La fe religiosa y la asistencia a la iglesia parecen marcar la pauta frente a las opiniones pro-vida de los estadounidenses.
Durante el siglo XIX varios ministros de la iglesia escocesa comenzaron a cuestionar la fiabilidad de la Biblia, lo que llevó a que progresivamente esta se abandonara.
El famoso reformador Juan Calvino murió en una fecha como la de hoy, un 27 de mayo, en Ginebra. El doloroso suceso de su muerte fue contado por Teodoro de Beza.
Una mujer que pertenecía a una de las familias más ricas e influyentes de su época, y que llevó el evangelio a los aristócratas ingleses.
La falta de asistencia a la iglesia local ha impactado negativamente la lectura regular de la Biblia del cristiano estadounidense promedio.
Søren Kierkegaard desafió la filosofía europea reinante y el cómodo cristianismo de su época.
Las jóvenes estudiantes secuestradas por Boko Haram en 2014 pertenecían a una iglesia cristiana local. Durante su cautiverio, sus captores las amenazaron para que renunciaran a su fe en Cristo, a pesar de esto, ellas no cedieron a sus demandas.
Lo que hacía a Newton tan especialmente atractivo era la abundancia de la gracia de Dios que había en él; la misma gracia sobre la que escribió y cantó.
Un equipo de estudiosos anglicanos, durante el reinado de Jacobo I, produjo una revisión inglesa de la Biblia que no tiene igual en la literatura anglosajona en lo que se refiere a belleza lingüística, longevidad histórica e influencia cultural.
A. W. Tozer fue un autor, pastor y evangelista cristiano, de origen estadounidense, que es considerado uno de los predicadores y escritores más importantes del siglo XX.
Tanto un símbolo como un formador de una nueva y democrática religión estadounidense, una religión y un hombre que juntos influyeron en las futuras generaciones de misioneros.
Aunque provenía de la aristocracia, este hombre encontró en su fe cristiana un impulso para ayudar a aquellos niños condenados a la pobreza y el analfabetismo a través de la creación de escuelas.