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Al referirse a él, el Dr. J. I. Packer, teólogo y clérigo anglicano, expresó: “Ningún autor puritano, salvo Richard Baxter, nunca vendió mejor que Perkins, y ningún pensador puritano jamás hizo más para dar forma y consolidar el puritanismo histórico en sí”. Casi en concordancia, el Dr. Joel Beeke, presidente del Seminario Teológico Reformado Puritano, señaló: “[Perkins] como retórico, expositor, teólogo y pastor se convirtió en el arquitecto principal del movimiento puritano”.
William Perkins (1558-1602) fue un clérigo originario de Inglaterra y teólogo de Cambridge, que obtuvo su licenciatura en 1581 y su maestría en 1584. Es considerado uno de los teólogos del puritanismo inglés más relevantes del periodo en el que reinó Isabel I. Si bien aceptó muchas de las políticas de la Iglesia de Inglaterra, se opuso a ciertas prácticas. También respaldó y, cuando fue necesario, defendió a los denominados “puritanos inconformistas”, quienes no se separaron de la Iglesia de Inglaterra pese a su desacuerdo con ella.
Perkins fue autor de múltiples obras y un defensor apasionado de los ideales protestantes, especialmente de dos de los emblemas reformados —conocidos como las cinco solas—: Solus Christus (Solo Cristo) y Sola Scriptura (Solo la Escritura). Se caracterizó por ser un exponente excepcional sobre teología sistemática; logró articular y representar su desarrollo de una forma comprensible. Se destacó por ser un comentarista ubérrimo de las Escrituras, así como un amplio conocedor en patrología, y definitivamente su alcance e influencia trascendieron fronteras.
Preparación y vida personal
Perkins nació en Marston Jabbett, una aldea cercana a Bulkington, Inglaterra, en 1558, el mismo año en que Isabel I sucedió a su hermana María I –reina católica romana conocida como “María la sanguinaria”–. En junio de 1577, cuando tenía 19 años, se matriculó en el Christ’s College de Cambridge, lo cual sugiere que tenía un alto nivel social y económico.
La información sobre la vida temprana de Perkins es muy escasa. Sin embargo, se sabe que su conversión al cristianismo sucedió en el periodo en que cursaba sus estudios universitarios. Al respecto, existe una historia, aunque no ha sido comprobada: parece que era de conocimiento público que el joven William bebía alcohol en exceso, y un día escuchó a una madre corregir en duros términos a su hijo refiriéndose a la borrachera de Perkins, por lo cual se sintió avergonzado de sí mismo, tuvo convicción de pecado y, en consecuencia, profesó su fe en el Señor Jesucristo.
Luego de recibir su titulación de maestría, fue seleccionado miembro del Christ’s College, un cargo que llegó a ocupar hasta 1594. Para 1585, se convirtió en profesor y predicador en la Great Church St. Andrews –una iglesia de influencia próxima a la institución universitaria–, labor en la que se desempeñó hasta su temprana muerte. Como becario, también tenía la responsabilidad de ofrecer conferencias, ejercer como tutor de los estudiantes, y ser un defensor de la mayordomía, las costumbres y la moral.
En 1595, Perkins contrajo matrimonio con Timothye Cradocke de Grantchester, por lo que renunció previamente a su beca de Christ's College, pues solo podían ser becados los hombres solteros. Tuvieron siete hijos, de los cuales tres murieron en su juventud por diferentes razones y uno nació luego de la muerte de Perkins.
Influencias, postura eclesiástica y predicación
Sin lugar a dudas, podría decirse que Cambridge era el epicentro del puritanismo inglés del momento. La formación de Perkins fue, a priori, calvinista. Posteriormente, fue influenciado por el pensamiento del humanista, reformador y educador francés Petrus Ramus –o Pierre de la Ramée por su nombre en francés–, quien estaba ganando cierta aceptación entre los puritanos. Ramus había reformado el sistema de estudios de las artes hacia una aplicación cotidiana y práctica: planteó un método que simplificó las materias académicas al ofrecer una lógica particular, tanto para la dialéctica como para la retórica, en aras de que resultaran más comprensibles y accesibles a los estudiantes.
Su amigo y tutor personal, el teólogo puritano Laurence Chaderton, introdujo el pensamiento y metodología de Ramus –el “ramismo”– en los alumnos de Cambridge, especialmente, en el profesor Gabriel Harvey. Este último empezó a aplicarlo y sembrarlo en los estudiantes mediante sus obras tituladas Rhetor (1575) y Ciceronianus (1576). Perkins se mostró fascinado por el trabajo de Harvey, por lo que resultó aplicándolo en uno de sus escritos más conocidos, un tratado de predicación titulado El arte de la profecía.
En ese manual, Perkins trató de enseñar cómo predicar las Escrituras con sencillez, no descansando en la oratoria, dialéctica o metodologías técnicas, sino permitiendo que el poder de la Palabra de Dios fuera liberado y produjera su efecto transformador. Es un escrito clásico que imprime un estilo puritano apasionado por la profecía, a saber, el don de la predicación. De esa forma, fue perfeccionando su estilo y particularidad en este asunto.
William Perkins poseía una habilidad excepcional para exponer sermones: podía darles a las personas comunes un mensaje sencillo que no carecía de contenido teológico. Por ejemplo, los presos de la cárcel de Cambridge fueron los primeros en verlo ejercer su ministerio de predicación y su compromiso evangelístico, así como en recibir su atención pastoral. Se le considera el pionero y precursor de la casuística puritana, un método de exposición innovador que buscaba producir un autoexamen y un diagnóstico de acuerdo a las Escrituras.
Perkins se asoció con los “puritanos moderados”, una facción de la Iglesia de Inglaterra con pensamientos similares a los de teólogos continentales, como el francés Teodoro de Beza –considerado el sucesor de Juan Calvino– y el alemán Zacharias Ursino, coautor del Catecismo de Heidelberg. Este grupo incluía a puritanos de la talla de Laurence Chaderton y Richard Greenham, quien también influenció al movimiento en un principio.
Como puritano moderado, Perkins se opuso sin rodeos a los inconformistas, así como a los denominados “puritanos separatistas”, quienes pensaban que la Iglesia de Inglaterra se había descarriado y era corrupta, por lo cual todo cristiano genuino debía separarse de ella. Por el contrario, se esforzó por contribuir en la purificación, corrección y reforma desde adentro. Se dedicó a afianzar y fortalecer cuestiones relativas al oficio pastoral y la vida espiritual, y abogó por una revitalización de la institución.
También criticó el Acuerdo Isabelino, que pretendía la imposición de uniformidad para la Iglesia. Por ejemplo, para 1587, predicó un sermón donde estaba denunciando la práctica de arrodillarse al momento de recibir la comunión, así que recibió un llamado de atención por una de las autoridades del gobierno inglés, el Vicecanciller.
Posturas y contribuciones teológicas
Entre sus posturas teológicas, cabe destacar su compromiso con la doble predestinación, destacándose así por una predicación de la doctrina enfocada en la práctica y la experiencia. En cuanto a la soberanía de Dios y la responsabilidad del ser humano, se rehusó a verlas como antónimas o conflictivas entre sí. De igual modo, fue un gran promotor en Inglaterra de los aportes y pensamientos de Teodoro de Beza.
Como teólogo reformado, comprendía la importancia central de la doctrina del Pacto de Gracia, la cual consideraba reconfortante, alentadora y rudimentaria para el pensamiento soteriológico reformado. Así también, Perkins defendió y adoptó con vehemencia el significado y doctrina de Solus Christus y Sola Scriptura, pues ambas constituyen parte esencial de la ortodoxia reformada y, de manera especial, eran fundamentales para él en su deseo personal de tener una predicación coherente con las Escrituras.
Con respecto a su conocimiento y preparación, llegó a componer alrededor de cincuenta tratados sobre distintos tópicos de naturaleza bíblica, teológica y práctica, que luego llegaron a compilarse en varias ediciones. Entre los más relevantes se encuentran comentarios bíblicos y exposiciones sobre temas como la predestinación, el ordo salutis —expresión latina que se traduce como “el orden de la salvación”—, el Credo de los Apóstoles, los errores del romanismo, la vida cristiana, etc.
Se ha dicho que, para cuando falleció, Perkins llegó a vender una cantidad de copias de sus escritos muy por encima de las obras de Calvino, Beza y otros teólogos conocidos. Su influencia, de ningún modo, fue mínima. Su corazón pastoral, su énfasis en la piedad práctica, y sus habilidades retóricas y dialécticas, acompañadas de una basta preparación teológica, fueron determinantes en el establecimiento de distintos aspectos doctrinales, eclesiásticos y prácticos en el movimiento puritano del siglo XVIII.
Influencia y muerte
William Perkins llegó a influenciar a teólogos puritanos del nivel de William Ames, Richard Sibbes, John Cotton, Thomas Goodwin, Thomas Shepard, entre otros. Estos, a su vez, prolongaron su pensamiento. De igual modo, trascendió los límites físicos de Inglaterra por medio de sus obras, las cuales fueron preservadas a lo largo del tiempo y llegaron a traducirse en distintos idiomas. Por medio de ellas también alcanzó a grandes personajes como Jonathan Edwards, considerado el mejor teólogo de los Estados Unidos y figura importante del Gran Despertar en la era colonial de ese país.
Perkins falleció en 1602, con tan solo 44 años, debido a complicaciones derivadas por cálculos renales. El teólogo y obispo inglés James Montague predicó el sermón en sus honras fúnebres, usando como pasaje el texto de Josué 1:2 (LBLA), que dice: “Mi siervo Moisés ha muerto…”. Fue sepultado en el cementerio de la Great Church St. Andrews.
Sin duda, Perkins fue un cristiano que entendió la importancia del conocimiento teológico y la consecuente práctica de la piedad. Intentó, de acuerdo a su comprensión, lidiar con los problemas que se presentaron en la Iglesia de Inglaterra, aun defendiendo en los momentos propicios a quienes estaban al lado opuesto. Logró marcar el curso del pensamiento puritano y el cristianismo reformado en general con su influencia.
¿Qué se puede aprender de las perspectivas y la vida de William Perkins? ¿Sus posturas, así como su balance al abordar ciertos conflictos, pueden darnos luz sobre cómo lidiar con situaciones parecidas en el cristianismo contemporáneo?
Referencias y bibliografía
Perkins, William | Editorial Clie
Los Puritanos: William Perkins | Blog Evangelio
Conociendo a los puritanos (12): William Perkins, Trad. Caesar Arévalo | Blog Soli Deo Gloria
William Perkins (teólogo) | Academia Lab
William Perkins y los orígenes de la Casuística Reformada de Ian Breward | Contra-mundum.
Ramismo y retórica comparada de Victoria Pineda | Dialnet
Meet the Puritans: with a guide to modern reprints de Joel R. Beeke y Randall J. Pederson. Grand Rapids, MI: Reformation Heritage Books, 2006, 473.
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