En Irán, la práctica del cristianismo es legal, pero únicamente para los extranjeros o los fieles de confesiones históricas (siríacas o armenias), por lo cual las conversiones y la evangelización están prohibidas con severas penas, pero un nuevo fallo de la Corte Suprema de Justicia del país podría cambiar esto.
El cristianismo en Irán
El cristianismo en Irán tiene una larga historia, datando de los primeros años en que la fe comenzó a extenderse por Asia en los tiempos de los apóstoles. Algunos estudiosos afirman que la cultura y la religión en Irán fueron fuertemente afectadas por el cristianismo con la introducción del concepto del diablo, lo cual es indicativo de su llegada temprana al país y de su enorme influencia en las religiones locales.
De acuerdo a los Hechos de los Apóstoles, había persas, partos y medos entre los primeros nuevos cristianos en el Día de Pentecostés. Desde entonces ha habido una presencia continúa de cristianos en Irán.
Hay iglesias muy antiguas en Irán, quizás la más antigua es el Monasterio de San Tadeo, el cual también es llamado el monasterio negro o Ghara Kelissa. De acuerdo con la tradición, Judas Tadeo, evangelizó en la región de Armenia y Persia. Tadeo sufrió martirio en Armenia (también según la tradición, pero otros dicen que fue martirizado en Líbano o en Grecia) y es venerado como apóstol y “santo patrón” por la Iglesia Apostólica Armenia. La leyenda dice que la iglesia de San Tadeo fue construida en el año 68.
Denominaciones cristianas en Irán
De lejos el grupo cristiano más numeroso de Irán es la Iglesia Apostólica Armenia, la cual tiene entre 100.000 y 300.000 fieles según las estimaciones más recientes. Aún así, hay muchas más iglesias activas en Irán, al menos unas 600, las cuales sirven a la población cristiana de la nación. Para principios de 2015, la iglesia armenia estaba organizada bajo el liderazgo del arzobispo Sepuh Sargsyan. Las estimaciones no oficiales señalaban que los cristianos asirios llegaban a la cifra de los 70.000, mientras que los grupos cristianos fuera del país estiman que el tamaño de las comunidades protestantes en el país es de menos de 10.000 personas, aunque muchos de ellos practican su fe en secreto.
También se estima que hay aproximadamente unos 20.000 cristianos iraníes que viven en el extranjero, los cuales dejaron el país después de la Revolución Islámica de 1979. El cristianismo ha sido así siempre una minoría, ensombrecida por las religiones mayoritarias de estado, el zoroastrismo en el pasado y el islam chií hoy.
Los cristianos de Irán han desempeñado un rol activo y significativo en la misión evangelística. Mientras que siempre ha habido una minoría de cristianos armenios que han tenido instituciones educativas autónomas en sus propios lenguajes. Así mismo, el gobierno de Irán reconoce a los mandeístas (una religión gnóstica no trinitaria) como una denominación cristiana y ellos son incluidos entre las tres religiones minoritarias reconocidas; sin embargo, los mandeístas no se reconocen a sí mismos como cristianos.
Los cristianos evangélicos y los desafíos que enfrentan en este país
Al comienzo de la década de los setenta, algunos pastores protestantes comenzaron a realizar servicios religiosos en las casas en persa, en vez de otros idiomas de las minorías cristianas como el armenio o el siríaco. Uno de los líderes clave que comenzó este movimiento fue el obispo Haik Hovsepian Mehr de las Asambleas de Dios, llevando las oraciones y la adoración a las casas en vez de a las construcciones eclesiales grandes. Este movimiento tuvo lugar a nivel nacional y externo, entre la diáspora iraní.
Sin embargo, pese a los intentos por impulsar una comunidad de iglesias evangélicas a nivel nacional, estas iniciativas han sido reprimidas fuertemente por el gobierno.
Pero esto no quiere decir que el trabajo de evangelización se haya detenido en Irán. Un estudio de 2015 estimó que el grupo de cristianos conversos desde el Islam hacia el cristianismo era de 100.000 personas. La mayoría de ellos son evangélicos o cristianos pentecostales.
En mayo de 2019, el ministro de inteligencia de Irán, Mahmoud Alavi expresó sus preocupaciones por los musulmanes iraníes que se estaban convirtiendo al cristianismo evangélico y dijo que el Ministerio de Inteligencia había desplegado agentes activos a nivel nacional para “contrarrestar a los defensores del cristianismo” en las áreas en las que había potencial para que las personas se convirtieran.
Actualmente es ilegal distribuir literatura cristiana en el idioma oficial del país, el persa, incluso la Biblia. Solo se permite la tenencia de la Biblia en idiomas armenio o siríaco.
La situación de los cristianos conversos en Irán
De acuerdo a la ONG cristiana Open Doors, Irán es el octavo país del mundo en el que más se persigue a los cristianos. El nivel de persecución es calificado como extremo debido a que el gobierno de Irán ve la conversión de musulmanes al cristianismo como un intento por parte de las naciones occidentales de minar el poder del gobierno islámico en el país.
La mayoría de los cristianos conversos, de origen musulmán, han adherido al cristianismo evangélico. Y los cristianos evangélicos son el grupo religioso minoritario de mayor crecimiento, creciendo a una tasa del 19.6% cada año en promedio según Operation World. Estos cristianos conversos de origen musulmán son los más perseguidos, principalmente por el gobierno, pero también por sus familias y comunidades. Las iglesias secretas (en el hogar) son sujetas de forma frecuente a redadas, y sus líderes y miembros han sido arrestados y sentenciados a largas condenas por “crímenes contra la seguridad nacional”.
Según la ONG defensora de Derechos Humanos Human Rights Watch, esta hostilidad se debe en parte a la disposición de los evangélicos de Irán a aceptar o incluso a buscar conversos de entre los musulmanes, así como a los orígenes occidentales de las confesiones evangélicas, lo cual los hace ver como aliados de Estados Unidos, un país que ha sido enemigo de Irán desde la revolución.
Según Human Rights Watch, en 1990, dos musulmanes conversos al cristianismo que se habían convertido en pastores, fueron sentenciados a la pena de muerte bajo la acusación de apostasía y otros cargos. Aún así no se han reportado ejecuciones de apóstatas. Sin embargo, muchas personas, como Youcef Nadarkhani y Saeed Abedini, han sido recientemente acosados por su fe, encarcelados y sentenciados a muerte por apostasía.
Muchos iraníes son musulmanes nominales, lo que significa que se identifican como musulmanes aunque no practican su fe de manera convencida. Algunos de los nuevos cristianos encuentran aceptación dentro de las familias nominales musulmanes o provienen de estas comunidades. Por otra parte, los conversos que provienen de familias de musulmanes devotas, se enfrentan frecuentemente a la persecución en sus propios hogares.
Y mientras que los cristianos asirios y armenios son reconocidos por la ley, ellos todavía son tratados como ciudadanos de segunda clase. Los cristianos armenios y asirios no pueden utilizar el persa en sus servicios religiosos ni pueden evangelizar a los demás.
Aún así, la situación geopolítica de Irán y los problemas que el país ha tenido por cuenta de su programa nuclear, podrían llevar a que el país cambie su enfoque y actitud frente a los cristianos conversos, la mayoría de los cuales se están uniendo a las comunidades evangélicas.
¿Quiénes son los más vulnerables a la persecución en Irán?
Los cristianos que tienen un trasfondo islámico son los más vulnerables a la persecución del gobierno y sus comunidades. Los musulmanes que se cambian de fe están sujetos a multas, castigos corporales, encarcelamiento e incluso pueden recibir sentencias de muerte de parte de los jueces.
El control del gobierno es alto en las áreas urbanas, mientras que las áreas rurales son menos monitoreadas. Sin embargo, el anonimato de las áreas urbanas les brinda a los cristianos una mayor libertad para organizar reuniones y actividades que en las áreas rurales, en las cuales el control social es mucho más alto.
Casos notables de persecución
Uno de los casos más notables de persecución en Irán fue el del pastor Hossein Sudmand, quien fue acusado por apostasía y ejecutado en 1990.
Mehdi Dibaj fue arrestado y encarcelado por más de diez años, antes de que él fuera sentenciado a muerte en 1993, pero debido a la fuerte presión de la comunidad internacional, fue liberado en 1994, aunque su sentencia no fue revocada. Al año siguiente fue asesinado.
En el año 2011, Youcef Nadarkhani, fue supuestamente sentenciado a muerte por negarse a renunciar a su fe. Más recientemente el pastor americano-iraní, antes un musulmán, Saeed Abedini, fue sentenciado a ocho años de prisión en 2013 por ayudar a construir una red de iglesias en el anonimato.
Un cambio de dirección en el enfoque hacia los cristianos conversos
Un fallo sin precedentes de la Corte Suprema de Justicia de Irán ha asegurado que la promoción del cristianismo en los hogares iraníes no es una amenaza a la seguridad nacional. Esto podría representar un gran cambio para el futuro de la iglesia evangélica en este país.
Pero a pesar de esto, los defensores de los derechos humanos y la libertad religiosa están debatiendo sobre si este fallo será acatado o será ignorado por las autoridades iraníes.
Actualmente al menos 20 cristianos están encarcelados en Irán porque su fe ha sido considerada como una amenaza a la seguridad nacional de la República Islámica de Irán. De los más de 100 creyentes iraníes que han sido encarcelados desde el 2012, todos han enfrentado acusaciones similares.
“Simplemente predicar el cristianismo por medio de reuniones familiares (iglesias en las casas) no es una manifestación de una reunión o de una colusión para atentar contra la seguridad del país, tanto a nivel externo como interno”, declaró Seyed-Ali Eizadpanah, juez iraní.
“La promoción del cristianismo y la formación de una iglesia en casa no es algo que esté criminalizado por la ley”, añadió el juez.
Hace dos años, nueve conversos de la Iglesia No Trinitaria de Irán en Rasht, 200 millas al noreste de Teherán cerca del Mar Caspio, fueron arrestados en redadas en sus casas e iglesias.
Sentenciados a un término de 5 años en prisión en octubre de 2019, Abdolreza Ali Haghnejad, Shahrooz Eslamdoust, Behnam Akhlaghi, Bakak Hosseinzadeh, Mehdi Khatibi, Khalil Dehghanpour, Hossein Kadivar, Kamal Naamanian, y Mohammad Vafadar, todos ellos ahora tienen la oportunidad de salir en libertad.
“El principal argumento del juez es lo que nosotros hemos estado diciendo por años”, dijo Mansour Borji, director y activista de Article 18, una organización con sede en el Reino Unido que promueve la libertad religiosa en Irán y que ha estado registrando casos de persecución religiosa para que estos sean conocidos por el público y la comunidad internacional.
“Pero ahora nos impresiona que desde un nivel tan alto del estado se respalde lo que ya habíamos dicho”, señaló Borji.
Estas declaraciones de la judicatura iraní también desmienten la percepción convencional sobre la libertad religiosa en Irán. El último reporte de libertad religiosa del Departamento de Estado de los Estados Unidos describía que el proselitismo y la conversión al cristianismo en Irán eran acciones castigadas con la pena de muerte. Reza Esfandiari, un analista independiente iraní, con sede en Reino Unido, también dijo que la ejecución no sería un castigo normal para los predicadores y los conversos, pero los esfuerzos de los pastores y clérigos locales para convertir a los musulmanes eran “definitivamente ilegales”.
“El fallo simplemente refleja que las creencias privadas no son un tema político o público”, dijo Esfandiari, llamando la atención sobre el artículo 23 de la constitución iraní, “y el estado no debería preocuparse por las oraciones de las iglesias en casa o por la predicación.
Sin embargo, los testigos públicos, no están permitidos en la predicación en el hogar.
Borji disputa esta interpretación. Irán es firmante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional por los derechos civiles y políticos, los cuales protegen la libertad de predicar y propagar la propia fe.
“Irán no puede elegir qué partes cumplir cuando se trata de respetar la libertad religiosa, diciendo que las personas solo pueden ejercer esta libertad de forma privada, pero no públicamente”, dijo Borji. “Nuestros derechos están consagrados en la ley, al menos en el papel”.
Los problemas surgen cuando se trata del artículo 167 de la constitución del país, el cual sujeta todas las leyes nacionales a la ley islámica (la sharia)- y a la forma en que esta es interpretada por los jueces.
También hay diversidad de opiniones al respecto. Contrario al fallo de la ortodoxia, el ahora difunto Gran Ayatollah Hussein-Ali Montazeri, una vez en la línea de sucesión para convertirse en el líder supremo de Irán, dijo que la acusación de apostasía no aplica en los casos de una investigación sincera del cristianismo.
Tales fallos clericales han dado a los abogados vía libre para defender los casos de conversos ante jueces que muestran actitudes más laxas en la interpretación de la ley y simpatía por los cristianos. Sin embargo, los nueve acusados de la Iglesia de Irán fueron sentenciados por uno que es apodado el “Juez de la Muerte” debido a su duro tratamiento hacia los prisioneros de conciencia.
¿Obedecerá Irán sus propias leyes?
Por su parte, los activistas y abogados internacionales alertan contra atribuir demasiado poder a un solo veredicto. El caso de los nueve de La Iglesia de Irán ha retornado a un juez diferente dentro del sistema de cortes revolucionario, el cual podría estar en desacuerdo con los argumentos de la Corte Suprema de Justicia.
“El gobierno de Irán tiene su propia historia de no seguir sus propias reglas”, dijo Hormoz Shariat, presidente de Iran Alive Ministries, el cual dirige Shabakeh 7, una red de televisión cristiana por Satélite. “Es muy probable que el nuevo fallo no ayudará realmente a los cristianos”.
Las cortes de la guardia revolucionaria iraní, las cuales están específicamente atareadas con los casos de seguridad nacional, frecuentemente fallan a puerta cerrada. (En general, Irán usa un sistema legal inquisitorial como en Francia, a diferencia del sistema de fiscales, como se acostumbra en el Reino Unido y los Estados Unidos, y por lo tanto, los jueces desempeñan un rol activo en la investigación de los casos.)
“Esta es una situación sin precedentes, pero todavía está por verse cómo las cortes revolucionarias evaluarán el caso”, declaró la ONG por la libertad religiosa Middle East Concern. “Es bastante probable que la revisión hará que las sentencias sobre los cristianos que ahora están encarcelados sean reducidas, pero esto claramente no es suficiente”.
“Estos hombres deberían ser exonerados de cualquier crimen. Esto sería un evento que cambiaría de forma radical la situación de los cristianos conversos en Irán”.
El abogado de derechos humanos iraní Hossein Ahmadiniaz explicó que si el fallo de la Corte Suprema no es acatado, los acusados tendrán el derecho a apelar. Si sus sentencias son todavía confirmadas, ellos pueden referir el caso de nuevo a la Corte Suprema, al mismo juez que emitió la primera decisión.
Si el juez Eizadpanah insiste en su primer fallo, este se convertirá en vinculante para las cortes más bajas y en una sugerencia para las cortes que tienen casos similares. Si él cambia su opinión, el paso judicial final sería referir el caso al cuerpo completo de 50 jueces de la Corte Suprema. Por mayoría, ellos podrían entonces emitir un voto judicial con precedente, lo cual lo haría equivalente a las leyes nacionales.
En el pasado, la Corte Suprema ha fallado para obligar al gobierno a emitir tarjetas de identificación para la comunidad Baha'i, listando a los que pertenecen a esta fe. Pero también ha confirmado la pena de muerte en un caso de adulterio, así como fallos contra un periodistas cuyos escritos inspiraron protestas contra el gobierno en el 2017.
Y la semana pasada, Borji dijo, un juez diferente en la Corte Suprema mantuvo las acusaciones de amenaza a la seguridad nacional contra dos cristianos conversos.
Las negociaciones de Irán con Occidente sobre su programa nuclear podrían haber influido en la decisión de Eizadpanah en el caso de los nueve creyentes de la Iglesia Rahst, especuló Borji. Pero si lo hicieron, esto fue debido a una valiente campaña que se ha lanzado desde dentro de Irán.
Dos de los cristianos acusados escribieron una carta abierta a las autoridades iraníes.
“El gobierno tiene colgado de nuestros cuellos un yugo pesado de persecución”, escribieron Hosseinzadeh y Akhlaghi, a los cuales se unió Saheb Fadaie, un pastor de una iglesia en casa que ya está pagando una sentencia de prisión de seis años. “Día tras día, este país camina hacia el pasado y se está volviendo incluso mucho más vacío de diversidad ideológica”.
Ellos hicieron referencia al artículo 13 de la constitución de la República Islámica de Irán, notando que los derechos que se han concedido a las minorías religiosas no hacen mención de las etnicidades armenias o asirias. Oficialmente numeradas en 117.700 personas en el último censo, estas comunidades cristianas históricas de la fe ortodoxa reciben tres asientos en el parlamento iraní y tienen permitido la realización de sus ritos y ceremonias en sus propios lenguajes.
Los cristianos iraníes también publicaron un testimonio en vídeo afirmando:
“Las iglesias que permanecen abiertas están accesibles solamente para ciertas personas -aquellos nacidos en familias cristianas- y no para nosotros ( los conversos)”, dijo Hosseinzadeh. “¿Dónde podré rezar después de estos cinco años?”.
Akhlaghi argumentó de manera similar:
“Si asistir a una iglesia en una vivienda familiar es considerado un crimen, y si las iglesias que realizan servicios en idioma farsi están cerradas”, dijo él. “¿Cómo y dónde podré realizar mis ritos religiosos?”.
Uniéndose a ellos en solidaridad estaba Mary Mohammadi, una mujer de 22 años que ha sido repetidamente encarcelada por su fe y que fue expulsada de su universidad.
Colocándose en frente de una Iglesia Adventista del Séptimo Día, ella se unió a la campaña del hashtag #place2worship (#UnLugarParaAdorar) en un vídeo de apoyo a la libertad religiosa.
“Tener un lugar formal y específico dedicado como iglesia no es un privilegio que una persona o una institución, o incluso un gobierno deba ser capaz de determinar, diciendo cuál grupo de cristianos puede tener una iglesia y cual grupo no puede tenerla”, dijo ella.
“Tener una construcción de una iglesia formal es un derecho inalienable”.
Reza Esfandiari ha reconocido que al momento hay una laguna legal o vacío legal sobre el tema de la libertad religiosa y las libertades que pueden tener los cristianos conversos.
“La situación para los iraníes que son étnicamente persas necesita ser clarificada por la ley”, le dijo él mismo al diario Christianity Today. “El problema surge cuando se trata de cómo reconocer de forma legal a los iraníes protestantes y católicos”.
Una esperanza de cambio legal y cultural
Esfandiari estima que el número de cristianos protestantes, armenios y católicos de Irán puede ser de 100.000 personas. Algunas organizaciones cristianas internacionales cuentan un número mucho menor, de apenas 10.000 creyentes. Open Doors, la organización que ha colocado a Irán como el país número 8 en su Lista Mundial de Observación de los países donde es más difícil seguir a Jesús, coloca el número de cristianos en Irán en la cifra de 800.000.
Sin embargo, en vez de un vacío legal, Borji atribuye las dificultades que enfrentan los cristianos conversos a una hostilidad política del mismo gobierno. El fallo de La Corte Suprema de Irán da algo de esperanza de que Irán podría estar en un proceso de revisión interna y de cambio legal y cultural. Así, Borj sospecha que la corte revolucionaria aceptará la decisión del juez de la Corte Suprema, Eizadpanah, al tiempo que Irán intenta mejorar su posición en el escenario internacional y limpiar su imagen ante Occidente.
“Pero esto será solamente un analgésico para una enfermedad que es muy seria”, añadió Borj. “Nosotros no deberíamos ser abiertamente optimistas sobre el hecho de que esto pueda representar un cambio radical en la actitud del gobierno hacia los cristianos de Irán”.
La coyuntura política y económica y el impacto que esta puede tener en la situación de los cristianos en Irán
Actualmente Irán se encuentra sujeta a duras sanciones económicas por parte del gobierno de Estados Unidos debido a su programa nuclear. Pese a que el país llegó a un acuerdo importante con la administración Obama, este fue revocado por la administración Trump. La imposición de nuevas sanciones económicas por parte de Estados Unidos han dejado al país en una situación económica bastante incómoda y con fuertes tensiones sociales. Las alzas en los precios de los alimentos y la incapacidad de muchos iraníes de comprar bienes de lujo, alimentos, combustible o de realizar viajes, ha llevado a que muchas personas se manifiestan contra el gobierno en diversas protestas. Las sanciones estadounidenses, si continúan, pueden amenazar la paz y la estabilidad en Irán, así como la legitimidad de la república islámica.
Con el fin de suavizar las posturas del gobierno de Estados Unidos en las negociaciones sobre un nuevo acuerdo nuclear, es posible que Irán esté teniendo en cuenta a las minorías religiosas e intentando mejorar su registro en términos de Derechos Humanos. Esto parece haberse hecho más evidente tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, ya que nuevas conversaciones entre las dos naciones se realizaron a principios de 2021.
Tras la elección del nuevo presidente iraní Ebrahim Raisi, quien asumió su cargo en agosto de 2021, Irán ha estado buscando garantías de que la Unión Europea y los Estados Unidos de que no verán la repetición del retiro unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear, como sucedió bajo la administración Trump. Aunque la Unión Europea ha visto las actuales conversaciones con Irán como “extremadamente positivas”, las más recientes propuestas realizadas por Irán en la mesa de negociaciones han sido calificadas como inaceptables por las potencias occidentales.
Pese a todas las tensiones que enfrenta Irán y a la crisis económica que dejan al país en una débil posición frente a sus pares occidentales en la mesa de negociaciones, todavía no es claro que esto vaya a influenciar de algún modo la situación de los cristianos allí. Es sin embargo posible que la nueva coyuntura no solo responda a las presiones de Occidente en materia de Derechos Humanos o a un intento de los iraníes de congraciarse con los negociadores americanos, sino más bien a un cambio cultural en las actitudes de los jueces del país y a una mirada más abierta del país hacia la diversidad religiosa. Aún así, esto todavía está por verse, ya que no sabemos si los jueces y el gobierno acatarán el último fallo de la Corte Suprema de Justicia, ya que como minoría religiosa, los cristianos iraníes aún se enfrentan a una oposición de una nación mayoritariamente islámica.
Con información de Christianity Today y Open Doors.
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