Según estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen en el mundo por lo menos 15.1 millones de niños que han perdido ambos padres y 140 millones que han perdido a uno. Para estas entidades es claro que las cifras están muy alejadas de la realidad, en virtud de las innumerables limitaciones que existen para conocer el flagelo en todos los países del mundo.
Las cifras que la Unicef y la OMS comparten corresponden a los menores que habitan en sus hogares, pero no reflejan los miles o tal vez millones de niños que viven en instituciones o en la calle. Esta es la realidad a la que se enfrenta la iglesia en una época donde, por motivos de la pandemia del Covid-19, el flagelo se ha agudizado en todo el mundo. ¿Qué debería estar haciendo la iglesia? ¿Qué dice la Biblia sobre la adopción? ¿Los cristianos están adoptando? ¿Los creyentes deberían adoptar? Trataremos de responder estas y otras inquietudes a través del presente artículo.
La adopción: una verdad teológica
Herbie Newell, actual presidente y director ejecutivo de Lifeline Children’s Services, un ministerio que se dedica a equipar al Cuerpo de Cristo para manifestar el evangelio a niños vulnerables nos manifestó con suma claridad la base bíblica de la adopción: “vemos la adopción en todas las páginas de las Escrituras. Moisés, que fue perdonado por su madre después del edicto del faraón de matar a todos los bebés israelitas, fue adoptado por la hija del faraón. Más tarde, Dios lo usaría poderosamente para rescatar al pueblo de Dios y continuar la promesa dada a Abraham. Jesús también fue adoptado por José. Debido a esta adopción, vemos en el capítulo 1 de Mateo que Jesús cumplió con todos los requisitos genealógicos del Mesías”, dijo Newell.
De acuerdo con Herbie Newell, en el Nuevo Testamento nuestra salvación como creyentes está ligada a la idea de adopción. Efesios 1, Gálatas 3 y 4 y Romanos 8 comparan expresamente nuestra filiación con el Padre Dios a través de la analogía de la adopción a través del evangelio de Jesucristo. La adopción fue idea de Dios antes de ser una construcción humana. “Además, vemos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento el mandato directo de cuidar a los vulnerables y mostrar justicia al huérfano, la viuda y el que se encuentra en necesidad”, expresó Newell.
Santiago 1:27 le dice al cristiano que “La religión pura y sin mancha delante de Dios, el Padre, es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo”. Newell también agregó: “Una de las muchas formas en que se puede llamar al creyente para que cuide al huérfano incluye la adopción física y el cuidado de crianza. La adopción, por lo tanto, es la idea de Dios para su pueblo espiritualmente y también su modelo de lo que pueden representar físicamente para el niño huérfano y vulnerable.
Por su parte, David McCormick director ejecutivo de la Alianza Cristiana para los Huérfanos, una organización que trabaja de la mano con la iglesia cristiana e instituciones públicas y privadas para retarlas a unirse en el cuidado y atención de los niños, niñas y adolescentes huérfanos, vulnerables y en riesgo en el país de Guatemala, afirmó que el Antiguo Testamento muestra el desarrollo del pueblo de Dios, los judíos en ese entonces, y el Nuevo Testamento revela que nosotros podemos ser parte de él. “Ya no somos esclavos o siervos, sino que a través de la adopción nos volvemos hijos de Dios”, acotó David, quien es padre de dos hijos biológicos y uno del corazón. Romanos 8:12 - 17 son los versículos de la Biblia con los que McCormick más se identifica. Para él, lo expresado en el versículo 15 muestra el espíritu de la adopción, donde volvemos a ese lugar primitivo que nos llama a decir como un bebé “¡Abba Padre!”, en un nivel de dependencia e intimidad increíbles.
¿Los cristianos están adoptando?
David McCormick expresó que las cifras mundiales revelan que los hogares que más adoptan huérfanos son los que profesan algún credo, en su mayoría cristianos católicos y protestantes. Por su parte, Herbie Newell manifestó que muchos creyentes de todo el mundo están adoptando tanto en sus propios países, como de otras naciones. Según la Unicef, este tipo de adopción internacional han aumentado desde la década de los 60, al igual que lo ha hecho el esfuerzo de diferentes organizaciones en el mundo para garantizar que todas las adopciones sean lícitas, tengan carácter transparente y no supongan la explotación de los niños, niñas y familias involucrados en las mismas.
“Que los cristianos estén adoptando es algo hermoso, porque no solo los huérfanos y los niños vulnerables reciben un hogar físico con padres amorosos, sino que también están siendo discipulados para ver y conocer el amor de Cristo por ellos. La esperanza es que estos niños lleguen a ser adoptados dos veces, una físicamente y otra espiritualmente”, dijo Newell.
Aixa de López, nacida y establecida en la ciudad de Guatemala, es esposa del pastor Alex López desde el año 2000 y madre de Ana Isabel, Juan Marcos, Evy y Darly Alejandra, dos por biología y dos por adopción. Para ella, todos por gracia y ninguno como plan B. Según su experiencia, actualmente se está viendo un actuar del Señor muy claro. “Siempre hago referencia a una situación paralela que veo. Es una situación muy general de los líderes de un despertar hacia las doctrinas de la gracia y entonces inevitablemente esto se conecta a un modo de vida más fructífera”.
Para la guatemalteca una de las ramas que provee el conocimiento de la doctrina bíblica es una sana vida familiar, que se está reflejando en un despertar más allá del activismo religioso. Con respecto a la adopción, De López cree que ha faltado permanencia y relación, ya que vemos a los niños vulnerables como una estadística o un proyecto, pero en Latinoamérica aún predominan las instituciones. Sin embargo, ahora hay un despertar por el acogimiento temporal y familiar y en la adopción.
Ese despertar ha sido evidente en hogares como el del pastor Álvaro Rivera de la Iglesia Cristiana Verdad y Gracia, en la ciudad de Bogotá, Colombia. Él junto con su esposa ha servido en los últimos meses como hogar sustituto para dos hermanos: un niño de siete y una niña de 12 años. Para este pastor colombiano, fue de gran importancia conocer el ministerio Lifeline de cuidado de huérfanos y vulnerables. Desde que escuchó del programa en una conferencia, estrechó lazos con la organización, de tal manera que comenzó a aprender más sobre la importancia del cuidado de los huérfanos a través del evangelio y la labor de la iglesia en este ministerio de misericordia.
Gracias a ello, fueron animados a involucrarse como matrimonio y como iglesia en la labor de ser hogares de acogida temporal de emergencia con el Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (ICBF), entidad estatal que trabaja por la prevención y protección integral de la primera infancia, la niñez, la adolescencia y el bienestar de las familias en Colombia. De igual manera, recibieron el acompañamiento de Lifeline en el proceso, lo cual les fue vital al recibir capacitaciones, consejerías y material de apoyo para realizar de la mejor manera este servicio al Señor.
Pero el servir de hogar de acogida no solo involucró su hogar sino también a la iglesia local, la cual participó de diversas maneras, como la oración, donaciones para los niños, y en el apoyo del cuidado de los menores. Otras dos familias de la congregación se vincularon también como hogares de acogida temporal. De esta forma, la iglesia local pudo gozarse al presenciar la bendición que este proceso ha sido para los hermanos y sus hijos, los cuales también fueron una familia espiritual de acogida para los niños.
La adopción, ¿un ministerio para todos los creyentes?
Es claro que la adopción es una verdad bíblica que no podemos negar, una realidad por la cual toda la iglesia del Señor debe estar agradecida, pues ahora es parte del pueblo de Dios a través de la adopción del Padre a través de su hijo amado Jesucristo. Pero ¿esto hace que todos los creyentes deban adoptar?
Al respecto, existen divergencias entre algunos de los entrevistados. David McCormick cree que Dios escucha el clamor de las personas marginalizadas, en este caso aquel niño huérfano que está en un rincón de un orfanato y que clama a Dios por una familia, y la forma en la que Dios responde es que envía a su iglesia para contestar esa petición. Por esta razón cree que todos los creyentes debemos adoptar. “No solo es por una necesidad, sino porque hace parte de nuestro ADN como Cuerpo de Cristo, al estar dispuestos a sacrificar nuestras propias vidas, poner a un lado nuestros privilegios y responsabilidades con tal de amar a otros. La adopción es un ejemplo perfecto de lo que es amar de una forma sacrificial”, puntualizó McCormick.
Por su parte, Herbie Newell no cree que haya un imperativo bíblico de que los creyentes deban adoptar o que exista un mandamiento bíblico para que los creyentes adopten. Sin embargo, sí piensa que el mandamiento bíblico es un llamado a cuidar y mostrar justicia impulsada por el evangelio al huérfano. Para muchos, ese mandato se manifestará en un llamado a adoptar.
“Sí creo que todo creyente debe orar y estar abierto a la posibilidad de que el Señor lo esté llamando a adoptar o criar. Este no es un llamado para unos pocos elegidos, sino un llamado para muchos dentro de la iglesia, sin importar su capacidad para tener hijos biológicos”. Para él es desobediencia a la Palabra de Dios y sus mandamientos el ignorar al huérfano y no buscar formas de mostrar personalmente el cuidado guiado por el evangelio. Todos los cristianos están llamados a llevar la esperanza del evangelio al niño vulnerable y al huérfano.
Aixa de López afirma que nuestro padre es un Dios de adopción, quien deja su comodidad y sabe el gran costo que es traer extraños y rebeldes a su casa, pues lo paga y emprende el camino para traernos a su casa siempre, para darnos abrigo, protección y su nombre. Sin embargo, no es un mandato para el 100 % de los creyentes, así como no lo es para todos casarse o quedarse solteros. El cuerpo de Cristo está conformado por muchos miembros. “¿Todos los creyentes deben adoptar? No, pero todos sí tenemos algo que hacer, todos estamos llamados a proteger al vulnerable desde donde Dios nos ha colocado, así como previniendo la orfandad. No es un ministerio extra o un ministerio bonito que voy a añadir en mi lista de actividades; debe ser un estilo de vida y una mentalidad en cada creyente”.
Campo Elías y Claudia Leal, una pareja de esposos residentes en Colombia y miembros de la Iglesia Bautista Renacer, expresaron que fue el Señor quien los convenció a través de las Escrituras acerca del cuidado de los huérfanos y los vulnerables. Todo ese proceso empezó tras una conferencia de Lifeline en su iglesia local. “Realmente esto cambió mucho nuestra perspectiva y corazón al ver cuántas Escrituras hablan al respecto y entender que no es función del gobierno el cuidado de los huérfanos y vulnerables, sino que es una misión que nos dejó el Señor a su pueblo, su iglesia. Es nuestra responsabilidad extender gracia hacia ellos y cuidarlos como Dios lo ha hecho con nosotros.” Campo y Claudia manifiestan que asimilar la adopción es un proceso gradual. Ellos comenzaron con pequeños pasos haciendo voluntariado en una Fundación. Ahora, sirven de hogar de acogida para un bebé de dos años.
El papel de la iglesia
Todos los entrevistados demostraron en sus declaraciones la importancia que ha tenido la iglesia en el servicio a los huérfanos y vulnerables. Muchos de ellos fueron movidos por Dios después que en sus iglesias locales se hablara sobre la necesidad de sacrificarse por todos aquellos que necesitan de un hogar, ya sea permanente o transitorio.
La iglesia tiene un papel fundamental en el cuidado de los huérfanos, así lo expresó Herbie Newell, quien además agregó que la iglesia debe predicar bíblicamente sobre la idea de cuidar a los vulnerables como expresión de las realidades evangélicas vivas en el creyente. “Las iglesias nunca dejarían de predicar sobre la pureza, el dar y el evangelismo; pero muchas veces descuidamos el imperativo evangélico de la justicia y del principal benefactor de la justicia, la huérfana y la mujer vulnerable”. Newell concluye diciendo que “Debemos mostrar de la Palabra de Dios que la indiferencia ante el sufrimiento de los vulnerables y los huérfanos demuestra que no comprendemos completamente el evangelio que nos ha redimido.”
Para Aixa de López, ningún creyente podrá comprender la adopción si antes no ha entendido y aceptado su orfandad, que con sus corazones rebeldes hacían su propia voluntad y vivían en la mentira.
“El primer trabajo de la iglesia es la predicación fiel del evangelio, para proclamar nuestra perdición y la gran salvación de ese Cristo al cual servimos”. Con estas palabras De López reveló una de las razones por las cuales la iglesia ahora está comprendiendo y despertando hacia el cuidado de los huérfanos en el mundo. Mientras un púlpito esté sano, inevitablemente la congregación responderá con un entendimiento de su condición de huérfano, y su gratitud y su alabanza a Dios serán más profundas y naturales con frutos que se verán reflejados en más hogares acogiendo y adoptando a más niños, que jamás imaginamos pudiesen pertenecer a nuestra familia.
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |