Sound of Freedom, o El Sonido de la libertad en español, es una película producida por los actores Eduardo Verástegui (Cristiada, 2012) y Jim Caviezel (La Pasión de Cristo, 2004), quien la protagoniza. Llegó a las salas de cine de Estados Unidos el 4 de julio de 2023 y estuvo a poco de ganarle el primer puesto en taquilla a la más reciente entrega de Indiana Jones. Desde entonces, ha generado gran agitación entre el público norteamericano, una alta expectativa a nivel global y un debate intenso sobre la problemática que aborda.
La producción cinematográfica ha alcanzado cierta prominencia en medios cristianos, como The Christian Post y Christianity Today. Además, dos de sus productores, actores y promotores (Caviezel y Verástegui) han confesado públicamente su fe en Jesús. Estos factores han captado la atención del público cristiano, pero uno determinante es la problemática que Sound of Freedom ha puesto bajo los reflectores: el tráfico de niños con fines de explotación sexual.
Según afirman sus creadores, está basada en hechos reales, por eso ha despertado cierta preocupación entre los creyentes y la pregunta sobre las acciones que debería tomar la iglesia frente a esta problemática ha surgido de forma inevitable. Sin embargo, pese a su gran popularidad, la cinta también ha generado división entre el público y oposición de la prensa, que la acusan de ser “Un filme adyacente a las teorías conspirativas de QAnon”, como se expresó en The Guardian.
En contraste, Ian M. Giatti demostró de manera tácita su apoyo en un artículo de The Christian Post. Señaló que Sound of Freedom ha sido un éxito en las salas de cine y que los medios de comunicación que la han criticado “irónicamente han documentado de forma amplia el fenómeno de la trata de niños y niñas para la prostitución”.
A continuación se abordarán algunos aspectos que deben conocerse sobre el filme, así como las razones por las que la asocian con las teorías conspirativas. También hablaremos sobre las posturas públicas de sus creadores, la realidad sobre la problemática retratada y las acciones que los cristianos podemos tomar frente a la misma. Este artículo puede contener spoilers.
Impresiones generales sobre Sound of Freedom
Se puede decir que es una película difícil de ver, pues muestra una problemática desagradable, de la que generalmente las personas no quieren escuchar o ser conscientes. En otras palabras, eleva fácilmente la indignación. Esto podría explicar parte del rechazo que ha recibido entre ciertos sectores del público. Aun así, logra conmover y presentar un escenario de esperanza en medio del drama de la historia, que aunque seguramente incluye elementos de ficción, refleja un problema que hace parte de la sociedad.
Inspirada en hechos reales
Jim Caviezel interpreta a Timothy Ballard, un exagente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos por más de diez años que, según su propia página web, renunció a su trabajo para atrapar a criminales implicados en el tráfico de niños. En la actualidad, Ballard es un activista y autor estadounidense, fundador de la organización Operation Underground Railroad y director de The Nazarene Fund.
De acuerdo a End Slavery Now, la organización creada por Ballard es una entidad de vanguardia en la lucha contra el tráfico de menores de edad que, en cinco años de labor (2010-2015), “ha rescatado a más de 250 víctimas de tráfico de personas en ocho naciones diferentes, y la mayoría de ellos son niños”. Ballard habla español con fluidez y gran parte de su carrera la pasó trabajando en Calexico, California, en el puerto de entrada desde México a Estados Unidos.
LDS Living informa también que, en 2019, Ballard se reunió con el presidente de Haití, Jovenel Moïse, para concretar acciones en pro de enfrentar el tráfico de personas. Sin embargo, pese a sus antecedentes como agente de la ley, los interrogantes sobre la veracidad de la historia retratada en el filme han dominado gran parte del debate sobre Sound of Freedom. El Washington Post publicó una nota en la que expuso varios de ellos.
Escrutinio público sobre Operation Underground Railroad
El tráfico de menores con fines de explotación sexual es una cruda realidad. Por eso, Tim Ballard y su organización han desarrollado operaciones sobre el terreno, con el objetivo de luchar contra este crimen. No obstante, con la salida del filme a la luz pública, Operation Underground Railroad no ha escapado del escrutinio público.
Según el Washington Post, Ballard ha dicho que 10 000 niños son llevados anualmente a Estados Unidos con fines de explotación sexual, datos a los que Donald Trump hizo eco en el Discurso del Estado de la Unión, en 2019. Sin embargo, Glenn Kessler, un verificador de hechos del diario noticioso, afirmó no haber encontrado evidencia que respalde dicha declaración. Esto pondría en duda las declaraciones de Ballard, y quizás una aclaración de su parte sería pertinente.
El Washington Post también se refirió a una afirmación que Vice News hizo en 2020 sobre los reportes de la organización dirigida por Ballard; los catalogó como “un patrón de imágenes y de mitología, una serie de exageraciones que, en conjunto, son bastante engañosas”. Además, expuso que Foreign Policy reportó en 2014 que después de que un gran grupo de niñas dominicanas fueran rescatadas por Operation Underground Railroad de las manos de una red criminal, ellas habrían sido abandonadas a su propia suerte una semana después de la operación policial.
Las críticas que han recibido tanto Ballard como su organización, con respecto a sus acciones y declaraciones, han conducido a que el enfoque que ha brindado la película sobre la trata de menores de edad haya terminado politizado. El debate público que se ha dado en torno a este tema deja la sensación de que esta problemática no fuera relevante o, incluso, no existiera. A final de cuentas, la politización y la disensión podría tener más que ver con las posturas políticas de sus promotores que con los hechos presentados en el filme, tal y como veremos a continuación.
Una película politizada
Mucho se ha hablado de El sonido de la libertad como “una película de suspenso adyacente a las teorías de conspiración QAnon”. Ese fue el calificativo que le dio el diario británico The Guardian, cuyas declaraciones pronto encontraron eco en otros medios, como la Radio Pública Nacional de los Estados Unidos, que señaló: “Los simpatizantes de QAnon están promoviendo Sound of Freedom”. Cabe anotar que la NPR (National Public Radio) catalogó la película como un “thriller cristiano”.
Para las personas que no están familiarizadas con la teoría de conspiración de QAnon, esta indica que existe un grupo de élites poderosas dentro del denominado “Estado profundo” que promueven y se lucran de la pedofilia. También sostiene que líderes de derecha de Estados Unidos, como el expresidente Donald Trump, luchan en secreto contra los grupos pedófilos. Además, QAnon señala que estas élites matan a los niños con el fin de extraer de su sangre un líquido denominado adrenocromo, con supuestas propiedades curativas y rejuvenecedoras.
Hasta el momento, no se han encontrado pruebas directas de que tal teoría pudiera tener validez alguna. Sin embargo, ha sido aceptada por parte de algunos miembros de la derecha estadounidense, especialmente entre partidarios del expresidente Trump. De hecho, para entender por qué Sound of Freedom ha sido politizada y relacionada con teorías conspirativas, es pertinente mencionar que, según un reportaje de la NPR, Jim Caviezel ha sido un defensor de las teorías de conspiración de QAnon por años.
En una conferencia de prensa para promover esta cinta, Caviezel hizo eco de ciertas declaraciones de las teorías de conspiración y afirmó que “el imperio completo del adrenocromo está impulsando al alza la demanda por niños traficados”. También se refirió a ella como una droga que es “diez veces más potente que la heroína, y tiene algunas cualidades místicas como hacerte lucir más joven”.
La relación entre Sound of Freedom y QAnon no es directa y no puede indicarse en modo alguno que la cinta promueva teorías de conspiración. Al ver el filme, podemos encontrar que relata hechos plausibles y ampliamente documentados por organizaciones de derechos humanos o independientes que luchan contra la trata de personas. Así mismo, la batalla de Tim Ballard contra las redes de tráfico es de público conocimiento y ha quedado firmemente establecida.
Sin embargo, el apoyo de los simpatizantes de la teoría QAnon y su reivindicación como una causa propia podrían estar minando la credibilidad de la cinta y sus denuncias, las cuales no son triviales ni menores. NPR puntualizó en defensa de la cinta que, “a pesar de los comentarios de Caviezel, Sound of Freedom no contiene ninguna referencia a la sustancia adrenocromo, ni otras teorías de conspiración. De hecho, la película se filmó mucho antes de que las teorías de QAnon se convirtieran en un fenómeno extendido”.
Por su parte, los ejecutivos de Angel Studios, la firma que se encargó de distribuir el filme, han rechazado públicamente cualquier tipo de asociación con las teorías de conspiración. Pero pese a sus declaraciones, unos comentarios de Tim Ballard en el podcast de Jordan Peterson, indicando que el cultivo de adrenocromo “era algo real”, junto con las declaraciones de Caviezel, podrían haber tenido un impacto en cómo la película ha sido recibida.
Mike Rothschild, autor estadounidense e investigador de las teorías de conspiración de QAnon, ha señalado que la película está siendo promocionada como un producto de consumo para los creyentes de estas teorías. Ellos la están abrazando, así como a “su actor principal, el cual es parte de la comunidad”.
Una mirada crítica
Al considerar los hechos que presenta Sound of Freedom, sus denuncias y la controversia que ha generado, es importante tener en cuenta algunos elementos de análisis que, como creyentes, podrían ayudarnos a evitar ser presas de la politización y tomar una actitud crítica frente a este fenómeno. Estos elementos son:
1. La trata de personas, especialmente de niños y niñas (con fines de explotación sexual), es un fenómeno real que no puede ser ocultado ni pasado por alto.
2. Sound of Freedom, con los efectos dramáticos que puede tener cualquier filme, presenta hechos reales y de interés general. En este sentido, presta un servicio público valioso y genera una alerta sobre el tráfico de personas que todos deberíamos escuchar.
3. La película no contiene alusiones a teorías conspirativas ni las valida.
4. Los comentarios de Caviezel, así como la apropiación de la película que han hecho miembros de las comunidades de teorías de la conspiración de QAnon, han terminado en una politización innecesaria del filme. Esta apropiación ha opacado un debate público importante y urgente sobre un tema que debe interesar a todas las personas, independientemente de su filiación política.
5. El interés que los cristianos (no solo los estadounidenses) han tenido ante Sound of Freedom puede reflejar preocupaciones sinceramente evangélicas, que necesitan generar llamados a la acción con el fin de abordar una problemática producto del pecado de este mundo caído.
La trata de menores en la actualidad
Sound of Freedom es una oportunidad de gran valor para visibilizar la gran problemática de la trata de personas, que durante años ha permanecido oculta o no se le ha prestado la atención debida. De acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 148 países detectaron y denunciaron alrededor de 50 000 víctimas de trata de personas en el 2018. Aun así, dada la naturaleza oculta del delito, la falta de acción policial y la impunidad, la tasa real de víctimas es considerablemente mucho mayor.
Se estima que el 50 % de las víctimas de trata son mujeres, más del 30 % son infantes (el número ha aumentado recientemente) y el 20 % son hombres adultos. De todos los perjudicados por este crimen, el 5 % termina siendo objeto de explotación sexual, el 38 % debe hacer trabajos forzados, el 6 % es obligado a realizar actividades delictivas y un 1 % a mendigar. La organización Humanium calcula que cada día 3000 niños son víctimas de la trata y la Organización Internacional para las Migraciones estima que las ganancias derivadas de este acto delictivo alcanzan la cifra de 10 000 millones de dólares anuales, especialmente cuando se comete contra mujeres y niños.
Causas de la trata de personas
Las investigaciones sobre el terreno indican que la pobreza, las crisis humanitarias, la falta de educación, la falta de inscripción en los nacimientos y el hecho de que la trata de personas sea una actividad considerablemente lucrativa son los factores fundamentales que hacen que este delito se encuentre tan extendido. En el caso de la escasez de recursos, las redes criminales atraen a los menores y sus familias con promesas de recompensas financieras, carreras en el modelaje o la actuación. Los más vulnerables se convierten en las víctimas ideales de los traficantes, quienes les ofrecen mejores condiciones de vida y trabajos en otros países. Desafortunadamente la realidad es otra.
Las crisis humanitarias también pueden contribuir al fenómeno. Por ejemplo, tras el terremoto de Haití en el 2010, los traficantes aprovecharon la situación para secuestrar una gran cantidad de niños. También se ha notado que la trata de personas es mucho más probable en los países donde las violaciones a los derechos humanos son comunes y la aplicación de la ley es deficiente o inexistente debido a la corrupción, la falta de recursos gubernamentales o la ausencia de iniciativas políticas contra estos actos.
A estos factores se suma la falta de educación, ya que el analfabetismo y la ignorancia sobre los propios derechos, o simplemente sobre a quién acudir en busca de ayuda, hacen que los menores de edad sean más vulnerables a los traficantes. Otro de los factores que se informan como riesgo directo para la trata de personas es la adopción internacional. Las prácticas de adopción deshonestas por parte de entidades no reguladas hacen que los niños puedan encontrarse a merced de las redes de traficantes.
Cada año, un gran número de niños y niñas de Centroamérica son vendidos a parejas que desean adoptar en Estados Unidos y Europa. Se estima que la cifra de niños vendidos en procesos de adopción ilegales alcanzaría los 1500 por año. Mientras que las madres reciben unos 30 dólares por niño, las parejas pueden pagar desde 15 000 hasta 20 000 por su adopción.
Finalmente, los niños que en mayor peligro se encuentran son aquellos que nunca fueron registrados en las oficinas públicas de datos de identidad. Se estima que cada año no se declara oficialmente antes las autoridades gubernamentales el nacimiento de 40 millones de niños, lo cual constituye una violación al derecho a tener una identidad.
Reacciones de ministerios cristianos a Sound of Freedom
Los ministerios cristianos que luchan contra la trata tienen su propia perspectiva sobre la película y algo que decir sobre las acciones a emprender para enfrentar el fenómeno. Las organizaciones humanitarias entienden que la historia ha sido dramatizada, pero quieren que las audiencias se aperciban de que gran parte del trabajo contra el tráfico de personas puede ser muy diferente a lo que se ve en el filme. Jeff Shaw, de Frontline Response, dijo en entrevista con Christianity Today que ellos no van “por ahí derribando puertas en escondites criminales o alzando niños en hombros”, como se ve en Sound of Freedom. En muchas ocasiones los menores pueden sentirse reacios a ser rescatados debido al estado psicológico de crisis en el que se encuentran.
Así mismo, los ministerios cristianos indicaron que las operaciones de rescate suceden, pero que solo son una pequeña parte de la lucha contra la trata. Muchos de ellos pasan gran parte de su tiempo ofreciendo comidas calientes en las calles, albergando a víctimas de trata en refugios seguros durante largos periodos de tiempo, educando y apoyando a las comunidades vulnerables para prevenir su explotación. También entrenan a empleados y a familias para que reconozcan el tráfico y colaboren con los agentes de la ley.
De esta manera, como evidencian algunos testimonios que recogió Christianity Today, el trabajo ministerial contra la trata puede lucir muy similar al de la lucha contra la pobreza, la recuperación de adicciones, o la construcción de relaciones sólidas y el apoyo psicológico a quienes han pasado por traumas. Suzanne Lewis-Johnson, exagente del FBI y cristiana comprometida contra el tráfico de personas por más de una década en Ohio, expresó lo siguiente:
Es grandioso que (la película) despierte las conciencias. Pero si nos obsesionamos pensando en lo que creemos que es el tráfico de personas, podríamos perder de vista las cosas. Dejaríamos pasar muchas cosas en frente de nosotros si creemos que solamente los extranjeros se mueven a través de estas redes.
Christianity Today también señaló que los secuestros repentinos de niños pueden tener lugar, pero no es la forma típica en la que trabajan los traficantes. Ellos usualmente tienen como objetivo a niños y niñas que ya conocen, según informa la firma de investigación Polaris. “Hemos tenido sobrevivientes que nos dicen: 'No sabía que estaba siendo traficado porque no se parecía a lo que se ve en las películas'”, señaló Beck Sullivan, director jefe de programas en Restore, una ONG que trabaja contra el tráfico de personas en New York.
De modo que la película puede servir para despertar la conciencia de los espectadores y, especialmente, para demostrar que el problema de demanda de sexo infantil es principalmente doméstico. Sin embargo, Sullivan alerta sobre la importancia de educar a las personas para que se entienda que el tráfico de menores de edad puede lucir muy diferente en sus comunidades locales.
Esto nos permite entender que Sound of Freedom está basada en las acciones policiales y la metodología de Operation Underground Railroad, pero que la respuesta de los ministerios cristianos tiene un enfoque mucho más amplio al policial. Por ejemplo, reconoce las causas y consecuencias del fenómeno. En definitiva, las acciones de los ministerios cristianos y los resultados que han obtenido nos indican que este fenómeno es ciertamente abrumador y no puede ser resuelto por medio de héroes policiales que se enfrentan a grandes redes internacionales criminales y, en muchas ocasiones, también a la negligencia de los gobiernos.
Así, la complejidad del fenómeno de la trata, la gran conciencia despertada por la viralidad de Sound of Freedom y la acción de los ministerios cristianos frente a este fenómeno, nos llevan a nuestro último apartado: ¿Qué actitudes y acciones pueden adoptar los cristianos frente a la trata de personas?
Una respuesta evangélica
La acción del cristiano comprometido siempre debe remitirse a la Escritura y a la guía que esta nos brinda para vivir. Sin embargo, el poder transformador del evangelio puede hacerse sentir de múltiples maneras. La predicación sobre la obra redentora de Cristo y la denuncia del pecado en el mundo siempre serán la piedra que removerá las conciencias o hará que otras tropiecen.
Pero es importante reconocer que este no es solo un llamado para los no conversos (aquellos que trafican con niños, quienes los explotan o quienes consumen pornografía infantil), también nos interpela a los creyentes. Esta alerta implica superar la indiferencia y tomar acciones decididas que terminen siendo ejemplo de solidaridad en un mundo en el que impera el egoísmo.
Si bien nuestras acciones pueden tener un alcance limitado, no por ello dejan de ser importantes y valiosas. La educación para comunidades vulnerables, y la sociedad en general, respecto a la trata de personas, la lucha contra la pobreza, la ayuda a los sobrevivientes y el apoyo a las organizaciones humanitarias especializadas que trabajan sobre el terreno, son solo algunas de las acciones que un creyente puede emprender para contrarrestar esta situación.
Las organizaciones de ayuda humanitaria cristianas también enfatizan en que el enfoque debe estar en la prevención, no en la mitigación y la reacción cuando los problemas ya han sucedido. Esto requiere intervenciones en las familias, especialmente en las más vulnerables, y qué mejor que hacerlo con el evangelio y con la guía que ofrecen los principios de la Escritura. También implica un alcance material y psicosocial que tenga en cuenta las necesidades específicas de las comunidades más vulnerables, intervenciones de largo plazo para lograr que familias y niños afectados por traumas puedan sentir que el mundo es un lugar seguro para ellos y para que pueden confiar en los demás.
En conclusión, Sound of Freedom ha traído al debate público un problema de gran urgencia que necesita ser abordado por los cristianos de manera informada, crítica y con base en los principios derivados de la Escritura. La politización del filme puede haber constituido un obstáculo para que este debate tenga un alcance mayor y se ofrezcan soluciones integrales. Aun así, los creyentes no pueden desperdiciar esta oportunidad para incrementar la conciencia pública y emprender acciones que comuniquen el poder del Evangelio, dando testimonio del amor del Señor por aquellos que enfrentan grandes condiciones de vulnerabilidad y se han sentido oprimidos por el mal y el pecado.
Referencias
Sound of Freedom: the QAnon-adjacent thriller seducing America
Box-office surprise 'Sound of Freedom' brings out 'QAnon' catcalls from The Guardian, Rolling Stone
Operation Underground Railroad (OUR) – a Vanguard in the Fight Against Child Trafficking
‘Sound of Freedom’ is a box office hit whose star embraces QAnon
QAnon supporters are promoting 'Sound of Freedom.' Here's why
Polaris Analysis of 2021 Data from the National Human Trafficking Hotline
What Anti-Trafficking Experts Think of the Hit Movie ‘Sound of Freedom’
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |