Estados Unidos ya supera los 200 mil contagiados por el Covid-19; es ahora la nación epicentro del virus a nivel mundial. Por tal razón, las medidas de aislamiento se han incrementado para disminuir su propagación. Según proyecciones de la Casa Blanca, esta pandemia provocará entre 100.000 y 240.000 muertes en el país.
Esta difícil situación ha desestabilizado no solo la economía de la potencia mundial, también lo ha hecho en cómo la iglesia de Cristo vive ahora su vida congregacional. Barna Group, una organización privada y que se dedica a comprender las tendencias culturales relacionadas con valores, creencias y actitudes ha seguido detalladamente el comportamiento de los pastores cristianos.
Esta interrupción en la vida de la iglesia ha hecho que sus líderes cambien rápidamente sus expectativas de cómo toda esta situación afectará sus ministerios. A través de una encuesta, Barna encontró que en solo una semana la mayoría de pastores pasaron de pensar en que se volverían a reunir como congregación a finales de marzo o abril (52 %) a vislumbrar que el aislamiento llegará hasta finales de mayo o incluso por más tiempo (68 %).
Para David Kinnaman, presidente del Grupo Barna los pastores han aprendido a lo largo de los años a ser optimistas, positivos y a estar llenos de esperanza con respecto a su trabajo a pesar de la situación difícil; “a menudo son bastantes capaces de poner una buena cara en una dificultad, y ellos como líderes enfrentarán momentos duros en las próximas semanas a medida que la crisis continua”, expresó.
Cifras de la iglesia en medio de la crisis
En los últimos días, las iglesias pasaron del 18 % al 8% en ser permisivos con las reuniones pequeñas. Otra encuesta a 434 pastores protestantes y ejecutivos arrojó que el personal de las congregaciones trabajará de forma remota ante el futuro previsible que tendrá la pandemia.
Para principios de la semana pasada, un sondeo realizado por el politólogo de la Universidad de Deninson, Paul Djure en compañía de dos investigadores más, descubrió que por lo menos un 17 % de los creyentes estadounidenses todavía asistían a las reuniones de su iglesia para principios de la semana pasada.
Ante la rápida propagación, el gobierno a aumentado las restricciones aislando mucho más a las congregaciones. Sin embargo, las iglesias de la prosperidad han encontrado diferencias con dichas prohibiciones, alegando que la libertad de culto es mucho mas importante como para cerrar los servicios religiosos en persona por motivo del coronavirus. Uno de estos casos se presentó hace poco en una iglesia de la prosperidad en Tampa, Florida.
La situación crítica ha llevado a la mayoría de pastores protestantes a cerrar las puertas de sus congregaciones, quienes ven con preocupación la manera como van a guiar a su rebaño disperso en medio de esta crisis.
Más de tres cuartas partes de los pastores encuestados en los últimos días manifestaron que la pandemia del coronavirus había afectado el bienestar de su iglesia. Así mismo, el 47 % expresó que las donaciones fueron “significativamente menores”. El 21 % de los consultados redujeron las horas de trabajo al personal de su iglesia y una gran mayoría afirmó que no se han visto obligados a hacer despidos.
En vista de toda esta situación, Barna Group, en conjunto con Gloo, crearon lo que denominaron “kit de herramientas semanal Church Pulse”, un recurso gratuito que incluye tres formas de ayudar a los pastores para que lideren efectivamente en estos tiempos de incertidumbre. Mantenerse conectados entre si será crucial hoy más que nunca.
A través de herramientas tecnológicas, los pastores cristianos de Estados Unidos realizan una encuesta semanal donde comparten cómo se sienten y cómo se adaptan a la crisis actual. Algunas de las preguntas tocan temas sobre las cuales son sus prioridades en la semana, cómo se ve actualmente en el trabajo para el personal de la iglesia, cómo se están reuniendo y cual es la salud espiritual de sus congregaciones.
Al final de la encuesta, cada uno de los líderes cristianos puede conocer las respuestas de otros pastores de la nación y ver como ellos están lidiando con esta interrupción en la vida de la iglesia. Con estos datos, la organización encuestadora les ofrece recursos de liderazgo oportuno para la crisis.
"Estoy principalmente preocupado por la salud de nuestra gente, particularmente por aquellos en categorías de alto riesgo", acotó Chris Taylor, maestro de enseñanza en Christ Church Bentonville en Arkansas. Otros más han manifestado su preocupación por sus creyentes que viven solos, o que están deprimidos o que han perdido algún familiar. Y a pesar que es ahora cuando necesitan el cuidado pastoral, no será posible estar con ellos en persona.
El pastor Taylor comparte diariamente en sus redes sociales, videos cortos de las visitas a sus creyentes solo para saludarlos desde la distancia.
Pero es gratificante conocer que el 95 % de los pastores creen que la iglesia resistirá a la pandemia y que la fe de los feligreses no se verá afectada. Un 42 % de los pastores consultados creen que esta difícil situación está fortaleciendo al cuerpo de Cristo.
El caso de una iglesia infectada
El pasado domingo 29 de marzo, el periódico The Angeles Times registró el caso de la iglesia presbiteriana Mount Vernon, en el estado de Washington, que permitió que el coro congregacional siguiera ensayando. Para la fecha, el seis de marzo pasado, el condado de Skagit no había registrado casos confirmados y todo en la población seguía normal.
Ese día el director del coro, compuesto por 121 miembros informó, la realización del ensayo para el 10 de marzo a pesar del estrés y tensión que se vivía por motivo del virus.
Al ensayo asistieron por lo menos 70 cantantes a quienes se les recibió en la puerta con antibacterial y se les recomendó mantener la distancia entre si y no saludarse de abrazos y apretones de manos.
El ensayo de dos horas y media que pareció normal, arrojó los resultados tres semanas después: 45 integrantes del coro fueron diagnosticados con Covid-19, tres de ellos hospitalizados de los cuales dos murieron. Según las entidades sanitarias del condado, el virus fue transmitido por alguna persona asintomática. Ocho personas que estuvieron en el ensayo manifestaron que nadie estuvo tosiendo o estornudando.
Cada uno de los coristas trajo sus propias partituras y todos mantuvieron la distancia para evitar algún tipo de contagio. Lo sucedido en el coro de esta iglesia presbiteriana da pie a las autoridades para pensar que el coronavirus puede flotar en pequeñas partículas en el aire por algunos minutos y así contagiar a quien lo aspire.
En un estudio publicado el pasado 17 de marzo en el New England Journal of Medicine, se halló que cuando el virus se suspendió en una niebla en condiciones de laboratorio, este permaneció viable e infeccioso por lo menos durante tres horas. Para los investigadores el virus podría solo durar en el aire una media hora en condiciones del mundo real.
Con información de Christianity Today y Barna.com