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¿Cómo podemos alcanzar a los así llamados “nones”? Este término común ha sido utilizado por estudiosos de la religión para referirse a ateos, agnósticos y quienes no creen en nada en particular.
De acuerdo con un estudio reciente de Pew Research, alrededor del 28 % de los adultos en Estados Unidos son nones. Esto ha superado el porcentaje de personas que se identifican como “protestantes evangélicos” en ese país, que alcanza solo el 24 %. Sin duda, es muy posible que esta misma tendencia se esté presentando actualmente en otros países del mundo.
¿Cuáles son las creencias de los nones? ¿De qué formas los cristianos pueden tener mejores conversaciones con ellos? En este artículo hablaremos de los datos más relevantes de tres áreas de su cosmovisión: la religión, la ciencia y la moralidad.
Las creencias acerca de la religión
Cuando Pew Research les preguntó a los nones por qué no eran religiosos, sus respuestas demostraron que no necesariamente rechazan la idea de que Dios existe. Más bien, casi dos terceras partes (60 %) dijeron que cuestionaban muchas de las enseñanzas religiosas, aproximadamente la mitad (47 %) dijo que “no les agradaban las organizaciones religiosas”, y el 30 % que había tenido “malas experiencias con personas religiosas” en el pasado.
De hecho, gran parte de ellos no son “incrédulos” en un sentido radical. Aunque la mayoría no percibe a Dios de la forma en que se ha “descrito en la Biblia”, sí considera que hay una deidad. Solamente el 29 % rechazó completamente la noción de que hay algún poder superior o una fuerza espiritual en el universo, mientras que más de dos terceras partes (69 %) piensa que sí lo hay. Así, el problema de los nones es específicamente la religión organizada, no la creencia misma en Dios.
“Quieren mirar más allá de sí mismos, pero desconfían de las organizaciones, incluida la iglesia”, dijo Mark Teasdale, profesor de evangelización en el Seminario Teológico Garrett-Evangelical, para Christianity Today. “El problema es que esto los deja solos y sin un sentido de propósito porque se aíslan de la comunidad”.
Además, Pew Research también encontró que el rechazo de los nones hacia la religión no les impide buscar alguna especie de espiritualidad: casi la mitad (49 %) afirma que esa área es muy importante para ellos. De hecho, la mayoría cree que aparte de los humanos, los animales y partes de la naturaleza como montañas, ríos o árboles pueden tener espíritus o energías espirituales.
[Puedes leer: Los cristianos en un mundo espiritualmente abierto].
¿Cómo están aprovechando los cristianos la apertura de los nones a creer en una deidad? Ya que su conflicto es principalmente con las religiones organizadas, los creyentes podrían persuadirlos a un conocimiento sincero de Dios en Su Palabra. Esto podría llevarlos a entender que es Dios mismo quien ha determinado en la Escritura cómo debemos organizarnos en nuestras comunidades de fe. También verán que la iglesia no es una mera institución humana, sino que fue ordenada por Él.
Las creencias acerca de la ciencia
A los nones se les preguntó respecto a sus perspectivas sobre la influencia de la religión en la sociedad, a lo cual muy pocos respondieron que consideran su rol como principalmente positivo: el 43 % opina que hace más daño que bien, el 41 % considera que hace cantidades iguales de bien y de daño, y tan solo el 14 % piensa que hace más bien que daño. En resumen, aunque un pequeño porcentaje cree que las creencias religiosas dan sentido y propósito a las personas y las motiva a hacer el bien a otros, la mayor parte piensa que promueven problemas como la intolerancia y la superstición.
En cambio, la mayoría de los nones piensa que la ciencia hace más bien que daño a la sociedad, y en comparación con las personas afiliadas a alguna religión, tienen una visión mucho más positiva al respecto. Sin embargo, esta perspectiva no impide que la mayoría incluya otras explicaciones para la existencia en su cosmovisión personal, pues muchos de ellos creen que hay límites en lo que la ciencia puede lograr. Por ejemplo, el 44 % dice que hay una explicación científica para todo, mientras que el 56 % afirma que hay cosas que no se pueden explicar científicamente.
Eric Hernández, un apologista de los Bautistas de Texas especializado en conectar con las generaciones más jóvenes, subrayó para Christianity Today la importancia de que la iglesia sea un espacio seguro para preguntas e interacción intelectual. Mencionó que los eventos de preguntas y respuestas han atraído a miembros de la comunidad que no tienen iglesia y no están afiliados a una religión. Este apologista afirma estar entusiasmado por responder sus preguntas sobre ciencia y fe, o corregir visiones distorsionadas o incompletas del cristianismo.
Así, ¿de qué manera estamos conectando la fe con la ciencia? Los nones reconocen que no todo tiene una explicación científica, y eso representa una oportunidad para tener un diálogo con ellos. de Dios, además de ser el Creador de todo lo que la ciencia estudia, está más allá de esa ciencia y solo puede ser conocido por medio de Su Palabra y el poder de Su Espíritu. El anhelo del creyente es que los nones experimenten lo mismo que Francis Collins, el genetista y líder del Proyecto Genoma Humano, afirmó sobre su conversión:
...me quedó claro que la ciencia, a pesar de sus incuestionables poderes para revelar los misterios del mundo natural, no me llevaría más lejos para resolver la cuestión de Dios. Si Dios existe, debe estar fuera del mundo natural, y por lo tanto las herramientas de la ciencia no son las adecuadas para conocerlo. Aún acosado por las incertidumbres del camino por el que había iniciado, tenía que admitir que había llegado al umbral de aceptar la posibilidad de una visión espiritual del mundo, incluyendo la existencia de Dios.
[Puedes ver: ¿Es la ciencia incompatible con la fe?]
Las creencias acerca de la moralidad y el involucramiento en asuntos civiles
En cuanto a la moralidad, tanto los nones como los que se afilian a una religión afirman que es posible ser moral y tener buenos valores sin creer en Dios. Al decidir entre lo correcto e incorrecto, el 83 % de ellos señala que el deseo de evitar herir a otras personas es un factor clave. Además, el 82 % afirma que la lógica y la razón son “extremadamente importantes” o “muy importantes” en sus decisiones éticas.
La apologista Mary Jo Sharp, fundadora de Confident Christianity y profesora en la Universidad Cristiana de Houston, ha notado que los adolescentes y jóvenes de hoy tienden a enmarcar sus preguntas sobre Dios en función de cómo ven que los cristianos viven la fe que profesan. “Por ejemplo, la pregunta tradicional sobre el mal se transforma en ‘Si Dios es bueno, ¿por qué se comportan tan mal los cristianos?’”, dijo Sharp para Christianity Today. “La hipocresía de los creyentes cristianos se ha convertido en una de sus preocupaciones apologéticas más frecuentes”.
Con eso en mente, ¿cómo podemos tener una conversación acerca de la moralidad que lleve a las personas a Cristo? Definitivamente la Biblia enseña que no es por buenas acciones que alguien puede salvarse (Ef 2:8-9). Entonces, el hecho de que los nones reconozcan que la moralidad no está necesariamente ligada a la afiliación religiosa es algo bueno, pues se les puede mostrar la gran necesidad que todos tenemos de Cristo debido a que somos pecadores. Sin embargo, también nos desafía a ser cuidadosos con nuestra conducta, como dice en Santiago 2:14 (NBLA): “¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras?”.
Además, a través de una variedad de medidas, Pew Research mostró que los nones están menos involucrados cívicamente y conectados socialmente que las personas que se identifican con una religión. En promedio, son menos propensos a votar y a “haberse ofrecido como voluntarios recientemente”, y están menos satisfechos con sus comunidades locales y vidas sociales.
Pero las investigaciones demostraron que el factor determinante en la participación civil no es la afiliación a una fe en particular, sino el hacer parte de una comunidad. Por ejemplo, explicó Pew Research, los creyentes que asisten a servicios eclesiásticos al menos una vez al mes se ofrecen como voluntarios de manera muy frecuente (41 %). Esto supera las cifras tanto de las personas afiliadas a una religión que no asisten regularmente a servicios (17 %), como a los nones (17 %).
En conclusión, el involucramiento cívico y la participación en formas de voluntariado constituyen oportunidades para atraer a los nones a la fe. Jesús mismo les dijo a los discípulos que el amor entre ellos daría testimonio de que eran Sus discípulos (Jn 3:35).
[Puedes ver: En 2070, el cristianismo dejaría de ser la religión mayoritaria en los Estados Unidos]
Un llamado al diálogo
¿Los nones serán cada vez más numerosos que los protestantes evangélicos? Eso no está claro aún. Según Pew Research, su crecimiento parece haberse detenido después de incrementar por décadas y, por su parte, el número de protestantes evangélicos sigue aumentando, aunque el porcentaje frente a la totalidad de la población sea cada vez menor.
Pero los números no son lo más importante. Al final, sea cual sea el origen de sus creencias, los nones siguen necesitando el evangelio de Jesucristo. “Tenemos la oportunidad de alcanzarlos volviendo al centro de nuestra fe y mensaje”, dijo para Christianity Today la teóloga Katie McCoy, directora del ministerio femenino en los Bautistas de Texas. “El evangelio sigue siendo el evangelio. No importan las tendencias culturales; la gente sigue buscando todo lo que Jesús ofrece”.
[Puedes ver: ¿Por qué la mayoría de los no afiliados religiosos de EE.UU. aún pueden ser alcanzados por la iglesia?]
¿La gran cantidad de personas que se identifican como nones representa un obstáculo para los creyentes o una oportunidad? Definitivamente, una oportunidad, pero solo si los cristianos están dispuestos a entrar en conversaciones con ellos. ¿Qué pasaría si, en lugar de verlos como el bando opuesto, se les viera con amor y se les comprendiera? Quizás se lograría el espacio necesario para el debate sano y, por qué no, la conversión. En este sentido, necesitamos tener un espíritu de diálogo, como el que expresa Timothy Keller en su libro ¿Es razonable creer en Dios?:
Recomiendo dos procesos complementarios a mis lectores. Insto, en primer lugar, a los escépticos a enfrentarse a la “fe ciega” no examinada sobre la que se asienta el escepticismo y a ver entonces cuán difícil es justificar su postura de cara a los que no la comparten. E insto igualmente a los creyentes a hacer frente a las objeciones personales y culturales que puede que le planteen a su fe. Al final de cada uno de esos procesos (y aun si te ratificas en tu escepticismo o si, en el otro extremo, sigues firme en tu fe), serás capaz de ver con mayor claridad y humildad cuál es, en realidad, tu postura de fondo. Creo que entonces se producirá una comprensión y un respeto mutuo no existentes con anterioridad. Creyentes y no creyentes por igual estarán en el nivel de desacuerdo, en vez de tan solo denunciarse entre sí. Eso se hará realidad cuando cada parte conozca la argumentación contraria en su vertiente más positiva y razonada, y tan solo entonces será oportuno y honesto mostrarse en desacuerdo según su propia argumentación. El resultado general sería una mayor convivencia cívica, lo cual no es una pequeña hazaña en la sociedad actual.
Referencias y bibliografía
Los 'nones' en Estados Unidos: quiénes son y qué creen | Pew Research
¿Ha llegado a su fin el aumento de los 'nones' en Estados Unidos? | Pew Research
Por qué los evangélicos no temen ser superados en número por los nones | Christianity Today
Cada vez menos latinos en Estados Unidos se consideran creyentes | CNN
¿Es razonable creer en Dios? de Timothy Keller
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