La reapertura de muchas iglesias, tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos, con restricciones, indican que mientras no exista una solución definitiva a la crisis (una vacuna, según los expertos en epidemiología) la vida no volverá a ser igual en los lugares de culto y de aglomeración. Este también podría ser el panorama para las iglesias en Hispanoamérica.
Luego de un cierre para ayudar a frenar la propagación del coronavirus, las mega iglesias en Corea del Sur se han reabierto desde este domingo 26 de abril, aunque con ciertas restricciones de distanciamiento social vigentes.
Aunque el país asiático tiene una política de distanciamiento social vigente hasta el 5 de mayo, el gobierno ha permitido a las entidades religiosas y deportivas un "alivio" de las regulaciones, según Reuters.
La Iglesia Onnuri en Seúl, que tiene un espacio con capacidad para 3.000 personas, tiene ahora un límite de 700 asistentes para el culto, que deben registrarse en línea para asistir y a los cuales se les asignarán previamente los asientos.
Los miembros de las iglesias han expresado su confianza en que las autoridades puedan trabajar de manera efectiva para contener la propagación del virus.
“No he estado temeroso. Creo que la iglesia cumplirá con los principios de seguridad", dijo Kang Hye-mi, un feligrés de 29 años de la Catedral Católica de Myeongdong en Seúl, según informó Reuters.
Yang Sun-kyung, quien fue a la iglesia de Onnuri por primera vez en dos meses, dijo que puede concentrarse mejor cuando asiste a la iglesia en lugar de durante la culto en línea, lo que a veces distraía.
"Espero que esta (nuestra iglesia) pueda ser un caso ejemplar para otros", dijo Han Jin-gun, un fiel de 34 años de Onnuri.
A principios de este año, la Iglesia de Jesús de Shincheonji, un grupo religioso secreto considerado por muchos como una secta, se convirtió en el epicentro de la pandemia de coronavirus en Corea del Sur.
El grupo se relacionó con el brote de COVID-19 en el país, representando aproximadamente la mitad de los casos de la nación, con más de 10,000 infecciones vinculadas a la Iglesia.
Lee Man-hee, presidente de la Iglesia Shincheonji, realizó una conferencia de prensa en marzo expresando disculpas por la contribución de su grupo religioso a la propagación del virus.
“Me gustaría disculparme sinceramente con todo el pueblo de Corea por esta crisis. Aunque no fue a propósito, hemos visto un aumento dramático en pacientes confirmados”, afirmó en ese momento.
"Para evitar una mayor propagación del COVID-19... las autoridades han trabajado duro y nosotros, en Shincheonji, estamos cooperando totalmente con los funcionarios para detener la propagación también. Pondremos en pie todas las medidas y brindaremos nuestro mayor apoyo en todas las áreas”, dijo Lee Man-hee.
El domingo, las autoridades de salud de Corea del Sur expresaron su preocupación por el resurgimiento del virus, con más personas saliendo los fines de semana a medida que las reglas de distanciamiento social disminuyen y antes de las vacaciones que comenzarán el jueves.
“Hay una mayor probabilidad de infección en lugares confinados y densos como iglesias, clubes y bares, especialmente entre los veinteañeros que representan el mayor grupo de las personas infectadas”, explicó Jeong Eun-kyeong, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC), en una sesión informativa.
En todo el mundo, un gran número de iglesias cerraron sus puertas como medida de cooperación con los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus, y muchos se trasladaron a los servicios de adoración en línea.
En los Estados Unidos de América, algunos estados planean aliviar las restricciones a las reuniones masivas, y se espera que las iglesias y otros lugares de culto tengan reaperturas graduales y organizadas.
En Missouri, Summit Church of Bozeman, una iglesia local, está planeando reiniciar los servicios de adoración presenciales, aunque se adhieren a las recomendaciones de distanciamiento social.
"Establecer sillas a 6 pies de distancia donde las personas tengan esa seguridad en la distancia, tener desinfectante de manos disponible", serán las medidas que se tomen, tal y como explica el pastor principal de Summit Church, Lance Steeves, a los medios locales.
“Habrán estaciones instaladas donde la gente estará constantemente limpiando. Los servicios serán más breves, se le dará espacio a las personas para que puedan hacer el lavado de manos. También hablamos de cerrar espacios de reunión que no son indispensables como la cafetería”, señaló el Pastor Steeves.
Debe señalarse que aunque las iglesias empiezan a abrir, con restricciones y medidas de cuidado, este escenario podría ser reversible. Es decir, las autoridades estarán al tanto de la eficacia de las medidas y podrían llamar a un cierre de nuevo si los casos de contagio resurgen.
Con información de Reuters y The Christian Post
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