¿Por qué la sociedad moderna admira a Jesús, pero rechaza a los cristianos?

Hoy, sociólogos e investigadores demográficos en Estados Unidos se preguntan cuál es el futuro de la religión y, en especial, del cristianismo en ese país. Si bien las tendencias de secularización se han acelerado durante las últimas décadas, aún no se ha anunciado su desaparición. Sin embargo, hay quienes aseguran que enfrentará un fuerte declive a partir de la segunda mitad del siglo XXI así que, para entonces, ya no será el movimiento religioso mayoritario del país.

La pregunta sobre el futuro de la religión en Estados Unidos viene unida a otra: ¿cómo perciben los estadounidenses a Jesús? Según estudios recientes, en general tienen una perspectiva positiva de Jesús, esto incluye a los no creyentes. Entonces, ¿por qué el cristianismo está decayendo? ¿Qué visión se tiene de los cristianos y de sus comunidades? 

Responder a estas preguntas será crucial para entender cómo los cristianos pueden acercarse a los no creyentes y ser escuchados. Al fin y al cabo, el mandato explícito que Jesús les dio a sus discípulos fue el de anunciar el evangelio y hacer más discípulos. Por supuesto, será necesario tratar este asunto de forma inteligente y audaz, de tal forma que se logre un resultado positivo. 

En el Concilio Vaticano II, el catolicismo intentó dar respuesta al proceso de secularización del primer mundo por medio de un proceso denominado aggiornamento (renovación y modernización). Los resultados fueron una serie de posturas ambiguas frente a la modernidad que crearon expectativas no cumplidas de reforma; incapacidad para hacer que el mensaje de esa corriente fuera entendible; y una gran deserción de creyentes. 

Un panorama con estimaciones no muy favorables 

En un estudio del Pew Research Center de finales de 2022 ya se había predicho, con base en modelos estadísticos anteriores, que para el 2070, el cristianismo sería de menos del 50 % de la población. Vale la pena aclarar que ese porcentaje comprendería a toda agrupación religiosa que considera que Jesús es Dios y es una persona de la Trinidad. Eso incluye a católicos, ortodoxos, protestantes históricos, evangélicos, cristianos heterodoxos y progresistas.

Las cifras actuales indican que cerca del 64 % de la población estadounidense es cristiana, lo cual también representa un fuerte declive frente a periodos anteriores. Según datos de Christianity Today, en la década de los setenta, más del 90 % de la población se identificaba como cristiana, teniendo en cuenta cualquiera de las denominaciones anteriormente mencionadas. 

Tres hipótesis sobre el rechazo a los cristianos y a su mensaje en Estados Unidos 

1. Una mala interpretación del mensaje en algunos sectores de la sociedad 

Es posible que el rechazo social al cristianismo se deba a que la sociedad estadounidense no ha sido evangelizada de forma completa. En consecuencia, posturas opuestas han tomado el lugar de la iglesia en muchas áreas de la vida pública y en la conformación de valores sociales. Uno de los ejemplos más recientes de este fenómeno es la SatanCon, o Convención anual del Templo Satánico, que tuvo lugar en Boston Massachusetts en mayo de este año.

La organización del Templo Satánico se manifiesta a sí misma como férreamente opuesta a los valores cristianos. Aunque es una organización no teísta —es decir, su satanismo no es cultual sino simbólico—, el ideario que promueve termina creando una falacia de hombre de paja para refutar el mensaje cristiano. Es decir, le adjudica elementos y valores al cristianismo que este no sostiene en su esencia; luego, propone ideas con las que dice mejorar lo que ofrece. 

Desde su perspectiva, el cristianismo esclaviza al ser humano, no promueve la solidaridad auténtica entre las personas, sino que se basa en el ofrecimiento de un premio celestial y en la resignación al estado actual del mundo terrenal. Así, la percepción errónea que tienen termina creando una hostilidad hacia la iglesia y los creyentes. Más adelante veremos que muchas de las críticas hacia esta religión tienen que ver fundamentalmente con una lectura equivocada y prejuiciosa de su mensaje, se le ve como opresora y no como liberadora.

Aquí, es pertinente señalar que muchas iglesias han fallado en anunciar aquello de lo que en realidad se trata el cristianismo. El evangelio no está llegando a las nuevas generaciones y muchas personas terminan asumiendo como un hecho lo que portavoces de determinadas ideologías les dicen sobre el cristianismo. 

2. Oposición natural al mensaje cristiano entendido de forma correcta

Así mismo, la resistencia puede deberse a la oposición natural de un mundo caído al mensaje de gracia y de salvación que ofrece el evangelio. Profundizar en esta hipótesis requeriría un trabajo teológico y doctrinal muy amplio que no pretende hacerse en este artículo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta este factor, pues en muchos sectores sociales sí se ha predicado el evangelio a cabalidad y se ha entendido correctamente. Aun así, ha sido rechazado por la naturaleza pecaminosa de la humanidad. 

3. El cristianismo ha sido desdibujado por algunos sectores eclesiales, los cuales son vistos como representantes auténticos de la fe en la sociedad 

Finalmente, está el hecho de que en algunos sectores de la Iglesia lo que se predica y se vive tiene poco que ver con el mensaje de Jesús. En tales escenarios, las personas pueden reconocer el valor del evangelio, estar de acuerdo con él y, al mismo tiempo, observar que muchas comunidades y sectores simplemente no son fieles a lo que expresan. Así mismo, es posible que el mal testimonio de los creyentes incida en la percepción externa que se tiene del cristianismo, pues se asume que una parte, o incluso varias, representa al todo.

Son varios los ejemplos que podemos mencionar. Están los casos de abusos sexuales en la Iglesia Católica Romana y en algunas congregaciones protestantes; la mercantilización de la fe que realizan muchas de las denominadas megaiglesias, las cuales funcionan como empresas antes que como comunidades; el abuso psicológico, emocional y físico que muchos creyentes experimentan; casos de malos manejos financieros, entre otros. 

Greeleaf, una serie de televisión producida por Oprah, muestra el ejercicio pastoral de un obispo en una megaiglesia protestante de afroamericanos. En ella hay numerosos abusos de poder, hipocresía e incluso abusos sexuales. Los ejemplos del párrafo anterior dejan ver que aquellos sucesos no son solo ficción. Por supuesto, como resultado de un proceso creativo, Greenleaf contiene elementos que quizás no fueron extraídos de casos en particular, pero tampoco es difícil encontrarles su correspondencia con el mundo real. Precisamente, esos casos son los que desdibujan el mensaje cristiano. 

Una sociedad abierta a Jesús 

Ahora, es preciso dar una mirada a las estadísticas para entender qué tan alto es el grado de rechazo al mensaje cristiano y a sus representantes en la sociedad estadounidense. También es necesario observar su grado de apertura al evangelio, y cuáles son los puntos de divergencia entre la percepción positiva sobre Jesús y el rechazo a la Iglesia. 

Numerosos estudios indican que, a pesar del actual proceso de secularización que se está dando, la sociedad estadounidense y, en especial, la generación Z (en 26 países), están abiertas a Jesús y a la espiritualidad. En noviembre de 2022, publicamos los resultados de un estudio en el que Barna Group analizó las tendencias de secularización y el interés de las generaciones más jóvenes por conversar sobre la fe. 

En ese entonces, David Kinnaman, CEO de Barna, señaló que “los rumores sobre la desaparición del cristianismo entre las generaciones más jóvenes han sido enormemente exagerados”. En la investigación se encontró que el 60 % de los jóvenes quieren saber más sobre Jesús y que una gran proporción de estos jóvenes considera que la Biblia es la fuente más confiable para aprender sobre Él. 

Además de esto, el estudio de Barna, que ha tenido varias etapas y varias secciones tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, señala que los miembros de la generación Z generalmente tienden a tener una perspectiva bastante positiva sobre Jesús. Dentro de las cualidades que más destacan los jóvenes sobre Él, se encuentran: misericordioso, impresionante, gobernante del mundo y salido de sus cánones.

Otras características que los jóvenes destacan sobre Jesús son: amoroso, ofrece esperanza, cuida y se preocupa por las personas, es digno de confianza, generoso y sabio. También se sabe que hay un gran entendimiento sobre la interpretación ortodoxa del evangelio y sobre la figura de Jesús. A nivel global, una gran proporción de adolescentes (el 31 %) afirma que la mejor forma para entender a Jesús es como Dios hecho hombre.

Sin embargo, los datos también indican que hay una gran proporción de jóvenes que manifiestan un escepticismo frente a la figura de Cristo. A nivel mundial, 1 de cada 5 adolescentes lo consideran una figura mítica y solamente un 47 % cree que fue crucificado. Es importante señalar que la encuesta mencionada tuvo en cuenta para su análisis tanto a jóvenes cristianos como a no cristianos. 

El estudio de Barna también encontró que solo para el 22 % de los jóvenes cristianos era una preocupación importante hablar con los demás sobre Jesús y el evangelio. Este escaso nivel de preocupación por el evangelismo permite entender por qué entre la sociedad secularizada actual hay un gran desconocimiento acerca del mensaje de salvación. Quizás, también deja entrever el lugar que los creyentes les dan a los valores del mundo moderno. 

Espiritualmente abiertos pero reacios a la Iglesia

En el informe más reciente de Barna Group, titulado Espiritualmente abiertos, se observó una tendencia similar a la de las ediciones anteriores. Aunque las personas están más abiertas a escuchar y a hablar sobre Jesús, cuando se trata de la Iglesia o de los creyentes, tienen perspectivas mucho menos favorables. 

El fallecido pastor y autor evangélico Timothy Keller ya había señalado que Estados Unidos y Occidente pueden verse como sociedades poscristianas. El abandono del cristianismo es una realidad patente que necesita ser abordada tanto por los líderes formales de las iglesias (los pastores) como por los creyentes comunes (quienes comparten el sacerdocio universal y el llamado a la evangelización). A continuación exploramos los datos encontrados en el último informe de Barna Group. 

Jesús vs. la Iglesia

En la tercera edición de la Espiritualidad abierta se señala que el 71 % de los estadounidenses afirma tener una perspectiva positiva sobre Jesús. Además, el 63 % de los adolescentes y adultos estadounidenses dice que ha hecho un compromiso personal con Él, que todavía es importante para ellos. La declaración es más común entre las personas de la generación millennial, de las cuales el 70 % hizo la afirmación anterior. 

Cuando se pregunta a todos los estadounidenses sobre su posición acerca de Jesús, el 71 % afirma que lo ve positivamente. Esta declaración está entre los cristianos en un 80 %, para las personas de otras religiones llega a un 58 % y entre los no creyentes las perspectivas positivas sobre Jesús son del 40 %. Sin embargo, las diferencias empiezan a aparecer cuando se le pregunta a la población su opinión acerca de la Biblia, el cristianismo, las iglesias, los pastores y los sacerdotes.

El 63 % de la población encuestada tiene una perspectiva positiva de la Biblia: el 57 % son personas de otras religiones y el 28 % son no creyentes. En relación al cristianismo, el 57 % del total de la población tiene una perspectiva positiva. El 74 % de los cristianos encuestados hacen esa afirmación, mientras que de los seguidores de otras religiones y de los no afiliados a creencias, el 36 y el 21 %, respectivamente, dicen lo mismo.

Cuando se habla de las iglesias, la perspectiva positiva baja aún más dramáticamente. Solo el 47 % del total de la población la tiene. Entre los cristianos, el 58 % lo hace, mientras que solo el 34 % de otros creyentes y el 22 % de los sin religión piensan lo mismo. En el caso de los pastores y sacerdotes, entre la población general, las percepciones positivas llegan únicamente al 44 %. Con respecto a los evangélicos, las perspectivas positivas alcanzan la escasa cifra de 26 %. 

Mucho más alarmantes son las cifras relacionadas con las megaiglesias, los pastores que son celebridades y las personas famosas que se declaran cristianas. Entre todos los encuestados, solo un 26 % tiene perspectivas positivas frente a esta categoría. La cifra baja a un impresionante 14 % entre quienes no son creyentes.

Si nos vamos al detalle, los ministros celebrities solo tienen un 17 % de ‘aprobación’, por así decirlo, entre la población general y un 9 % entre los no afiliados a religiones. Finalmente, las megaiglesias obtuvieron las cifras más bajas de todo el estudio: únicamente el 16 % de la población general las ve de forma positiva y los no creyentes tienen de nuevo un 9 %. 

¿Qué es lo que hace que las personas duden del cristianismo? 

Son numerosos los factores que hacen que los encuestados tengan dudas en relación al cristianismo, esto incluye a los mismos seguidores de Jesús. El principal factor es,  según los encuestados, “la hipocresía de las personas religiosas”. Entre los fieles de otras religiones y los que no se circunscriben a una fe, esta declaración es sostenida por un 26 % y un 42 %, respectivamente. 

El sufrimiento humano es la segunda razón más citada para dudar del cristianismo. Los seguidores de Jesús, en un 23 %, señalan que esta es una razón que les hace dudar de su fe, mientras que esta declaración es sostenida por un 22 % entre las personas que creen en otras religiones. El conflicto en el mundo es el tercer motivo más citado por el 19 % de los cristianos, por el 22 % de quienes siguen diferentes creencias y por el 24 % de los no creyentes.

Entre los argumentos también se encuentran la ciencia y la idea de que “una sola religión no puede tener todas las respuestas”. Todos esos datos no necesariamente significan que el cristianismo no goce de una determinada acogida en Estados Unidos. Por el contrario, todavía es típicamente visto como basado en principios, amoroso, amigable, generoso, etc.

Sin embargo, las disparidades entre las concepciones de cada grupo mencionado anteriormente señalan obstáculos que la Iglesia necesita superar y abordar de manera clara. Esto cobra especial importancia cuando se trata de compartir la fe con aquellos que no han sido alcanzados por el evangelio. 

Cuando se trata de las perspectivas que las personas tienen en relación al cristianismo, la diferencia más grande aparece en cuán probable es que sea una fe que respetan. Entre aquellos que no están afiliados a una religión, solo el 15 % dice hacerlo, mientras que entre los cristianos la cifra es del 45 %.

Un resultado preocupante es que muy pocas personas no creyentes ven al cristianismo como moral y ético (16 %), generoso (15 %) y amigable (21 %). En cambio, un gran número de no creyentes tienen perspectivas negativas sobre la fe cristiana. Señalan que es hipócrita (49 %), condenatoria (48 %), fuera de toque con la realidad (38 %) y demasiado involucrada en política (42 %). 

Conclusiones del estudio de Barna Group

Barna Group concluye que los datos sobre la Apertura espiritual revelan una oportunidad tremenda para los líderes de fe. El desafío que permanece es si la Iglesia está lista y tiene la capacidad de encontrarse con las personas espiritualmente abiertas, en donde ellas están y como son. “El trabajo de los cristianos es encarnar a Jesús —llenos de verdad y de gracia— y reflejar su imagen en todas las cosas que ellos hacen”, dijo Kinnaman. “Los datos reflejan que los cristianos frecuentemente fallan en esto”, explicó. 

Las conclusiones de Barna Group reflejan principalmente la tercera hipótesis que se expuso al inicio del presente artículo. Aunque los no creyentes pueden tener una imagen distorsionada del cristianismo y exista una oposición natural a la fe cristiana debido al pecado, también es cierto que muchos creyentes no están encarnando los valores del evangelio. Eso genera una resistencia bastante entendible contra los cristianos y la iglesia.

Desde esa perspectiva, la disociación entre Jesús (quien es admirado y valorado) y el cristianismo sólo podrá solucionarse cuando los cristianos sean conscientes de cómo su testimonio afecta la percepción externa de su fe. También será necesario que tomen acciones para enmendar ese testimonio.

En gran medida, el último estudio de Barna Group es en sí mismo un llamado de alerta muy fuerte para la Iglesia, para que encarne la generosidad y el amor de Jesús en un mundo que no siente que ese sea el rostro distintivo de la Iglesia. Los no creyentes y las personas de otras religiones ven a Jesús como una figura amorosa y bondadosa, pero sienten que hay muy poco amor y bondad en las iglesias. 

Al mismo tiempo, estos datos también pueden reflejar que dentro de la Iglesia hay más cristianos nominales de lo que se quiere admitir. Entonces será necesario renovar la predicación evangélica en un doble sentido, tanto hacia afuera (para los no creyentes) como hacia adentro (para aquellos que han sido criados en iglesias cristianas, pero que en realidad aún no han hecho un compromiso sincero y profundo con el Señor).

El desafío de la Iglesia en esta sociedad poscristiana ciertamente es grande, incluso, se podría decir que abrumador. No enfrentarlo exitosamente podría tener consecuencias críticas para el futuro de la Iglesia, especialmente en una sociedad en la que múltiples discursos, valores e ideologías ajenas al cristianismo continúan ganando terreno. 

Referencias

https://www.pewresearch.org/religion/2022/09/13/modeling-the-future-of-religion-in-america/

https://www.barna.com/research/openness-to-jesus/