Nota del editor: La película en la que está inspirado este artículo, “Don’t Look Up” (No miren arriba), no es una película cristiana, por lo tanto, es posible que algunas escenas, diálogos, imágenes, referencias y demás puedan afectar la consciencia de algunos creyentes. Por lo tanto, es potestad del lector cristiano ver, o no, este filme producido por Netflix.
Un día se le ocurrió a Platón (el famoso filósofo griego) un mito. Lo conocemos como “El mito de la caverna”. Es acerca de una comunidad que vivía en una cueva. Toda su vida habían estado en esa caverna, y el único conocimiento que tenían de fuera era las sombras de los objetos que se proyectaban desde el exterior hacia adentro de la cueva. Un día, una persona de esa comunidad encontró la forma de salir de la cueva y llegó al mundo exterior. Finalmente conoció lo que era el sol, los árboles, los ríos y los animales. Su reacción fue lo que seguramente cualquiera de nosotros haría: regresó a la caverna para contarle a su comunidad sobre el mundo exterior, para que todos fueran libres y salieran de la cueva. Pero para su sorpresa las personas de la caverna no le creyeron, de hecho lo consideraron loco y finalmente lo mataron. Estaban tan sumidos en la oscuridad de su caverna, que no podían imaginar lo que era el mundo real. La película “Don’t Look Up” (No miren arriba) de Adam McKay, que se ha hecho popular en Netflix en los últimos días, es una versión moderna y satírica del mito de la caverna. En realidad nos muestra una situación no tan mítica.
La película es acerca de unos astrónomos que descubren que un enorme cometa viene directo hacia la Tierra, de manera que a la humanidad le quedan solo seis meses de vida. Lo primero que hacen los personajes es acudir a las autoridades, yendo directamente a la presidencia de los Estados Unidos para advertir de la catástrofe y pensar cómo evitarla. Pero para su sorpresa, la presidenta de su nación está más preocupada por su popularidad política, especialmente cuando las elecciones están cerca, que por la posibilidad de salvar a la humanidad de la extinción. Los personajes se ven en la obligación de acudir a los medios de comunicación, pero se estrellan con el inconsciente colectivo de una sociedad a la que no le interesa lo que no le entretiene ni lo que no le implica una ganancia económica, al punto de prohibir mirar hacia arriba para no ver la destrucción que viene. En general la película es una profunda burla de los absurdos valores que dirigen a la sociedad occidental moderna, pronosticando finalmente que la llevarán al colapso. No es una película cristiana pero como creyentes tenemos mucho qué reflexionar.
Permítanme proponer tres reflexiones entre muchas otras que espero que este artículo produzca en sus lectores.
1. Más urgente es nuestra misión
Uno de los aspectos que más me llamó la atención de la película es la inevitable ira de parte de los astrónomos, su ansiedad y su desesperación por explicar que viene una destrucción inminente sobre la humanidad. Ambos personajes principales pierden sus cabales en determinados momentos de la historia, insultando, gritando y expresando como pueden la gravedad de lo que está sucediendo con el objetivo de que la gente despierte a la realidad. La película no es obscena, no es explícita en temas sexuales, pero sí tiene un vocabulario bastante fuerte, sin embargo ese vocabulario es principalmente la explosión de desesperación de quienes entienden el problema en el que está el mundo entero.
Es inevitable que como creyentes nos veamos identificados con esa sensación de desesperación ante la indiferencia de las personas que rechazan el evangelio, siendo la única esperanza ante el juicio venidero. Y aún más cuando todo el sistema de este mundo presiona para que no miren a Cristo. Es realmente desesperante saber que lo que viene no es simplemente un cometa que destruirá al mundo, lo que viene es algo mucho peor: la ira de un Dios santo que condenará eternamente a los pecadores. Eso significa que nuestra misión es mucho más importante. Nuestra urgencia debería ser mucho más alta, sin perder la cordura… pero casi. De hecho Pablo escribió:
“Si parecemos estar locos es para darle gloria a Dios, y si estamos en nuestro sano juicio, es para beneficio de ustedes. Sea de una forma u otra, el amor de Cristo nos controla. Ya que creemos que Cristo murió por todos, también creemos que todos hemos muerto a nuestra vida antigua. Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos… Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: ‘¡Vuelvan a Dios!’”. (2 Corintios 5:13-15, 21)
2. Cuidado con el Dr. Mindy
El Dr. Mindy es un personaje realmente fascinante, porque es el que le da una tonalidad gris a la historia, y por lo tanto tal vez el personaje más real. Mientras que la gran mayoría de los personajes están volcados hacia la estupidez, y posiblemente Diabisky representa a los que están en el extremo opuesto, el Dr. Mindy representa a esa persona que es consciente de lo que está pasando, de la gravedad de la situación y aún así se deja tentar por ese inconsciente sensual, atractivo y farandulero. Aún cuando parece que sigue enfocado en lo importante se hace evidente que fue perdiendo el horizonte poco a poco hasta salir totalmente defraudado.
Todos estamos tentados a ser el Dr. Mindy. Por eso Pablo exhorta a los creyentes a mantener la mirada arriba:
“Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.” (Colosenses 3:1-3)
3. Despierten a algo mayor
Al ver la película pensaba constantemente en lo triste que es que una producción que tiene como propósito despertar a otros a la realidad, no exprese la realidad máxima a la que todos deben despertar. Claramente Adam McKay tiene en mente problemáticas como el cambio climático, la crisis política y el dominio de los medios de comunicación entre otros aspectos que son parte de la situación que vive la sociedad occidental actualmente. Pero claramente Adam McKay también necesita despertar a algo mayor: Dios es el creador de todas las cosas y merece gloria, honra y adoración; el pecado tiene esclavizada a la humanidad; Dios es juez justo; el evangelio es la única esperanza; Jesús está reinando y los cielos nuevos y la tierra nueva es una esperanza ciertísima que sucederá cuando Jesucristo vuelva y establezca Su reino sobre esta tierra.
Nuestra labor es más que despertar a las personas a la realidad de que este mundo está yendo a la destrucción. La iglesia de Jesucristo está en esta tierra para despertar al mundo a algo mayor, lo único que tenemos que hacer es ayudarles a que miren a Cristo.
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