Pastor de Hermas: qué es y por qué no está en la Biblia

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Este documento es claramente el más extenso de los llamados “Padres Apostólicos” y, de hecho, también es más largo que cualquiera de los documentos que componen el Nuevo Testamento. Aparte de lo que aparece en el mismo escrito, es realmente poco lo que se sabe sobre la vida del autor de El Pastor de Hermas.

Quizá el otro documento en el que se habla de Hermas, como se le conoce al autor, es el fragmento muratoriano, un texto que probablemente se remonta al siglo segundo o tercero. Allí se afirma que Hermas escribió su libro mientras estaba en Roma donde al parecer su hermano Pío era obispo. Se sabe que un hombre llamado Pío fue obispo en Roma hacia el 140 o 150 d.C. Esto nos daría un marco histórico aproximado para la escritura de este documento. 

En la historia, Hermas habla de su vida y del desarrollo de las virtudes cristianas mientras cuenta su historia. También habla sobre su niñez diciendo había sido esclavo y que su amo lo habría vendido a una mujer llamada Roda. En algún momento Hermas ayudó a Roda a salir de un baño en un río, aparentemente mientras la codiciaba.

Tiempo después, mientras estaba dormido, Hermas tuvo una visión en la que Roda le hacía ver que codiciarla había sido un gran pecado. La visión puso muy nervioso a Hermas, pero mientras sufría por su vergüenza se le apareció una anciana que le dijo que, no sólo había errado por codiciar a Roda, sino también por no disciplinar a sus propios hijos y permitir que se corrompieran.

La anciana continuó su exhortación diciéndole que había sido castigado por esas razones en sus negocios seculares. Al parecer, después de haber sido esclavo, Hermas obtuvo su libertad y se convirtió en un hombre rico. Posteriormente la anciana leyó unas palabras que Hermas no comprendió muy bien pero que indicaban que los últimos días se acercaban y que Dios castigaría a unos y premiaría a otros.

Visiones y revelaciones

A partir de ahí se despliegan una serie de visiones y revelaciones que Hermas dejaría consignadas en su libro. El Pastor de Hermas registra cinco visiones, doce mandatos y diez comparaciones.

El libro comienza con la experiencia antes mencionada, para luego agrupar a una serie de visiones y revelaciones, lo que convierte a este documento en una compilación de enseñanzas y predicaciones. Hermas vino a ser una especie de profeta o predicador que hizo uso de un género apocalíptico en sus escritos, género muy popular en la época.

El documento continúa con la segunda visión que al parecer tiene lugar un año después. En ella, la misma anciana le entrega a Hermas un escrito que solo puede entender después de orar y ayunar. Pero nuevamente Hermas recibe exhortación por no haberse ocupado de la fe de sus hijos y esposa. La reprensión incluye un llamado al arrepentimiento y le asigna una fecha máxima para corregir sus faltas.

La tercera visión constituye una parte mucho más amplia y citada. Se trata de la construcción de una gran torre que está siendo edificada por ángeles que usan rocas de diferentes formas. La analogía es que algunas rocas no encajan en la construcción, otras sí y otras se quiebran. Las que no encajan son al parecer dejadas de lado esperando estar listas para ser añadidas al edificio. La anciana le explica a Hermas que cada una de estas rocas representa algún tipo diferente de cristiano. En una analogía muy similar a la Parábola del Sembrador, la anciana trata de hacer entender a Hermas que cada tipo de piedra representa a cierto tipo de creyente.

La cuarta visión es un breve anuncio de las tribulaciones por venir y la quinta es la orden de que Hermas escriba las visiones en un libro. Así termina la primera parte, concluyendo la sección de las visiones y dando inicio al resto del libro.

La sección de los mandamientos

A partir de allí se enlistan los mandamientos que incluyen el reconocimiento de Dios y un llamado a obedecerle, dejar diversos pecados y dar ofrendas sabiamente. También se habla sobre la mentira y la castidad.

En esta sección del libro se desarrolla uno de los temas más importantes, y quizá la idea central de todo el documento: el pecado practicado después del bautismo no puede ser perdonado. Hermas dice al respecto que:

...si después de este llamamiento grande y Santo, alguno, siendo tentado por el diablo, comete pecado, sólo tiene una oportunidad de arrepentirse. Pero si continuamente peca y se arrepiente, el arrepentimiento no le aprovechará para nada; porque difícilmente alcanzará la vida. (Mandamiento 4.3, Clie: 2018, p. 361).

Hermas está dando un mensaje nuevo y contrario a una postura muy rigorista de ese entonces. Por eso reviste su mensaje con este ropaje profético y apocalíptico: quiere darle toda la autoridad posible.

Posteriormente continúa con los mandamientos haciendo un llamado a la paciencia, a discernir entre las buenas y malas enseñanzas, al temor de Dios, a la moderación y a la generosidad, a buscar el perdón de Dios, a reflexionar sobre la tristeza y la alegría que puede experimentar el creyente y a discernir entre los profetas verdaderos de los falsos. Al respecto de la vida cristiana dice:

Al hombre que afirma tener el Espíritu divino, examínale por su vida. Ante todo, el hombre que tiene el Espíritu divino, el que viene de arriba, es manso, tranquilo y humilde; vive alejado de toda maldad y de todo deseo vano de este siglo. (Mandamiento 11.7, 8; BAC 65:997)

La sección de mandamientos concluye con una corta exhortación a abandonar los malos deseos y a practicar la justicia, la verdad y la mansedumbre. A esto le sigue un breve epílogo sobre guardar los mandamientos y a alejarse de las influencias del diablo.

Comparaciones o similitudes

A partir de ahí inicia la sección de las comparaciones o similitudes. La primera trata sobre la verdadera ciudadanía de los creyentes. La segunda es una exhortación a que los ricos compartan su riqueza con los más necesitados. La cuarta y la quinta hablan sobre la verdadera fe de aquellos que parecen estar muertos como los árboles en el invierno, pero que un día reverdecerán durante la primavera hasta el verano.

La quinta comparación parece una remembranza de la parábola del señor de la viña, pero en este caso el siervo que quedó a cargo de la viña hizo más de lo que se le había pedido. También toca el tema del ayuno y cómo debería ser aplicado entre los creyentes. Sobre esto dice:

Después de cumplido lo que queda escrito, el día que ayunes no tomarás sino pan y agua, y de la comida que habías de tomar calcularás la cantidad de gasto que correspondería a aquel día y lo entregarás a una viuda, a un huérfano o a un necesitado. (Comparación 3; BAC 65:1018)

En la sexta y séptima comparación, a través del ejemplo de dos ángeles, se hace un llamado al arrepentimiento y a la purificación. La octava comparación usa una analogía de unas varas para mostrar los diversos niveles de obediencia a Dios. La novena comparación retoma la analogía de la construcción de la torre, pero esta vez con muchos más detalles. Por último, la décima comparación resume toda la enseñanza principal del libro.

Una vida moralista

En resumen, El Pastor de Hermas fue escrito como un llamado al arrepentimiento y la adhesión a una estricta vida moralista. El punto de enseñanza del libro es principalmente ético, no teológico, pues de hecho la cristología de El Pastor de Hermas es muy confusa y a veces poco ortodoxa.

Este libro fue reconocido y usado por varias figuras importantes de la iglesia primitiva, pero el canon muratoriano negó su inspiración. Al respecto dice:

Pero el Pastor fue escrito por Hermas en la ciudad de Roma muy recientemente, en nuestros tiempos, cuando su hermano Pío ocupaba el sillón de obispo en la iglesia de Roma; y por tanto conviene leerlo, pero no puede hacerse públicamente al pueblo en la iglesia ni incluirlo entre los profetas, puesto que su número está completo, ni entre los apóstoles, por haber terminado ya su tiempo. Traducción de F.F. Bruce (Ibid, p. 163)

A pesar de que fue el documento no canónico más popular de la iglesia primitiva, Jerónimo (347-420) nos informa que, para su tiempo en el siglo IV, ya era bastante desconocido en Occidente. Al parecer era mucho más popular en la Iglesia Oriental. De hecho, era tan popular en esa región, que hoy sobreviven manuscritos de El Pastor de Hermas en griego, latín y etíope, y fragmentos en copto y persa.

Pero, ¿por qué no aparece El pastor de Hermas en la Biblia? ¿Por qué no se consideró un ‘libro inspirado’? Primero debemos darnos cuenta de que muchos eruditos bíblicos reconocen la existencia de falsos escritos que nunca se han considerado seriamente para su inclusión en la Biblia. Ejemplos son La Asunción de Moisés y El Libro de Enoc. Sin embargo, los estudiosos de la Biblia coinciden en que no son escritos inspirados. Algunos pensaban que el Pastor de Hermas tenía cierto nivel de autoridad, por lo que se mantuvo en el canon durante un tiempo antes de que fuera, bajo la dirección del Espíritu Santo, totalmente desestimado.

¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿De qué formas el moralismo puede afectar nuestra comprensión del evangelio? ¿Cómo puedes valorar la forma en la que el Señor guardó a su iglesia y a su Palabra hasta hoy?