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Después de su muerte, 150.000 personas le rindieron honores y 40.000 más asistieron a su funeral, incluyendo miembros de la realeza británica. Fue un final notable para un hombre que nació en medio de la pobreza y que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados. Se le dio el título de “el profeta de los pobres”. Hoy es mejor conocido como fundador y primer general del Ejército de Salvación. Este es un resumen de la vida de William Booth.

Una infancia difícil
William Booth nació en Nottingham el 10 de abril de 1829. Fue hijo de Samuel Booth y de su segunda esposa, Mary Moss. Sus padres no eran creyentes, pertenecían a la clase trabajadora y contaban con poca educación. William tuvo tres hermanas: Ann, Emma y Mary, y un hermano mayor, Henry, quien murió a los dos años de nacido.
En 1842, cuando tenía 13 años, su padre lo envió a trabajar como aprendiz en una tienda de empeño situada en la parte más desfavorecida de Nottingham. A William no le gustaba esa labor, pero debía ayudar a sostener a su familia. Sin embargo, fue precisamente allí donde tomó conciencia de las duras condiciones en las que vivían los más necesitados. Esa experiencia despertó en él una profunda inquietud social que terminó marcando el rumbo de su vida.
En septiembre de ese mismo año, su padre se enfermó y murió. Poco después, su madre tuvo que dejar su casa para abrir una pequeña tienda en uno de los barrios pobres de Nottingham. Allí, vendiendo juguetes, agujas, algodón y cosas por el estilo, ganaba un pequeño ingreso.

Metodismo y matrimonio
A sus 15 años, en 1844, William fue invitado por una pareja wesleyana a la iglesia metodista Broad Street Wesley Chapel, donde tuvo un encuentro con Cristo. En 1846, quedó impresionado por la predicación de James Caughey y David Greenbury, dos evangelistas itinerantes. Animado por Greenbury, se unió a un grupo de creyentes que predicaban en las calles.

Luego de dejar de trabajar en las casas de empeño, Booth se quedó sin empleo durante un año. Por ese tiempo, se dispuso a evangelizar a los pobres junto a un grupo de amigos, con quienes creó unas plataformas nocturnas al aire libre en las que predicaban el Evangelio a través de música animada y breves exhortaciones que invitaban a los oyentes a volverse a Cristo.
En 1849, William se mudó a Londres para buscar trabajo. Regresó brevemente a las casas de empeño, pero también se unió a una capilla en Clapham, en donde conoció a Catherine Mumford (1829-1890). Se casaron el 16 de julio de 1855, después de que William se convirtió en evangelista, y formaron una asociación ejemplar y complementaria de por vida.
Después de una breve luna de miel, fue designado como pastor para los circuitos en Halifax y Gateshead, pero al sentirse llamado al evangelismo itinerante, especialmente en las calles con los más necesitados, renunció en 1861. Tanto él como Catherine empezaron a llevar la Buena Noticia por Gales y otras regiones de Inglaterra.

Ejército de Salvación
Cuatro años después, William y Catherine se mudaron a Londres. Fue allí donde William comenzó su primera campaña evangelística al aire libre, bajo una simple tienda, en Whitechapel. El ministerio se llamó “La misión cristiana” (The Christian Mission, en inglés). En 1878, William cambió el nombre de la misión por “Ejército de Salvación” (Salvation Army, en inglés) y la estructuró como una organización militar, con él como “El general”; al parecer tomó la idea del Movimiento Voluntario Británico.
Las primeras “campañas” del Ejército de Salvación desataron una violenta oposición. Con el firme propósito de disolver sus reuniones, surgieron unos grupos llamados “Ejércitos de esqueletos”. Durante muchos años, los seguidores de Booth fueron sometidos a multas y encarcelamientos por ser “quebrantadores de la paz”. Sin embargo, el enfoque radical del Ejército —con su estilo militante, su presencia en las calles y su mensaje de salvación para los más excluidos— atrajo una enorme atención pública, y en menos de diez años el movimiento terminó estableciéndose en varios países extranjeros.

En 1880, las operaciones del Ejército se extendieron a los Estados Unidos; en 1881, a Australia; y más tarde, al continente europeo, la India y otros lugares más. A lo largo de los años, Booth creó un elaborado sistema de ayuda social, pues creía que la caridad aceleraría el trabajo de evangelismo. Así resumió el propósito de este cuerpo: “Somos un pueblo de salvación. Esta es nuestra especialidad: ser salvos y mantenernos salvos, y luego lograr que alguien más sea salvo”.

En la Inglaterra más oscura
Después de sufrir un cáncer, Catherine Booth falleció el 4 de octubre de 1890, dejando un vacío significativo en la vida de William. Ese mismo mes, él publicó su principal manifiesto social: In Darkest England and the Out (En la Inglaterra más oscura y el camino de salida). En esas páginas, propuso remediar la pobreza y el vicio mediante asilos para personas sin hogar, centros para preparar a emigrantes para las colonias de ultramar, casas de rescate para mujeres en la prostitución, casas para exconvictos, asistencia jurídica para los pobres, y asistencia para los alcohólicos.
Hubo un gran apoyo público para el programa: el dinero llegó generosamente y gran parte del plan se llevó a cabo. A partir de entonces, Booth volvió a la predicación y al evangelismo, y la administración diaria del Ejército de Salvación quedó en manos de su hijo mayor, Bramwell Booth.

En agosto de 1904, William emprendió una serie de viajes alrededor del mundo, visitó países como Australia, Nueva Zelanda y Tierra Santa. Al regresar, en reconocimiento a su labor a favor de los más necesitados, fue distinguido con el título conocido como “Libertad de la Ciudad” por parte de Londres y Nottingham. Además, la Universidad de Oxford le otorgó un doctorado en Derecho Civil como muestra de aprecio por su contribución social y espiritual.
William Booth murió el 17 de agosto de 1912. Londres se detuvo durante casi cuatro horas mientras una larga procesión de aproximadamente 7000 salvacionistas marchaba a través de las calles.

Su legado fue un Ejército de Salvación que, al momento de su fallecimiento, contaba con 15.875 oficiales y cadetes, y operaba en 58 territorios. Hoy cuenta con una membresía mundial de más de 1.7 millones de personas, que está conformada por soldados, oficiales y adherentes, conocidos colectivamente como “salvacionistas”. Está presente en 131 países, administra tiendas de caridad, opera refugios para personas sin hogar, ayuda en casos de desastres y brinda ayuda humanitaria a países en dificultades.
¿Crees que la ayuda social es importante a la hora de predicar el Evangelio? ¿De qué formas crees que la Iglesia de hoy podría mostrar mayor interés por los más necesitados?
Nota: este texto está mayormente basado en la biografía de William Booth publicada por la página web en inglés del Ejército de Salvación.
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