (1798-1872), construyó una iglesia y una escuela, y continuó trabajando en la Biblia birmana, que completó en 1834. Más tarde ese mismo año, se casó con Sarah Hall Boardman (1803-1845), viuda de un talentoso lingüista que había muerto tres años atrás.
En 1845 la salud de Sarah declinó y los Judson se embarcaron a Norteamérica. Sarah murió en el camino, pero Judson completó el viaje y permaneció en los Estados Unidos durante nueve meses. Si bien su fuerza se había reducido considerablemente y sufría una laringitis crónica, Adoniram visitó muchas iglesias hablando sobre la importancia de las misiones.
El regreso final a Birmania
Judson regresó a Birmania en 1846 para continuar trabajando en un diccionario birmano ampliado, que se terminó en 1849. También continuó su trabajo de traducción y fue mentor del flujo constante de jóvenes misioneros que venían a Birmania para trabajar entre los birmanos y los karen.
Durante años el trabajo misionero de Judson no había rendido muchos frutos, hasta que se convirtió un miembro de la tribu de los karen llamado Ki Tha Byu. A partir de ese momento se produjo una conversión en masa entre los karens. En 1850 Judson contrajo una fiebre respiratoria y, tratando de viajar a un clima mejor, murió en el mar el 12 de abril de 1850.
El legado de Adoniram Judson
Al final de su vida, Adoniram había traducido la Biblia al birmano, había editado varios diccionarios y herramientas léxicas para los cristianos birmanos, y había escrito o traducido numerosos tratados sobre una variedad de temas teológicos y devocionales. Adoniram tenía solo 24 años cuando llegó a Birmania, y ministró allí hasta su muerte a los 61 años. Se dice que durante su ministerio plantó 63 iglesias y que, para el día de su muerte, habían más de 7,000 cristianos bautizados.
Adoniram Judson ocupa un lugar preeminente en la historia de las misiones. Su bautismo y subsiguiente renuncia resaltan la importancia de la integridad doctrinal y personal. Su resistencia a través de numerosas pruebas nos recuerda la manera en que Dios a menudo usa el sufrimiento para el avance del evangelio.
Su dolor por la pérdida de esposas e hijos sirve como un importante recordatorio de que los misioneros son personas reales con necesidades y luchas permanentes. El compromiso y la pasión de Adoniram Judson por el evangelismo y las Escrituras nos siguen inspirando hasta el día de hoy, y su trabajo y compromiso con la obra del Señor han sido un ejemplo para miles de misioneros después de él.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Estás obedeciendo sin prejuicios el llamado del Señor? ¿Qué crees que necesita la iglesia de hoy para comprometerse más con los no alcanzados?