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La Navidad ha sido una fiesta muy popular en Occidente desde hace unos siglos, y hoy innumerables cristianos la celebran. La palabra procede del latín nativātis, que significa ‘nacimiento’, y constituye una época para recordar la encarnación y nacimiento virginal de Cristo.
Sin embargo, la gran mayoría de eruditos bíblicos están de acuerdo con el hecho de que Jesús no nació exactamente el 25 de diciembre. Entonces, ¿cuál es el origen de esta festividad? Y, si en verdad el Señor no nació en la fecha que conmemoramos, ¿qué implicaciones tiene eso para nuestras costumbres navideñas?
El origen de la Navidad
Determinar una fecha exacta para el nacimiento de Jesús sería entrar en el plano de la especulación.
Por un lado, dos relatos bíblicos particulares han llevado a muchos a concluir que Jesús no nació en diciembre. El primero es el de los pastores que, según Lucas 2:8, cuidaban de sus rebaños al momento del nacimiento de Jesús. En Israel, diciembre marca el inicio del invierno, una estación caracterizada por temperaturas frías y lluvias, por lo cual los pastores solían resguardar a sus ovejas para protegerlas de las inclemencias del tiempo. Así, es poco probable que el nacimiento haya ocurrido en diciembre. El segundo relato es el de los sabios que vinieron de oriente siguiendo una estrella, descrito en Mateo 2:2. El invierno no habría sido la temporada más apropiada para realizar esa travesía, que probablemente se dio desde un lugar muy lejano.
Por otro lado, muchos contradicen estos argumentos afirmando que el invierno en Israel no es tan inclemente como en otros lugares del mundo. Además, señalan que el argumento de los sabios es problemático, ya que es posible que Jesús tuviera varios meses o incluso un par de años cuando ellos llegaron. Quienes afirman que la fecha probable de nacimiento es en diciembre, basan su argumentación en el hecho de que Zacarías, el padre de Juan el Bautista, sirvió en el templo en la segunda semana de Tishri, es decir, a finales de septiembre. Tras concebir con Isabel, Juan habría nacido nueve meses después, a finales de junio, lo cual coincide con su celebración litúrgica el 24 de junio, y como María visitó a Isabel cuando esta llevaba seis meses de embarazo, Jesús habría nacido varios meses después, para finales de diciembre.
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En todo caso, sin importar la posición que se tome en torno al mes de diciembre, es imposible asegurar que Juan el Bautista nació exactamente el 24 de junio, y que Jesús nació exactamente el 25 de diciembre. Pero ¿de dónde sale esta fecha en particular?
La celebración de la Navidad fue oficializada por primera vez el 25 de diciembre del año 336, durante el gobierno del emperador Constantino, el primero en respaldar la religión cristiana en Roma. Julio I, obispo de Roma que estuvo en su oficio entre el 337 y el 352, fijó la solemnidad de la Navidad el 25 de diciembre. Para inicios del siglo cuarto, ya existía cierto consenso sobre esta festividad.
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Con todo, es claro que la celebración no fue un invento de Constantino ni de Julio I. El historiador cristiano romano Sexto Julio Africano, que vivió entre los siglos II y III, fechó la concepción de Jesús el 25 de marzo, lo cual coincide con su nacimiento nueve meses después, el 25 de diciembre. Si bien lo que afirmó Sexto Julio no es prueba de que esa fecha sea definitiva, sí demuestra que la tradición llevaba ya tiempo entre los creyentes antes de que fuera oficializada.
Es mucho más probable que el origen de esta fecha haya sido cultural. En Roma se celebraban las fiestas saturnales entre el 17 y el 24 de diciembre, en honor a Saturno, el dios de la agricultura y el tiempo, pues por esa fecha se recogía la última cosecha. Aunque tuvo comienzos más humildes, con el tiempo, adquirió un ambiente carnavalesco y extravagante, donde las clases sociales se diluían y las personas intercambiaban regalos. Estos días coincidían con el solsticio de invierno (21 o 22 de diciembre en el hemisferio norte), momento en el que se comienza a tener más horas de luz solar. Por eso, poco después, el 25 de diciembre, conmemoraban el sol invictus, día en el que supuestamente el dios Sol, con su luz, tenía victoria sobre la oscuridad.
Ahora, ¿por qué los cristianos escogieron esta fecha para conmemorar el nacimiento de Cristo? Probablemente, querían oponerse al paganismo romano. En esa fiesta se rompían muchas tradiciones y normas cotidianas. Los festejos incluían desfiles, sacrificios de toros y banquetes extravagantes con comida y bebida excesivas, que reunían a toda la población –desde campesinos hasta la élite– en una celebración pública. Era común ver apuestas, espectáculos itinerantes y actos desinhibidos, como el regalo masivo de prostitutas por parte del emperador.
La práctica de elegir “reyes de Saturnalia” otorgaba a cualquier persona, sin importar su estatus, el poder de emitir mandatos absurdos, mientras que los disfraces y las bromas marcaban un ambiente de caos organizado. Estas actividades simbolizaban un retorno a la edad dorada de Saturno, donde no existían jerarquías ni restricciones.
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Para los cristianos, esta ocasión representaba una oportunidad simbólica para oponerse a las prácticas romanas y anunciar a Cristo como el verdadero Sol de justicia. En lugar de exaltar la creación con actos inmorales, buscaron honrar al Creador con una festividad piadosa y recordar la encarnación. Sin embargo, ya que antes de Constantino la religión cristiana era perseguida por la sociedad en general, probablemente se trató de una conmemoración llevada a cabo en lo secreto; fue más una especie de refugio frente al paganismo generalizado que podía corromperlos.
En todo caso, no hay forma de comprobar que la elección del 25 de diciembre fue deliberada. Los primeros escritores cristianos nunca hablaron sobre alguna trama o conspiración para encajar las fechas; más bien, vieron la coincidencia como una señal providencial, como una prueba natural de que Dios había elegido a Jesús sobre los falsos dioses paganos.
Agustín de Hipona exhortó a sus hermanos cristianos a no celebrar ese día solemne en honor al sol, como lo hacían los paganos, sino en adoración a Aquel que hizo el sol. Ambrosio de Milán describió a Cristo como el verdadero sol, quien eclipsó a los dioses caídos del antiguo orden. Clemente de Alejandría dijo:
Así como de no haber sol la oscuridad dominaría sobre todo el universo a pesar de todos los demás astros, así también si no hubiéramos conocido al Verbo de Dios y no estuviéramos iluminados por Él, estaríamos en (…) oscuridad.
Ahora, ¿la Navidad que celebramos en Occidente es una herencia directa de los primeros cristianos romanos o tiene orígenes más tardíos? ¿Qué sucedió en los 16 siglos posteriores a Constantino?
![Epifanía](https://biteproject.com/wp-content/uploads/2021/12/epifania-827x1024.jpg)
Navidad en Occidente
El tiempo faltaría para explicar todos los detalles del desarrollo de la Navidad desde Constantino. Sin embargo, hay tres ideas clave que nos ayudan a entender cómo llegó esta festividad a nuestros países hispanohablantes.
1. La Navidad, al tratarse de una celebración propia de la Iglesia católica por muchos siglos, fue rechazada por importantes sectores protestantes.
Por ejemplo, el reformador Ulrico Zwinglio, basándose en el principio regular de la adoración, afirmó que las iglesias solo debían hacer lo que las Escrituras exigen, por lo que la Navidad debía ser rechazada. No todos tuvieron la misma perspectiva, pues se sabe que Lutero celebró la Navidad, e incluso existe una leyenda de que él tuvo una importante influencia en la tradición del árbol.
[Puedes leer: ¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?]
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Pero el grupo de protestantes que quizás se opuso más a la festividad fue el de los puritanos. Para ellos, la Navidad era una imposición católica y anglicana que no tenía cabida en una adoración reformada; al ser separatistas, buscaron desconectarse de las tradiciones. Además, tenían el deseo de purificar el cristianismo eliminando todo lo que consideraban pagano. Para ellos, una fiesta que tenía sus raíces en la Saturnalia romana, que se prestaba para comportamientos desordenados y licenciosos, y que no era ordenada en la Biblia, no era apropiada para los cristianos.
Bajo el liderazgo de Oliver Cromwell en Inglaterra y en las colonias americanas, se prohibió oficialmente la festividad, promoviendo en su lugar una estricta observancia del día de reposo. Sin embargo, estas restricciones no siempre fueron bien recibidas, y muchas personas continuaron celebrándola en privado, hasta que la Navidad fue restituida como una festividad aceptada después de la restauración monárquica.
![Famoso cuadro que muestra a un gobernador puritano perturbando las celebraciones navideñas.](https://biteproject.com/wp-content/uploads/2021/12/hith-puritan-christmas-2-1024x645.jpg)
2. La Navidad tuvo un resurgimiento importante en Inglaterra en la época victoriana en el siglo XIX.
Esto se debió a una combinación de factores sociales, culturales y religiosos que transformaron la festividad en una celebración orientada al hogar y a la familia. La reina Victoria (1819-1901) y el príncipe Alberto (1819-1861), junto con inmigrantes alemanes y holandeses, desempeñaron un papel clave en la popularización de tradiciones como el árbol de Navidad y el intercambio de regalos. Por ese mismo tiempo, líderes cívicos estadounidenses deseaban reemplazar las tradiciones navideñas más antiguas, ruidosas y abundantes en alcohol por una fiesta más familiar.
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Este período también estuvo marcado por la industrialización, que permitió a la nueva clase media adoptar costumbres como el intercambio de regalos, la decoración de los hogares y el envío de tarjetas navideñas, todo gracias a la producción en masa y al tiempo libre. Paralelamente, el evangelicalismo promovió valores familiares y caritativos, realzando el carácter espiritual de la festividad.
Finalmente, las producciones literarias jugaron un papel clave. Escritores como Charles Dickens redefinieron la celebración como un tiempo de generosidad, compasión y reunión familiar, especialmente a través de obras como Canción de Navidad, escrita en 1843. También el Poema de Clemente Clarke Moore (1779-1863), conocido como Una visita de San Nicolás, escrito en 1822, contribuyó a formar la imagen moderna de Santa Claus.
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3. Estados Unidos ayudó a popularizar y globalizar la Navidad como una festividad centrada en la familia y el consumo.
A través de la comercialización, empresas como Coca-Cola consolidaron la imagen moderna de Santa Claus, mientras que los grandes almacenes y la publicidad promovieron el intercambio de regalos como una tradición esencial. Hollywood también contribuyó con películas clásicas como It’s a Wonderful Life (1946), traducida al español como Qué bello es vivir, que se convirtió en un importante clásico de la época. También se produjo música icónica como White Christmas y Jingle Bells, que difundieron una visión optimista y nostálgica de la Navidad, terminaron siendo himnos universales de la época y resonaron a nivel mundial.
La producción masiva de tarjetas, decoraciones y juguetes, junto con el auge de la globalización, permitió que estas tradiciones estadounidenses fueran adoptadas en diversas culturas. Con el tiempo, países de Asia, América Latina y Europa adoptaron prácticas como los árboles decorados, luces en los hogares y cenas familiares.
La influencia de Estados Unidos no solo se limitó al comercio y al entretenimiento, también definió una Navidad más secular y accesible para personas de diferentes religiones. Al enfatizar valores como la paz, la esperanza y la ayuda mutua, instituciones como el Ejército de Salvación y las campañas de caridad reforzaron el espíritu comunitario de la temporada. Hoy, millones de personas de todo lugar y creencia celebran la Navidad, sin hacer una conexión directa con el nacimiento de Cristo.
Pero, teniendo en cuenta todo este desarrollo histórico de la Navidad, vale la pena reflexionar en la siguiente pregunta: ¿deberíamos celebrarla hoy?
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¿Deberíamos celebrarla?
El concepto de la celebración ritual es clave para analizar la Navidad. Por ejemplo, los israelitas contaban con muchos días que tenían un significado sagrado y que debían guardarse de forma santa, como la Pascua y el Día de la Expiación. Pero, de acuerdo con el Nuevo Testamento, los cristianos ya no tenemos fechas sagradas que guardar. En ese sentido, la cena navideña no es más santa que las demás cenas del año.
Entonces, siguiendo el mismo razonamiento de los puritanos, algunos argumentan que no deberíamos celebrar la Navidad ya que no hay un mandato directo en la Biblia sobre esto. Sin embargo, para aquellos cristianos que deciden celebrarla, su valor no reside en que se trate de un día sagrado. En cambio, su propósito es apartar una temporada del año para recordar la encarnación de nuestro Señor Jesucristo, quizás en oposición a la tendencia consumista de nuestra cultura. Su función es similar a la celebración de la Reforma en octubre, que es una oportunidad para instruir a la congregación sobre la historia de la iglesia y la centralidad de las Escrituras.
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El pastor Sinclair Ferguson explica lo siguiente al respecto:
La Escritura no nos dice que (…) el último domingo de algún mes del año sea el “Domingo de Misiones”, o que otro fin de semana sea el aniversario de la iglesia. Nuestros ancianos y ministros toman esas decisiones para el bienestar espiritual de la congregación. Y si tenemos esa libertad, entonces, sin duda, también tenemos la libertad de pensar que podría haber un momento en el año en el que nos concentremos en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. (…) Los cristianos y las congregaciones que no marcan la encarnación de esta manera probablemente escucharán menos sermones y tendrán menos énfasis en la concepción, el nacimiento y los primeros días de nuestro bendito Señor que aquellos que sí lo hacen.
Ahora, ¿qué sucede con las celebraciones paganas que ya hemos mencionado? ¿Acaso un cristiano le rinde culto al “dios sol” al tener una cena navideña? No necesariamente. El pastor Ferguson vuelve sobre el ejemplo del día de la Reforma y afirma lo siguiente:
…eso es un poco como decir que el Domingo de la Reforma es una celebración pagana porque coincide con Halloween. De hecho, algunas iglesias comenzaron a realizar un servicio especial en el Día de la Reforma como un contraste directo con los eventos asociados con Halloween. Y, de hecho, históricamente, esa es una de las razones por las que la Navidad comenzó a celebrarse alrededor de la época del festival romano de Saturnalia. Era una forma de señalar al mundo pagano una historia mejor, un Dios infinitamente más grande que el dios romano Saturno. Era como decir: “Ustedes están adorando a la criatura, y queremos animarlos a adorar al Creador”.
Justamente, en la actualidad, millones de cristianos deciden celebrar la Navidad para recordar que el nacimiento de Cristo cumple las profecías más importantes del Antiguo Testamento. La unión de la naturaleza humana y la naturaleza divina en la Persona de Jesús hizo posible que Su muerte fuera un sacrificio aceptable delante de Dios, y nosotros pudiéramos ser perdonados y justificados de nuestros pecados por medio de la fe en la obra de la cruz. Estas son las Buenas Nuevas de gran gozo de las que habló el ángel a los pastores en el campo: “les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.
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El bien del otro en la Navidad
En todo caso, al no tratarse de un asunto dogmático, es fundamental considerar la conciencia personal. Hablando de la carne sacrificada a los ídolos, Pablo dijo a los corintios: “Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo”, animándolos a no ser tropiezo para otros. Algo similar sucede con la Navidad: tanto el que la celebra como el que no, deberían siempre cuidar de no afectar a quienes tienen una opinión contraria.
¿Cuáles son tus razones para celebrar o dejar de celebrar la Navidad? ¿Crees que es importante conocer el origen de la Navidad y de otras celebraciones comunes en nuestros países? ¿Cuáles son los desafíos más importantes que presenta la época decembrina? En tu opinión, ¿cómo crees que los cristianos pueden darle una importancia cada vez mayor a la encarnación de Jesucristo?
Referencias y bibliografía
Should We Celebrate Christmas? | Ligonier
Saturnalia - Rome's Awesome Pagan Christmas DOCUMENTARY | Invicta
Was Jesus Christ Born on December 25th? | Dr. Taylor Marshall
¿Qué enseñaban sobre la Navidad Lutero, Calvino y Zwinglio? | Teología Sana
Pagana, católica, secular y consumista: narraciones en contra de la Navidad | BITE
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