La mayoría de cristianos de habla hispana han escuchado hablar de Lutero, Calvino, Juan Huss y otros reformadores. También han escuchado los apellidos “Reina” y “Valera”, populares por la famosa versión de la Biblia. Sin embargo, son contadas las personas que tienen conocimiento de que hubo una Reforma española, que se hizo en nuestro idioma, y que fue aplacada y finalmente silenciada por la Inquisición. Aun así, sus representantes dejaron un legado escrito que hoy resuena de nuevo gracias a la labor de académicos y expertos.
Sin duda, cada libro que intente explicar y enseñar la grandeza de nuestro Dios es una fuente de inspiración y un medio para afirmar la fe cristiana. Además, cada testimonio de nuestros hermanos en la fe es edificante para toda la iglesia. En este artículo presento el de Andrew (Andrés) Messmer, un experto que desde hace varios años ha enfocado buena parte de su tiempo estudiando esta Reforma en España y nos habló de ella en una entrevista muy enriquecedora.
Andrew Messmer: de ateo a apasionado por la Reforma española
Andrew Messmer nació y creció en una familia cristiana en la parte central de Estados Unidos, por lo que acudía cada domingo a la iglesia. Su lengua materna es el inglés, pero hoy, varios años después, le llaman “Andrés”, habla constantemente en castellano y vive en Santiponce, un pueblo a las afueras de Sevilla, España. Allí, junto a su esposa Lindsey, planea plantar una iglesia en septiembre de este año.
Andrés es todo un académico. Actualmente es decano en el Seminario Teológico de Sevilla y estudió una licenciatura con énfasis en estudios pastorales y griego bíblico. También es máster en Divinidades con énfasis en idiomas bíblicos y doctor en Nuevo Testamento. Por paradójico que resulte, su avance en los conocimientos de la Palabra y los asuntos del Reino es consecuencia de un tiempo en el que decidió que Dios no existía:
Hice un doctorado en Nuevo Testamento porque en la universidad donde estudiaba teología me hice ateo, y cuando Dios me llevó de nuevo a la fe, quería tanto conocimiento como fuera posible para ayudar a otros que también pudieran estar luchando con su fe. Entonces, un doctorado en Nuevo Testamento me parecía lógico, especialmente porque era una gran pasión en la que sobresalía.
Fue esa inquietud, la misma por la que tal vez en un tiempo dudó, la que a lo largo de los años le ha llevado a plantearse incógnitas que de forma inevitable han desembocado en investigaciones, estudios, preguntas y vueltas a empezar. Al buscar su nombre en el mundo digital, se encuentran tantas publicaciones de su autoría que no hay manera de negar que, aunque en un comienzo le resultó extraño y hasta cuestionable, la producción académica ha sido parte de su servicio a Cristo. Al respecto, contó:
Solía sentirme culpable por lo mucho que amaba el estudio académico de la Palabra, pero luego me di cuenta de que Jesús dijo que debemos amar a Dios con toda nuestra mente (Mr 12:30). Entonces, esta es una de las maneras más prácticas en las que amo al Señor. Dios ha usado libros y artículos en mi vida de una manera tan profunda que me parece muy natural escribir para ayudar a otros. A veces escribo porque veo a la Iglesia luchando en un área y quiero ayudar, mientras que otras veces veo algo que la iglesia no ve, pero que debería ver, y por eso escribo para que otros sepan sobre un tema importante que no esté en su radar.
De manera pública, su servicio continúa cuando predica en la iglesia y enseña en el seminario y, de manera más privada, cada vez que tiene conversaciones con cristianos y no creyentes sobre los temas más importantes de la vida, o mientras disfruta cimentar a sus cinco hijos en la fe: “leemos las Escrituras y oramos juntos, les enseñamos de diferentes catecismos y me hacen todas sus preguntas sobre Dios y la fe cristiana”.
La entrevista con Andrés Messmer
¿Por qué te has especializado en el estudio de la Reforma española?
Llegué a la Reforma española porque era un misionero frustrado que buscaba una mejor manera de iniciar iglesias en España, pero la adopté porque la encontré absolutamente fascinante. Tengo un profundo aprecio por el anglicanismo, el luteranismo, los reformados, los bautistas, los metodistas y muchas otras denominaciones protestantes, pero creo que la visión de los reformadores españoles es posiblemente la mejor. He descubierto que incorpora los puntos fuertes de estas otras tradiciones sin muchos de sus puntos débiles. En otras palabras, veo que obtengo mucho de lo bueno y poco de lo malo.
El protestantismo español es la expresión del catolicismo reformado más fiel a las Escrituras y a la tradición cristiana. Estos reformadores valoraban tanto la gracia como la verdad, y su teología siempre los llevó a la adoración y a la aplicación práctica. Muchos de ellos murieron por su amor a Cristo y su testimonio es muy poderoso para mí. Casiodoro de Reina es uno de mis preferidos: ha habitado mi mente desde 2016 y el Señor lo ha usado para moldearme profundamente. Ahora incluso pienso como él. ¡A veces es difícil saber dónde termina su pensamiento y comienza el mío!
Llama la atención que, en términos generales, la mayoría de cristianos en los países hispanohablantes no conocemos una reforma diferente a la de Martin Lutero. ¿Cómo explicarías esto?
La Inquisición española fue muy eficaz en su trabajo: se aseguraron de que fuera casi imposible hablar de Constantino de la Fuente, Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera y muchos otros reformadores españoles. Además, en otros países ha habido una cadena ininterrumpida de cristianos que leyeron a sus antepasados protestantes y mantuvieron viva su tradición. Este no ha sido el caso del mundo de habla hispana, que hasta el siglo XIX tuvo un número de iglesias protestantes muy pequeño, tal vez un puñado diseminado por toda Europa occidental.
Entonces, cuando el protestantismo llegó al mundo de habla hispana en el siglo XIX, los reformadores españoles ya habían sido olvidados. Los misioneros protestantes hicieron lo que les resultaba natural: hablaron de los reformadores y de los líderes de la iglesia que conocían, como Martín Lutero, Juan Calvino y otros. Todos deberíamos estar agradecidos por estos hombres que Dios usó para avivar a Su iglesia y compartir Su doctrina. Sin embargo, como protestantes de habla hispana, también necesitamos conocer nuestra propia historia, ¡y la buena noticia es que tenemos una herencia rica que celebrar!
¿Cuáles son las características que diferencian a la Reforma española de la de Lutero?
¡Muy buena pregunta! Este tema todavía lo estoy meditando, pero puedo compartir algunas características que creo que hacen que nuestra Reforma sea única.
En primer lugar, nuestros antecedentes son singulares. Antes de que Lutero clavara sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg (1517), en España se estaba desarrollando un movimiento conocido como el “alumbradismo”. Se produjo, en gran parte, gracias a los muchos judeoconversos que habían entrado a la iglesia a finales del siglo XV y principios del XVI.
El movimiento se centró en la relación personal con Dios, la interiorización de la religión cristiana, y las disciplinas espirituales, como la lectura de la Biblia y la oración privada, así que anticiparon una parte importante del mensaje protestante de Lutero. La espiritualidad de los alumbrados se mezcló con las protestas del reformador alemán y de Erasmo, para formar una especie de protestantismo único que, por ejemplo, se refleja bien en las obras de Juan de Valdés.
En segundo lugar, según los escritos que tenemos, su atención parece haberse centrado en cuestiones más prácticas, no tanto en las académicas. Se enfocaron en escribir y predicar sobre temas relacionados con la iglesia –como la misa, el Papa, María, el monasticismo y las imágenes–, y no tanto en temas académicos –como estudios lingüísticos sobre el término “justificación”, la metafísica de la Eucaristía, etc.–. Es evidente que les interesaban, pero no parece haber sido su enfoque principal. Podríamos decir que su Reforma fue más pastoral que académica.
En tercer lugar, un concepto importante que aparece en muchos de sus escritos es el de la “fe viva”. Al parecer era algo similar a la comparación que hizo Santiago entre la fe muerta y la fe viva: que si realmente creemos en Cristo, eso debería cambiar nuestra forma de vivir (Stg 2). Los reformadores españoles pensaban que no era suficiente obedecer a Dios exteriormente; creían necesario amarlo y obedecerlo desde adentro hacia afuera.
En cuarto y último lugar, muchos reformadores españoles fueron “ecuménicos”, en el sentido de que no querían dividir la iglesia en luteranos, calvinistas, anabaptistas, etc. Imaginaban una Iglesia católica reformada a la que pudieran pertenecer todos los verdaderos protestantes. Esto no significa que no tomaron en serio la doctrina (¡lo hacían de forma absoluta!), sino que se dieron cuenta de que algunos temas no eran tan claros como otros, y que los buenos cristianos podían honestamente sostener diferentes posiciones. Muchos protestantes españoles no querían dividir a la iglesia por esas doctrinas, sino permanecer unidos y permitir la diversidad de perspectivas.
Por ejemplo, en el primer borrador de su confesión de fe, Reina adoptó una postura “ecuménica” sobre muchos de los temas controvertidos de su época: los recipientes del bautismo, la presencia de Cristo en la Cena del Señor, el gobierno de la iglesia y el arte religioso. Podría mencionar algunas características más, pero creo que estas ilustran algunos de los rasgos distintivos de la Reforma española.
¿Cuáles puntos clave de la Reforma española debería tener en cuenta un cristiano no dedicado a la academia que la aborde como un tema de interés?
Primero, hay que recordar que son escritos con quinientos años de antigüedad, por lo que puede que no tengan sentido inmediato. Así que ten paciencia e intenta comprender todo lo que puedas. Dicho esto, si quieres buenas meditaciones sobre la vida espiritual, lee a Juan de Valdés, especialmente su Alfabeto cristiano y Las ciento diez divinas consideraciones. Si buscas buena predicación, lee la serie de sermones de Constantino de la Fuente sobre el Salmo 1 (Beatus vir).
Ahora, si deseas una buena explicación de la doctrina, lee la Doctrina cristiana de Constantino de la Fuente o la Declaración, o confesión de fe de Casiodoro de Reina. Para ver la soberanía de Dios en el sufrimiento, lee la Epístola consolatoria de Juan Pérez de Pineda. Si te interesa un llamado a los protestantes de diferentes denominaciones a vivir en paz, lee la carta que Antonio del Corro escribió a los ministros luteranos de Amberes.
Además, recientemente publiqué un libro devocional llamado Fe viva, que proporciona lecturas diarias de estos y muchos otros reformadores españoles de los siglos XVI y XVII, los cuales iluminarán tu mente y llenarán de pasión tu corazón. Esta es probablemente la mejor manera para que los no académicos se familiaricen con la Reforma española, además de bendecir sus propias almas.
¿A cuáles personalidades de la Reforma destacarías?
Siento un profundo respeto por muchos protestantes españoles desde el siglo XVI hasta el XIX, pero mis tres favoritos son Casiodoro de Reina, Constantino de la Fuente y Juan Díaz. Reina y Constantino van juntos, ya que ambos fueron grandes teólogos y predicadores sevillanos que fusionaron de manera hermosa la doctrina y la práctica. Además, fueron unificadores y no divisores, algo que me importa mucho.
Juan Díaz es un mártir poco conocido del siglo XVI, que escribió una breve obra sobre la fe cristiana pocos días antes de ser asesinado por su propio hermano. Es uno de los trabajos más profundos y ricos sobre el tema que he leído. Si tuviéramos más información sobre Carlos de Seso o Juan Gil (el Dr. Egidio), creo que también me habrían gustado mucho.
La religión católica es muy fuerte en España y la Inquisición tuvo en este país un gran apogeo. ¿Cómo relatarías esos días de persecución para nuestros hermanos en la fe?
España fácilmente habría podido convertirse en un país protestante, o al menos habría tenido una población protestante minoritaria, como Francia. Si no hubiera sido por el poder casi ilimitado de la Inquisición española y el antiprotestantismo de Carlos V y Felipe II, la historia habría sido muy diferente. Había protestantes en todos los niveles de la sociedad: algunos eran las figuras políticas y religiosas más importantes, pero en aquel clima todo debía mantenerse en secreto. Muchos españoles estaban abiertos al protestantismo, pero temían a la Inquisición. Creo que grandes porciones de la población española siguieron siendo católicas romanas por miedo y no por libertad de elección.
Necesitamos recordar esto en nuestros días, mientras buscamos predicar el evangelio en países de habla hispana donde la Inquisición ya no está presente. El evangelio es el poder de Dios para la salvación (Ro 1:16-17) y la Iglesia católica romana ya no infunde temor político por predicarlo. Temo, sin embargo, que los gobiernos seculares se conviertan en una especie de Inquisición moderna, en cuyo caso necesitamos recordar las persecuciones y martirios de nuestros antepasados protestantes españoles —hombres y mujeres—, e imitar su fe.
Has dicho que las puertas están abiertas para los investigadores. ¿Qué temas relacionados con la Reforma española requieren mayor estudio y observación?
¡Otra muy buena pregunta! Hay tantas cosas que podría decir, pero sólo mencionaré algunas. En primer lugar, las identidades de muchos protestantes españoles de la época de la Reforma siguen siendo desconocidas. Parece que cada pocos meses encontramos uno nuevo, a veces como autor de una obra en latín, francés o algún otro idioma. Necesitamos que la gente siga buscando protestantes españoles en los archivos y otras fuentes históricas, que investigue y publique sus biografías, y que traduzca sus obras al español cuando sea necesario.
En segundo lugar, necesitamos obras traducidas al español por los reformadores que conocemos. Por ejemplo, mucho de lo que escribieron Antonio del Corro, Sebastián Fox Morcillo, Jaime Salgado y otros aún no está disponible en español. El latín, el francés y el inglés son los idiomas importantes aquí, aunque el holandés aparece en algunas ocasiones también.
En tercer lugar, necesitamos pastores y teólogos que lean a los reformadores españoles y escriban sobre ellos. Hasta ahora, la mayoría de los interesados en la Reforma española han sido historiadores y lingüistas. Han realizado un gran trabajo, pero la tarea principal de analizar a los reformadores desde una perspectiva teológica y pastoral sigue en gran medida descuidada. Por ejemplo, ¿qué une la doctrina de Constantino de la Fuente? ¿Cuáles fueron las respuestas de Jaime Salgado a Robert Belarmino? ¿Son válidas? ¿Cuál fue la teología pastoral de los reformadores españoles cuando pastoreaban iglesias secretas en España e iglesias normales en toda Europa occidental?
Cuarto, necesitamos más estudios comparativos. Por ejemplo, en los siglos XVI y XVII, hubo docenas –quizás cientos– de confesiones de fe escritas por protestantes. ¿En qué se parecen y se diferencian las de Casiodoro de Reina y Miguel de Monserrate de las demás?
¿Cómo y en dónde se puede buscar más información sobre este tema?
Si quieres incorporar las ideas de los reformadores españoles a tu vida devocional, puedes comprar el nuevo devocional Fe viva, que mencioné anteriormente. Para mantenerte conectado con la Reforma española en la actualidad, visita la red Credo y síguela en los medios sociales. Se trata de un grupo de protestantes comprometidos con el relanzamiento de la Reforma española en la iglesia actual.
Si deseas profundizar en la Reforma española de manera más académica y comprensiva, te animo a que estudies en el Seminario Teológico de Sevilla, donde ofrecemos el único programa de máster en el mundo en la Reforma protestante española. Contamos con profesores experimentados, que han hecho importantes publicaciones en la historia de la Iglesia y la Reforma española. Esta opción es excelente para pastores, maestros de educación religiosa y aquellos que buscan realizar un trabajo de doctorado en este tema. No conozco a nadie que se haya arrepentido de haberlo hecho. En cambio, muchos dicen que les ha cambiado la vida, los ha convertido en mejores pastores y cristianos, y ha aumentado su amor por Dios.
¿Cuál es tu petición de oración para tu ministerio?
Que Dios me dé sabiduría, claridad de pensamiento y expresión mientras enseño y escribo. Este septiembre comenzaremos una iglesia en Santiponce. Nuestra confesión de fe es la de Casiodoro de Reina de 1560/1561 y 1577, y nuestra liturgia es una versión revisada del antiguo rito hispano-mozárabe que se utilizó en España durante el primer milenio. También por nuestra iglesia, para que el evangelio penetre en nuestro pueblo y sus alrededores, y por nuestro seminario y la red Credo, para que el Señor nos mantenga fieles a Su Buena Noticia y vivamos en Su amor.