Escucha este artículo en formato podcast:
Poseía un celo y un carácter implacable. Desató una tormenta en una importante ciudad europea desafiando a todas las autoridades de la época. Predicó la Biblia en el lenguaje del pueblo y condenó los abusos morales de la Iglesia de su tiempo. Bienvenidos a este resumen de la vida de Girolamo Savonarola (1452-1498).
Girolamo Savonarola nació en Ferrara, Italia, el 21 de septiembre de 1452. Era hijo de Niccolò Savonarola y de Elena Bonaccorsi. Fue educado por su abuelo paterno, Michele, un célebre médico y un hombre de principios morales y religiosos rígidos.
En sus primeros escritos de adolescente, Savonarola ya evidenciaba su carácter recio y franco. Incluso a esa edad, en una carta a su padre afirmó que no podía sufrir “la maldad ciega de los pueblos de Italia”. Encontró insoportable el paganismo humanista que corrompía los modales, el arte, la poesía y la religión misma. Él vio como la causa de esta corrupción que se extiende a un clero despiadado, incluso en los niveles más altos de la jerarquía de la iglesia.
El 24 de abril de 1475, abandonó la casa de su padre y sus estudios médicos, en los que se había embarcado después de graduarse en artes, para ingresar a la orden dominicana en Bolonia. Al regresar a Ferrara cuatro años después, enseñó las Escrituras en el Convento degli Angeli. El estudio de las Escrituras y las obras de Tomás de Aquino (1225-1274) siempre fueron su gran pasión.
Florencia: la ciudad de su ministerio
En 1482, Savonarola fue enviado a Florencia para ocupar el cargo de profesor en el convento de San Marco, donde ganó una gran reputación por su enseñanza y ascetismo. Sin embargo, fue su predicación la que lo catapultó a la popularidad entre los ciudadanos de Florencia. Frecuentemente, desde la catedral en Florencia, Savonarola predicaba a sus oyentes en su propio idioma vernáculo usando vívidas imágenes y un lenguaje particularmente sencillo, adornado por una gran elocuencia y pasión.
Anunció la gracia salvadora de Cristo con una base bíblica sólida mientras lanzaba fuertes críticas a las prácticas inmorales de los líderes políticos y eclesiásticos de la ciudad y de la Iglesia de Roma. Su predicación influyente, junto con algunos eventos extraordinarios fuera del control de Savonarola, como la invasión sorpresa del rey francés a Italia, elevaron súbitamente su influencia en Florencia.
Otro factor importante que desencadenó su rápida popularidad de ser la voz profética de la ciudad fue la creencia muy extendida entre la gente común de un inminente y trascendental evento apocalíptico relacionado con el fin de los tiempos, especialmente mientras se acercaba el año 1500.
Carlos VIII (1470-1498), el rey francés invade Florencia en 1494 y expulsa a la familia Médici, quienes gobernaban la ciudad. Girolamo Savonarola, tras la expulsión de los Médici, surge como el líder de la ciudad.
Excomulgado
De 1494 a 1498, Savonarola promovió un dramático y controversial cambio político y social en la ciudad. Su predicación se volvió mucho más profética y virulenta. Durante este tiempo comenzó a enfatizar fuertemente en el regreso de Cristo, como consecuencia llamó a Florencia a vivir como una nueva Jerusalén. Su reforma moral llevó a una reorganización política que fue recibida con entusiasmo por los florentinos. Savonarola buscaba establecer una “república cristiana” en la ciudad.
Hacia la cúspide de estos cambios, Savonarola organizó a los jóvenes de Florencia para modelar e incitar una reforma, promoviendo varias “Hogueras de Vanidades” como protesta contra el carnaval anual de Mardi gras. Estos jóvenes incitaban a los ciudadanos a destruir instrumentos de tentación como máscaras de carnaval, cartas de juego, vestidos caros, maquillaje, espejos, incluso instrumentos musicales y hasta obras de arte. La última de estas ocurrió en la Plaza de la Señoría en el centro de Florencia el 7 de febrero de 1497, meses antes de que el Papa Alejandro VI (1431-1503) excomulgara a Savonarola.
Después de su excomunión, el conflicto de Savonarola con el Papa Alejandro VI se encendió más cuando el papa logró interceptar algunas cartas que Savonarola había enviado a los reyes de Francia, Inglaterra, España, Hungría, y al emperador de Alemania, pidiéndoles llamar a un concilio eclesiástico para destituir al papa por sus abusos.
Al parecer Savonarola nunca se opuso al oficio papal, sino a la persona de Alejandro VI y, de esta manera, se diferenció de las críticas más crudas de los reformadores posteriores sobre la autoridad papal y la doctrina católica.
Arresto y ejecución
El 13 de mayo de 1497, Savonarola fue expulsado de la Iglesia. En febrero de 1498, volvió a subir al púlpito de la Catedral de Florencia para demostrar antes que nada la invalidez de aquella excomunión, y arremetió con mayor pasión contra la corte de Roma y el papa. Como resultado, el papa ordenó su arresto y ejecución.
El 8 de abril de 1498, una delegación del ejército del papa entró en Florencia, mientras la ciudad no oponía resistencia. Savonarola y los suyos acabaron siendo detenidos. Poco después, Savonarola, acusado de herejía, rebelión y errores religiosos, fue conducido a la prisión de Florencia.
Durante cuarenta y dos días se le sometió a tortura. Al final, Savonarola se rinde y firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores habían dejado intacto para que pudiese hacerlo. La confesión fue firmada antes del 8 de mayo de 1498. Finalmente, el propio Savonarola se arrepentiría de haber firmado la confesión que le presentaron sus torturadores y rogó a Dios para que tuviera misericordia de él por su flaqueza.
El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la Piazza della Signoria junto con sus dos seguidores más fieles. A los tres se les quitó la ropa, fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular para su ejecución. Fueron estrangulados en el garrote vil antes de ser arrojarlos a la hoguera. Este hecho se dio el 23 de mayo de 1498.
La chispa de la reforma
Savonarola fue en esencia un sacerdote católico que siempre estuvo alineado con la doctrina de Roma. Pero también llamó a una reforma moral, condenó los abusos papales, y elevó la autoridad de las Escrituras como nunca. Él anticipó la Reforma.
En el aspecto personal, Savonarola poseía un carácter muy fuerte, y era al mismo tiempo radical y carismático. Se lo compararía más adelante con el propio Martín Lutero en su denuncia de la corrupción de la Iglesia católica. Sin llegar a cuestionar los dogmas de la Iglesia de Roma, era un adelantado de la reforma moral que iba a traer el protestantismo.
Savonarola también atrajo la admiración de muchos humanistas religiosos posteriores, quienes valoraron sus profundas convicciones espirituales. Aunque el movimiento de Savonarola, la reforma de un solo hombre en Florencia, no continuó por mucho tiempo en Italia después de su muerte, su predicación apasionada y sus reformas radicales expusieron la corrupción de la Iglesia.
La chispa de Savonarola fue la clase de chispa por la cual Lutero, solo 20 años después, encendería su propio fuego de reforma.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Crees que necesitamos hombres con la pasión y la valentía de Savonarola en este tiempo? ¿Existen problemas dentro de la iglesia sobre los cuales necesitamos hacer denuncias en este tiempo?
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |