Nota: Gran parte de este artículo fue traducido del trabajo del profesor e historiador Chittabrata Palit.
Aunque heredó el extraordinario talento lingüístico de su padre, muchos decían que carecía de la misma determinación para la labor misionera. Lo cierto es que la vida de Felix Carey, el hijo mayor del “padre de las misiones modernas”, estaba lejos de ser sencilla. Las tragedias personales lo golpearon con gran ferocidad: perdió a su primera esposa, la segunda falleció por ahogamiento y la tercera, según algunas fuentes, huyó, mientras otras dicen que fue Felix quien la abandonó.
Esta historia es posiblemente una que no nos gustaría leer, pero también es una oportunidad para extraer valiosas lecciones y así evitar repetir los mismos errores. A través de las experiencias de este misionero bautista, podemos reflexionar sobre los desafíos y las decisiones que enfrentamos y enfrentaremos, y aprender de ellas para forjar un mejor camino.
Primeros años en la India
El segundo hijo de William Carey y Dorothy Plackett nació el 20 de octubre de 1786 en Moulton, Northamptonshire, Inglaterra, y recibió el nombre “Felix”. La familia Carey llegó primero a Bengala, específicamente a Malda, en donde el padre tomó el cargo de gerente de Woodney's Indigo Concern. Sin embargo, no pudieron adaptarse al clima y la comida de la región desde el principio. Felix, su hermano menor y su madre enfermaron gravemente, contrajeron disentería y sus vidas empezaron a correr peligro.Aunque Felix sobrevivió, su hermano menor Peter sucumbió a la enfermedad. Además, vivieron en un nivel de pobreza que afectó su estado físico y mental.
El bienestar de la familia mejoró cuando llegaron a Serampore el 10 de enero de 1800, que entonces estaba bajo bandera danesa. Carey se alegró: “Toda mi familia goza de mucha mejor salud que la primera vez que vinimos. Mis hijos hablan bengalí casi tan bien como los nativos”.
Para ese entonces, Carey ya había adquirido una imprenta completa, incluyendo tipos bengalíes, papel, entre otros elementos necesarios, y estaba preparado para comenzar la impresión de su traducción al bengalí del Nuevo Testamento. Al mismo tiempo, la misión en Serampore estaba en marcha.
Para ese momento, cuatro misioneros (Marshman, Ward, Bransdon y Grant) ya habían llegado a Serampore para unirse a él en sus esfuerzos. A sus 14 años, Felix fue confiado al cuidado de Ward para que recibiera una educación cristiana adecuada, quien desarrolló un profundo afecto por su estudiante y lo llamó “un tigre”. Desde su temprana adolescencia, el joven Carey mostraba gran disposición para los asuntos de Dios y el compromiso con la fe, e incluso llegó a preguntar con lágrimas por la salvación.
Su conversión y labor en la imprenta
Ward se convirtió en un mentor y amigo cercano para Felix. El 28 de diciembre de 1800, junto con el primer converso Krishna Pal, Felix recibió el bautismo en el río Ganges, marcando su inicio como predicador misionero a la temprana edad de 14 años y 3 meses. Al respecto, William Carey dijo en su diario:
29 de diciembre. Ayer fue un día de gran alegría. Tuve la felicidad de profanar el Ganges bautizando al primer hindú, es decir, Krishna, y a mi hijo Felix (...) Después del discurso, administré la ordenanza, primero a mi hijo, luego a Krishna. A las cuatro y media administré la Cena del Señor; y fue un momento de verdadero refrigerio.
Inicialmente, Carey padre se encargaba de las traducciones, la práctica médica y las finanzas. Mientras tanto, su hijo colaboraba estrechamente con Ward en la imprenta, donde demostraba un gran talento. Desempeñó un papel crucial como impresor experto, tipógrafo y corrector de pruebas, mientras continuaba perfeccionando su dominio de lenguas como el sánscrito, el indostaní y el bengalí, todo esto bajo la guía de Ward. Su habilidad para hablar bengalí con fluidez atraía a las personas hacia él.
Además de predicar en las aldeas, desempeñó un papel fundamental en la creación de la primera escuela dominical de la India en 1802. Sin embargo, su salud se vio afectada por el arduo trabajo, aunque logró recuperarse.
Medicina al servicio del evangelio
Pero a partir de 1804 su salud se mantuvo estable, lo que le permitió dedicarse al estudio de la medicina. En esa época, un médico llegó a residir en Serampore y se convirtió en el tutor de Felix. Bajo su guía, Felix tuvo la oportunidad de estudiar disección y anatomía utilizando un cadáver no reclamado de la localidad. Sin embargo, la estadía del Dr. Taylor fue breve, ya que pronto partió hacia Bombay para emprender labores misioneras.
A pesar de su partida, Felix continuó ampliando sus conocimientos médicos en el hospital de Calcuta. Esta formación resultó bastante valiosa, ya que la misión de Serampore estaba planificando una empresa médica en las aldeas circundantes. La misión contaba con el Dr. John Thomas, un médico que había sido nombrado oficialmente por la Sociedad Misionera Bautista para ir a la India, y William Carey había sido elegido para acompañarlo.
Sin embargo, con la ida del Dr. Taylor y el fallecimiento del Dr. Thomas, que ocurrió entre 1801 y 1808, la misión se quedó sin médico, lo cual dejó a Felix como la única persona cualificada para atender las necesidades tanto de la imprenta y la traducción como de la práctica médica. A pesar de esto, anhelaba nuevas aventuras en el extranjero y pronto asumió la responsabilidad del trabajo misionero en Birmania. Bajo la tutela de su mentor, fue guiado hacia el campo misionero y demostró no solo adaptación, sino también un ferviente deseo de dejar su marca como misionero.
Dificultades en la misión
En 1806, a sus 21 años, fue enviado a establecer una misión en Birmania. Durante seis años se esforzó por cumplir la voluntad de su padre. Sin embargo, se podía notar que sus habilidades eran más lingüísticas y médicas que evangelísticas. Su experiencia, por tanto, resultó desastrosa, a pesar de haber ganado popularidad en la corte de la ciudad de Ava y haber realizado incursiones en Bengala Oriental.
Cabe destacar que escribió más de veinte artículos sobre diversos temas científicos, incluido uno sobre psicología. Además, fue el responsable de llevar la vacuna contra la viruela a Birmania. Debido a eso y a sus dotes lingüísticas y médicas en general, el rey birmano lo elevó a la nobleza y lo designó como embajador ante el gobierno supremo en Calcuta para llevar a cabo ciertas negociaciones pendientes.
Felix abandonó su obra misionera en Birmania en 1814 para servir como embajador del rey de Birmania. Su padre estaba devastado: “Felix ha pasado de ser un misionero a ser un embajador”. Es posible que el gobierno birmano lo haya utilizado como un peón en medio del juego político entre Birmania y Bengala.
Durante su viaje, el barco en el que iba fue sorprendido por una repentina tormenta y se hundió. Sólo él sobrevivió, mientras que su segunda esposa y sus dos hijos perecieron en el río Irrawaddy. Además, su manuscrito del diccionario se perdió en el naufragio. En lugar de regresar ante el rey, optó por adentrarse entre las tribus salvajes del este de Bengala, donde experimentó una serie de aventuras, que rara vez fueron registradas. Su padre expresó: “En mi opinión, está profundamente afectado y completamente desalentado en lo que respecta a las cosas divinas”.
Su aporte como científico y editor
En 1818, Willliam Ward lo influenció para regresar a Serampore, en donde retomó su labor en la imprenta. Su profundo conocimiento de la filología oriental le permitió brindar una valiosa ayuda a su padre en la revisión de sus traducciones al bengalí. Desde su retorno hasta su fallecimiento en 1822, Felix se desempeñó como misionero médico y prolífico escritor de ciencia en bengalí en “Dig Darshan”, un quincenario bengalí de Serampore. Durante ese período, concibió la idea de una enciclopedia en ese idioma que, en seis volúmenes, contuviera todas las entradas científicas escritas por él mismo. Se llamó Vidyaharavali, también conocida como Vidya Vilasa.
Felix dedicó una extensa parte de su carrera al servicio médico en Serampore, Calcuta y Birmania, y su vasta experiencia resultó fundamental para el proyecto de la enciclopedia. Decidió que la anatomía sería el tema del primer volumen de la serie y él fue el encargado de preparar el texto, lo cual es testimonio de su arduo trabajo. Esta decisión, aunque loable, presentaba numerosas dificultades. Dada la falta de una terminología adecuada en bengalí para los términos científicos y técnicos occidentales, Felix emprendió esta tarea desafiante con la colaboración de su padre y dos prominentes eruditos bengalíes, los pandit Sreekanta Vidyalankar y Kabichandra Tarkashiromani.
El primer volumen de Vidyaharavali se completó con la traducción de Felix Carey de la quinta edición de la Enciclopedia Británica. Sushil De describió la estructura del trabajo así:
Está dividido en tres partes, cada una con varios capítulos, y cada capítulo se divide en secciones, a su vez subdivididas en párrafos o artículos. Los seis primeros capítulos abordan la osteología, la segunda parte, con doce capítulos, trata la anatomía comparada, mientras que la tercera parte traza la historia de la ciencia y proporciona una lista de los principales libros sobre anatomía, medicina y química, junto con los nombres de sus autores y una breve descripción de su contenido.
El conjunto se completó con un glosario de términos técnicos y difíciles. En ciertos aspectos, este glosario es la parte más interesante de todo el tratado. El enorme volumen no fue catalogado como muy recomendable, ya que su estilo era rígido y poco interesante. Los términos y frases técnicas ininteligibles dificultaban el seguimiento de los libros. Pero ciertamente era testimonio de la erudición del compilador y de su incansable laboriosidad.
Este proyecto ambicioso surgió del deseo de su padre de enseñar ciencias occidentales en bengalí a los estudiantes locales y establecer una facultad de Medicina en el colegio de Serampore, con la aprobación del gobierno. El segundo volumen trató sobre las ciencias occidentales y también fue escrito por él. Trágicamente, falleció mientras planeaba el tercer volumen sobre jurisprudencia médica.
El libro de Felix era demasiado costoso para la clase media pobre, entre la cual había un gran afán de aprender. Sólo unos pocos pudieron conseguir ejemplares de Vidyaharavali y los misioneros que trabajaban a través de la Sociedad del Libro Escolar de Calcuta fueron los únicos que apoyaron tan noble empeño. De los registros de la CSBS se desprende que sólo 114 nativos se suscribieron a este libro. Pero Rey James Long mencionó en su catálogo que había 300 suscriptores nativos de Vidyaharavali.
Sus trabajos publicados más reconocidos fueron una gramática birmana de 1814, los materiales para un diccionario birmano, que se publicó en 1826, y las traducciones de El progreso del peregrino, el Vicario de Wakefield y, por supuesto, la Biblia.
Pruebas y dolor en el camino
En 1807, Félix recibió la trágica noticia del fallecimiento de su madre, un golpe devastador para él. Durante el año siguiente, visitó Serampore con su familia, pero regresó solo a Birmania, ya que su esposa estaba a punto de dar a luz. Trágicamente, falleció en el proceso de parto.
Felix contrajo matrimonio nuevamente y tuvo dos hijos con su segunda esposa, quienes fallecieron en el desafortunado accidente fluvial que ya mencionamos. En medio de tanto dolor, su padre William expresó: “Lloro en silencio por Felix y aún temo cuál será el próximo golpe. Estoy enmudecido porque Dios así lo ha dispuesto”.
Felix Carey murió el 10 de noviembre de 1822, a la edad de 36 años, en Serampore, India. Se cree que dejó a una cuarta esposa esperando un hijo. La causa de su muerte fue una enfermedad hepática y fiebre.
Buenos administradores
En conclusión, la vida del misionero Felix Carey nos presenta una historia de desafíos, sacrificios y redención. Desde su juventud hasta su madurez, Felix enfrentó numerosas pruebas y tragedias, desde la pérdida de seres queridos hasta la lucha por encontrar su propósito en la obra misionera. Su decisión de abandonar esta labor para incursionar en la política refleja las complejidades de la trayectoria de este ministerio.
Sin embargo, la historia de Felix también nos deja una lección valiosa: la importancia de equilibrar la obra misionera con el cuidado integral. Tanto él como su padre, William Carey, descuidaron en cierta medida a sus familias. Esta realidad nos recuerda que, aunque el ministerio sea una tarea noble y urgente, no debemos perder de vista lo más importante que Dios nos ha encomendado: nuestra propia familia.
Por lo tanto, al llevar a cabo la obra misionera, es crucial priorizar el bienestar de nuestra familia y asegurarnos de que se encuentren bien cuidados. Esto implica, entre otras cosas, dedicar tiempo de calidad, establecer límites, y mantener una comunicación abierta y sincera con ellos. Al hacerlo, no solo honramos a Dios, sino que también cumplimos con nuestro deber sagrado de ser buenos administradores de lo que Él nos ha dado.
Referencias y bibliografía:
- Rev. Felix Carey : medical missionary and linguist de Chittabrata Palit | Internet Archive
- Felix CAREY - I2179 - Family History Record | PhpGedView
- Felix Carey - 'a colourful and tragic life' | The Baptist Union of Great Britain
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