Robert Murray M’Cheyne fue un ministro presbiteriano escocés en la ciudad de Dundee, cuyo corto ministerio tuvo un profundo impacto en su nación.
Un curioso librero español que transportó clandestinamente literatura evangélica para sus compatriotas.
Juan Bautista Canut de Bon Gil fue un pastor de origen español que predicó el evangelio y fundó iglesias en Chile durante el siglo XIX. Debido a su gran influencia se empezó a denominar a los evangélicos chilenos como “canutos”.
Gordon Fee fue un erudito pentecostal reconocido por promover una lectura disciplinada de la Escritura, así como por señalar a la Biblia como un lugar de transformación para la vida de los creyentes.
Amy Beatrice Carmichael sirvió en la India como misionera durante 55 años, abriendo orfanatos y predicando el evangelio, especialmente a las mujeres y a los niños.
Anne Steele, también conocida por su seudónimo de Theodosia, fue una escritora de himnos inglesa, cuyas composiciones ocupan un lugar muy importante en los himnarios bautistas históricos.
Argula von Stauff fue una escritora y noble bávara cuya participación en varios debates sobre la Reforma en Alemania la llevaron a convertirse la primera mujer escritora protestante.
Ulrico Zwinglio fue uno de los líderes más destacados de la Reforma en Suiza. Zwinglio fue un inquieto estudioso de la Biblia que llegó a las mismas conclusiones que Lutero antes de saber sobre el reformador alemán.
Un monje y teólogo de Sevilla que fue parte del primer movimiento reformista-protestante en la España del siglo XVI.
William Tyndale fue un importante erudito que se convirtió en uno de los traductores de la Biblia al inglés, hecho por el cual fue arrestado y ejecutado.
Anne van Der Bijl, o el Hermano Andrés y el fundador de Open Doors, decía que él no era un evangélico extraordinario o de proezas, sino un fiel cristiano que seguía la guía del Espíritu Santo.
Caroline Lucretia Herschel fue una astrónoma alemana, hermana menor del astrónomo William Herschel, con quien trabajó a lo largo de su carrera. Pero Herschel no solo era conocida por su talento científico, sino por su profunda fe en Cristo.