Tuve frecuentes oportunidades de ver gente saliendo de las fábricas y ocasionalmente atenderles como pacientes. El pasado verano visité tres fábricas algodoneras con el Dr. Clough de Preston y con el Sr. Baker de Manchester y no fuimos capaces de permanecer diez minutos en la fábrica sin empezar a jadear por falta de aire. ¿Cómo es posible que quienes están condenados a permanecer ahí doce o catorce horas lo soporten? Si tenemos en cuenta la temperatura del aire y su contaminación no puedo llegar a concebir cómo los trabajadores pueden soportar el confinamiento durante tan largo periodo de tiempo.
Así fue como el doctor Michael Ward de Manchester describió las condiciones de salud en las fábricas textiles, en el contexto de una investigación que realizó en marzo de 1819. Aunque parezca inverosímil y quizás desconectado de la realidad actual, aquel contexto enmarcó el surgimiento de la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocida en algunos países latinoamericanos como ACJ, y en el mundo anglo como YMCA: Young Men's Christian Association. En la actualidad, se declara como un movimiento social juvenil, y por sus actividades, se le puede considerar una de las mayores y más antiguas organizaciones no gubernamentales (ONG). Su sede oficial se encuentra en Ginebra, Suiza.
De acuerdo a información de su sitio oficial, la YMCA es un movimiento que tiene presencia en 119 países alrededor del mundo y cuenta con más de 700 000 personas que realizan actividades de voluntariado. Luego de su 20º Consejo Mundial celebrado en julio de 2022, declaró que su visión es: “Un mundo en el que cada persona viva en armonía consigo misma, con la sociedad y con la creación”, la cual alcanzarán a través de su misión: “Empoderar a los jóvenes y a las comunidades de todo el mundo para construir un mundo justo, sostenible, equitativo e inclusivo, donde cada persona pueda prosperar en cuerpo, mente y espíritu”.
Sin embargo, para muchos, la YMCA saltó a la fama y es recordada por una canción bastante popular del grupo musical Village People. Según su autor, en un principio el sencillo se planteó como un homenaje a la tarea de acogida y de apoyo a los jóvenes que realizaba esta asociación, pero –involuntariamente– se transformó en el mejor de los anuncios publicitarios que haya tenido la YMCA. Esto es lo que dicen sus dos primeras estrofas al traducirlas a español:
Joven, no hace falta que te sientas solo.
Dije: joven, levántate del suelo.
El artículo continúa después del anuncioDije: joven, porque ahora vives en otra ciudad
no tienes por qué ser infeliz.
Joven, hay un sitio donde puedes ir.
Dije: cuando estés corto de dinero,
puedes quedarte allí y estoy seguro de que encontrarás
muchas maneras de pasar un buen rato.
Los orígenes de la YMCA
Sir George Williams fundó la YMCA el 6 de junio de 1844 en Londres, en medio de la Revolución Industrial. A mediados del siglo XVIII, Europa atravesaba una situación compleja. Se produjo un gran éxodo de familias y, en particular, de jóvenes campesinos a las grandes ciudades en busca de mejores horizontes que les permitieran vivir con dignidad y sin la extrema pobreza que padecían en los campos. Sin embargo, lo que encontraron no fue necesariamente mejor que lo que dejaron.
Sobre Williams se sabe que nació en Inglaterra, particularmente en Somerset, el 11 de octubre de 1821. Se trasladó a Londres en 1836 para trabajar como aprendiz de un pañero, y en 1841 ya trabajaba él mismo en ese oficio. Se alojó en las viviendas que la empresa le proporcionó en el edificio y así se convirtió en uno de los 150 000 jóvenes que se habían trasladado a la gran ciudad de Londres. Sobre el panorama de aquella época, George Williams comentó: “Las primeras veinticuatro horas de vida de un joven en Londres determinan generalmente su eternidad en el cielo o en el infierno. No hay términos medios entre el camino recto y la perdición”.
En consonancia con sus preocupaciones, el 6 de junio de 1844, George Williams y otros diez jóvenes cristianos fundaron la YMCA en Londres, Inglaterra, e hicieron la siguiente declaración:
Nuestro objeto es el mejoramiento de la condición espiritual de los jóvenes que trabajan en casas de comercio, mediante la formación de clases bíblicas, reuniones familiares y sociales de oración, sociedades de mejoramiento mutuo o cualquier otro organismo espiritual.
El desafío no fue fácil, pues el panorama para los obreros estaba marcado por los avances de la Revolución Industrial desarrollada principalmente en el Reino Unido, pero también por sus males. Como lo expresó Charles Turner Thackrah en uno de sus informes durante 1832:
En esta fábrica trabajan 1500 personas, y más de la mitad tienen menos de 15 años. La mayoría de los niños están descalzos. El trabajo comienza a las 5:30 de la mañana y termina a las 7 de la tarde, con altos de media hora para el desayuno y una hora para la comida. Los mecánicos tienen media hora para la merienda, pero no los niños ni los otros obreros (...). Cuando estuve en Oxford Road, Manchester, observé la salida de los trabajadores cuando abandonaban la fábrica a las 12 de la mañana. Los niños, en su casi totalidad, tenían aspecto enfermizo; eran pequeños, enclenques e iban descalzos. Muchos parecían no tener más de 7 años. Los hombres, en su mayoría de 16 a 24 años, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran las de apariencia más saludable, aunque no vi ninguna de aspecto lozano (...). Aquí vi, o creí ver, una raza degenerada; seres humanos achaparrados, debilitados y depravados, hombres y mujeres que no llegarán a ancianos, niños que nunca serán adultos sanos. Era un triste espectáculo.
Así, entre sus principales motivaciones para la fundación de dicha institución estuvo el haber observado las duras condiciones del trabajo, así como la tendencia al juego y a la bebida de los jóvenes trabajadores. En cambio, quisieron promover el desarrollo integral de los jóvenes. La primera reunión, celebrada en junio de 1844, congregó a 12 jóvenes en una tienda de paños del cementerio de Saint Paul’s. Dicho panorama cambió enormemente cuando se celebró la 1ª Conferencia Mundial de la YMCA en París, en 1855. Para ese entonces, el movimiento ya se había establecido en nueve países.
Inspiración cristiana de la YMCA
El fundador de la YMCA, George Williams, comenzó a trabajar siendo muy joven en un negocio en Bridgewater, lugar que influenció su posterior carrera. Posteriormente se trasladó a Londres, trabajó en la pañería de Hitchcock y Rogers, y se casó con Helen Hitchcock. A la muerte de su suegro, en 1863, se hizo cargo del establecimiento. Williams conocía de primera mano las virtudes y defectos de la vida de un obrero.
Además, asistía de manera regular a la iglesia metodista en Bridgewater. De hecho, sobre sus creencias, el autor Daniel Carpinteyro comentó:
Desde muy joven George Williams fue un sujeto de conducta pulcra y consciente. Era un hombre de fe, atributo que se había expandido en él desde su conversión del anglicanismo al congregacionalismo. Le gustaba realizar actividades de proselitismo inspiradas en el cristianismo calvinista.
Sin embargo, Williams no estaba solo en su deseo de proveer formación a los jóvenes ni de compartir su fe, pues trabajó junto con Henry Dunant (1828-1910), quien fue clave en la formación, crecimiento y consolidación de la YMCA a nivel mundial. Nació en Ginebra el 8 de mayo de 1828 y también tenía raíces cristianas, pues procedía de una familia calvinista devota y caritativa. Desde joven, empezó a organizar grupos de oración y estudios bíblicos desde su casa. Fue cofundador de la YMCA de Ginebra en 1852. Además, se convirtió en un ferviente portavoz de la organización, la promovió por todo el mundo y visitó las sedes de Europa y del norte de África.
Dunant mantuvo correspondencia regular con las filiales de la YMCA de todo el mundo, y así pudo ponerlas al día sobre el trabajo de la organización en cada país; se cuenta que para 1852 ya mantenía correspondencia con las sedes de casi 30 ciudades diferentes. Su entusiasmo y pasión por hacer que el movimiento fuera verdaderamente internacional ayudaron a generar la 1ª Conferencia Mundial de la YMCA. Años más tarde, Henry Dunant fundó el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Otra persona clave en los inicios de la YMCA fue John R. Mott (1865 - 1955), quien nació en Nueva York el 25 de mayo de 1865. En 1885 ingresó en la Universidad de Cornell. Como estudiante, Mott también participó en la primera Conferencia Internacional de Estudiantes Cristianos. Como presidente de la YMCA estudiantil, triplicó el número de miembros y recaudó dinero para construir un edificio para la YMCA universitaria.
Terminó sus estudios y se licenció en Filosofía e Historia en 1888, e inmediatamente comenzó un servicio de 27 años como Secretario de la YMCA Intercolegial de EE.UU. y Canadá. De 1915 a 1928 fue Secretario General del Comité Internacional de la YMCA –que más tarde se convirtió en la Alianza Mundial (World YMCA)– y presidente de la Alianza Mundial desde 1926 hasta 1937. Después de graduarse, organizó la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos en 1895. En su calidad de secretario general, organizó movimientos estudiantiles nacionales en India, China, Japón, Australia, Nueva Zelanda y partes de Europa.
Durante la Primera Guerra Mundial, cuando la YMCA le ofreció sus servicios al entonces presidente de EE. UU., Woodrow Wilson, Mott se convirtió en secretario general del Consejo Nacional de Trabajo de Guerra, y terminó recibiendo la Medalla al Servicio Distinguido por su trabajo. También fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1946 por su labor de creación y fortalecimiento de organizaciones internacionales de estudiantes cristianos protestantes que trabajaban en favor de la paz.
Por su parte, George Williams fue nombrado caballero por la reina Victoria en 1894 y, tras su muerte, se le conmemoró con una vidriera en la nave de la Abadía de Westminster. Además está enterrado en la catedral de San Pablo.
Respecto al desarrollo de la YMCA como institución, en 1855 se establecieron las bases de París. En ellas se declaró que:
Las Asociaciones Cristianas de Jóvenes buscan unir a aquellos jóvenes que, considerando a Jesucristo como su Salvador y su Dios, según las Sagradas Escrituras, desean, en su fe y en su vida, ser discípulos de Él y trabajar juntos para extender entre los jóvenes el Reino de su Maestro.
En la actualidad, la Asociación de Jóvenes Cristianos tiene delegaciones en todo el mundo. En Estados Unidos, la YMCA es muy popular, con gimnasios, hostales y campamentos de verano para jóvenes, que primero fueron solo para hombres (Young Men’s Christian Association), luego también para mujeres (Young Women’s Christian Association). Actualmente funcionan centros familiares (Family YMCA) en muchos sitios, en donde se realizan actividades para ambos sexos.
“Cristianismo muscular” y aportes de la YMCA
Como toda obra humana, las instituciones reflejan ideales y valores de su tiempo. De allí que el periodista Daniel Carpinteyro aporte un interesante concepto para sintetizar los orígenes y valores que podrían explicar el surgimiento de la YMCA: el paradigma del “cristianismo muscular”. Él explica este concepto de la siguiente manera:
Si un hombre tiene cuerpo, es porque ese cuerpo se lo otorga Dios, pero para que lo trabaje, lo domine, lo disponga a la protección de los débiles, a la promoción de causas justas y para someter los dones de la Tierra, otorgados por el Señor a los hijos del hombre (…). Así pues, durante la segunda mitad del siglo XVIII, las iglesias inglesas afiliadas a alguna forma de protestantismo calvinista empezaron a implementar gimnasios para los varones jóvenes, donde se impulsaba el atletismo y las disciplinas pugilísticas, ya que, como sabrá cualquier persona que haya cursado el bachillerato, la inclinación natural del adolescente que desarrolla masa muscular y habilidades de combate es proteger a quienes son más débiles que él. La idea del cristianismo muscular no tardó en exportarse a otros países de la Commonwealth, en particular Australia; y, por supuesto, se expandió como la pólvora en Estados Unidos.
Encontramos evidencias incluso de una expansión mundial. En 1851 se crearon las primeras asociaciones americanas en Montreal y Boston. Siguió la Primera Convención de 1855. El 6 de mayo de 1902, se abrió una de las primeras asociaciones en América Latina, específicamente en la ciudad de Buenos Aires.
Vale la pena anotar que la labor de la organización en la primera mitad del siglo no se limitó solamente al deporte o esparcimiento. Durante la Primera Guerra Mundial, la YMCA inglesa se trasladó al frente para dar apoyo, alojamiento, comida, papel, etc., a los jóvenes soldados. También fue una de las primeras organizaciones en crear programas con refugiados de guerra.
Daniel Cabús es un entrenador y mentor cristiano que se enfoca en la capacitación, el discipulado y el entrenamiento físico dentro del marco de la fe cristiana. Según su perfil, Daniel Cabús es conocido por su trabajo en el ministerio “El Cristiano Fitness”, donde ofrece sesiones de mentoría, entrenamientos personalizados y acceso a una app privada de entrenamiento. Su enfoque está en ayudar a las personas a integrar su fe con un estilo de vida saludable y activo.
Puede que el concepto de “cristianismo muscular” no sea tan conocido, pero representa un aspecto muy importante relacionado con la mayordomía del cuerpo, que Daniel Cabús calibra a través de la cosmovisión bíblica. En uno de los artículos disponibles en su blog, explicó este asunto con las siguientes palabras:
Una cosmovisión bíblica de lo que mi cuerpo representa según el evangelio, promueve una santa actitud hacia él. Mira lo que dice 1 Corintios 6:20: “Fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios” (NVI). El contexto de ese capítulo, como sabemos, habla de la pureza sexual. No obstante, cuidar el cuerpo incluye no solamente dicho tema. Si por precio fuimos comprados, quiere decir que no nos pertenecemos. Esto derrumba el argumento: “yo hago con mi cuerpo lo que yo quiera”. Entonces, el fin de tal compra es: honrar a Dios con nuestro cuerpo y glorificarle con lo que hacemos con él. No cuidar el cuerpo es desobediencia a un mandato bíblico de diligencia en ejercer mayordomía sobre el mismo (...). Por otra parte, te estarás preguntando: ¿Qué tiene que ver esto con el ejercicio? El ejercicio físico puede ser una muy buen instrumento para administrar tu cuerpo de manera responsable.
Como complemento del punto anterior, Cabús aporta un dato fascinante que analiza un aspecto del ministerio de Jesús:
Mi diligencia en mantenerme activo forma parte del agradecimiento por la salud que Dios nos da. En una ocasión, se le entregaron al evangelista Arthur Blessit unos mapas en donde se mostraban los caminos que recorrió Jesús en sus tres años de ministerio. Los cálculos matemáticos según las distancias entre regiones pudieron arrojar datos interesantes. Se calculó el aproximado de kilómetros que Jesús hacía caminando diariamente: un estimado de entre 15 y 30 km diarios. Esto supera la media de 10 mil pasos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tener un buen funcionamiento cardiovascular.
Una canción contagiosa y controversial
En 2023, YMCA, la famosa canción de Village People, cumplió 45 años. En su momento, debutó en la lista de la cadena radial Los 40 Principales en febrero de 1979. Tan solo una semana después, el 3 de marzo de 1979, alcanzó el puesto No. 1. Además, se mantuvo allí durante dos semanas consecutivas.
Hubo una polémica en torno a este sencillo musical: el grupo que la interpreta es conocido por ser un ícono del movimiento de reivindicación del homosexualismo, que por ese tiempo estaba surgiendo. Entonces, ¿cómo se vinculó la YMCA con el grupo musical? La respuesta reside en Randy Jones, quien se caracterizaba como el vaquero. Recién llegado a Nueva York, en 1975, se unió a una sede del movimiento cercana a donde vivía, llamada McBurney Young Men’s Christian Association . Allí proporcionaban comida y alojamiento temporal a hombres en apuros económicos; aquel se había convertido en un lugar en el que muchos jóvenes neoyorquinos se reunían para conversar o hacer deporte.
Uno de los integrantes del grupo, David Hodo, relató los orígenes de la canción para la revista Spin:
Habíamos terminado nuestro tercer álbum y necesitábamos una canción más para rellenar. Jacques escribió YMCA en unos 20 minutos: la melodía, los coros, el esbozo. A continuación, se la dio a Víctor Willis; le mandó completar el resto. Yo era un poco escéptico respecto a algunos de nuestros hits, pero en el instante en el que escuché YMCA supe que había algo especial porque sonaba como un anuncio. Y a todo el mundo le gustan los anuncios.
Otro integrante, Randi Jones, aportó su versión de la historia:
En 1977, un día que paseaba por Greenwich Village con Morali, vimos las siglas “YMCA”. Él se fijó en ellas y le intrigaron mucho. Le llevé a conocer la asociación y volvimos en tres o cuatro ocasiones (…). Le encantó. Estaba fascinado con ese lugar en el que una persona podía practicar con pesas, jugar al baloncesto, nadar, recibir clases y conseguir una habitación. Además, yo tenía un montón de amigos allí que trabajaban en la industria de cine para adultos. Como Jacques era gay, le impresionó conocer a gente que él había visto en vídeos y en revistas. Esas visitas conmigo le inspiraron, y así surgió YMCA.
Respecto a la evidente contradicción entre una asociación cristiana y un hombre disco gay, el propio Jones respondió así a la pregunta:
En el grupo siempre habíamos sido muy positivos con nuestra energía y con todo lo que hacíamos. Nunca cantábamos sobre corazones rotos, amores perdidos o sueños destruidos. Siempre hablábamos de cosas positivas, y la YMCA es una cosa muy positiva. Creo que la gente se ha olvidado de todas las cosas buenas que se encuentran en asociaciones como esa. Llevan proveyendo comida, refugio y apoyo espiritual a mucha gente desde hace más de un siglo. Tienen excelentes programas para los jóvenes, así que es una institución muy positiva. Esa es la razón por la que cantamos sobre ella.
Otro de sus autores, Víctor Willis, dijo que “no es una canción gay” y que la frase “puedes pasar el tiempo con todos los chicos” –que generó polémica– está inspirada en su juventud, en particular cuando jugaba al baloncesto con sus amigos en YMCA. Sobre esto comentó: “yo quería escribir una canción que pudiera adaptarse a cualquier estilo de vida (…). Me siento feliz de que la comunidad gay la haya adoptado como himno. No siento ningún escrúpulo por ello”.
Ahora bien, aunque en la letra de la canción no se encuentran referencias gay explícitas, todo el mundo asumió que había un trasfondo. Fue cuestión de tiempo para que la asociación YMCA se sintiera afectada, así que denunció al grupo por emplear el nombre de una marca registrada. Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo y la situación quedó resuelta.
La canción en sí misma marcó un hito para el grupo. Se vendieron 12 millones de copias físicas en todo el mundo y fue incluida en el Salón de la Fama de los Grammy y en la Biblioteca del Congreso, que la eligió para su preservación en el Registro Nacional de Grabaciones, ya que se le consideró “cultural, histórica o estéticamente significativa” y… un himno de la comunidad homosexual.
En 2009, la canción YMCA entró en el Guinness World Records al ser bailada por más de 44 000 personas mientras Village People la cantaba en directo en el partido del Sun Bowl de 2008. Sin embargo, la popular canción no es necesariamente del agrado de quienes conocen la inspiración cristiana de la organización.
El desafío de mantener una identidad
Desde su fundación hasta la fecha, la YMCA ha hecho una labor extensa y variada, y su influencia ha llegado más allá de su propia institución. Se hicieron esfuerzos tempranos, desde 1859, para involucrar a mujeres como participantes de sus programas internacionales. Entre los reconocimientos que ha recibido la YMCA a lo largo de su historia, se destacan los Premios Nobel de Paz recibidos de 1901 y 1946.
La lista de aportes de la YMCA al mundo deportivo es bastante extensa, pues en sus instalaciones se han inventado deportes de gran popularidad. En 1891, James Naismith inventó el baloncesto, cuando formaba parte de la YMCA Training School de Springfield, Massachusetts. En 1895, William G. Morgan creó el voleibol, cuando se desempeñaba como director de Educación Física de la YMCA de Holihoke, también en Massachusetts. En 1959, Joseph Sobek buscaba un juego de interior en los días de lluvia, así que ideó el raquetbol en la YMCA de Greenwich (Connecticut). Juan Carlos Ceriani inventó el fútbol de salón en 1930 en la YMCA de Montevideo, Uruguay.
Respecto a los deportes nacidos en algunas de las YMCA alrededor del mundo, Jorgelina N. Bertón y Germán Hours, profesores de Educación Física y magísteres en Deportes, comentaron que son una forma de expresar los valores de la institución. Al respecto, dijeron:
Las normas de convivencia que se ajustan a los valores que promulga la YMCA desde su creación, como son el amor, la justicia, la paz y la solidaridad, se manifiestan en el lenguaje moderado que poseen sus enunciados; discursos que se encuentran caracterizados por argumentos que promueven el respeto hacia el otro y la búsqueda permanente de un ambiente de prácticas sociales donde prime la cordialidad y la tolerancia. En este sentido, es necesario resaltar la idea de que es el deporte donde esta asociación ha visto la manera de promover sus principios y valores, y el mejor procedimiento de cautivar a los jóvenes. Es entre los deportes quizás el voleibol la actividad que mejor sintetice este sentido que expresa la YMCA, después del baloncesto.
Otro aporte fue la invención y promoción de los campamentos de verano al aire libre, entendidos como una conjunción de diversión y educación. En cuanto a la enseñanza de natación, a lo largo del año 1909 y gracias al desarrollo de una campaña intensiva en los Estados Unidos, aprendieron a nadar 30 611 personas a través de cursos intensivos de una semana.
Además, en la actualidad, la actividad de la YMCA incluye instituciones educativas, residencias, escuelas nocturnas, campamentos juveniles, grupos deportivos, y actividades diversas para edades, economías, culturas y credos distintos en cada zona o país. Existen universidades cuyo origen se debe a la YMCA, entre ellas la Universidad YMCA en Ciudad de México, que tiene una sede campestre en Tepoztlán.
Respecto a su identidad actual, en uno de sus sitios web se declara lo siguiente:
Somos una organización mundial, cristiana y ecuménica fundada en 1844. Nos inspira hacer acciones voluntarias en favor de las comunidades más vulnerables. Nuestra misión es compartir el ideal cristiano en la construcción de una sociedad con valores de justicia y amor, paz y reconciliación.
Así, la YMCA continúa siendo una organización internacional sin fines de lucro, voluntaria, cristiana y ecuménica que tiene como objetivo crear diversas actividades sociales, culturales, recreativas, deportivas, espirituales y de contacto con la comunidad. Sigue ofreciendo alternativas para usar el tiempo libre, con el propósito de llevar al ser humano a crecer en sus aspectos físico, mental y espiritual, sin distinción de credos y culturas.
Para el actual movimiento de la YMCA, resulta evidente el desafío de no olvidar sus raíces cristianas, además de las verdades de la mayordomía respecto al cuerpo humano. En el caso de los creyentes, el cuidado de la salud y el bienestar físico bajo una correcta comprensión bíblica es un aspecto de gran importancia, que el entrenador Daniel Cabús destaca con las siguientes palabras:
Las ciencias del deporte y la nutrición fueron creadas por nuestro Dios: creadas para que sean aplicadas con una ética bíblica (Dios en el centro) y no de manera antropocéntrica (el hombre en el centro). Dios se glorifica a través de un buen tono muscular y huesos fuertes. Dios es maravilloso al dejarnos medios de gracia para ejercer responsabilidad en lo que a nuestra salud se refiere.
Referencias y bibliografía
Historia | YMCA Santiago de Chile
Historia de la YMCA en el Mundo | YMCA Cali
Historia de la YMCA | World YMCA
Los efectos de los oficios, trabajos y profesiones, y de las situaciones civiles y formas de vida, sobre la salud y la longevidad (1832) de Charles Turner Thackrah
¿Qué es la YMCA? de Daniel Carpinteyro | El ciudadano
The Father of the Red Triangle. The life of Sir George Williams founder of the YMCA (1918) de J.E. Hooder Williams
Personajes históricos de la YMCA | World YMCA
El cristiano y el ejercicio | El cristiano fitness
45 años de YMCA: La pelea entre Village People y una organización cristiana por 'el himno gay' de Carmen Jiménez | MilenioEvangelización, y pedagogía: génesis del voleibol de Jorgelina N. Bertón y Germán Hours. Temps d'Educació, en Memoria Académica, No. 57, pp. 175-192
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