En Pakistán, una nación con más de 229 millones de personas y en la que el Islam es la religión predominante, los cristianos conforman una minoría de 4.2 millones, cerca del 2 % de la población general. Es preocupante el hecho de que sean frecuentemente maltratados, hostigados por su fe y considerados ciudadanos de segunda clase.
Recientemente, las ‘leyes contra la blasfemia’ han agudizado dicha problemática. A continuación, hacemos una revisión del papel que han jugado tales leyes en la vida diaria del país y cómo están siendo usadas para perseguir a los creyentes en Cristo.
Persecución a los cristianos en Pakistán
Según Puertas Abiertas, la organización evangélica que lucha por los derechos de los cristianos perseguidos en el mundo, aquellos que viven en Pakistán se enfrentan a una discriminación constante en casi todos los aspectos de la vida. Un ejemplo de esto es que las autoridades públicas les reservan los empleos considerados como degradantes o inferiores (de menor paga y con mayores riesgos).
La precarización laboral de los cristianos los empuja a los márgenes de la sociedad y frecuentemente los deja en una condición de vulnerabilidad en múltiples aspectos de la vida diaria. Además, no tienen una representación política de líderes que velen por sus derechos en el parlamento o la rama ejecutiva.
Por el contrario, están desprotegidos, incluso físicamente. En los últimos años, se han producido ataques individuales y constantes contra creyentes; los ataques contra los templos no son frecuentes, pero también ocurren ocasionalmente. Puertas Abiertas ubica a Pakistán en el puesto número 7 de las naciones en donde los cristianos enfrentan los mayores niveles de hostilidad y persecución.
Restricciones mediante las leyes contra la blasfemia
Debido a que la religión oficial de Pakistán es el Islam y a que consideran el Corán como su norma máxima de vida, los líderes conservadores han buscado proteger la identidad religiosa y cultural del país por medio de las denominadas ‘leyes contra la blasfemia’. Estas generalmente tienen amplias restricciones a la libertad de expresión de los ciudadanos, tanto para debatir asuntos de fe públicamente como para castigar cualquier crítica a la doctrina establecida.
Las leyes contra la blasfemia no son aplicadas de manera uniforme en el país. Estas disposiciones casi siempre tienen como objetivo a las minorías religiosas, especialmente a los cristianos. Cerca de una cuarta parte de los casos judiciales presentados por este asunto involucra a cristianos acusados de blasfemar contra el Corán o Mahoma.
Puertas Abiertas ha señalado que el número de personas judicializadas con base en estas normas va en aumento y los cristianos pueden permanecer en la cárcel durante años (siendo inocentes incluso) antes de que se dicte una sentencia. Como resultado, la simple existencia de las leyes contra la blasfemia, sumada a un sistema judicial corrupto y débil, termina creando formas de hostilidad en contra de los cristianos pakistaníes.
El uso de las leyes contra la blasfemia para perseguir a los cristianos
Es importante destacar que las leyes contra la blasfemia no operan en el vacío, sino que tienen efecto en una realidad social y cultural concreta. En las naciones islámicas, este tipo de medidas son usadas frecuentemente como excusa para hacer falsas acusaciones en contra de las minorías religiosas a las que se quiere discriminar y marginar de la vida pública.
Las falsas acusaciones también pueden enardecer los ánimos de los ciudadanos musulmanes, quienes se sienten ofendidos por las supuestas blasfemias. Ellos toman justicia por mano propia, ya sea amenazando o incluso asesinando a los acusados. Amnistía Internacional (AI) ha informado desde 2016 que los asesinatos por ‘delitos de blasfemia son una de las realidades a las que se enfrentan los cristianos en el país asiático.
“Hay pruebas abrumadoras de que las leyes sobre la blasfemia en Pakistán violan los derechos humanos y alientan a las personas a tomarse la justicia por su mano. Cuando se acusa a una persona, ésta queda atrapada en un sistema legal que ofrece pocas garantías, presupone anticipadamente su culpabilidad y no la protege de las personas dispuestas a utilizar la violencia”, señaló Audrey Gaughran, directora de Asuntos Temáticos Globales de AI en el 2016.
¿Por qué las leyes contra la blasfemia de Pakistán son tan preocupantes?
En el informe As good as dead: El impacto de las leyes contra la blasfemia en Pakistán de Amnistía Internacional, se señaló cómo los acusados por delitos de blasfemia se enfrentan a toda una odisea legal para demostrar su inocencia. Incluso, aunque las personas logren ser absueltas y liberadas, lo cual ocurre después de mucho tiempo, la honra y la dignidad de los acusados ya han sido puestas en tela de juicio.
Como resultado de los procesos legales, aquellos que quedan libres pueden continuar enfrentándose a graves amenazas contra su vida una vez que están fuera de la cárcel. En este sentido, la mezcla de persecución gubernamental y civil hace que las leyes de blasfemia sean tan preocupantes, pues generalmente conducen a un estado de zozobra y amenaza permanente para los miembros de la Iglesia cristiana.
¿Cómo se aplican las leyes de blasfemia en Pakistán?
Amnistía Internacional informó que el proceso inicia después de que se ha formulado una denuncia, generalmente de un vecino o un conocido del señalado. Estas acusaciones también pueden surgir de la necesidad de ‘resolver’ disputas entre personas que no se llevan bien y a quienes les es posible acudir a los organismos estatales para formular acusaciones falsas a modo de venganza.
Luego de la acusación, la policía detiene al señalado sin siquiera verificar si cometió el supuesto delito. Tras la presión ciudadana, las causas judiciales se remiten a la fiscalía, incluso sin que se hayan aportado pruebas que sustenten las acusaciones. Cuando la persona ha sido acusada formalmente, puede quedar en prisión sin derecho a fianza, enfrentándose a un juicio largo y sin garantías.
Después de que un acusado es encarcelado, los procesos legales pueden verse acompañados de violencia, tanto en contra de sus abogados defensores como de sus familiares. Los informes de organizaciones humanitarias internacionales indican que la legitimidad de los procesos legales puede verse comprometida por el miedo y la corrupción que imperan en el sistema judicial.
Los abogados, policías, fiscales y jueces son presionados por la ciudadanía y no pueden realizar su trabajo con transparencia, imparcialidad y sin miedo. Esto conduce a que muchas condenas recaigan sobre personas totalmente inocentes. Así mismo, es necesario decir que aunque la aplicación de la justicia fuera transparente y libre de presiones, las condenas seguirían siendo injustas, pues no corresponden con la gravedad de las acusaciones.
No es correcto que un ciudadano cristiano o de otra minoría religiosa se burle de Mahoma, del Corán o de la religión islámica. Pero, si así lo hiciera y la acusación de blasfemia tuviera sustento, esta falta moral no es lo suficientemente grave como para exigir penas de prisión y mucho menos de muerte.
Por su parte, las organizaciones de derechos humanos concluyen que las leyes contra la blasfemia de Pakistán incumplen con las obligaciones jurídicas internacionales de respetar y proteger la libertad de religión, opinión y expresión. Estas violaciones se hacen más evidentes por el hecho de que Pakistán es un suscriptor de la Carta de Naciones Unidas y se ha comprometido a velar por las libertades civiles en múltiples tratados.
Teniendo en cuenta todos los problemas que han traído consigo las leyes de la blasfemia y la injusticia de las mismas, las organizaciones de derechos humanos también han solicitado al gobierno pakistaní su abolición. Hasta el momento el gobierno no ha escuchado tales pedidos.
Una persecución con consecuencias mortales
Uno de los aspectos más desgarradores de los estatutos en cuestión es que, eventualmente, podrían terminar en la pena de muerte de los acusados. Así lo ha detallado el periódico evangélico Christianity Today, la cual informó el pasado 6 de julio de 2023 que dos jóvenes cristianos, de 18 y 14 años, han sido judicializados por manifestar “irrespeto al profeta Mahoma” y podrían verse enfrentados a ese castigo.
Myriam Renaud, una académica que escribe para Christianity Today y que ha seguido de cerca la evolución del extremismo islámico en Pakistán, indicó que el Islam ultraconservador está intrínsecamente relacionado con la cultura y prácticamente ha dado forma a la identidad nacional del país. Además, ha desempeñado un papel determinante en la persecución de los cristianos.
¿Cuál es el origen de los cristianos pakistaníes y de la persecución a la que son sometidos?
Para entender la persecución y las luchas que enfrentan los cristianos en Pakistán es necesario dar una mirada a la historia. Muchos de ellos se convirtieron como resultado de actividades misioneras en la región del Punjab, cuando India y Pakistán conformaban un solo país gobernado bajo el Imperio Británico. Este podría ser un caso típico de una colonización atada a esfuerzos misioneros, en donde las fracturas y los crímenes históricos siguen teniendo un impacto en los ciudadanos.
Las primeras misiones fueron desarrolladas por británicos y americanos en una sociedad mayoritariamente hindú, con un estricto sistema de castas. Los predicadores se enfocaron en las clases altas de la sociedad, con la idea de que estas desarrollaran un cambio social que se extendiera a las castas inferiores. Sin embargo, en el largo plazo, este enfoque falló en su esfuerzo de atraer un amplio número de conversos.
Como en la India Británica, hoy el sistema de castas en India y Pakistán se encuentra fuertemente arraigado. En el hinduismo, es parte de la visión religiosa: se cree que cada persona ha nacido en una casta particular por motivos espirituales, así que, de acuerdo a ella, se le otorga una ubicación social. Esto permite comprender por qué a los cristianos pakistaníes se les relega a los puestos de trabajo con menores pagos y mayores peligros.
Cada una de las casi 3000 castas en la India se encuentra asociada a ciertos tipos de profesiones y oficios. Se espera que las personas de las clases sociales más bajas se dediquen a trabajos considerados contaminantes o degradantes. Además, debido a la creencia tan arraigada entre la población de que esta estratificación tiene un trasfondo espiritual, el ascenso social es un evento que ocurre de forma muy ocasional.
A pesar de los fallos que hubo en su labor, muy pronto los misioneros aprendieron la lección. Dejaron de enfocarse en los ricos de la sociedad y la labor evangelística dio un giro radical, muchas personas empezaron a convertirse. No tardaron en bautizar a personas de castas bajas o incluso sin casta. La pertenencia al cristianismo sacaba a la gente del sistema de castas y le permitía el acceso a la tan deseada movilidad social.
Muchos en la región del Punjab se hicieron cristianos protestantes o católicos justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se hizo la partición de la nación, se les dio un lugar a los musulmanes, quienes eran minoritarios en la India. Entonces, Pakistán surgió como un país independiente. Allí también se ubicó una sección del Punjab, donde vivían la mayoría de los cristianos de la antigua India Británica.
Debido a que el Islam rechaza el sistema de castas o no cree directamente en él, muchos cristianos optaron por permanecer en el Punjab pakistaní, considerando que allí estarían mejor. Pero se consolidaron como una minoría en la que el sistema de castas continuaba imperando, ya no con base en creencias religiosas sino como un sistema profundamente arraigado debido a convicciones culturales.
Así es como podemos entender hoy por qué muchos de los cristianos pakistaníes provienen de estratos sociales bajos o son relegados a ellos. Es precisamente su vulnerabilidad histórica (fundamentada en el sistema de castas) la que hace que sean tan vulnerables a la persecución y el hostigamiento.
Cómo se discrimina económicamente a los cristianos en Pakistán
Hoy, muchos cristianos pakistaníes, incluyendo a los que viven en las grandes ciudades, continúan asignados a trabajos mal pagados en la industria de la limpieza. De hecho, el gobierno ha adoptado una política para reservarles los puestos de trabajo de limpieza a las minorías religiosas. De esta forma, el sistema de castas impera aún en Pakistán, incluso a pesar de que el país no es mayoritariamente hindú sino musulmán.
Un ejemplo sobre cómo la discriminación económica de las minorías religiosas continúa son los anuncios publicitarios para empleos en el sector de la limpieza. Las agencias del gobierno y las empresas casi siempre especifican que buscan trabajadores no musulmanes para estos puestos.
En 2017, UCANews, una agencia local de noticias, denunció a una corporación municipal por cómo ofrecía contratos para cerca de 450 personas en el área de la limpieza. Quienes resultaron contratados tuvieron que hacer un juramento, por su fe, en el que declararon estar dispuestos a hacer prácticamente cualquier trabajo y a no salirse de sus funciones.
Con una discriminación religiosa extendida, los cristianos del país no tienen otras opciones laborales que los trabajos más precarios, como la limpieza. De esta manera, los creyentes se ven sometidos a condiciones de pobreza, incluso en las regiones y ciudades que gozan de una gran prosperidad económica.
¿Cómo evolucionaron las leyes antiblasfemia con las que hoy se persigue a los cristianos?
Un evento que definió la historia de Pakistán fue el ascenso al poder del general Muhammad Zia-ul-Haq, quien gobernó el país como dictador entre 1978 y 1988. Él fue quien llevó a cabo la islamización del país y reforzó las leyes contra la blasfemia, las cuales no diferían demasiado de las de otros países musulmanes.
El dictador pakistaní impulsó cambios en las leyes antiblasfemia e hizo que cualquier burla contra el profeta Mahoma recibiera la sentencia de cadena perpetua o, en algunos casos, la pena capital. De esta manera, desde los años ochenta, cientos de casos de blasfemia se han presentado en contra de cristianos y miembros de otras minorías religiosas.
En los años noventa, la aplicación de estas leyes ya era común. Más aún, su uso contra los cristianos ya estaba documentado en la academia. Linda Walbridge, una antropóloga estadounidense, señaló lo siguiente: “Los cristianos ciertamente creen que son objetivo de una persecución sistemática [...] la cual viene en forma de leyes que son crecientemente usadas contra ellos”.
Pero las leyes contra la blasfemia no siempre se aplican por motivos religiosos, incluso no siempre se trata de un asunto de discriminación en contra de los creyentes. Como habíamos mencionado, estas disposiciones también se usan para ‘resolver’ disputas personales y de negocios.
Christianity Today relató que, en un incidente, una pareja de cristianos rechazó pagar un préstamo a un musulmán. Cuando los vecinos del musulmán se enteraron de esto, una multitud fue a la casa de los cristianos y los quemó vivos, después de acusarlos de blasfemia.
Casos recientes de persecución religiosa por leyes de blasfemia
Uno de los últimos casos con ese tipo de acusaciones involucra a dos jóvenes católicos de la ciudad de Lahore: Adil Masih, de 18 años y Simon Nadeem Masih, de 14, los cuales fueron acusados por un policía, Zahid Sohail, de haber llamado a una mascota Muhammad Ali (por el nombre del profeta y su yerno) y después haberse reído.
Los jóvenes fueron acusados según la sección 295-B de los estatutos de blasfemia y enviados a la prisión Pakpattan para su arresto preventivo. Posteriormente, fueron liberados bajo fianza el 13 de mayo. El padre de uno de ellos señaló en su defensa que “ellos tienen buenas relaciones con sus vecinos musulmanes, que estos los conocen y saben que ellos serían incapaces de herir sus sentimientos religiosos”.
Este caso, que ha ganado gran prominencia internacional, se suma al de Mussarat Bibi, de 45 años, una mujer que fue liberada a principios de mayo después de ser arrestada bajo cargos de blasfemia. Una compañera de trabajo musulmana la acusó de quemar, de forma intencional, varios papeles que contenían versos del Corán.
Mussarat Bibi y su compañera estaban trabajando como funcionarias de una escuela pública en Pakpattan. Ambas tenían la tarea de reunir los desperdicios de papel de la escuela y quemarlos, pero después algunos estudiantes notaron que entre los papeles quemados algunas páginas contenían textos sagrados.
En julio de 2022, un cristiano de 34 años, también de Lahore, fue condenado a muerte por una supuesta blasfemia contra Mahoma. Las indagaciones del caso revelaron que las acusaciones tenían motivaciones distintas a las contempladas en el código penal. La agencia de noticias Fides informó que el acusado era Ashfaq Masih, un padre de familia que dirigía un taller próspero de mecánica de motocicletas y bicicletas.
Al parecer, un vecino musulmán, Muhammad Naveed, había discutido con él y estaba resentido porque la clientela local le prefería. Igualmente, otro musulmán, Muhammad Irfan, estaba resentido con el mecánico cristiano porque este le exigió el pago por una reparación de una motocicleta e Irfan se negó. Después de los dos incidentes, Naveed e Irfan se unieron para presentar cargos de blasfemia contra el cristiano.
Ashfaq Masih comunicó todo lo sucedido a la policía y señaló que jamás se burlaría del profeta Mahoma, a quien dice respetar “con todo su corazón”. Las organizaciones de derechos humanos, como Voice for Justice, indicaron que “la condena a muerte de Ashfaq Masih generaba gran decepción entre la comunidad cristiana de Pakistán, en particular entre todos los demás presos acusados de blasfemia, así como sus familias”.
Desde 1987 hasta 2021, se presentaron 1949 denuncias de blasfemia en Pakistán, de las cuales 281 fueron contra cristianos y 84 de las personas acusadas fueron asesinadas de manera extrajudicial. Se desconoce el número de condenados a muerte como resultado de un juicio.
Un llamado urgente a los cristianos de todo el mundo
Las leyes contra la blasfemia de Pakistán representan un desafío crítico para la libertad religiosa. Enfrentar este hostigamiento y persecución de manera eficaz demanda una acción conjunta y decidida por parte de los cristianos de todo el mundo. Un primer paso es realizar denuncias públicas y visibilizar la situación que enfrentan los cristianos pakistaníes por cuenta de estas normas.
Así mismo, se hace necesario que los gobiernos y organizaciones multilaterales demanden al estado de Pakistán para que le ponga fin a este tipo de leyes. ¿Cómo? Los cristianos y las organizaciones de ayuda humanitaria pueden ejercer presión sobre sus respectivas autoridades gubernamentales, haciéndoles un llamado a la acción.
Finalmente, la oración es indispensable: debemos recordar que el destino de los creyentes descansa en las manos del Señor. La continua actividad misionera y el apoyo a las organizaciones cristianas de ayuda humanitaria también serán fundamentales para poner fin a la ignominia a la que son sometidos los cristianos de este país.
Sea cual sea el camino de acción que elijamos, los cristianos debemos recordar que la indiferencia ante el pecado de la persecución y el sufrimiento de nuestros hermanos perseguidos no es una opción.
Referencias:
Puertas Abiertas: Pakistán - Puertas Abiertas (puertasabiertasal.org)
Amnistía Internacional: https://www.amnesty.org/es/latest/press-release/2016/12/pakistan-how-the-blasphemy-laws-enable-abuse/
Christianity Today: https://www.christianitytoday.com/ct/2023/july-web-only/christian-teens-arrested-in-pakistan-could-face-death-penal.html
Christian Post: https://www.christianpost.com/news/2-christian-teens-accused-of-blasphemy-in-pakistan.html
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |