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Hugonote era el nombre con el que se referían a cualquiera de los protestantes en Francia en los siglos XVI y XVII, muchos de los cuales sufrieron una severa persecución por su fe. ¿Cómo nacieron y por qué son uno de los grupos protestantes más perseguidos de la historia? Bienvenidos a este resumen de la historia de los Hugonotes.
Nacimiento de un movimiento protestante
El origen del nombre Hugonote es incierto, pero parece provenir de la palabra aignos, derivada del alemán Eidgenossen, que solía describir a los patriotas de Ginebra hostiles al duque de Saboya. También puede haber sido influenciado por el apellido Hugues, que hacía referencia a un líder del movimiento de Ginebra llamado Besançon Hugues. Otra leyenda sugiere que se les llamó "hugonotes" porque se veían obligados a reunirse por la noche, y se corrió el rumor de que se reunían en honor de un fantasma llamado le roi Huguet.
Después de 1517, el movimiento de la Reforma se extendió rápidamente en Francia. Al igual que en otros territorios, los protestantes franceses pronto sufrieron persecución y el primer mártir francés, Jean Vallière (1483-1523), murió en la hoguera en París en 1523. Las medidas estatales se redoblaron después del "Asunto de los carteles" en 1534, cuando se encontraron letreros que atacaban la misa en las paredes de todo París e incluso en la puerta de la habitación del rey Francisco I (1494-1547). A partir de entonces, muchos protestantes franceses huyeron. Muchos fueron a Estrasburgo donde Martín Bucero (1491-1551) había organizado una iglesia reformada.
El más famoso de estos exiliados hugonotes fue Juan Calvino (1509-1564), quien se fue a Basilea en 1534. Se cree que allí escribió su Institución de la Religión Cristiana. En 1538 Calvino visitó Estrasburgo por invitación de Bucero y organizó allí a la comunidad protestante de habla francesa. La primera comunidad hugonote en territorio francés se fundó en 1546 siguiendo el modelo de la comunidad de Estrasburgo. La iglesia hugonote en París fue fundada alrededor de 1555.
La iglesia protestante en París convocó su Primer sínodo en 1559, al que asistieron 72 representantes de todas las provincias del reino. Los representantes redactaron una confesión de fe, que estuvo muy influenciada por las ideas de Calvino. El sínodo de 1559 fue también el comienzo de un notable aumento cuantitativo en el movimiento. En ese sínodo estuvieron representadas 15 iglesias. Dos años después, en 1561, el número fue de 2.150, un incremento que puso a los hugonotes en el primer plano de la escena política francesa.
La conjura de Amboise y las Guerras de Religión
La Conjura de Amboise de marzo de 1560 fue un intento de secuestro del niño rey Francisco II (1544-1560) llevada a cabo por los Hugonotes. El objetivo era que el joven Francisco se pusiera en su favor, liberándolo de la tutela de los Guisa, garantes en Francia de la religión católica que eran intolerantes con los reformados.
La Conjura resultó en la muerte de los conspiradores, excepto por Luis I de Borbón (1530-1569), Príncipe de Condé. Pero los protestantes se habían vuelto tan poderosos que Gaspard de Coligny (1519-1572), su líder más famoso, protestó en la asamblea de notables en 1560 contra toda violación de la libertad de conciencia. El intento de paz fracasó.
Después de que varios hugonotes que se reunían para adorar en un granero en Vassy fueron masacrados, Condé declaró que no había esperanza sino en Dios y en las armas. En 1562 los líderes hugonotes firmaron un manifiesto en el que declararon que fueron obligados a tomar las armas por la libertad de conciencia.
Así comenzó un período de confusión y violencia en Francia, conocido como las Guerras de Religión (1562-1598). Un famoso incidente de este período fue la Matanza del Día de San Bartolomé. En la noche del 24 al 25 de agosto de 1572, después de una reunión en el que estuvieron presentes la reina madre Catalina de Médicis (1519-1589), su hijo, el rey Carlos IX (1550-1574), el Duque de Anjou (1555-1584) y los Guisa, ocurrió una masacre en que Coligny y casi todos los hugonotes líderes en París fueron asesinados. A pesar de todo, los hugonotes ya eran muy numerosos. Se estima que antes de la Matanza del día de San Bartolomé ya representaban el 10% de la población de Francia.
La masacre de París se repitió en toda Francia y los protestantes fueron asesinados por miles. Los sobrevivientes resolvieron una resistencia desesperada y en 1573 se formó un partido político hugonote. Al principio, los hugonotes esperaban que la corona de Francia pasara a un hugonote. Cuando eso se hizo evidentemente imposible, empezaron a luchar por la plena libertad religiosa y civil.
La guerra se reanudó y continuó durante todo el reinado de Enrique III (1551-1589), que sucedió a Carlos IX en 1574. Enrique alentó la formación de la Liga Santa contra los hugonotes y, después del asesinato de Enrique III en 1589, su sucesor, el heredero hugonote Enrique IV (1553-1610), solo pudo pacificar el reino abandonando el protestantismo, aceptando el catolicismo y privando a la Liga Santa del argumento de que no debería asumir el trono por ser protestante. Bajo el reinado de Enrique IV, los hugonotes por fin obtuvieron libertad religiosa y política a través de la promulgación del Edicto de Nantes de 1598.
Sin embargo, las guerras civiles se reanudaron en la década de 1620 bajo el rey Luis XIII (1601-1643). Finalmente, los hugonotes fueron derrotados y la Paz de Alés se firmó en 1629, mediante la cual se permitió a los hugonotes conservar su libertad de conciencia, pero perdieron todo su poder militar. Sus derechos restantes bajo el Edicto de Nantes fueron confirmados por una declaración real en 1643 en nombre del rey Luis XIV (1638-1715).
Oposición del clero católico
Pero el clero católico francés no podía aceptar a los hugonotes y trabajó para privarlos de sus derechos. El acoso general y la conversión forzada de miles de protestantes fueron desenfrenados durante este periodo. Finalmente, la presión política en contra de los hugonotes explotó en 1685, cuando Luis XIV revocó oficialmente el Edicto de Nantes.
Esta decisión política provocó uno de los éxodos más grandes y desacertados de la historia de Francia. Los hugonotes buscaron refugio principalmente en países protestantes que les permitieran vivir su fe en libertad. La mayoría emigró a Suiza, Países Bajos y Gran Bretaña. También hubo una fuerte migración hacia Prusia y Escandinavia. A partir de ahí, también emigraron hacia las colonias, como Sudáfrica y Norteamérica.
El éxodo de hugonotes de Francia creó una gran fuga de cerebros, ya que muchos de ellos habían ocupado lugares importantes en la sociedad. Los hugonotes forjaron la industria, la intelectualidad y la política en los países a los que emigraron.
En la primera parte del siglo XVIII, los hugonotes habían sido aparentemente suprimidos en su país. En 1715, Luis XIV anunció que había terminado todo ejercicio de la religión protestante en Francia. Ese mismo año, sin embargo, una asamblea celebró una Conferencia en Nimes dedicada a restaurar la iglesia protestante. Aunque muy reducido en número, el protestantismo seguía estando presente en Francia.
La persecución de los hugonotes se revivió de 1745 a 1754, pero la opinión pública francesa comenzó a volverse en contra de las persecuciones. A pesar de la feroz oposición del clero católico romano, un edicto en 1787 restauró en parte los derechos civiles de los hugonotes. En 1789, con el surgimiento de la Revolución Francesa (1789-1799), la Asamblea Nacional afirmó la libertad de religión y otorgó a los protestantes la admisión a todos los cargos y profesiones.
Protestantismo en Francia
Desde entonces el protestantismo en Francia ha estado presente con cierta libertad, pero su número es muy reducido. Hoy los protestantes en Francia son más de un millón, alrededor del 2% de la población de Francia. Mucho menos que el porcentaje de protestantes antes de la Masacre del Día de San Bartolomé.
Francia ha dado grandes hombres y mujeres que le han hecho importantes aportes al protestantismo, empezando por Pedro Valdo (1140-1205), un comerciante de Lyon, que fundó un grupo pre-protestante, los valdenses. También Juan Calvino (1509-1564), Guillermo Farel (1489-1565), Pierre Viret (1511-1571) y Teodoro de Beza (1519-1605), que fueron figuras centrales del periodo de la reforma.
En octubre de 1985, para conmemorar el tricentenario de la revocación del edicto de Nantes, el presidente de Francia, François Mitterrand (1916-1996), anunció una disculpa formal a los descendientes de los hugonotes dispersos en todo el mundo.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Conocías la historia de los hugonotes? ¿Qué crees que hubiera sucedido si Francia se hubiera convertido en una nación protestante? ¿De qué manera la persecución a nuestros hermanos en el pasado nos alienta hoy a la templanza y a la fe?
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