Arqueólogos descubren las primeras representaciones de Débora y Jael, dos heroínas de la Biblia

Tal vez muchos cristianos no conocen la historia de Débora y Jael, sin embargo, estas dos mujeres están en la historia bíblica como testimonio de valentía y amor a Dios, así como testimonio de la fidelidad de Dios al pueblo de Israel y a todos los que confían en el Señor. 

Su historia es relatada en el libro de Jueces, el cual a su vez narra el periodo de la historia hebrea que va desde la muerte de Moisés y la entrada del pueblo hebreo en la tierra prometida hasta el establecimiento de Israel como reino y nación independiente. 

Para los escépticos, la existencia de estas dos mujeres podría no ser relevante, o incluso una falsedad, ya que muchos estiman que el relato bíblico es inexacto o absolutamente fantasioso. Pero a pesar de estas perspectivas, la investigación arqueológica moderna nos trae descubrimientos bastante sorprendentes sobre la memoria histórica en las sinagogas de Israel y de cómo el pueblo israelita tenía en consideración la historia de estas mujeres, lo cual podría dar indicaciones sobre la veracidad de su historia. 

Ahora, varios arqueólogos e investigadores han encontrado las imágenes más tempranas hechas de las heroínas bíblicas Débora y Jael, en una antigua sinagoga de Israel. Esto podría llevar a una confirmación adicional, o al menos a indicios sobre su veracidad, de la historia de los Jueces, además de los descubrimientos anteriores, como una cerámica descubierta en el 2021 y que confirmaría la veracidad histórica del personaje bíblico Gedeón. El actual descubrimiento de las imágenes de Débora y Jael fue confirmado por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill la semana pasada. 

La representación de una de las figuras clavando una estaca a través de la cabeza de un general militar fue la clave inicial que llevó al equipo de investigación a identificar las figuras, según lo informado con el director del proyecto Jodi Magness. 

“Esto es algo extremadamente raro”, dijo Magness, quien es arqueólogo y profesor de religión en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill al medio de noticias Religion News Service. “No conozco ninguna otra representación de estas heroínas”. 

Los mosaicos de casi 1600 años de antigüedad fueron descubiertos por un equipo de estudiantes y especialistas que forman parte del proyecto La Excavación de Huqoq, el cual ha reanudado su décima temporada de excavaciones este verano en una sinagoga en la antigua villa judía de Huqoq en la Baja Galilea. Los mosaicos fueron primero descubiertos en el sitio en el 2012, y Magness dijo que la sinagoga, la cual data de finales del siglo IV o de finales del siglo V, es “inusualmente grande y ricamente decorada”. En adición a sus amplios y relativamente bien conservados mosaicos, el sitio estaba adornado con murales y arquitectura tallada. 

¿Quiénes fueron Débora y Jael?

El cuarto capítulo del libro de Jueces nos narra la historia de Débora, una juez y profeta que derrotó al ejército cananeo con la ayuda del general hebreo Barak. Después de la victoria, nos narra la Biblia, el comandante cananeo Sísara huyó a la tienda de Jael, donde ella le clavó una estaca en la sien y lo mató. 

¿Qué muestran los mosaicos descubiertos?

Los recién descubiertos paneles de mosaicos que representan a las heroínas están hechos de piedra cortada local de Galilea y fueron encontrados en el suelo en el extremo sur del pasillo occidental de la sinagoga. El mosaico está dividido en tres secciones, una con Débora sentada bajo una palmera y mirando a Barak, una segunda sección en la que aparece el comandante Sísara sentado y una tercera en la que aparece Jael clavando una estaca en la sien sangrante de Sísara. 

Magness dijo que es imposible saber por qué esta rara imagen fue incluida, pero señaló que mosaicos adicionales representando eventos del libro de Jueces, incluyendo las representaciones de Sansón, están también en el extremo sur del pasillo oriental de la sinagoga. De acuerdo con un comunicado de prensa de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, los eventos que rodean a Jael y Débora podrían haber tenido lugar en la misma región geográfica de Huqoq, lo cual provee al menos una posible razón para el mosaico. 

“El valor de nuestros descubrimientos, el valor de la arqueología, es que ayuda a llenar los vacíos de información acerca de, en este caso, los judíos y el judaísmo en este periodo particular”, explicó Magness. “Nos muestra que había un amplio, diverso y rico rango de perspectivas entre los judíos”. 

Magness dice que la literatura rabínica no incluye descripciones acerca de la decoración en las sinagogas, de modo que el mundo podría nunca haber conocido acerca de estos adornos visuales sin la ayuda de la arqueología. 

“El judaísmo era dinámico a lo largo de la antigüedad tardía. Nunca fue un judaísmo monolítico”, dijo Magness. “Siempre ha habido un amplio rango de prácticas judías, y yo pienso que esto es parcialmente lo que hemos visto en esta sinagoga”. 

Estos representativos e impresionantes mosaicos han sido removidos de la sinagoga para su conservación, pero Magness espera volver pronto allí para hacer descubrimientos adicionales. El proyecto de Excavación de Huqoq, patrocinado por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, El Colegio de Austin, la Universidad Baylor, la Universidad Brigham Young, y la Universidad de Toronto, tuvo que pausar durante el 2020 y el 2021 debido a la pandemia y tiene programado reanudar sus operaciones en el siguiente verano.

Sobre las historias del libro de Jueces 

Las historias del libro de Jueces han sido materia de una amplia discusión en el mundo académico. Es en este libro en el que encontramos la historia de Débora y Jael así como de otros personajes tan relevantes para el mundo judío como Sansón o Gedeón. 

El libro de los Jueces, un libro del Antiguo Testamento que, junto con Deuteronomio, Josué, el I y II libro de Samuel, y el I y el II libro de Reyes, pertenece a una específica tradición histórica que fue probablemente comisionada para su escritura durante el año 550 antes de nuestra era, durante el exilio babilónico. (La perspectiva tradicional de que el libro fue escrito durante el siglo 11 A.C. es rechazada por muchos eruditos bíblicos). Los jueces, por cuyo título se conoce a una tradición de líderes carismáticos, liberaron a los israelitas de una sucesión de dominaciones extranjeras después de la conquista de Canaán, la Tierra Prometida. 

La introducción del libro es un relato de la conquista de Canaán (Jueces 1, 1-2, 5) y una caracterización del periodo de los jueces (2, 6 - 3, 6). El cuerpo principal del libro consiste en narraciones acerca de los jueces. El libro concluye con suplementos acerca de la migración de la tribu de Dan hacia el norte (capítulos 17 y 18) y con los pecados de los benjaminitas (capítulos 19 al 21). 

Dado que probablemente el autor del libro estaba en el exilio en Babilonia, la dominación extranjera fue un tema de profunda preocupación. El recuento de las experiencias históricas de Israel durante el periodo de los Jueces es por tanto armonizado con experiencias del presente. Los autores bíblicos enfatizan que la subyugación de Israel a los poderes extranjeros y la pérdida de libertad y prosperidad fueron causadas por la adoración del pueblo hebreo a los dioses cananeos. Al recorrer el libro de los Jueces se puede ver de forma recurrente la fórmula estereotipada: “El pueblo de Israel hizo lo que estaba mal a los ojos del Señor… él los vendió [los dejó a merced] en la tierra de…”. Después de cada periodo de subyugación, el autor del libro introduce otra fórmula: “Pero cuando el pueblo de Israel gritó ante el Señor, el Señor se levantó para liberar a su pueblo”. Claramente, el autor esquematiza los relatos de los Jueces bajo el modelo de una apostasía y una posterior liberación.

Este arreglo de los materiales históricos pudo haber sido diseñado para influenciar el curso de acción para la liberación de los israelitas del cautiverio en Babilonia. En adición a la apostasía, el esquema de liberación, el autor del libro toma la historia de las tribus individuales y les da a un alcance en toda la historia de Israel. Esta técnica, de la misma manera, refleja la perspectiva exílica del autor, para la liberación de todo Israel, que él cree que es posible si el pueblo retorna a su adoración al Señor. 

La historia de Débora y Jael: contexto e importancia del relato bíblico 

La historia de Débora y Jael se enmarcan en esta serie de relatos de fidelidad-infidelidad del pueblo de Israel a Dios y de cómo Dios responde a los anhelos de liberación del pueblo hebreo.

El pueblo hebreo está tomando posesión de la Tierra Prometida, Canaán, después de la peregrinación en el desierto y después de haber sido liberado del  yugo del Faraón. Pero esta tierra solo le será entregada con una condición: El pueblo debe ser fiel a Dios y solo a Él. En la medida en que el pueblo deje de ser fiel a Dios, el pueblo será de nuevo entregado a potencias extranjeras que los dominen y los exploten. 

Ciertamente Dios no ha olvidado sus promesas y tampoco a su pueblo, pero pese a esta realidad, en muchas ocasiones el pueblo hebreo puede mostrarse infiel y se entrega a los dioses y poderes extranjeros. Mientras que el Dios de Israel es un dios liberador y compasivo [Sacó al pueblo hebreo de Egipto], los dioses extranjeros exhiben el carácter de la dominación, la sed de poder y opresión que es contraria a la voluntad de Dios. En este sentido, el pecado de Israel no solo consiste en la idolatría, la adoración a dioses extranjeros, sino en la adopción de un modo de vida que es incoherente con la voluntad de Dios. 

Israel ciertamente es un pueblo que se encuentra en una dicotomía, entre la fidelidad al Señor y la conformidad con los dioses y potencias extranjeras y su modo de vida. La liberación del pueblo de las potencias extranjeras lleva a que los hebreos se sientan cómodos, tranquilos y olviden quién ha sido el que los ha liberado. Así, el autor del libro del Deuteronomio recuerda al pueblo de Israel que no debe olvidarse de la acción liberadora de Dios: (Deuteronomio 8:17-19: No pienses entonces: “Mi propia fuerza y el poder de mi brazo me han alcanzado esta prosperidad”. Acuérdate del Señor, tu Dios, porque él te dará la fuerza necesaria para que alcances esta prosperidad, a fin de confirmar la alianza que juró a tus padres, como de hecho hoy sucede. Pero si llegas a olvidarte del Señor, tu Dios, y vas detrás de otros dioses, si los sirves y te postras delante de ellos, yo les aseguró solemnemente que ustedes perecerán”. 

De esta manera, al caer en la infidelidad a Dios, el pueblo es entregado por el Señor a las potencias extranjeras, las cuales oprimen al pueblo hebreo. Estos dioses no son verdaderos, pues no traen una verdadera liberación al pueblo de Dios. La comodidad en la que había caído el pueblo pronto se transforma en sufrimiento y en anhelo de libertad. El pueblo israelita anhelará de nuevo a Aquel único Dios que puede mostrarle el camino de su restauración, liberación y comunión. 

Es en medio de este contexto de fidelidad e infidelidad en el que nos encontramos la historia de Débora y Jael y en el que debemos situarnos para comprender por qué estas dos mujeres representan la voluntad liberadora de Dios para su pueblo. 

Jueces 4 relata que después de la muerte de Ehúd, uno de los jueces de Israel, el pueblo se entregó a la maldad de nuevo. Al ver al pueblo hebreo en pecado, Dios entrega al pueblo israelita a manos del rey de Canaán llamado Labín. 

Labín, como cualquier otro rey extranjero, oprime al pueblo israelita y el pueblo de nuevo clama a Dios por libertad. Cuando toda esta opresión tiene lugar, la liberación de Dios vendrá por medio de una juez y profetisa llamada Débora. Débora encarga al general hebreo Barak la batalla contra el ejército de Lubín. El ejército del rey cananeo Lubín es comandado por un general llamado Sísara, al que Barak inicialmente teme (Jueces 4:8), pero Débora acompaña al general israelita en la batalla infundiéndole la confianza en Dios. 

La batalla de Barac contra el general Sísara terminará con la completa destrucción del ejército cananeo y con la huida del general Sísara. Sísara se encuentra en medio del desierto perseguido por los hebreos y busca refugio en la tribu de los quenitas. En una de las tiendas de los quenitas Sísara encuentra a una mujer llamada Jael que inicialmente le ofrece refugio, pero que después lo asesina con una estaca de las que se usan para sostener la tienda. Así, tras la muerte de Sísara a manos de Jael, Dios devuelve al pueblo israelita de nuevo la libertad luego de que éste haya clamado a Él en busca de ayuda. 

Este relato es importante porque confirma la fidelidad de Dios con su pueblo aún en sus peores momentos. El pueblo hebreo se hallaba sometido por los cananeos, pero al escuchar el clamor y el deseo de libertad de los israelitas, Dios envía a mujeres como Débora y Jael, y a hombres como Barak, que participan activamente en la liberación del pueblo. Así mismo el relato nos confirma que Dios es confiable, podemos confiar en Él en nuestros momentos de mayor angustia, suplicar y tener la certeza de que seremos escuchados. Al ser Israel, una prefiguración del pueblo de creyentes en Jesús, las promesas de fidelidad de Dios para con los hebreos también son válidas para nosotros hoy. Dios puede liberarnos del pecado, de la angustia, de la opresión, del miedo y de las diversas oscuridades con las que nos encontramos en nuestras vidas si volvemos nuestro corazón hacia él y nos dejamos modelar por su evangelio.

¿Por qué el descubrimiento en Huqoq es tan importante y qué nos revela?

El descubrimiento de la Universidad de Carolina del Norte con sede en Chapel Hill reviste una especial importancia porque nos remite a la forma en que el pueblo de Israel veía su historia y qué memoria tenían de esta. Estos personajes estaban vivos en la memoria del pueblo hebreo y su relato trascendía, por mucho, la simple memoría escrita, tal y como lo demuestran la existencia de los mosaicos. 

En este sentido, las probabilidades de que el relato tenga una base histórica ciertamente están allí. Si a esto sumamos la existencia de otro tipo de evidencia arqueológica, como el descubrimiento del año 2021 de un registro escrito de más de 3 000 años de antigüedad en una cerámica, concretamente el nombre del juez Gedeón, así como de artefactos antiguos, canastas, cerámicas, inscripciones y sellos de reyes de la época de los jueces y de las primeras dinastías de Israel, las probabilidades para una base histórica del relato aumentan considerablemente. 

Otros descubrimientos arqueológicos recientes

Sin embargo, los mosaicos descubiertos en Huqoq son solo algunos de los descubrimientos de arqueología bíblica más recientes. Otros descubrimientos notables en el 2021, incluyen lugares y artefactos como los siguientes: 

El jardín de Herodes el Grande: Ehud Netzer lo descubrió en el denominado palacio de Jericó. Las pruebas científicas revelan la existencia de agricultura sofisticada en el lugar del hallazgo. 

El complejo de enterramiento de Herodes frente al mar: Descubierto por la Autoridad de Antigüedades de Israel, este complejo es un edificio del tamaño de un campo de fútbol. Se hallaron pilares de mármol, capiteles y grandes estatuas de deidades paganas. 

El monumento de un faraón bíblico: Descubierto al noroeste de Egipto, este monumento hallado en el 2021 tiene una inscripción de uno de los faraones que es nombrado en el Antiguo Testamento. Se trata del faraón Hofra que lideró al ejército egipcio dentro de Judá para ayudar al rey Sedequías a resistir la invasión del rey babilónico Nabucodonosor. 

Evidencia de las crucifixiones en la antigüedad: Un esqueleto encontrado en Cambridgeshire, Inglaterra que data del 400 antes de Cristo, con incrustaciones de clavo en un pie derecho, aporta evidencia sustancial sobre cómo los romanos llevaban a cabo las crucifixiones. 

Sitios de producción de vino en Yavne: Los arqueólogos han descubierto cinco grandes lagares para la producción de vino en la ciudad hebrea de Yavne, cada uno de los lagares del tamaño de media cancha de baloncesto. En décadas posteriores a la destrucción del templo de Israel, Yavne se convirtió en un importante centro espiritual para los judíos en la diáspora. 

Puedes conocer más acerca de cada uno de estos descubrimientos y otros más, en la reseña de BITE sobre los hallazgos en arqueología bíblica más importantes del 2021. 

Cada uno de estos hallazgos nos confirma que la fe bíblica está inmersa en la historia. Por lo tanto son el testimonio de un Dios que camina junto al ser humano a pesar de sus infidelidades y le tiende generosamente su oferta de salvación en todo momento. Y aunque en sí mismos los hallazgos no son una demostración de la fe bíblica, estos descubrimientos sí nos hablan de la racionalidad de esta fe. La fe judía y la fe cristiana son ambas tradiciones  que están inmersas en la historia y que por lo tanto pueden hallar una base racional y de credibilidad para sus creyentes. No son pues relatos que parten del vacío o sean infundados. 

Así, los hallazgos de las imágenes y los mosaicos representando a Jael y Débora en Huqoq pueden servir animando los trabajos arqueológicos y a los creyentes de todo el mundo, ya que nos recuerdan una vez más la plausibilidad de una fe viva en la historia. 

¿Qué es el Proyecto de Excavación de Huqoq? 

Huqoq es una antigua villa judía localizada aproximadamente tres millas al oeste de Cafarnaún y Migdal (Magdala) en lo que fuera la Galilea de Israel. Desde el 2011, las excavaciones lideradas por el doctor Jodi Magness de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill han estado brindando luz sobre una sinagoga monumental, del final del periodo romano (principios del siglo V de la era cristiana) pavimentada con impresionantes mosaicos representando una variedad de escenas bíblicas y las primeras historias no bíblicas jamás descubiertas decorando una antigua sinagoga. 

Con información de Christianity Today y Britannica.