A medida que el mundo celebra el mes de las madres, es preciso que como cristianos recordemos y valoremos cómo las mujeres que son madres en nuestras comunidades eclesiales cumplen este rol tan importante y sirven al Señor en sus hogares. Muchas veces, el rol de las madres se da como algo por sentado en las familias, pero la dura realidad es que muchas madres atraviesan por múltiples desafíos tanto en sus hogares como en sus trabajos.
Incluso aunque las medidas contra la pandemia del Covid-19 se han levantado en algunos lugares, las actuales presiones que muchas madres aún sienten en sus hogares todavía persisten de forma consistente. Muchas de estas madres no solo cuidan de sus hijos, sino que al mismo tiempo trabajan y todo esto se siente como una fuerte carga para ellas dentro del hogar.
En un reciente estudio de Barna Group, múltiples madres que trabajan compartieron cómo ellas se han sentido abrumadas por su trabajo, navegando entre los desafíos del sitio de trabajo y deseando aún más tiempo para el autocuidado. Los descubrimientos que Barna encontró serán compartidos en el presente artículo.
¿Qué fue lo que descubrió Barna?
Son tres los descubrimientos de Barna cuando entrevistaron a las madres que trabajan. Damos una mirada a cada uno de ellos:
1. Las madres que trabajan tienen más probabilidades que los padres trabajadores de sentirse agotadas
Ya que las madres han asumido históricamente las cargas del trabajo doméstico y el cuidado de los niños y los seres queridos, un modelo que la pandemia del Covid-19 exasperó o profundizó, no es una sorpresa que las madres trabajadoras se sientan abrumadas por sus cargas laborales, incluso muchas de ellas se sienten olvidadas.
En un estudio de principios de 2022, cuando se les preguntó a las madres cómo se sentían acerca de los lugares donde trabajaban durante la pandemia, más de una de cada de tres madres (36% de las mujeres que son empleadas a tiempo completo o a tiempo parcial y tienen hijos menores de 18 años en sus hogares) reportaron sentirse agotadas y abrumadas.
Esto hace que las madres trabajadoras (con 13 puntos porcentuales más que los hombres, para los cuales la medida es de solo el 23%) sean más propensas a sentirse de esta manera. Esto es apoyado mucho más por el hecho de que los padres trabajadores, y todos los otros hombres, de hecho, tienen más probabilidades que las madres trabajadoras a decir que ellos no se han encontrado afectados por la pandemia. El 22% de los hombres dicen que no se han sentido afectados por la pandemia, mientras que solamente el 11% de las mujeres afirman lo mismo.
2. El cambio de las madres a trabajar desde casa fue mucho más drástico que para los padres
Los datos de Barna muestran que, previo a la pandemia del Covid-19, solo un poco más de una de cada 10 madres trabajadoras (el 12%) trabajaba exclusivamente desde el hogar o de forma remota, mientras que un cuarto de los padres trabajadores (el 26%) estaba haciendo lo mismo. Ahora, aunque la mayoría de las madres trabajadoras (el 45%) todavía tenía que ir a un trabajo presencial, el monto de las madres que estaban trabajando desde el hogar se había más que doblado; 30 por ciento de las madres le dijeron a Barna que ellas trabajaban exclusivamente desde casa o de forma remota hoy. Mientras que el porcentaje de padres que trabajaban desde casa había permanecido igual, y los padres trabajadores, en cambio, experimentaron un incremento significativo de las opciones de trabajo híbrido ( del 21 al 28 por ciento en comparación de una caída del 24 al 20 por ciento para las madres trabajadoras).
Mientras que muchas madres dejaron la fuerza laboral durante la crisis del Covid19, las que todavía permanecen empleadas- sea que ellas permanecieran trabajando durante la pandemia o estén ingresando a la fuerza laboral - continúan experimentando cambios en sus ambientes de trabajo y expectativas laborales. Los datos de Barna relacionados con estos cambios dan a entender un nivel más bajo de satisfacción para las madres trabajadoras en cuanto a sus relaciones tanto dentro como fuera del trabajo, así como un nivel más bajo de satisfacción con sus trabajos en general, esto cuando se compara con los datos para los padres trabajadores.
3. Las madres trabajadoras desean más tiempo para priorizar la reflexión y el autocuidado
En medio del ajetreo de intercambiar entre las responsabilidades personales y profesionales, ¿qué es lo que podría ayudar a las madres a obtener un mayor sentido de balance entre la vida del trabajo y del hogar? Incluso algunas medidas simples podrían ayudar, según han dicho las madres trabajadoras a Barna. Las respuestas a las encuestas destacan una necesidad de más tiempo para priorizar sus propias necesidades. Aquí, las madres trabajadoras y los padres señalan algunas de las mismas soluciones, como pocas diferencias significativas en sus respuestas. En unos pocos puntos claves, sin embargo, las madres trabajadoras muestran diferencias con sus pares femeninos en la fuerza laboral, brindando algo de luz sobre cómo el cuidado de los hijos ha impactado en sus rutinas.
Las madres trabajadoras, más que las mujeres trabajadoras sin hijos, le dijeron a Barna que ellas podrían lograr un mejor balance en la vida laboral y personal si ellas “un poco más de tiempo de silencio para ganar algo de perspectiva” (30% vs 19%). Ellas también tienen más probabilidades que todas las otras mujeres a decir que un mejor balance vida-trabajo podría ser logrado si ellas tuvieran “más oportunidades para ejercitarse” (30% vs el 18% de las mujeres trabajadoras sin hijos en casa, y un 15% para todas las otras mujeres).
El apoyo de las iglesias a las madres trabajadoras
En medio de una temporada de transición, sentimientos de carga laboral excesiva y una lucha para balancear la vida personal y las responsabilidades profesionales, las madres trabajadoras podrían beneficiarse del apoyo de sus comunidades, incluyendo sus iglesias locales y congregaciones. Aun así, los pastores y congregantes podrían no saber cómo responder mejor a la necesidad de ayuda que expresan las madres trabajadoras en esta temporada. De hecho, una de cada cinco madres trabajadoras cristianas (22% frente al 11% de los padres trabajadores) dicen que ellas no están asistiendo a la iglesia en este momento.
Ante esta realidad surge de manera inevitable la pregunta de cómo las iglesias pueden apoyar mejor a las madres trabajadoras. Un segundo estudio de Barna nos permite tener una perspectiva un poco más clara sobre las posibilidades que las iglesias tienen de desarrollar un ministerio de ayuda exitoso para las madres trabajadoras que se han sentido abrumadas por la sobrecarga laboral que ha resultado de la pandemia y del intercambio de roles en el hogar y el trabajo.
La rutina de una madre trabajadora cristiana en tiempos modernos
Verónica Thames, una redactora de Barna que también es madre trabajadora, también ha expresado que tratar de encontrar un balance entre su vida personal y laboral no siempre es fácil. Ella se siente especialmente identificada, aunque también entristecida, al ver los estudios de Barna que reflejan la situación de las madres trabajadoras dentro de la fuerza laboral estadounidense.
Thames destaca que los datos muestra cómo la experiencia de sentirse abrumadas, para las madres trabajadoras, es algo que le evoca muchos sentimientos, dos de los cuales ha experimentado ella misma después de convertirse en madre hace tres años.
El primer sentimiento que evoca Thames es la gratitud, porque a diferencia de muchas mujeres en generaciones pasadas, las oportunidades han abundado para ella cuando se trata de perseguir su vocación fuera del hogar. El segundo sentimiento es de decepción, porque a pesar del hecho de que las mujeres conforman casi la mitad de la fuerza laboral de los Estados Unidos, y siete de cada diez madres están actualmente en la fuerza laboral, las mujeres (especialmente las madres) todavía carecen del apoyo, el reconocimiento y el balance que ellas necesitan en sus vidas laborales.
Antes de convertirse en madre, Verónica Thames podía fácilmente separar su vida laboral y personal y no dejar que ninguno de los dos ámbitos se convirtieran en algo abrumador. Pero eso ya es algo casi imposible ahora, en la medida en que cada decisión que ella toma - desde la hora en la que establece la alarma cada mañana hasta las horas que tiene que pasar en la oficina - es establecida a través de los lentes de ser un cuidador primario en el hogar. En estos días, hay muy poco, si es que hay algo, de tiempo libre.
Las mañanas de los días laborables de la semana son de mucho ajetreo para Thames, las cuales tienen como rutina el preparar a su hija para la escuela corriendo entre una y otra cosa antes de ir al trabajo. Y después del trabajo, ella tiene que volver a su trabajo de madre en el que tiene que asegurarse de que su familia esté alimentada y de que las tareas del hogar no se apilen, mientras trata también de tener algo de tiempo para pasar con su hija antes de que ella se vaya a la cama.
Después de que su hija se ha ido a la cama, Verónica está tan cansada como para disfrutar de algo de tiempo con su esposo, y mucho menos para encontrar tiempo para tener una noche de chicas con sus amigas. Frecuentemente, su único deseo es ver algo en Netflix o leer un libro antes de que el día llegue a su fin y volver a dejar su alarma lista para la mañana siguiente.
Al tiempo que Thames recuerda su lista de tareas, ella sabe que no está sola en su sentimiento de que es poco el tiempo que le queda entre el cuidado de su familia y estar en el trabajo, así como en el sentimiento de que un poco de tiempo libre más podría hacer una gran diferencia.
Thames recuerda el estudio que fue citado al inicio, que señala que tres de cada diez madres trabajadoras, y con hijos de menos de 18 años en sus hogares, afirman que ellas podrían obtener un mejor balance entre la vida y el trabajo si ellas tuvieran algo más de tiempo de paz y de silencio para obtener de nuevo perspectiva. Esto frente al 19% de todas las demás mujeres trabajadoras que dicen lo mismo. Este 30% de madres trabajadoras también dicen que desearían tener más tiempo para hacer ejercicio, en comparación con el 18% de todas las demás mujeres trabajadoras que dicen lo mismo.
El rol de los esposos y los empleadores
Algunos de los desafíos que enfrentan las madres trabajadoras podrían ser aliviados si los esposos tomaran un rol más activo en el cuidado de los hijos, o si los empleadores de las madres trabajadoras les ofrecieran una mayor flexibilidad con sus horarios. La era del Covid-19 ha aportado nuevas luces sobre lo que sucede cuando estas necesidades no son satisfechas, en la medida en que las madres han comenzado a dejar la fuerza laboral en grandes números durante esta pandemia.
La importancia de que las iglesias se involucren en el apoyo a las madres trabajadoras
Como una madre trabajadora cristiana, Verónica no solo busca el apoyo de su esposo y de las personas en su trabajo para lograr un mejor balance entre la vida personal y laboral, ella también busca el apoyo de los miembros de su iglesia local. Dentro de la comunidad de su iglesia, ella ha sido capaz de forjar conexiones con otras madres trabajadoras, las cuales también entienden cuán difícil es encontrar espacio y tiempo para ellas mismas, incluyendo el tiempo para la propia fe, cuando las responsabilidades del hogar y del trabajo son numerosas.
Para las madres trabajadoras cristianas, las demandas de la vida personal y el trabajo son una prioridad antes que las tareas y el servicio en la comunidad eclesial
Los datos de Barna muestran que el 22 por ciento de las madres trabajadoras cristianas no asisten a las iglesias (en comparación con el 11 por ciento de los padres cristianos que tampoco asisten a los servicios dominicales). Mientras que estas cifras pueden ser atribuidas a múltiples factores, Verónica Thames considera que la carencia de balance entre la vida personal y laboral de las madres cristianas es uno de los factores determinantes. Para Verónica, después de semanas agitadas y llenas de trabajo, sea por causa del trabajo o de la familia, ella es mucho menos propensa a asistir a la iglesia con el fin de concederse a sí misma más tiempo y espacio para descansar y recargarse antes de comenzar otra semana de ajetreo.
Esto nos deja con una pregunta interesante: Si las madres trabajadoras rara vez tienen tiempo para sí mismas en la semana, entonces ¿Cómo podrán ellas encontrar tiempo para una comunidad eclesial? Otra pregunta que las iglesias deben plantearse es la siguiente: ¿Cómo pueden una iglesia ofrecer apoyo a las madres trabajadoras justo ahora, proveyéndoles espacio para ellas, para ser vistas dentro de la comunidad y nutridas por los beneficios de la iglesia? También es importante añadir: ¿Cómo los ministros pueden asegurarse de que las madres trabajadoras tengan oportunidades para participar en la iglesia y en los demás aspectos de la vida de la comunidad eclesial?
Los testimonios de las madres trabajadoras cristianas
Cuando se trata de mirar a los datos y pensar en la realidad de lo que significa ser una madre trabajadora hoy, Verónica se ha acercado a otras madres trabajadoras por medio de Barna Group, preguntándoles si y cómo sus iglesias han cuidado de las madres trabajadoras en la actual coyuntura. Estas madres trabajadoras son mujeres brillantes que apoyan los esfuerzos de Barna por entender y apoyar a la iglesia, por medio de investigación, documentación, marketing y diseño de contenidos y Thames ha encontrado que sus propias respuestas y experiencias son inspiradoras y creativas.
Aquí hay algunos testimonios y ejemplos de lo que muchas madres trabajadoras cristianas han experimentado:
“Durante la pandemia, mi iglesia instituyó una noche de miércoles (noche de bicicleta) para los niños, donde ellos pueden montar en sus bicicletas y llevarlas a zonas de parqueo, jugar juntos y degustar de una cena. Es algo que los niños deseaban y que le ha permitido a los padres algo de tiempo libre para sí mismos”.
“Mi iglesia, de forma interesante, gasta una gran cantidad de energía en el ministerio de hombres, el cual trata de poner al tanto a los padres para que trabajen en sus casas con las tareas del hogar y les den espacio de descanso a las madres. Por ejemplo, si hay una noche de mujeres en la iglesia, el ministerio de hombres lo anuncia con anticipación de un mes, esto con el fin de animar a los esposos a que ayuden a sus esposas en todo lo que necesitan para que ellas puedan asistir a la noche de mujeres.
“Mi madre creó un pequeño grupo, específicamente dedicado a las madres trabajadoras. Es un estudio bíblico de una vez por semana a las 7 de la mañana lleno de impresionantes mujeres trabajadoras y viajeras con grandes responsabilidades. Es super interesante y actualmente tienen 18 mujeres en él”.
La perspectiva de las iglesias
Para aquellas iglesias que no apoyan formalmente a las mujeres, Verónica Thames entrevistó a las iglesias locales sobre lo que creen que podrían o deberían hacer cuando se trata de apoyar a las madres trabajadoras. Aquí hay algunas de las perspectivas que surgieron de esas entrevistas:
“Eventos especiales, como escuelas bíblicas vacacionales, podrían ser planeados teniendo en cuenta las necesidades de los padres trabajadores. Una hora de inicio de 10 am no es algo que funciones para muchos en las semanas laborables”.
“Un programa de 'madres mentoras' podría ser provechoso, especialmente cuando los niños alcanzan la edad para asistir a la escuela preparatoria o la escuela básica”.
“Las ofertas multigeneracionales podrían ser beneficiosas. Animar el involucramiento de las personas mayores o retiradas en el cuidado de los niños ( las personas que se involucran activamente en el cuidado de sus nietos tienen una expectativa de vida mayor) podría ser algo útil. Los jóvenes y los adultos jóvenes sin hijos podrían ser animados en esta labor también”.
“Parece que muy a menudo, las iglesias hacen una obligación de las madres cuidar unas de las otras. Creo que establecer el cuidado y la seguridad de los niños como algo en lo que todos podrían estar involucrados dentro de las iglesias puede crear una cultura positiva de aldea que sirva para aliviar la carga que tienen las madres que trabajan tanto dentro como fuera del hogar”.
“Programar o crear grupos que ayuden a las madres que no están dentro de las categorías tradicionalmente reconocidas por la iglesia (como por ejemplo, madres solteras, madres que son cabeza de familia, madres de crianza temporal o madres adoptivas) es algo que frecuentemente se pasa por alto, pero que no deberíamos olvidar”.
“Los grupos eclesiales deberían ser programados por fuera de las horas regulares laborables- y preferiblemente con un cuidado previsto para los niños - para animar el compromiso y la participación de las madres trabajadoras”.
“Las madres que son cabeza de familia exceden el 50% en algunas áreas y se aproximan al 50% a nivel nacional, de manera que las iglesias deben aproximarse al cuidado de estas madres como una norma, en vez de como una excepción de la regla. Esto podría ser muy útil”.
Las comunidades eclesiales tienen una amplia y gran oportunidad para ministrar a aquellas mujeres que son tanto madres como profesionales. Mientras que esto podría no ser una prioridad de alto nivel cuando los líderes de la iglesias señalan sus estrategias y organizan sus ministerios para el futuro, se trata de hecho de una prioridad muy importante. Se puede hacer mucho para apoyar a las madres trabajadoras - justo en este momento y también en el futuro -y para Verónica, su esperanza es que las iglesias locales asuman esto como un desafío importante.
Sobre la investigación
Barna Group llevó a cabo una encuesta en línea entre 1526 adultos estadounidenses entre el 24 y el 28 de enero de 2022. El margen de error del estudio es de 2.3 puntos porcentuales y el nivel de confianza se encuentra en nivel del 95%.
Sobre Barna Group
Barna es una organización privada y no partidista que opera bajo la dirección de Issachar Companies. Localizada en Ventura, California, Barna Group ha estado conduciendo y analizando investigación de carácter primario con el fin de entender las tendencias culturales relacionadas con los valores, las creencias, las actitudes y los comportamientos de los estadounidenses cristianos desde 1984.
Barna Group ha trabajado con miles de negocios, organizaciones sin ánimo de lucro e iglesias en Estados Unidos y alrededor del mundo, incluyendo muchas denominaciones protestantes, parroquias católicas romanas, y líderes de fe. Algunos de los clientes notables de Barna incluyen el Ejército de Salvación, World Vision, Compassion, la Sociedad Americana de la Biblia y Habitat for Humanity. Barna también ha servido a negocios tradicionales y líderes de organizaciones sin ánimo de lucro como Sony, Walden Media, Easter Seals, CARE, The ONE Campaign, The Humane Society, La Fundación Gates, y NBC Universal.
Los estudios de la firma son frecuentemente citados en sermones, y conferencias, y sus investigaciones de opinión pública son frecuentemente citadas en importantes medios de comunicación como CNN, USA Today, The Wall Street Journal, Fox News, Chicago Tribune, el Huffington Post, The New York Times, y los Angeles Times.
Nota: redactado con información de Barna Group en 3 Challenges Facing Working Moms Today y How the Church Can Serve Working Mothers Well.
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