Un monje cristiano que se destacó por su espiritualidad ascética y su erudición de la Biblia.
Un Padre de la Iglesia que se destacó por su lucha contra el arrianismo y la defensa del Concilio de Nicea.
Un curioso librero español que transportó clandestinamente literatura evangélica para sus compatriotas.
Un monje y teólogo de Sevilla que fue parte del primer movimiento reformista-protestante en la España del siglo XVI.
Una mujer que con determinación y fe realizó algunos de los hallazgos científicos más importantes de su siglo, a pesar de las desventajas sociales que sufrió.
Un artista alemán que forjó una cercana amistad con el reformador Martín Lutero y utilizó sus habilidades artísticas para la promoción de las ideas reformistas-luteranas.
Un protestante francés, humanista renacentista y traductor de la Biblia que se opuso a la persecución entre cristianos de diversas tradiciones a pesar de la intolerancia de su tiempo.
Un famoso cantautor estadounidense que en medio de sus luchas y tentaciones siempre buscó a Dios y finalmente alcanzó la redención.
Un filósofo renacentista que anticipó algunos descubrimientos de la astronomía moderna y cuyas controversiales ideas le costaron la vida.
Viviendo como un solitario asceta, Antonio se dedicó a la lucha espiritual y al ejercicio de la virtud con el poder y la sabiduría de la cruz de Cristo.
El Coloquio de Marburgo de 1529 fue el único encuentro personal que hubo entre los dos reformadores, en el que ambos manifestaron sus similitudes y diferencias de carácter y teología.
Además de ser quemado en la hoguera por razones teológicas, Serveto hizo un importante descubrimiento para la medicina y se convirtió en un mártir de la causa de la libertad de conciencia.