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El arminianismo busca explicar la relación de la soberanía de Dios con el libre albedrío del ser humano, más puntualmente en el tema de la salvación. Mientras que el calvinismo enfatiza la soberanía de Dios, este sistema doctrinal enfatiza la responsabilidad del hombre.
Admirador de Calvino
El arminianismo le debe su nombre a Jacobo Arminio (1560-1609), un pastor y teólogo holandés que planteó inquietudes sobre la doctrina de la elección, popular en la Holanda calvinista en la que desarrolló gran parte de su carrera pastoral y académica. Arminio fue un convencido reformado durante toda su vida y, aunque planteó dudas sobre algunos puntos del calvinismo, nunca vio a sus hermanos calvinistas, ni a la iglesia reformada holandesa como una enemiga. De hecho, ejerció un ministerio allí durante toda su vida.
A nivel teológico, Arminio estaba muy cerca del luteranismo, como la gran mayoría de los reformados de su tiempo antes del Sínodo de Dort. Es común que Arminio elogie y muestre admiración por Juan Calvino (1509-1564) en muchos de sus escritos. Cuando Arminio concluyó sus estudios teológicos y definió su carrera académica era un creyente en la predestinación. Sin embargo, cuando se propuso defender al calvinismo de las acusaciones de Dirck Coornhert (1522-1590), un humanista y antidogmático holandés, Arminio comenzó a tener dudas sobre el calvinismo debido a una investigación de las enseñanzas de la patrística.
A pesar de sus diferencias con el calvinismo, Arminio fue aceptado en la Universidad de Leiden, a dónde fue a ocupar un cargo como profesor. Estando allí conoció a Francisco Gomaro (1563-1641), otro profesor de la Universidad. Tanto Gomaro como Arminio creían en la predestinación, pero diferían sobre la mecánica de esta doctrina.
Debate más allá de la muerte
El centro de la discusión sobre la predestinación giraba en la pregunta sobre si esta estaba basada únicamente en la voluntad de Dios, como lo defendía el calvinismo, o en el conocimiento previo de Dios, como más tarde lo defendería el arminianismo. Sin embargo, para Arminio era clave mantenerse lo más lejos posible del pelagianismo y, al hacerlo, terminó acercandose mucho al pensamiento de Phillip Melanchton (1497-1560). El asunto entre Arminio y Gomaro trató de resolverse públicamente, pero nunca estuvo ni cerca de superarse. Ambos hombres se consideraban calvinistas-reformados, pero sus diferencias parecían insalvables.
La muerte prematura de Arminio supuso que el debate concluiría, pero no fue así. La semilla plantada por Arminio continuó creciendo, al punto que sus seguidores fueron declarados herejes. Gomaro creó un partido para lidiar con las ideas arminianas desde la tradición calvinista, mientras el asunto iba subiendo en intensidad a medida que la política de los Países Bajos se movía entre seguir siendo una colonia española o ser un país independiente y confesionalmente protestante. Como respuesta a Gomaro, Johan van Oldenbarnevelt (1547-1619), junto con aproximadamente 46 líderes arminianos, emitieron en 1610 un documento llamado Remonstrance en el que incluían los cinco puntos de los arminianos.
La situación escaló hasta el mismísimo rey Mauricio de Orange (1567-1625), que tuvo que convocar a un sínodo para que resolviera la cuestión. El Sínodo de Dort se llevó a cabo entre 1618 y 1619. A la reunión fueron convocados representantes reformados de al menos cuatro naciones.
Los arminianos fueron rotundamente rechazados y expulsados al menos tres meses antes de que se presentaran las conclusiones del Sínodo. En varios aspectos los arminianos fueron caricaturizados como pelagianos o universalistas. Muchos de ellos fueron encarcelados e incluso algunos fueron condenados a muerte. Sin embargo, una vez muerto el rey Mauricio, las medidas se relajaron y, una década después, los arminianos fueron tolerados de nuevo.
Expansión
El Sínodo de Dort es fundamental para comprender al arminianismo. El principal objetivo de esta reunión fue rebatir los cinco puntos arminianos a través de cinco puntos propios, que más adelante serían conocidos como los cinco puntos del calvinismo o TULIP (por las siglas en inglés con las que inicia cada punto). Aunque el Sínodo de Dort se esforzó por desmarcarse de los arminianos y considerarlos como no reformados, algunos consideran que esto fue un error, ya que en realidad los arminianos eran una especie de calvinistas modificados, en lugar de calvinistas clásicos o estrictos.
Luego del Sínodo de Dort, el arminianismo se expandió fuera de las fronteras de los Países Bajos y se hizo particularmente influyente en Inglaterra gracias a John Hales (1584-1656) y Thomas Goad (1576-1638), delegados ingleses en el Sínodo de Dort. Posteriormente, el hugonote Daniel Tilenus (1563-1633), quien se exiliaría en Inglaterra, también sería una figura clave del arminianismo. Durante la segunda mitad del siglo 16 y todo el siglo 17, el arminianismo echó raíces entre el clero inglés, especialmente en la Iglesia de Inglaterra y entre los bautistas generales.
Segundo Gran Despertar
Una de las figuras clave en el desarrollo del arminianismo fue John Wesley (1703-1791), quien tuvo contacto en sus primeros años con el arminianismo gracias a sus padres. Samuel Wesley (1662-1735), el padre de John, leía a autores arminianos como Hugo Grocio (1583-1645), un refugiado arminiano holandés del tiempo de Dort.
Wesley sufrió periodos de mucha controversia por defender sus postulados arminianos frente a sus compañeros de ministerio de tendencia calvinista. Una de las diferencias más famosas fue la que surgió con su amigo y compañero metodista George Whitefield (1714-1770), quien era un calvinista convencido.
Wesley fue bastante claro en decir que su diferencia más grande con los calvinistas era en el asunto de la predestinación, aunque también tenía algunas diferencias con sus contrapartes reformadas. Algunas de ellas fueron la definición de la justificación imputada y la extensión de la santificación (si es total o parcial en esta vida). Sin embargo, Wesley nunca difirió en la doctrina de la Depravación Total ni en la dependencia total de la gracia de Dios para la salvación.
Con la muerte de Whitefield y de Wesley, el movimiento metodista se dividió entre calvinistas y arminianos, aunque el arminianismo sería mucho más popular, especialmente en los Estados Unidos. Los metodistas calvinistas desaparecerían casi en su totalidad y serían rápidamente absorbidos por las iglesias reformadas. Vale la pena resaltar que el genio organizativo de Wesley al proveer de una estructura de pastoreo a través de sociedades o grupos de estudio en casa, le dio al metodismo wesleyano una plataforma para crecer y para sostenerse en el tiempo, estructura que los seguidores de Whitefield no tuvieron.
Con la muerte de Wesley, iniciaría lo que se conoce hoy como el Segundo Gran Despertar. Aunque el primer avivamiento tuvo un carácter calvinista, el segundo tuvo una tendencia arminiana clave, especialmente entre los bautistas generales y los metodistas, ambos arminianos.
Una de las claves del crecimiento del arminianismo en Norteamérica fue la naturaleza itinerante de las sociedades metodistas que se expandieron muy rápidamente y que plantaron iglesias de forma natural. Para mediados del siglo XIX, los metodistas y, en menor medida, los bautistas, ya eran las denominaciones protestantes de mayor crecimiento en Norteamérica.
El Segundo Gran Despertar estaría fuertemente identificado con el Movimiento de Santidad, que básicamente se dividió en dos corrientes: la rama wesleyana y la rama "reformada" o no wesleyana, más conocida como Movimiento Keswick. Así, para comienzos del siglo XX, el arminianismo era el sistema doctrinal más popular en los Estados Unidos. Por este tiempo, se favoreció como nunca el impulso misionero norteamericano, especialmente hacia Latinoamérica. Esa es la razón principal por la que el arminianismo es tan popular en América Latina y en gran parte del mundo en el que el mensaje del evangelio llegó a lo largo del siglo XX.
¿En qué cree el arminianismo?
Antes de entrar en detalle, debemos hacer una aclaración, esto para tratar de lidiar con la escasa información sobre lo que significa ser arminiano y la gran distancia que tiene éste con el pelagianismo y el semipelagianismo. El pastor Sugel Michelén dice:
Es importante señalar que el arminianismo no debe ser confundido con el semi-palagianismo que abunda en tantas iglesias en el día de hoy. El semi-pelagianismo enseña que el hombre es capaz de iniciar su propia salvación, aunque no puede completarla por sí mismo. El arminianismo, en cambio, nos dice que el hombre no puede dar el paso inicial hacia la salvación, a menos que sea capacitado primero por la gracia “resistible” de Dios. Pero el paso final es una decisión de la voluntad humana en la que Dios no interviene. Como Dios es omnisciente, Él predestinó a todos aquellos que Él sabía de antemano que iban a dar ese paso y creer.
Estos son los puntos originales que los arminianos presentaron a los Estados de Holanda en un Memorial de Protesta:
- Dios elige o reprueba sobre la base de la fe y perseverancia o incredulidad que Él prevé.
- Cristo murió por todos los hombres y por cada hombre, aunque solo los creyentes son salvados.
- El hombre está tan depravado que la gracia divina es necesaria para la fe o para cualquier otra buena obra.
- Esta obra previa de la gracia puede ser resistida.
- En lo tocante a si una persona en verdad regenerada ciertamente persevera en la fe, es necesario un mayor estudio. Más adelante este último artículo ha sido ajustado para enseñar definitivamente que un creyente verdaderamente regenerado podía perder su fe y, con ella, su salvación.
Aunque esta fue la declaración original de los primeros arminianos, a través de la historia, muchos de ellos han presentado posiciones alternas a estos puntos y otros de ellos confirman algunos puntos y rechazan otros, o son más moderados y cercanos al calvinismo en algunos asuntos particulares, especialmente en el primer y quinto punto del TULIP.
Así pues, podemos señalar dos grandes corrientes históricas del arminianismo. La primera, un arminianismo reformado, muy cercano al pensamiento original de Jacobo Arminio, más parecido al pensamiento arminiano de los tiempos del Sínodo de Dort, confesado principalmente por los bautistas generales, menonitas y otros grupos no wesleyanos, como algunas denominaciones o grupos pentecostales de “obra consumada”.
La segunda, el arminianismo-wesleyano que fue producto de la teología de John Wesley. Este es un arminianismo confesado principalmente por el metodismo wesleyano, por las iglesias del movimiento de santidad y por las denominaciones o grupos pentecostales “de santidad”.