¿Cómo está impactando la lectura de las Escrituras a las nuevas generaciones?
Esa es una pregunta que puede parecer típica en cualquier grupo de estudio cristiano o prédica, sin embargo, también es posible abordarla desde un punto de vista estadístico y científico. A pesar de que las nuevas generaciones parecen ser menos religiosas y comprometidas con la fe que las anteriores, un reciente estudio reveló que al menos la mitad de los jóvenes indica que la lectura de la Biblia ha tenido un efecto transformador en su vida.
En el último capítulo del informe Estado de la Biblia en Estados Unidos, producido por la Sociedad Bíblica Americana (SBA), se señaló cómo los Centennial, aquellos nacidos entre 1997 y 2012, se aproximan a la Palabra de Dios y cómo las nuevas generaciones están siendo impactadas al leerla. Este estudio tomó como muestra a 2761 adultos estadounidenses y fue realizado entre el 5 y el 30 de enero de 2023. La encuesta tiene una confiabilidad del 95 %.
¿Cuál es el estado de la Biblia en Estados Unidos?
Como una sociedad mayoritariamente cristiana (64 % según el Pew Research Center en 2022) y con una marcada inclinación protestante, evangélica o reformada (cerca del 44 % de la población estadounidense se identifica con esas denominaciones), la Biblia tiene una gran incidencia en la vida pública y social de ese país. Un ejemplo histórico de ello es que varios sectores de la población blanca la usaron para justificar la esclavitud y otros para defender posturas abolicionistas.
Los políticos de diversas corrientes también la han usado con el fin de aglutinar un electorado. Por ejemplo, Donald Trump se exhibió levantando una Biblia en frente de una iglesia anglicana en 2020 al tiempo que afirmaba defender los “valores cristianos”. Por su parte, Nancy Pelosi, miembro de la Cámara de Representantes, realizó una lectura de las Escrituras en respuesta al entonces presidente, que fue calificada como una “cita selectiva”.
La denominada “teología negra” y las interpretaciones de la Palabra de Dios que usaron muchas comunidades segregadas racialmente también desempeñaron un papel fundamental en la lucha por los derechos civiles. De hecho, actualmente los debates sobre la interpretación correcta de la Biblia también desempeñan un papel crucial en temas álgidos como la laicidad del estado, el aborto, el feminismo, las perspectivas de género y el trato a la población LGTBI.
Con ese trasfondo, es preciso averiguar qué tan presente está la influencia de las Escrituras en la vida estadounidense. Justo eso se hace en el estudio del Estado de la Biblia, para el cual se desarrolla una agenda de investigación estricta cada año, se tienen métricas fundamentales y se buscan conexiones para crear nuevos horizontes en el estudio científico de la religión.
Pero no solo se trata de añadir datos, también de obtener perspectiva y sabiduría. Así que, en la medida en que el paisaje cultural americano cambia (principalmente influenciado por el secularismo y la corrientes espirituales sincréticas de la Nueva Era), la SBA considera que “los métodos del ministerio y el ejercicio pastoral deben adaptarse a estos cambios, de manera que cada estadounidense pueda conectarse de manera significativa con la Biblia y su mensaje de esperanza y transformación”.
Con base en este estudio, la SBA observó tres tendencias y hechos fundamentales:
1. Cuando las personas se involucran profundamente con la Biblia, sus vidas y relaciones mejoran, es decir, cambian y florecen en conformidad con el evangelio.
2. Menos personas en Estados Unidos se están comprometiendo con la lectura de la Biblia. Se ha visto una tendencia a la disminución de esta actividad.
3. Sin embargo, hay signos de esperanza. La media móvil ha rebotado al alza y la desvinculación con la Biblia cayó durante el año pasado.
Uso de la Biblia en Estados Unidos
¿Qué tanto la leen? Este es uno de los factores clave de las métricas de la SBA y un buen punto de partida para ver cuál es el estado de compromiso de los creyentes. La SBA señala que los cristianos no leen la Biblia tan frecuentemente como lo hacían hace unos años. Durante la mayor parte de la última década, cerca de la mitad de los estadounidenses han dicho que la han usado al menos tres o más veces al año.
No obstante, la cantidad de “usuarios de la Biblia”, catalogados así por la SBA, cayó en 10 puntos porcentuales en la encuesta del año anterior, es decir, dos de cada cinco estadounidenses (39 %) clasificaron en esa categoría. Los resultados de 2023 se mantuvieron constantes, con ese mismo porcentaje y es pertinente tener en cuenta que la encuesta aquí citada tiene lugar en enero, por eso la SBA asume que “estas respuestas cubren la mayoría del compromiso con la Biblia del año previo”.
Según lo anterior, el momento más alto y reciente de compromiso con las Escrituras (del 50 %) se dio en el 2020, justo en la pandemia del COVID-19, cuando las personas estaban en sus casas con pocas ocupaciones sociales. Los siguientes dos años representaron un retorno a las actividades presenciales laborales para muchos, sin embargo, un 10 % de la población no mantuvo la lectura de la Biblia como parte de su rutina.
A pesar de la baja en las cifras, todavía es posible decir que cerca de 63 millones de adultos estadounidenses (24 %) usan las Escrituras al menos una vez a la semana por su propia cuenta, es decir, fuera de un servicio religioso.
¿Quiénes están más comprometidos con la lectura de la Biblia?
Del 40 % de personas que leyeron la Palabra de Dios con frecuencia, se puede concluir que:
Las mujeres (41 %) son más propensas a leer la Biblia que los hombres (36 %). Esto se encuentra en concordancia con una tendencia histórica de mayor compromiso con la religión por parte de las mujeres.
Las personas que nunca se han casado (30 %) son menos propensas a leer la Biblia, pero de forma intrigante, aquellos que están separados (52 %) son lectores más frecuentes de la Escritura.
Los afroamericanos (57 %) son más propensos a usar la Biblia, mientras que los asiáticos (27 %) y los blancos (35 %) tienen menos probabilidades.
La lectura y el compromiso con la Biblia tienden a incrementar con la edad. El 48 % de las personas de la tercera edad la leen frecuentemente, frente a un 30 % de los miembros de la Generación Z.
En cuanto a la identidad religiosa, las denominaciones protestantes lideran el compromiso con las Escrituras: los evangélicos (70 %) y las iglesias históricamente negras (68 %) tienen mayores probabilidades de estar comprometidas con la lectura de la Biblia que los católicos (37 %). No es sorprendente este dato, dada la autoridad que las denominaciones protestantes conceden a la Escritura, en contraposición a los católicos, los cuales conceden autoridad tanto a la Escritura como al Magisterio de la Iglesia y a la Tradición.
¿Qué buscan las personas al leer la Biblia?
El estudio de la SBA buscó las motivaciones de las personas para acudir a la Escritura. Se les dieron siete opciones para completar la oración “Yo uso la Biblia porque...”, de las cuales tenían que elegir solo una. La respuesta más popular, por mucho (47 %) fue: “Me acerca más a Dios”. Otros dijeron que necesitaban “sabiduría para tomar decisiones en sus vidas” (20 %) o “consuelo” (15 %). Ninguna de las otras respuestas siguientes superó el 10 %:
- “Me habla de la naturaleza de Dios” (9 %).
- “Me dice cómo debo tratar a los demás” (4 %).
- “Sé que es lo que se supone que debo hacer” (3 %).
- “Es mi responsabilidad como parte de un grupo de estudio de la Biblia” (2 %).
El subgrupo más propenso a decir que buscaba consuelo en la Escritura fue la Generación Z (24 %). Esto confirma lo que la Sociedad Bíblica Americana ha visto por varios años: nos encontramos ante una realidad social y económica estresante, especialmente para los más jóvenes. Ellos buscan ayuda en la Palabra de Dios para poder superar circunstancias difíciles.
Frustraciones de las personas al leer las Escrituras
A pesar de las motivaciones positivas para leer la Palabra, su lectura, especialmente cuando se realiza por cuenta propia, puede venir con algunas frustraciones. La SBA resalta seis principales: no tener suficiente tiempo (según el 26 %), no saber por dónde iniciar (17 %), carencia de emoción o motivación para leerla (16 %), dificultad para relacionar la Escritura con el propio lenguaje (15 %), una estructura difícil de navegar (9 %) e historias que parecen ser demasiado confusas (8 %).
En esta encuesta específica, se dividió a la población en tres subgrupos clave: los comprometidos con la Biblia, los no comprometidos y los media móvil. A los primeros les frustra no tener suficiente tiempo para leerla más a menudo. Para los del segundo subgrupo, la principal frustración es no tener la suficiente emoción o motivación (32 %). El segmento de la media móvil no sabe por dónde empezar en su lectura (22 %).
Los creyentes desean leer más las Escrituras
De modo interesante, y como sorpresa positiva, 52 % de los cristianos entrevistados afirmaron que desean leer la Biblia con más frecuencia. Esta respuesta es afirmativa para todas las categorías, incluso para aquellos que no están tan comprometidos con leerla, pues sienten que sería un buen hábito. Dentro del grupo de la media móvil (aquellos que no están comprometidos, pero tampoco se encuentran en el grupo de los no comprometidos), un impresionante 83% señaló ese deseo.
Es importante señalar que este tipo de preguntas se asemejan mucho a las encuestas de salud en la que se les pregunta a las personas si desean hacer más ejercicio. En este sentido, la pregunta podría brindar un sesgo inmediato hacia una respuesta positiva. Desear y hacer algo ciertamente son dos cosas muy diferentes, aún así el deseo (al menos de forma latente) está ahí. La Sociedad Bíblica Americana expresó:
Cualquier cosa que podamos hacer para incrementar la pasión por la Biblia, explicar su lenguaje de una forma más clara, o mostrar dónde iniciar, podría ayudar a algunas personas un poco e incrementar su compromiso con la Escritura.
¿Cómo sería un Estados Unidos sin la Biblia?
Durante años, la SBA les ha hecho a sus encuestados las preguntas: “¿Cómo sería nuestra sociedad si las personas no leyeran la Biblia? ¿Crees que sería mejor, peor, igual?”. Las respuestas a estas cuestiones distan de ser consistentes, pero pueden ayudarnos a entender qué tan importante es la Escritura para muchas personas y si ven su influencia como algo positivo o negativo.
La SBA ha indicado que muchos académicos asumen que hay una creciente aversión hacia la Biblia, sin embargo, los resultados de su estudio han puesto otra realidad en relieve, pues dejan ver las percepciones positivas de los encuestados. Solo una de cada siete personas (14 %) dicen que un Estados Unidos con una menor influencia de la Escritura sería mejor, frente a un 44 % de las personas que piensan que empeoraría. Sin embargo, casi el mismo número de personas (41 %) señala que el país seguiría prácticamente igual.
Los usuarios no comprometidos con la Biblia no necesariamente son indiferentes al evangelio y su influencia. Aunque no la tocan ni siquiera tres veces al año, cerca de un cuarto de ellos dice que Estados Unidos estaría peor sin su lectura. Así pues, parece que tienen una perspectiva positiva al saber que otros sí lo hacen.
Sin embargo, en términos generales, la perspectiva positiva sobre la influencia de las Escrituras en la sociedad estadounidense parece mostrar una disminución a lo largo de los años. Tanto en 2020 como en 2021, eran muchas las personas que consideraban que Estados Unidos estaría peor moralmente sin la lectura de la Biblia, 49 y 54 % respectivamente. Si esta tendencia se agudiza, podría ser preocupante.
¿Un declive moral en Estados Unidos debido a una menor lectura de la Escritura?
Mientras que para muchas personas leer la Biblia provee una guía en cuanto a valores y una gran proporción de estadounidenses considera que hay un declive moral en su país (86 %), las opiniones sobre las causas del mismo están divididas. Por ejemplo, más de la mitad afirma que las razones no tienen una relación directa con que se lea la Escritura o la falta de compromiso de los creyentes con ella.
Entre las respuestas dadas por los entrevistados, se señalan:
- La carencia de un compromiso positivo por parte de los padres en la educación de sus hijos (26 % de las personas afirmó esto).
- La influencia negativa de los medios de comunicación, las películas y la música (23 %).
- Dependencia poco saludable en las redes sociales para obtener información de actualidad (16 %).
- Un bajo nivel de respeto por la Escritura como una guía para el desarrollo moral (14 %).
- Influencia negativa por parte de líderes gubernamentales (13 %).
- Otras razones (8%).
Respecto a estas razones, los miembros de la Generación Z (31 %) y los millenials (30 %) consideran que “la influencia negativa de los medios de comunicación, las películas y la música” es la principal razón del declive moral de la sociedad. Los miembros de la Generación X, por su parte, consideran que una “dependencia poco saludable en las redes sociales para obtener información de actualidad” lo es.
Como aspecto a tener en cuenta de este apartado de la encuesta, encontramos que un grupo importante de personas (aquellos que conocen y aman la Biblia) entienden su poder como “una guía para el desarrollo moral”. Ellas consideran que un declive moral en la sociedad tiene su correlación con la falta de compromiso con la Escritura. La pregunta que a partir de esta realidad formula la SBA es “¿Podría el declive moral de la nación dar vuelta atrás con una mayor atención a la Escritura?” y la respuesta es que “esta idea podría tener una mayor aceptación de lo que se esperaría”.
Cómo la Generación Z es impactada por la lectura de la Biblia
El segmento poblacional de vanguardia actual, es decir, los miembros de la Generación Z podrían señalar las tendencias más importantes para la fe cristiana en el futuro. El estudio de la SBA nota que ellos parecen ser mucho más activistas que las personas de más edad. Esto se ha encontrado al analizar varias preguntas sobre “comportamientos prosociales”.
De manera interesante, se ha descubierto que los miembros de este grupo lideran en tres áreas fundamentales en su tipo de comportamiento: abogar por aquellos que se encuentran oprimidos o son vulnerables, dar la bienvenida a los inmigrantes, cuidar a los que se encuentran en prisión. También se destaca que las personas mayores de la Generación Z son más conscientes y activas frente a estos temas que las más jóvenes.
Cuando se trata de descubrir qué es lo que motiva a los miembros de la Generación Z a ser más activos en estos temas, hay múltiples factores a considerar. Sin embargo, una cosa es segura, se trata de mucho más que energía juvenil. Las tendencias de preocupación por lo social podrían tener su base en creencias evangélicas firmes que muchos jóvenes han obtenido a partir de su compromiso con la Escritura.
El estudio de la SBA demuestra que, entre las cinco generaciones examinadas, los Centennials tienen la tasa de compromiso más baja de lectura de la Palabra de Dios. A pesar de eso, los que sí la leen tienden a hacerlo más que los que son mayores. La SBA señala que al menos la mitad de las personas de este grupo afirma que “su vida ha sido transformada por el mensaje de la Biblia”. El 49 % de los jóvenes entre los 18 y los 21 años y el 52 % de aquellos que tienen de 22 a 26 años se identificaron con dicha afirmación.
Al ver cada una de estas tendencias y notar cómo los más jóvenes se acercan a la Escritura, John Farquhar Plake, Director de Perspectivas de Ministerio de la SBA, declaró que la Generación Z “todavía se encuentra luchando para encontrar sus propias perspectivas con la fe”. Sin embargo, después de destacar su caída constante en las tasas de compromiso con las Escrituras de los últimos tres años, también expresó su gratitud porque tal grupo “muestra un interés significativo en la Biblia y en el mensaje de Jesús” y añadió:
Los líderes del ministerio podrían sorprenderse al descubrir cuán abiertos están los jóvenes adultos de la Generación Z y sus comunidades a tener discusiones sobre la Palabra de Dios, y si estas tendencias continúan al alza, será crucial tener estas conversaciones ahora.
En resumen, a pesar de que ha habido un declive en el compromiso con la lectura de la Biblia durante los últimos dos años en Estados Unidos, el estudio de la Sociedad Bíblica Americana muestra que la Generación Z está abierta a la Palabra de Dios y a su influencia transformadora. Reconocer estas tendencias y saber aprovecharlas de manera sabia, a través de un discernimiento profundo por parte de los líderes eclesiales, será fundamental para lograr una transformación de la sociedad y conversión continúa de las almas para Cristo.
Además, los estudios continúan demostrando lo que ha sido una verdad firmemente creída a lo largo de la historia del cristianismo: que la Escritura, en tanto que transmite el designio salvador de Dios para los hombres, tiene un efecto transformador en las vidas de las personas. Esta realidad continúa demostrando ser patente, incluso en una sociedad tan secularizada como la estadounidense.
Con información de The Christian Post y American Bible Society.