China prohíbe la transmisión de cultos y servicios religiosos virtuales sin autorización a partir del 1 de marzo

El gobierno chino ha prohibido las actividades religiosas en línea sin previa autorización estatal. 

Nuevas medidas contra la libertad religiosa han sido publicadas en China y comenzarán a tener efecto desde el 1 de marzo del 2022. Las reglas se aplican para cultos, misas, sermones, actividades de formación y todos los servicios de información religiosa. De acuerdo al sitio web Asia News, este es el “control democrático” de las religiones buscado por Xi Jinping. Durante el fin de año también se prohibieron las celebraciones de Navidad, las cuales han sido consideradas como una “amenaza occidental” a la cultura china. 

Según publicó AsiaNews: “Ya no será posible realizar actividades religiosas en línea en China sin la previa autorización del gobierno, esto de acuerdo a un comunicado publicado el 20 de diciembre por la Oficina Estatal de Asuntos Religiosos del país”. 

El organismo, el cual está bajo el control del Consejo Estatal de China —el gobierno central— anunció que había aprobado las nuevas reglas el 3 de diciembre, las cuales denominó como “Medidas administrativas para los servicios de información religiosa en internet”. Las reglas fueron adoptadas en conjunto con el Ministerio Estatal de Seguridad y otros ministerios. Todas estas reglas tendrán efecto a partir del 1 de marzo de 2022.

La nueva campaña contra las libertades religiosas reflejan las directivas de Xi Jinping. Durante las sesiones de trabajo de una conferencia sobre la religión en China, celebrada a principios de diciembre, el presidente chino y el secretario general del Partido Comunista (PCC) anunciaron su intención de mejorar el “control democrático” sobre las religiones. En otras palabras, de intensificar la represión llevada a cabo por el régimen. 

El presidente chino Xi Jinping ha dejado claro que las religiones deben adaptarse al hecho de que China es un país socialista. De acuerdo al supremo líder, el “núcleo” y director del Partido Comunista Chino, las masas de creyentes deben unirse alrededor del Partido y del gobierno, rechazando toda influencia extranjera. 

En este sentido, las organizaciones e individuos que deseen proveer información religiosa en línea deberán presentar una solicitud en el Departamento Provincial de Asuntos Religiosos. Los sermones, las homilías, las ceremonias y las actividades de formación dirigidas por cuerpos religiosos, monasterios, iglesias e individuos podrán ser transmitidas en línea solamente después de haber obtenido una licencia especial.

También se ha establecido que ninguna organización religiosa o individuo puede buscar financiación en línea en nombre de su religión. Las actividades religiosas en línea también estarán prohibidas para las organizaciones extranjeras que tienen presencia en China.

De acuerdo a las nuevas reglas, la información religiosa en la web no debe “incitar a la subversión del poder del estado, oponerse al liderazgo del Partido, minar el sistema socialista, ni la unidad nacional o la estabilidad social de China”. Tampoco debe “promover el extremismo, el terrorismo, el separatismo étnico ni el fanatismo religioso”. Las iniciativas de presentar información religiosa a los jóvenes también han estado en el centro de atención de estas políticas: las comunicaciones en línea no deben “inducir a los menores a hacerse religiosos, ni organizar a los jóvenes o forzarlos a participar en actividades religiosas”. 

El objetivo del régimen también es profundizar el proceso de sinización de la religión, un proceso oficialmente lanzado en el 2015 y que se dirige a hacer que todas las religiones compartan y promuevan los valores esenciales del socialismo chino. Para lograr esto, se han incluido medidas represivas como ordenar a las iglesias que eliminen las imágenes de los Diez Mandamientos y las reemplacen con dichos de Mao Zedong y Xi Jinping.

En febrero, la Oficina Estatal para Asuntos Religiosos había hecho públicas las Medidas Administrativas para el Personal Religioso, un documento de administración para los clérigos, pastores, monjes, sacerdotes, obispos, etc, el cual fue publicado por el gobierno. 

En febrero de 2018, el Partido Comunista había adoptado las “Nuevas Regulaciones sobre las Actividades Religiosas” de acuerdo a las cuales el personal religioso sólo puede llevar a cabo sus funciones si ellos se adhieren a las reglas oficiales de los cuerpos gubernamentales y presentan sus guías de acción al Partido Comunista Chino para que este pueda sancionarlas. 

Al mismo tiempo, en el 2018, la firma de un acuerdo entre la Iglesia Católica y el gobierno chino, el cual fue renovado en octubre de 2020, el denominado acuerdo sino-vaticano para el nombramiento de obispos, no ha detenido la persecución del gobierno chino a los líderes católicos, especialmente los no oficiales, es decir aquellos que no están afiliados al Partido Comunista Chino.

La represión de la Navidad en China

En medio de la campaña contra la religión, ni siquiera las celebraciones de navidad han sido pasadas por alto. 

De acuerdo a AsiaNews, las autoridades del condado de Rong'an (Guangxi) han prohibido las celebraciones de navidad en las escuelas locales. La razón oficial es que se trata de una celebración “occidental”, la Navidad es una amenaza a la cultura china tradicional. Durante los últimos años, la proliferación de eventos relacionados con la Noche de Paz, el término chino para la vigilia de Navidad, y el día de Navidad mismo, han sido vistos por el régimen comunista como una agresión a la cultura china. Los profesores de las escuelas y los miembros del partido comunista han sido encargados por el gobierno para trabajar para sostener las tradiciones chinas, mientras que todos los ciudadanos han sido estimulados y animados a reportar cualquier tipo de celebraciones navideñas a la policía. 

De acuerdo a Wio News, el gobierno chino, principalmente compuesto por el Partido Comunista Chino, “ha ordenado a sus ciudadanos no celebrar la Navidad, al considerarla una celebración occidental”. 

Un documento filtrado a los medios de comunicación reveló que el Partido Comunista Chino había ordenado restricciones de todo tipo frente a las celebraciones de navidad, incluyendo en los lugares de culto. 

La razón inicial para las restricciones fueron las alzas en los casos de coronavirus en el país. Pero también se declara que hay una necesidad de sinización que ha podido ayudar a prohibir las celebraciones propias de Occidente, los festivales y eventos, tal y como lo ha reportado Bitter Winter (una revista especializada en derechos humanos y libertad religiosa).

“El día de navidad” o la “Noche de Paz”, que se celebró la semana pasada en diversas partes del mundo, es una celebración imbuida con profundas tradiciones religiosas de la cultura occidental. Algunas naciones occidentales dependen de su tecnología avanzada y en su cultura para expandir sus valores y estilo de vida en China, atrayendo especialmente a las personas más jóvenes”, según se informaba en el documento filtrado. “Algunos negocios, empresas, también quieren sacar ventaja de esta celebración para sus negocios, de manera que ellos puedan crear el sentimiento envolvente y el impacto social de esta fiesta occidental. Esto está dañando nuestra cultura tradicional china”. 

Sin embargo, el documento también afirma que todas las celebraciones “cosméticas” que han sido sancionadas por el estado en las iglesias no serán objeto de restricciones y que incluso se permitiría la difusión de estos eventos. 

El documento, revelado por Bitter Winter, fue aparentemente puesto en circulación por el Departamento de Educación del condado de Rong'an en la ciudad de Liuzhou en la región autónoma de Guangzi Zhuang el 20 de diciembre, y estaba destinado a permanecer en secreto. Fue reportado inicialmente como “expandiendo la cultura tradicional china y prohibiendo los festivales y celebraciones occidentales”.

El Departamento de Educación también ha “prohibido a los profesores y estudiantes organizar cualquier tipo de evento y celebración de este ‘festival occidental’”. Nosotros confiamos a todos los profesores y estudiantes, especialmente pero no limitándose a los que son miembros del Partido Comunista, a que sigan y obedezcan las reglas del Comité Central del Partido Comunista, de manera que se conviertan en un modelo para la expansión de la cultura china”. 

En adición al llamado a reportar cualquier evento de Navidad a las autoridades, el departamento también ha diseñado un cargo especial que será responsable de manejar todas las quejas relacionadas. 

En varias partes de China, las limitaciones y prohibiciones fueron introducidas no sólo para las celebraciones seculares de Navidad (como las exhibiciones de adornos navideños y de Santa Claus), sino también los lugares de culto como la iglesia evangélica controlada por el estado y denominada “Iglesia de los Tres Seres”, la iglesia trinitaria más famosa de toda China.

Nuevas directivas para los pastores evangélicos en China

Adicional a las restricciones que se han impuesto a las difusiones de servicios religiosos en línea, la prohibición de la Navidad y otros ataques contra la libertad religiosa en China, el gobierno chino también está instando a los pastores a predicar en sus sermones la “confianza en el Partido Comunista y en Xi Jinping”. 

De acuerdo a un informe de Bitter Winter del 21 de diciembre de 2021, las iglesias cristianas deberían implementar las conclusiones de la más reciente Conferencia Nacional sobre la Religión, de forma inmediata. 

El 3 y el 4 de diciembre, Xi Jinping, de forma personal presidió la Primera Conferencia Nacional de trabajo relacionada con los Asuntos Religiosos del Partido Comunista llevada a cabo desde 2016. Xi Jinping habló en la conferencia y pidió un estudio más profundo de los textos de Karl Marx sobre la religión por parte de todos aquellos que están involucrados en la administración de las actividades religiosas en China. Él también reiteró que la sinización de la religión significa un alineamiento con los principios, objetivos y directivas del Partido Comunista, al tiempo que lamentó que el proceso que él inició en la conferencia del 2016, no estuviera avanzando lo suficientemente rápido. 

Desde que el presidente Xi indicó que los cristianos, en particular, tienden a comprometerse en actividades de proselitismo, las cuales están prohibidas, así como las publicaciones de contenido religioso no autorizado en las redes sociales, la iglesia evangélica controlada por el gobierno, la Iglesia de los Tres Seres, el cuerpo que el gobierno usa para controlar a los protestantes chinos, fue primero llamada a implementar “inmediatamente” las directivas de la Conferencia Nacional. 

El 7 de diciembre, el pastor Xu Xiaohong, presidente del Comité del Movimiento Patriótico de los Tres Seres, organizó una reunión del Comité y del Consejo Cristiano Chino, el cual supervisa la educación en las iglesias de los Tres Seres, cuyo propósito era escuchar una versión videograbada de un discurso del presidente Xi Jinping en la Conferencia Nacional, y divisar un plan para implementar todo lo dicho por Xi allí. Todos los principales líderes de la Iglesia de los Tres Seres estaban presentes, incluyendo al pastor Wu Wei,  presidente del Consejo Cristiano Chino, al pastor Shan Weixiang, vicepresidente y director general, al vicepresidente Shen Xuebin, y al Secretario General Gu Mengfei.

Xu Xiaohong dijo que se espera que las iglesias dejen a un lado temas menos importantes y se enfoquen en dos temas principales: la prevención del Covid19 y la celebración del aniversario 100 del Partido Comunista Chino. Xu dijo que el discurso de Xi Jinping podría ser resumido en los “Nueve debes”, los cuales deberían convertirse en el programa para cada pastor y comunidad en las siguientes semanas y meses. “Primero, nosotros debemos entender profundamente que el trabajo religioso es parte del trabajo más grande del Partido Comunista Chino. Segundo, debemos obedecer a los profesores del Partido y a los líderes religiosos oficialmente aprobados”.  

“Tercero, se nos obliga a estudiar y a implementar la teoría marxista de la religión. Cuarto, debemos estudiar e implementar las directivas del Partido Comunista Chino sobre el trabajo religioso. Quinto, debemos continuar el camino de la sinización de la religión. Sexto, debemos entender que el principal objetivo de cada comunidad cristiana es movilizar a los creyentes cristianos alrededor del Partido Comunista Chino y el gobierno. Séptimo, debemos cooperar con los creyentes de otras religiones autorizadas para cumplir estos propósitos. Octavo, debemos construir organizaciones más estables y bien controladas. Noveno, debemos incrementar el nivel de cumplimiento con la ley en el trabajo religioso, lo que significa que debemos castigar a aquellos que se desvían de las regulaciones existentes”. 

La Conferencia Nacional de trabajo relacionada con los Asuntos Religiosos también instruyó a las iglesias cristianas a predicar en sus sermones las Cuatro Conciencias, Cuatro Cuestiones de Confianza y Dos Compromisos. Estos son lemas que todos los chinos conocen y se les pide que los repitan a diario, pero lo interesante es la insistencia en que deben formar parte de los sermones en las iglesias cristianas. Las Cuatro Conciencias son: la conciencia de los deberes de mantener la integridad política, apreciar el panorama amplio de los valores de la sociedad tradicional china, seguir a los líderes centrales y permanecer alineados con los líderes centrales del Partido Comunista. 

Las cuatro cuestiones de la confianza significan la confianza en el camino, la teoría, el sistema y la cultura del Partido Comunista. Los dos compromisos significan defender la autoridad y el liderazgo centralizado y unificado del Comité Central del Partido y la posición central del Secretario General Xi Jinping tanto en el Comité Central como en el Partido en su conjunto.

Hasta donde sabe Bitter Winter, el magazine especializado en derechos humanos y libertad religiosa que reportó estas nuevas directivas, un asunto importante que no se abordó es cómo lograr que la Iglesia de los Tres Seres alcance a los miembros alejados de la iglesia, dado el hecho de que ahora tendrán que predicar más acerca de los valores y el compromiso con el Partido Comunista que el cristianismo mismo.

¿Por qué a China le interesa tanto controlar la religión?

China ve a la religión organizada como una amenaza a la estabilidad política que ha construido el Partido Comunista en torno a las fuerzas del estado y del gobierno. Desde la teoría marxista se consideraba a la religión como una especie de “opio” o “analgésico” que lleva a las personas a sentirse satisfechas con lo que les entregaba la “sociedad burguesa” y buscar mejoras sociales en la vida presente. Sin embargo, aunque dichas afirmaciones puedan ser ciertas desde una perspectiva sociológica en una sociedad capitalista o feudal, en la que las fuerzas religiosas se alinean con el orden establecido para lograr la “resignación de las masas” frente a su destino, estas afirmaciones carecen de sentido en una sociedad donde el control y el poder son ejercidos por un estado socialista. 

Aún así, esto no significa que China no tenga razones para preocuparse por la religión organizada. Casos como la Revolución Islámica de Irán, el terrorismo islámico, la movilización de los grupos religiosos en Polonia con el Movimiento ‘Solidaridad’ para derrotar el comunismo, la teología de la liberación en América Latina, la influencia política de la población WASP (Blanca, anglosajona y protestante) en Estados Unidos, demuestran que la religión tiene un enorme poder de movilización que puede desatar fuerzas transformadoras en la sociedad. 

Dependiendo de cada caso, el poder transformador de la religión en temas sociales y políticos puede ser tanto positivo como negativo. En el caso específico de China, son varios los factores de movilización religiosa que le preocupan al Partido Comunista. En primer lugar está la amenaza secesionista del Tíbet, una región independentista que ha sido impulsada por el poder político del que goza el Dalai Lama. Tenzin Gyatso, el actual Dalai Lama, ha buscado que el Tíbet sea reconocido como un país independiente y soberano en el escenario internacional. Debido a este reclamo, China ha tratado de imponer su visión del budismo e incluso de nombrar lamas controlados por el Partido Comunista, esto con el fin de eliminar toda amenaza secesionista. 

Para el caso de la región de Xinjiang ocurre algo similar. La población musulmana de etnia uigur que vive allí tiene un fuerte sentido de identidad nacional. Incluso han surgido grupos separatistas que reclaman la plena autonomía de la región de Xinjiang respecto a China. Durante la última década más de doscientas personas han muerto en medio de ataques de grupos islamistas separatistas. En julio de 2009, enfrentamientos interétnicos entre uigures y miembros de la etnia han (la etnia más popular de China) causaron casi 160 muertos y más de mil heridos. Las autoridades locales calificaron los disturbios como los peores desde la fundación de la Nueva China, en 1949.  El 2 de marzo de 2014 un grupo de desconocidos ingresó portando cuchillos y dagas a la estación de trenes de Kunming, provocando la muerte de 34 personas e hiriendo a más de 140 civiles. El gobierno central de China culpó de estos ataques a miembros de grupos separatistas de Xinjiang.  

Con el objetivo de enfrentar la amenaza del secesionismo por parte de los uigures de Xinjiang, el gobierno chino ha creado campos de educación y reentrenamiento para personas sospechosas de participar en actividades subversivas. Estos campos de educación y trabajo forzado han sido catalogados por las naciones occidentales como sitios en los que se llevan a cabo violaciones de derechos humanos. En este sentido, múltiples naciones, como Estados Unidos y la Unión Europea, han impuesto sanciones económicas a China por el trato que le da a la minoría uigur. 

Otro caso sobresaliente es la represión que ha sufrido el movimiento del Falun Gong, un nuevo movimiento religioso que mezcla budismo con taoísmo y confucianismo. Se estima que hay más de 70 millones de adherentes a la secta del Falun Gong. No es mucho lo que se sabe sobre la represión contra el Falun Gong. Algunos indican que la campaña de persecución contra este movimiento religioso empezó en el gobierno de Jian Zemin, quien quería movilizar una mayor lealtad hacia sí mismo como líder político. 

Human Rights Watch indica que la enérgica campaña contra el Falun Gong refleja los esfuerzos históricos que ha hecho el gobierno para erradicar la religión en todas sus formas, la cual se considera como subversiva.

El caso del cristianismo en China

De acuerdo a un informe de la BBC de 2011, el cristianismo se está expandiendo en China a la par con el modelo capitalista y la influencia que este estilo de vida tiene en la cultura china. Según informes del gobierno, para el año 2011 habían en China 25 millones de cristianos, 18 millones de ellos protestantes y 6 millones católicos. Aún así, organizaciones independientes sugieren que estas cifras subestiman el crecimiento de los cristianos en China e indican que para el 2021 ya serían al menos unos 80 millones de cristianos en el país. 

Las iglesias protestantes son las que más rápido están creciendo en China. En días de Pascua es normal ver hasta cinco servicios religiosos en las iglesias aprobadas por el gobierno, a cada uno de los cuales asisten en promedio más de 1500 feligreses en cada iglesia. 

La influencia que ha tenido la religión durante los  últimos años en China se debe, según algunos analistas, a la “crisis espiritual” del país, una frase que por primera vez fue acuñada por el ex-primer ministro Wen Jiao Bao. 

Las personas mayores han visto como las certezas del marxismo leninismo se han transformado en medio de una sociedad que hoy es el capitalismo más grande del planeta. 

Para muchos jóvenes, en el afán de obtener riqueza y privilegios, la confianza en las instituciones y entre los individuos y generaciones se ha venido desmoronando. Por eso acuden a la religión en busca de respuestas, según los sociólogos y filósofos. 

Como uno de los filósofos religiosos más eminentes de China, He Guanghu, de la Universidad de Renmin de Pekín, lo explico una vez “La adoración a Mammon (término usado en el Nuevo Testamento para describir la avaricia y el dinero) se ha convertido en el propósito de vida de muchas personas”.

“Creo que es muy natural que muchas personas no estén satisfechas y busquen el significado de sus vidas. Por eso, cuando el cristianismo llega a sus vidas, lo abrazarán muy fuerte”. 

Pero pese a que el cristianismo se ha consolidado como una respuesta frente a los grandes desafíos de la vida para muchas personas, la represión del gobierno parece indicar que los líderes del partido no están dispuestos a dejar que la historia escape de su control. 

La actual represión sobre la fe cristiana llama a la sociedad internacional a realizar una denuncia más fuerte sobre el estado de la libertad religiosa en China. De la misma manera representa un desafío histórico para la fe, ya que a lo largo de la historia había sido el cristianismo el que había moldeado los valores, la cultura y las instituciones políticas, al menos en Occidente. Hoy el cristianismo en China está siendo moldeado y domesticado por el poder del Partido Comunista. 

El poder liberador del evangelio parece verse silenciado por los eslóganes del Partido y los controles que se ejercen hoy sobre los cultos. En este sentido, la sociedad civil tiene el deber de presionar a los gobiernos para que insten a China a garantizar la libertad religiosa de manera integral. Esto ciertamente puede sonar como una utopía para la China de hoy, pero se trata de derechos básicos que como sociedad estamos llamados a reconocer y defender. 

Con información de AsiaNews y Bitter Winter.