De acuerdo a la Lista Mundial de Vigilancia elaborada cada año por Puertas Abiertas, Argelia es una de las naciones del mundo en las que es más peligroso ser cristiano hoy. En la lista de Puertas Abiertas Argelia está clasificada en el puesto número 22 y se señala que la fuente principal de persecución allí es la opresión islámica. Pero, pese a que la situación de los cristianos ya es difícil en este país, los últimos reportes de Puertas Abiertas indican que los creyentes en Cristo se encuentran bajo una creciente amenaza en este país.
El contexto cultural y religioso de la persecución en Argelia
La religión en Argelia está dominada principalmente por los musulmanes, con cerca del 98% de la población adhiriéndose al islam sunita de la escuela de jurisprudencia de Maliki, esto según cifras del 2020. El resto de los musulmanes incluyen otras ramas y escuelas islámicas como los ahmadis, los chiítas y los ibadis.
Entre los cristianos se encuentran los católicos, anglicanos, adventistas del séptimo día, la iglesia protestante de Argelia (la cual está conformada por una federación de iglesias reformadas, grupos metodistas y los luteranos), y los coptos egipcios.
En el país también hay presencia minoritaria de Bahaís y de judíos.
Para el caso de los cristianos se estima que la población de estos va desde los 71.000 (según el estimado de 2010) hasta los 200.000 (según el reporte de 2018). Las estimaciones de Puertas Abiertas sugieren que el número de cristianos en Argelia es de 134.000 personas, los cuales conforman el 0.3% de la población.
En Argelia el cristianismo y el Islam han tenido siempre una relación tensa. Según los musulmanes, Alá ha reconocido a los judíos y a los cristianos como precursores en la fe del islam y posteriormente han sido llamados “gente del libro”, debido a sus sagradas escrituras. Por este motivo, los judíos y los cristianos tienen permitido (oficialmente) practicar su fe, siempre y cuando reconocieran el dominio temporal de las autoridades musulmanas, pagaran sus impuestos y no hicieran proselitismo ni interfirieran en modo alguno con la práctica del Islam.
Actualmente, el Norte de África es principalmente musulmán: El Islam es la religión de estado en Argelia, Libia, Marruecos y Túnez. Mientras que la práctica y la expresión de otras religiones está garantizada por la ley, la misma estructura legal tiende a restringir las libertades de las personas de minorías religiosas para buscar activamente la conversión de otros hacia su religión, o incluso para reparar y construir iglesias.
Los conversos al cristianismo pueden ser investigados y buscados por las autoridades así como castigados en el caso de que se descubra que están haciendo proselitismo religioso. Hay cierta evidencia de que ha habido un incremento en las conversiones al cristianismo entre los musulmanes del Norte de África en los años recientes, incluso aunque en muchos casos el gobierno no aceptará cambiar el estatus religioso de sus ciudadanos en sus tarjetas de identificación.
A pesar de esto, el número total de los cristianos permanece muy bajo cuando se compara con la población en estos países. En 2009, el porcentaje de cristianos en Argelia era de menos del 2%. En este mismo estudio, las Naciones Unidas contaron 100.000 católicos y 45.000 creyentes de otras denominaciones cristianas en el país, entre protestantes, evangélicos y anglicanos.
Pero la influencia cristiana en el país va más allá del número de fieles. Aunque los cristianos son una minoría religiosa en Argelia, iglesias construidas durante la época de dominio colonial francés todavía se pueden encontrar en este país.
Historia del cristianismo en Argelia
El cristianismo llegó al Norte de África en la era del Imperio romano. De acuerdo al historiador Theodor Mommsen, lo que es ahora la Argelia mediterránea era una región predominantemente cristiana para el siglo quinto. Un notable cristiano bereber de esta región fue el obispo de Hipona Agustín (la madre de éste, Mónica, también era cristiana). Pero pese a la influencia de estos importantes cristianos, el cristianismo enfrentó un declive durante el caótico periodo de las invasiones de los Vándalos. Aún así el cristianismo logró recuperar su influencia en la región durante el periodo bizantino. Después de las invasiones árabes del siglo VII, el cristianismo comenzó a desaparecer gradualmente, hasta que finalmente el islam se consolidó como la única religión de la región.
Lo que nos dicen los registros históricos convencionales es que la conquista del Norte de África por parte del Califato Islámico Omeya entre los años 647 y el 709 acabó con el cristianismo allí por varios siglos. Entre las causas de la desaparición del cristianismo también se añade que la iglesia carecía de un liderazgo fuerte, de una tradición monásticas sólida y que todavía sufría de las secuelas de las herejías, incluida la herejía donatista que contribuyó a la destrucción anterior de la iglesia en la actual región de Tamazgha.
Sin embargo, nuevos estudios y versiones han cuestionado esta visión. Hay informes de que la fe cristiana persistió en la región de Tripolitania (lo que hoy es Libia) hasta el actual Marruecos durante varios siglos después de la finalización de la conquista árabe en el año 700. Se registra una comunidad cristiana en 1114 en Qal'a, en el centro de Argelia. También hay evidencias de peregrinaciones cristianas posteriores al 850 d. C. a tumbas de santos cristianos en las afueras de Cartago, así como evidencia de contactos religiosos con cristianos de la España musulmana. Además, las reformas del calendario adoptadas en Europa fueron también difundidas entre los cristianos autóctonos de Túnez, algo que no habría sido posible si los cristianos no hubieran tenido con sus hermanos de Europa continental.
El cristianismo local estuvo bajo presión cuando los regímenes fundamentalistas musulmanes de los almohades y los almorávidas llegaron al poder en la región de Tamazgha, y los registros muestran demandas para que los cristianos locales se convirtieran al Islam. Hay informes de habitantes cristianos y un obispo en la ciudad de Kairouan alrededor del 1150 d. C., lo cual es un informe significativo, ya que esta ciudad fue fundada por musulmanes árabes alrededor del 680 d. C. como su centro administrativo después de su conquista. La población cristiana indígena en M'zab persistió hasta el siglo XI. Una carta en los archivos de la Iglesia Católica del siglo XIV muestra que había cuatro obispados en el norte de África para ese entonces, lo cual es sin duda una fuerte disminución de los más de cuatrocientos obispados existentes para el siglo VII, al tiempo de la conquista árabe. Aún así, los cristianos bereberes continuaron viviendo en la región hasta el primer cuarto del siglo XV.
La reintroducción del cristianismo durante la época colonial francesa
El cristianismo fue reintroducido en Argelia después de la conquista francesa, cuando la diócesis de Algiers fue establecida en 1838 por la Iglesia Católica. A la fecha del último censo en Argelia, tomado el 1 de julio de 1960, había más de un millón de no musulmanes en Argelia, la mayoría de ellos católicos (conformando el 10 por ciento de la población, incluyendo 130.000 judíos argelinos).
Bajo el dominio francés, los cristianos alcanzaron a conformar más de un millón de personas. El país estuvo dividido en varias diócesis, incluyendo una arquidiócesis.
Durante el dominio francés, el catolicismo fue usado como una herramienta de asimilación. Los colonizadores franceses intentaron convertir a la población musulmana al catolicismo como una forma de imponer la modernidad. Varias leyes fueron promulgadas con el fin de establecer los derechos de los argelinos, estas leyes frecuentemente estaban basadas en el cristianismo. El decreto de Crémieux de 1870 negaba a los musulmanes argelinos el derecho a la ciudadanía plena, mientras que los cristianos y los judíos argelinos tenían derecho a la ciudadanía plena. Hay que decir que muy pocos argelinos se convirtieron al cristianismo por causa de esta ley.
La división basada en la religión establecida por el gobierno colonial francés fomentó la animosidad entre los diversos grupos religiosos, lo cual se ha manifestado en un desprecio a los cristianos y a las minorías religiosas en Argelia durante la época postcolonial.
El cristianismo en Argelia después de la independencia
Después de que Argelia se convirtiera en una nación independiente en 1962, cerca de 800.000 franceses argelinos (Pied-noirs) fueron evacuados hacia Francia. La mayoría de aquellos que eran evacuados eran cristianos o judíos. Aproximadamente 200.000 argelinos franceses decidieron permanecer en Argelia. El número de personas con nacionalidad francesa continuó decreciendo durante las décadas siguientes. Había aproximadamente 100.000 en 1965 y cerca de 50.000 para finales de los años sesenta.
Una vez que Argelia se convirtió en un país soberano y después de que muchos cristianos franceses emigraron hacia Europa, la evangelización entre la población musulmana del país fue estrictamente prohibida. Después de eso la prohibición de predicar fue menos estricta. Las varias misiones establecidas de los cristianos en Argelia principalmente se basaban en trabajo caritativo, asistencia de emergencia, establecimiento de escuelas, talleres, enfermerías y el entrenamiento de voluntarios y trabajadores para nuevas misiones. Algunos de los misioneros de varias entidades cristianas permanecieron en el país después de la independencia, trabajando entre los segmentos más pobres de la población. A principios de los ochenta, la población de católicos en el país era apenas de 45.000 habitantes, la mayoría de los cuales eran extranjeros o argelinos casados con franceses o italianos.
Desde la independencia, ha habido un incremento en el fundamentalismo islámico. El asesinato en 1996 de Pierre Claverie, el obispo de Orán fue un acto de violencia de terroristas extremistas musulmanes contra la comunidad cristiana del país.
El protestantismo y su impacto en Argelia
Los protestantes en Argelia son una población estimada en 45.000 fieles, esto de acuerdo a las estimaciones más conservadoras, lo cual sugiere que su número podría ser significativamente mayor. En un estudio de 2015, se estimó que 380.000 musulmanes se habían convertido al cristianismo en Argelia. Esta pequeña población de creyentes generalmente práctica su fe sin la interferencia del gobierno, pero varias incidencias de persecución han sido registradas. Los grupos misioneros tenían hasta hace poco permitidas las actividades de proselitismo, siempre y cuando sus actividades fueran discretas y no predicaran abiertamente. Desde el 2006, el alcance de las misiones a los musulmanes es una ofensa legal castigada hasta con cinco años de prisión.
La iglesia protestante de Argelia es una iglesia unida y se encuentra formada por la Iglesia metodista y la Iglesia reformada con cerca de 10.000 feligreses. La Iglesia Protestante de Argelia es una de las dos organizaciones cristianas reconocidas oficialmente en el país. De acuerdo a la ONG cristiana International Christian Concern, la mayoría de los cristianos se reúnen en sus casas para protegerse a sí mismos. El Ministerio de Asuntos Religiosos del país ha llamado a las iglesias evangélicas, entidades “peligrosas”.
Dentro de las iglesias protestantes de Argelia podemos encontrar a las siguientes:
- El Ejército de Salvación.
- Asambleas de Dios.
- Iglesia Evangélica Copta.
- Iglesia Protestante en Argelia.
- Los hermanos amplios.
- La misión bíblica de Ghardaia.
- Misión del Norte de África.
- Misión Evangélica en el Sahara.
- Misión Evangélica de Medea.
- La Misión Rolland.
Las relaciones del Islam con el estado
Dado que la principal fuente de persecución al cristianismo proviene de la opresión islámica, es preciso entender cómo esta religión impacta en la sociedad argelina y cuál es su relación con el poder.
Después de la independencia argelina, el gobierno del país aseguró el control estatal sobre las actividades religiosas con el propósito de lograr una consolidación nacional. El Islam se convirtió en la religión de estado en la nueva constitución y en la religión de los líderes de gobierno. El estado monopolizó la construcción de mezquitas, y el Ministerio de Asuntos Religiosos controlaba un estimado de 5000 mezquitas públicas para mediados de los años ochenta. Los imanes (líderes religiosos musulmanes) eran entrenados, nombrados y pagados por el estado, y los sermones de los viernes en las mezquitas eran transcripciones que los imanes recibían por parte del Ministerio de Asuntos Religiosos. Ese Ministerio también administró las propiedades religiosas, proveía entrenamiento religioso y entrenamiento en las escuelas, y creó institutos especiales para el aprendizaje de la cultura y la doctrina islámica.
Estas medidas de control estatal sobre la religión sin embargo no satisficieron a todos dentro de la comunidad islámica. A principios de 1964, un movimiento islámico llamado Al-Qiyam (o los valores) emergió y llamó por un rol más dominante del Islam en Argelia. Este movimiento se opuso a lo que vio como una influencia occidental en las prácticas sociales y culturales en la vida de los argelinos. El surgimiento del fundamentalismo islámico, como el del grupo Al-.Qiyam y más recientemente con el Frente Islámico de Salvación, ha demostrado ser el desafío más difícil para los regímenes políticos recientes, en la medida en que ellos trataban de incorporar una identidad nacional islámica a la vez que políticas socialistas.
Allí donde los líderes políticos convencionales vieron al Islam como compatible con el socialismo, los radicales y extremistas vieron al Islam como la única alternativa de gobierno y forma de vida social y económica válida.
El rey Hourai Boumediene contuvo en gran medida el islamismo militante durante su reinado. Tras la muerte de Boumediene, Chadli Bendjedid se convirtió en presidente en 1979. El régimen de Chadli era mucho más tolerante con los islamistas, y con Argelia en medio de una crisis económica que incluía el desempleo y la inflación, las tensiones fueron altas con los grupos religiosos. Las políticas de arabización (aumento de la educación árabe en las instituciones profesionales) no se habían materializado: el francés seguía siendo el idioma de la élite política y los estudiantes de habla francesa tenían prioridad en el acceso al empleo. Para la década de los setenta, el movimiento islamista fue impulsado en las universidades para hacerle frene a los movimientos de izquierda. En la década de los ochenta el movimiento se había hecho más fuerte y en noviembre de 1982, estallaron enfrentamientos sangrientos en la Universidad de Argel. La violencia resultó en la represión del movimiento islamista por parte del estado, una confrontación que se extendería a lo largo de los años ochenta y principios de los noventa.
El auge del islamismo tuvo un impacto significativo en la sociedad argelina. Más mujeres comenzaron a usar velo, algunas porque se habían vuelto más conservadoras y otras porque esto evitaba que las acosaran en las calles, en las universidades o en el trabajo. Los islamistas también impidieron la implementación de un código familiar más liberal a pesar de la presión de los grupos y asociaciones feministas.
El impacto del extremismo islámico y las leyes musulmanas en la vida de los cristianos de Argelia
En este contexto, tanto de una sociedad islámica mayoritaria como el del auge del extremismo islámico, la visión política, social y cultural promovida por el Islam permea toda la vida en Argelia. Esto se ha traducido también en la forma de vida a la que tienen que hacer frente las minorías religiosas en el país, entre ellas el cristianismo.
Así, las leyes islámicas prohíben cualquier tipo de proselitismo o actividad de evangelización que “muevan la fe de un musulmán”, es decir cualquier cosa que sea utilizada como un medio de persuasión con la intención de convertir un musulmán a otra religión. Una ley de 2006 que reprime las celebraciones religiosas no islámicas continúa en vigor, aunque en noviembre de 2020 se implementó una nueva constitución.
Durante el 2021, varios cristianos han sido condenados y encarcelados por cargos de blasfemia y proselitismo. El pueblo argelino participó en una campaña sistemática contra las iglesias de la Iglesia Protestante de Argelia (EPA), mientras que la Asociación de Iglesias Protestantes de Argelia vio a 13 de sus iglesias siendo embargadas por las autoridades desde el 2013. Otras iglesias han recibido órdenes de suspender de forma indefinida todas sus actividades de culto y enseñanza.
Si bien existe un remanente de cristianos franceses que se quedaron en el país después de la independencia, la mayoría de cristianos de Argelia son ex-musulmanes y como en la mayoría de los países del Norte de África, se enfrentan a una oposición fuerte por parte de sus comunidades y sus familias. Esto puede implicar acoso, palizas, amenazas y encarcelamiento, así como la presión para adherirse a las costumbres islámicas fuertemente enraizadas en la cultura. La presión y el peligro que enfrentan los cristianos es bastante fuerte especialmente en las regiones más conservadoras, rurales y árabes del país. En la década de los noventa, estas áreas actuaron como un refugio para los islamistas radicales en su lucha contra el gobierno.
¿Cómo se ha recrudecido la persecución a los cristianos en el país?
Aunque en el 2020 ninguna iglesia fue cerrada o confiscada como en años anteriores, en el 2021 se cerraron tres en la misma región, sumándose a las trece que ya habían sido cerradas anteriormente. Incluso después de diversos procesos legales y apelaciones, ninguna de estas iglesias fue abierta de nuevo. El legado de persecución a los cristianos durante los últimos años es algo que aún continúa en el país.
¿Quiénes persiguen a los cristianos en el país?
Para entender quiénes persiguen a los cristianos en Argelia es preciso identificar primero el tipo de persecución y luego las fuentes de persecución. En Argelia los tipos de persecución son la opresión islámica, la paranoia dictatorial, la opresión de clanes y la hostilidad étnico-religiosa.
Las fuentes de persecución es un concepto que en lugar de referirse a las situaciones que propician la persecución, como en el caso de los tipos de persecución, enfatiza los actores impulsores que están detrás de las hostilidades violentas y no violentas contra los cristianos. En Argelia las fuentes de persecución son los familiares, funcionarios del gobierno, líderes religiosos no cristianos, ciudadanos comunes, pandillas, grupos religiosos violentos como los extremistas islámicos, partidos políticos y líderes de grupos étnicos.
¿Quiénes son los más vulnerables frente a la persecución religiosa?
En la parte árabe del país, especialmente en el sur, la vida puede ser especialmente difícil para los cristianos y el número de iglesias es muy bajo. Los militantes islámicos violentos no tienen una amplia base de apoyo entre la gente, pero el Islam mantienen un fuerte control sobre el país.
La mayoría de los cristianos viven en la región de Cabilia, en el norte de Argelia. El pueblo de Cabilia es un grupo étnico y allí los cristianos se enfrentan a la discriminación de las autoridades gubernamentales debido a su fe y al origen étnico.
¿Cómo sufren las mujeres convertidas al cristianismo?
Las mujeres que se convierten al cristianismo, especialmente las ex-musulmanas, se ven obligadas a ocultar su fe debido a las hostilidades de los no cristianos. Si la fe de una mujer es descubierta por la familia, ella puede ser forzada a casarse con un musulmán como una forma de atraerla al islam de nuevo.
Las mujeres cristianas que se han convertido desde la fe islámica, frecuentemente son golpeadas, asediadas, amenazadas, incluso mantenidas bajo arresto domiciliario. La violencia abunda principalmente en el oeste y en el sur de Argelia, donde los asesinatos por honor son un riesgo importante para ellas, esto a pesar de que la protección frente a la violencia contra las mujeres está garantizada en el país desde el 2016. En el lugar de trabajo, las mujeres cristianas pueden estar expuestas a perder sus empleos, a enfrentar acoso sexual, violencia y a recibir amenazas de muerte.
¿Cómo sufren los hombres que se han convertido al cristianismo en Argelia?
Los hombres cristianos en Argelia a menudo enfrentan persecución económica, ya que pueden perder sus trabajos o ser expulsados por causa del acoso. Dado que los hombres son los principales proveedores de las familias en Argelia, la pérdida del empleo puede significar la ruina económica para ellos, lo cual a su vez genera miedo y una sensación de impotencia. Aunque no es común, los hombres tienen más posibilidades de ser detenidos, lo que también afecta su capacidad para trabajar. Debido a estas presiones y hostilidades, muchos cristianos han preferido emigrar.
Las familias suelen ser una de las principales fuentes de persecución, con agresiones físicas, insultos verbales y amenazas. Los hombres ex-musulmanes tienen más probabilidades de ser expulsados de casa que las mujeres convertidas y se enfrentan al rechazo de toda su comunidad. Si se descubre su fe, también pueden ser atacados y llevados a la mezquita local por la fuerza para ser expuestos públicamente.
La historia el pastor Rachid
Puertas Abiertas recopiló el testimonio del pastor Rachid, un misionero evangélico que sirve en el país y que se ha visto enfrentado a múltiples situaciones de acoso y hostigamiento por causa de su fe.
En junio del 2021, el pastor Rachid y su asistente recibieron sentencias de prisión por administrar una librería, esto bajo una ley que prohíbe la distribución de cualquier libro que pueda “sacudir la fe de los musulmanes”. En Argelia es una ofensa legal muy seria la distribución de literatura cristiana, aunque hay signos de que la persecución se podría estar suavizando en el país. Pero todavía, los cristianos de un origen musulmán enfrentan una intensa oposición de sus familias, de sus comunidades y del gobierno.
El pastor Rachid dirige la Oran City Church (El Oratorio) y también es el dueño de una librería y una estación de libros local, donde Nouh Hamani trabaja como su asistente y vendedor. La librería fue objeto de una redada de la policía en septiembre de 2017 y se encontraron libros cristianos (incluyendo biblias) y máquinas de impresión. En febrero de 2021, el pastor y su asistente fueron juzgados en ausencia por el delito de proselitismo religioso y sentenciados a dos años de prisión más el pago de una multa.
Esta no es la primera vez que el pastor Rachid se enfrenta a este tipo de experiencia. En 2008, otra redada llevó a su arresto y condena bajo los mismos cargos, aunque él fue exonerado y dejado libre tras una apelación.
Luego de las sentencias de prisión, el pastor Rachid y su asistente presentaron una apelación frente al veredicto de la corte. Tras la apelación, la sentencia de prisión se ha suspendido y se encuentra pendiente de un fallo definitivo.
Frente a este caso, el pastor Rachid comentó su experiencia y sus sentimientos con el equipo de Puertas Abiertas, señalando: “Esto es puramente un ataque contra nosotros los cristianos argelinos y contra las iglesias”.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hermanos en la fe en Argelia?
Ante esta dura situación que enfrentan los cristianos en Argelia, los cristianos podemos ayudar de múltiples maneras, algunas de ellas son las siguientes:
Ora para que los cristianos ex-musulmanes en Argelia estén protegidos del acoso, la violencia y el rechazo.
Pide que se abran las iglesias que fueron cerradas y que las leyes que prohíben la libertad religiosa no sean aceptadas. Que los cristianos tengan un lugar para reunirse.
Intercede por los socios de Puertas Abiertas en el Norte de África y por las demás organizaciones cristianas que trabajan y misionan en zonas de persecución para que reciban el amor y la sabiduría de Dios.
Apoya con donaciones monetarias a las diversas organizaciones cristianas de ayuda que trabajan en zonas de persecución y visibilizan la situación de los cristianos perseguidos para que su voz pueda ser escuchada y sus acciones tengan un mayor impacto al momento de defender a los creyentes.
No es momento de dejar solos a nuestros hermanos en la fe. !Tomemos acción ahora!
Con información de Open Doors y CNX Oriental.
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