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El presbiterianismo es probablemente uno de los nombres más populares dentro de la iglesia protestante. La iglesia presbiteriana tiene hoy presencia en los cinco continentes y su influencia a través de la historia es mucho más profunda de lo que se ve a simple vista.
¿Cómo nació el presbiterianismo?
Lo primero que debemos entender es qué significa presbiteriano. Las iglesias presbiterianas derivan su nombre de la forma de gobierno de la iglesia, que se rige por el gobierno de ancianos a través de asambleas representativas. La palabra "presbítero" tiene su origen en la palabra griega πρεσβύτερος (presbiteros), que quiere decir "anciano" y es una palabra que es recurrente a través de todo el Nuevo Testamento.
Durante la Reforma protestante del siglo XVI, Juan Calvino (1509-1564) creía que el sistema de gobierno de la iglesia utilizado por él y sus seguidores en Ginebra, Estrasburgo, Zurich y otros lugares, se basaba en la Biblia, aunque nunca afirmó que fuera la única forma aceptable para gobernar la iglesia. Calvino pensaba que el gobierno de la iglesia debería ser guiado por la comunidad o cuerpo, en el que solamente Cristo es la cabeza y en la que todos los miembros, incluyendo a los pastores, son iguales.
Esta conclusión de Calvino era fácil de entender. En primer lugar, la pesada estructura de la Iglesia de Roma y su fuerte énfasis en acumular la autoridad sobre el papa, había creado un rechazo hacia un gobierno piramidal dentro de las iglesias de los reformadores. En segundo lugar, la lectura de los textos bíblicos del Nuevo Testamento claramente expresa un gobierno mucho más horizontal para la iglesia.
La iglesia en Escocia
Para hablar del nacimiento la iglesia presbiteriana, tenemos que hablar de John Knox (1514-1572). Knox, que nació en 1514, tan solo tres años antes de que Martín Lutero (1483-1546) clavara las 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg, era un sacerdote católico escocés, que había tenido cierto contacto con las ideas reformadas y que, en pleno furor de la reforma, se mudó a Ginebra, para aprender directamente de Juan Calvino.
En 1555, Knox regresó a su país, Escocia, llevando consigo las ideas protestantes y la forma de gobierno de la iglesia, que había aprendido junto a Calvino. Tan pronto como regresó, comenzó a predicar en contra de los abusos de la iglesia de Roma y en poco tiempo ya contaba con un gran número de seguidores.
La influencia de Knox creció rápidamente y en 1560 el Parlamento de Escocia adoptó una confesión de fe protestante, que hoy se conoce como la Confesión Escocesa. Para el final de ese mismo año, el gobierno presbiteriano ya se había instaurado en la iglesia de todo el país. El lema de la iglesia presbiteriana en Escocia era “Por la corona de Cristo y por su pacto”. El aspecto pactual tenía que ver con el pacto nacional firmado por los escoceses presbiterianos, quienes deseaban una iglesia unificada con Inglaterra. El aspecto de la corona del lema expresaba una verdad profunda sobre la que los presbiterianos descansaban: Cristo es rey sobre su iglesia. Él tiene derechos de corona y es la máxima autoridad como cabeza y gobernante sobre su pueblo. Ninguna figura, sea papa, pastor o presidente, puede usurpar el lugar de Cristo como rey sobre la iglesia.
La iglesia presbiteriana y la iglesia anglicana
Para entender estos hechos y los posteriores, es necesario comprender que la historia de la Iglesia Presbiteriana se cruzaría en el futuro de manera permanente con la historia de la Iglesia anglicana, cada vez que los hilos del poder se entretejían entre Inglaterra y Escocia.
Por ejemplo, para inicios del siglo XVII, el rey Jacobo VI de Escocia (1566-1625) quiso instaurar un gobierno episcopal, de tipo anglicano, en la iglesia presbiteriana de Escocia. En 1637, el hijo de Jacobo, Carlos I de Inglaterra (1600-1649), intentó obligar a la iglesia de Escocia a usar el Libro de la Oración Común de la Iglesia Anglicana, lo que desencadenó revueltas. Luego los escoceses, seguidores del presbiterianismo, enviaron tropas para apoyar la Guerra Civil Inglesa (1642-1651), poniéndose de lado de Oliver Cromwell (1599-1658), que era puritano. Puedes conocer más sobre los puritanos1.
Con el tiempo, la Confesión de los escoceses sería suplantada por la Confesión de fe de Westminster y los Catecismos mayor y menor, que fueron formulados por la Asamblea que se reunió entre 1643 y 1649. Al respecto, es muy importante mencionar la influencia que la Confesión de Fe de Westminster tuvo sobre la Iglesia Presbiteriana.
En 1643, el parlamento inglés convocó a "teólogos piadosos, doctos y de testimonio" para que se reunieran en la Abadía de Westminster para dar su opinión sobre cuestiones de adoración, doctrina, gobierno y disciplina de la Iglesia de Inglaterra. Sus reuniones, que se llevaron a cabo a lo largo de cinco años, produjeron una confesión de fe, así como un Catecismo Mayor y un Catecismo Menor. Por más de tres siglos, varias ramas del protestantismo a lo largo del mundo han adoptado la Confesión de Fe de Westminster y sus catecismos como su estándar de doctrina, subordinado a la Biblia.
Aunque se hizo primeramente para la Iglesia de Inglaterra, la Confesión de Fe de Westminster permanece como un “estándar subordinado” de doctrina para la Iglesia de Escocia, y ha influido sobre las iglesias presbiterianas de todo el mundo.
Pero esta Confesión no evitó las tensiones entre la iglesia anglicana y las disidencias que se profundizaban cada vez más. Los presbiterianos, congregacionalistas y bautistas ingleses llegaron a ser conocidos todos ellos (junto con otros) como los "no conformistas", puesto que no se conformaron al Acta de Uniformidad de 1662 que establecía a la Iglesia de Inglaterra como la única iglesia aprobada legalmente, aunque todas estas iglesias estaban unidas entre sí de alguna forma a través de la Confesión de Fe de Westminster.
Las diferencias llegarían a su fin en 1688 con la “revolución gloriosa”, cuando finalmente la iglesia de Escocia fue reconocida y el presbiterianismo se convertiría en la iglesia oficial de Escocia, mientras en Inglaterra se mantendría la Iglesia Anglicana.
A partir de ahí, el presbiterianismo se expandió progresivamente hacia otros territorios. En Irlanda se convirtió en la denominación protestante más grande del país después del anglicanismo, gracias a la inmigración de escoceses presbiterianos. Durante el siglo XIX hubo una fuerte expansión del presbiterianismo a África. La migración de los escoceses llevó el presbiterianismo a Australia, Nueva Zelanda y a los Estados Unidos y Canadá.
Pero el presbiterianismo había llegado hacía mucho tiempo atrás a la América Colonial. En 1644 se estableció la primera iglesia presbiteriana en Nueva York. Durante las siguientes décadas, se siguieron fundando iglesias presbiterianas a lo largo de todo el territorio de las colonias británicas en América. Para el historiador Paul Johnson (1928), el congregacionalismo y el presbiterianismo fueron las corrientes formadoras del carácter protestante norteamericano. La Iglesia presbiteriana también tiene una fuerte presencia en Asia, en países como India, el territorio de Hong Kong y en Taiwán.
Un caso que resulta peculiar de la iglesia presbiteriana en Asia es su particular popularidad en Corea del Sur. Horace Grant Underwood (1859-1916) fue un misionero presbiteriano que jugó un papel clave en el crecimiento del presbiterianismo en Corea. Hoy, las iglesias presbiterianas son las más grandes y, con mucho, la denominación protestante más influyente en Corea del Sur, con cerca de 20,000 iglesias afiliadas. En el país asiático hay 9 millones de presbiterianos, que forman la mayoría de los 15 millones de protestantes coreanos.
¿En qué creen los presbiterianos?
¿En qué creen los presbiterianos y porque resultan tan relevantes dentro del protestantismo? Lo primero que hay que distinguir es la diferencia entre el gobierno presbiteriano y la iglesia presbiteriana de origen escocés, aunque en general la Iglesia Presbiteriana usa un tipo de gobierno presbiteriano. También debemos tener en cuenta que este tipo de gobierno es usado por otras denominaciones o se usa como base.
Las iglesias locales presbiterianas basan su gobierno en asambleas representativas de ancianos, que se llaman presbiterios. En comparación, los obispos gobiernan la Iglesia Episcopal y las iglesias congregacionales son gobernadas por la misma congregación. Los consejos de ancianos o presbíteros son elegidos por la misma iglesia y deben ser integrados por varones con sabiduría, experiencia y dones para ejercer el gobierno y la enseñanza en la iglesia. Algunos presbíteros, llamados “docentes” o pastores se preparan en seminarios y reciben un sustento de la iglesia para dedicarse a la enseñanza, conforme a la instrucción del apóstol Pablo en 1 Timoteo 5:17-18 (NVI):
"Los ancianos que dirigen bien los asuntos de la iglesia son dignos de doble honor, especialmente los que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la enseñanza. Pues la Escritura dice: 'No le pongas bozal al buey mientras esté trillando', y 'El trabajador merece que se le pague su salario'".
Sin embargo, los pastores no ejercen el gobierno solos, sino en consejo con los demás presbíteros, buscando con esto que jamás un pastor, mediante su personalidad, autoridad o carisma, se enseñoree del rebaño que no le pertenece, como lo dice 1 Pedro 5:1-4 (LBLA):
"Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria".
La iglesia presbiteriana cree en una tradición de tipo "confesional". Esto significa que los creyentes reafirman su fe usando "confesiones", como el Credo de los Apóstoles, el Credo de Nicea (325) u otra declaración de fe como la Confesión de fe de Westminster (1647), el Catecismo de Heidelberg (1563) o la Confesión Belga (1561).
Pero los credos o confesiones no reemplazan o superan a la autoridad de la Biblia. Los presbiterianos creen que las Escrituras son el principal acto de fe y vida, y que las confesiones muestran a la iglesia como una comunidad de creyentes y no solo como una "colección de individuos". Los presbiterianos dicen que las confesiones ayudan a guiarlos y recordarles lo que creen.
La eclesiología presbiteriana busca que el culto esté centrado en la fe en el sacrificio de Cristo, teniéndole a Él como centro en todo momento. También es clara en que aquellos elementos que no son ordenados para el culto en las Escrituras deben ser omitidos o prohibidos. Este principio es conocido como el “Principio Regulador del Culto”.
El legado del presbiterianismo nos recuerda que es necesario conocer nuestro pasado y nuestra doctrina histórica y que debemos transmitir y confesar nuestra fe abiertamente. Ninguna iglesia protestante nació de la nada y todas tienen un trasfondo histórico y una confesión tácita, aunque no se sea consciente de ello.
El presbiterianismo también nos puede dar importantes lecciones sobre la importancia de evitar los gobiernos piramidales que concentran el poder de las iglesias en solo una persona, o en una familia. Nos recuerdan que las iglesias deben ser gobernadas por la comunidad y que esta debe guiar las decisiones de la iglesia. La iglesia es una comunidad de creyentes, no una empresa privada, ni una multinacional.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Qué factores clave del presbiterianismo consideras modelos pertinentes para la iglesia de hoy? ¿Cuál crees que es la forma de gobierno de la iglesia que más se adapta al modelo bíblico?
1 Para conocer más sobre los puritanos, ve al siguiente enlace: https://youtu.be/gcMz8MppnFE.
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