Nota aclaratoria: En la presente reseña se encuentran referencias al papel social que las iglesias afroamericanas han tenido tanto en la historia reciente, así como en la lucha por el movimiento de los derechos civiles. Es importante considerar que esta actividad social es tenida en alta estima y que naturalmente se deriva de la aceptación de la gracia y el don de la fe ofrecido a la iglesia por nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, consideramos que la tarea de la iglesia no puede concebirse estrictamente en términos socio-políticos. La salvación que se nos ofrece en Cristo no es una realidad que se reduzca a la acción y las transformaciones sociales, sino que más bien es una realidad que atraviesa todas las dimensiones de la persona y que fundamentalmente se manifiesta en la liberación espiritual del ser humano y de su condición de pecado. Por consiguiente, concebimos a las acciones sociales no como una condición para la participación de la gracia de Cristo, lo cual ciertamente sería afirmar una salvación por obras, sino como una consecuencia de haber recibido la gracia ofrecida por Dios en su Hijo Jesucristo.
La presente reseña ha sido tomada del diario Christianity Today y se publica aquí con elementos de investigación añadidos y de contextualización:
Este 18 de enero se celebró el día de Martin Luther King, un festivo que ya es tradicional en los Estados Unidos y que conmemora su lucha por los derechos civiles y por una predicación del evangelio comprometida a hacer del Reino de Dios una realidad viva en una sociedad que tradicionalmente ha estado marcada por el pecado de la discriminación y el odio racial. Con motivo de esta celebración se han publicado numerosas reseñas y análisis sobre el estado de las comunidades negras y sobre cómo el evangelio está impactando la vida, las esperanzas y los sueños de los afroamericanos, especialmente entre los más jóvenes.
Estudio de Barna sobre el papel de la iglesia en la vida de los ciudadanos afroamericanos
Un nuevo estudio llevado a cabo por Barna Group confirmó lo que muchos creyentes afroamericanos fieles han sabido toda su vida: a pesar de los cambios en la sociedad y en la política, las iglesias conformadas por comunidades negras se mantienen firmes como un refugio para ellos.
Si bien los líderes afroamericanos dicen que la iglesia negra desempeña un papel diferente en el movimiento de justicia racial actual que en la época en que Martin Luther King Jr. encabezó un amplio movimiento social y eclesiástico durante la era de los derechos civiles de la década de 1960, los estadounidenses negros ven cada vez más a la iglesia como una fuente de consuelo al mismo tiempo que crece su sentimiento de desempoderamiento político. Eventos como el asesinato de George Floyd en el 2020 y la marcha de los supremacistas blancos en Charlottesville el 12 de agosto de 2017, en la que un hombre embistió con un automóvil a una multitud que estaba en contra de la marcha, dejando un persona fallecida e hiriendo a diecinueve personas más, han dejado entre las comunidades negras la sensación de que “el racismo” no se ha ido y que de hecho parece estar regresando con un alto grado de intensidad.
Sentimientos de desempoderamiento
Durante los últimos 15 años, los adultos negros se han desilusionado más con la política estadounidense y los miembros de la iglesia se muestran un poco más pesimistas sobre la situación social y económica de la comunidad negra, así como sobre los problemas de discriminación racial. El estudio de Barna descubrió que el 70 por ciento de los adultos negros y el 75 por ciento de los que asisten a las iglesias negras están de acuerdo en que generalmente se sienten impotentes cuando se trata de hacer cambios para la vida de las comunidades negras, en comparación con el 61 por ciento de los adultos negros en 1996 que pensaban lo mismo.
Uno de los aspectos importantes a señalar es que mientras desde que un epidemia de muertes por desesperación entre las personas blancas sin estudios universitarios empezó en los años noventa (tema del que hablamos en este artículo), desde los años 2010, la misma epidemia parece estar golpeando a las personas negras sin estudios, lo cual evidencia una situación de empeoramiento de las condiciones económicas para las personas de las comunidades afroamericanas, luego de que durante en el siglo XX se produjeran mejoran constantes que parecían apuntar al fin del racismo sistémico, la discriminación y de la desigualdad de oportunidades.
Mayor aprecio por las iglesias afroamericanas
Sin embargo, los investigadores también vieron un mayor aprecio por la iglesia negra. En 2020, dos tercios de los adultos negros y el 80 por ciento de los adultos negros que asisten a las iglesias negras vieron a la iglesia afroamericana como una fuente de consuelo porque es un lugar “donde las personas negras tienen control sobre sus vidas”. En 1996, solo la mitad de los estadounidenses negros estaban de acuerdo.
“Dado el aumento coincidente en un sentido más amplio de impotencia, los asistentes presentes en las iglesias negras pueden ver a sus congregaciones como espacios autónomos en el cual encontrar apoyo y ser parte de comunidades de adoración influenciadas por la visión y las esperanzas de los negros”, escribieron los investigadores.
Aunque se publicó el 18 de enero de 2021, este informe de Barna proviene de encuestas realizadas en abril y mayo de 2020, meses antes de las elecciones y semanas antes de que la muerte de George Floyd provocara una reevaluación de las comunidades afroamericanas sobre el estado de la injusticia racial. Los datos son parte del proyecto State of the Black Church, el cual está programado para ser publicado en su totalidad este verano.
Brooke Hempell, vicepresidente senior de investigación de Barna, señaló el trabajo en curso de redes cristianas negras como The Witness y Black Church Empowered, las cuales hacen que la iglesia negra sea más central en la vida de los afroamericanos.
“Muchos de estos esfuerzos han sido dirigidos por líderes cristianos más jóvenes que sienten un fuerte llamado y aprecio por el testimonio profético de la iglesia afroamericana”, dijo en respuesta a una consulta formulada por el diario Christianity Today.
“Además, muchos de estos líderes han hecho un viaje de ida y regreso, habiendo crecido en iglesias afroamericanas tradicionales, luego se mudaron a iglesias multiétnicas o predominantemente blancas en la edad adulta temprana, luego regresaron a la iglesia negra, motivados por la idea de construir sobre la rica historia de la Iglesia y ampliar su influencia y relevancia para la próxima generación”.
La fuerte mayoría de los estadounidenses negros (71%) y los que asisten a iglesias negras (79%) ven los problemas espirituales y sociales como las prioridades de la iglesia en la actualidad.
El papel de la iglesia en el movimiento por los derechos civiles
“Durante el movimiento de Derechos Civiles, la iglesia afroamericana fue el centro organizativo y de la creación de la actividad del movimiento”, dijo Kendra King Momon, de Victory Midtown en Atlanta y experta en política afroamericana y el legado de Martin Luther King.
“Hoy, somos testigos de un giro necesario que se aleja de simplemente 'predicar el evangelio' al hecho de que la iglesia negra se posiciones como una comunidad en la que ante todo se vive el evangelio”. Kendra King ve a la iglesia reclamando su lugar al hablar en contra de la injusticia y los problemas sociales.
Maina Mwaura, un ministro y escritor que cubre los temas relacionados con la iglesia negra, dijo que hoy reconoce “una sensación de impotencia y tal vez incluso falta de esperanza” entre los estadounidenses negros, pero también los ve “levantarse y encontrar su voz” durante la reciente temporada electoral.
A. R. Bernard, pastor fundador de la megaiglesia del Centro Cultural Cristiano en Brooklyn, ve una sensación de impulso en el movimiento actual en comparación con el “aplazamiento de la esperanza” de los activistas sociales negros conmovidos como él en los años 60.
“Aquí estamos lidiando con algunos de los mismos problemas, pero de una manera diferente”, le dijo a Barna, diciendo que el país no está tan dividido en cuanto a raza como lo estaba en el pasado. “Tenemos por primera vez en la historia de Estados Unidos un consenso nacional de indignación moral. ...Ahora tenemos este impulso para el cambio dentro de la cultura estadounidense que está siendo impulsado por ese consenso”.
En el mismo sentido de estudio, el 17 de enero se publicó una nota editorial por parte del predicador anglicano Esau MacCaulley en Christianity Today en la que se señalaba que el legado de Martin Luther King debe empujar a la sociedad más allá de la predicación contra la injusticia racial y llevar a la iglesia estadounidense al compromiso con un cambio político en el que todas las personas sin distinción de su raza se encuentren incluidas y puedan ser respetadas.
Un ejemplo para el mundo hispano
Consideramos que este compromiso puede servir como un ejemplo también para las sociedades latinoamericanas, en las que realidades como el racismo, la discriminación y la desigualdad se hacen presentes.
Las iglesias que se constituyen como un espacio de encuentro y de consuelo para todos aquellos que han sido dejados atrás en medio del avance económico y tecnológico y de una cultura individualista, ciertamente son ejemplo y testimonio de lo que Cristo quiere que que sea su iglesia: “Sal y luz de la tierra” (Mateo 5:14). “Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16).
En medio de esta realidad, la iglesia solo puede ser luz, mostrando al mundo que existe un modo radicalmente de vivir. En esta realidad, la iglesia, guiada por la gracia del Espíritu Santo da testimonio mediante frutos que indican que de forma eficaz se ha recibido la gracia del Señor. Pidamos confiadamente al Señor que en medio de tantas circunstancias dolorosas y angustiantes, la iglesia pueda dar este testimonio, el cual solo es posible al recibir su amor santificante.
Con información de Christianity Today