Hace seis meses se llevó a cabo el lanzamiento de la traducción de la Biblia en wayuunaiki, un hito trascendental para la comunidad indígena wayú: ahora tienen acceso a las Escrituras en su lengua materna. Según la escala de progreso del Proyecto Josué –que indica avances en la plantación de iglesias de los grupos etnolingüísticos de todo el mundo–, los wayú se encuentran en el nivel 4 de alcance, lo cual evidencia el gran avance que ha habido con respecto al Evangelio. Sin embargo, el camino restante aún es largo no solo por la necesidad de fortalecimiento espiritual y misionero, que es persistente y apremiante, sino también por las condiciones adversas en las que viven.

Por medio de este artículo, queremos dar a conocer un poco más a los wayú: sus rasgos particulares, su identidad, sus desafíos y necesidades, con la esperanza de que el Señor ponga en los corazones de nuestros lectores el interceder por ellos y el convertirse en obreros que vayan a esta mies.
Raíces en el desierto: población y territorio wayú
Hablar de los wayú es adentrarse en un universo donde la historia, la geografía y la espiritualidad se entretejen como los hilos de sus afamados chinchorros (o hamacas). La mayoría de esta comunidad indígena habita la Península de La Guajira, un territorio compartido entre el extremo norte de Colombia y el noroccidente de Venezuela, más específicamente el estado de Zulia.

La aridez de dichas tierras ha moldeado el estilo de vida de los wayú, quienes no tienen asentamientos definidos, sino que se trasladan dependiendo de la época: cuando se agota el pasto, en invierno o cuando deben cumplir con compromisos sociales. Sin embargo, tampoco se les considera nómadas. Como explica la revista Credencial Historia, “es más acertado hablar de una residencialidad policéntrica que se efectúa a través del control por parte de un linaje matriarcal de algunos lugares de residencia distanciados entre sí, a través de las cuales circulan sus mismos miembros”.
Así, los wayú suelen salpicar el territorio con sus rancherías, formadas por entre “cinco o seis viviendas ubicadas de forma dispersa a varios minutos de camino, unas de otras”, según una publicación del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Esto obedece también a los desplazamientos frecuentes de algunos hombres wayú que, por llevar un estilo de vida poligámico –lo cual es bien visto en esta cultura–, hacen visitas periódicas a sus diferentes parejas.

Con un 20.2% del total de la población indígena, los wayú son la comunidad indígena más grande de Colombia. En el censo poblacional realizado en 2018, 380.460 personas reconocieron que hacen parte de la etnia, de los cuales el 97.5% vive principalmente en los veintiún resguardos que se encuentran en el departamento de la Guajira, y el resto se encuentran en otras capitales y municipios del país cafetero.
Una publicación de la Organización Nacional Indígena de Colombia nos da más detalle sobre su ubicación geográfica en el norte del país y la relación cercana que tienen con la muerte:
El territorio tradicional del pueblo wayú comprende toda la península de la Guajira hasta el lago de Maracaibo, zonas aledañas a la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá (Cabo de la Vela), denominado “Jepira” en la lengua del pueblo. Es un sitio sagrado de gran importancia para el pueblo, y se le asocia al último recorrido que hacen los espíritus hacia el fondo del mar, al cual se le denomina “la tierra de los guajiros muertos”.

Su presencia es más densa en zonas como Uribia, la Serranía de Jala'ala y las sabanas de Wopu'müin. La territorialidad wayú se basa en vínculos ancestrales y simbólicos; más que en límites materiales, se divide en regiones como Jalá alamüin (zona montañosa central), Palaamüin (litoral norte) y Jasale Omüin (costa sudeste), cada una ligada a clanes específicos.

“Memoria ancestral”: la historia de los wayú
Se dice que los wayú pudieron llegar a La Guajira desde la cuenca amazónica en tiempos precolombinos, impulsados por la presión de grupos caribes. “Este origen amazónico ha sido revelado por la mitología guajira, la evidencia lingüística y la investigación antropológica”, afirma José Álvarez, lingüista dedicado al estudio de lenguas indígenas de Colombia y Venezuela. Según él, esto dejó en la comunidad algunos rasgos característicos de los grupos amazónicos, como el chamanismo, los tejidos, la poliginia y los patrones de herencia.

Sin embargo, el Ministerio de Cultura expone otra perspectiva de su orígen, aunque también es mítica:
En un principio, para los Wayuu existía la gran madre que era la noche y el gran padre que era la claridad del cielo. El padre tuvo dos hijos gemelos que eran el sol y la luna y por su lado, la madre tuvo también dos hijos gemelos: la tierra y el mar. Es a partir de ellos que comienza la creación de todo en el mundo. El origen de la vida está entre la tierra y el mar.
Míticamente se afirma que los wayuu proceden de la Alta Guajira, dónde se ubican casi todos los cementerios familiares y es también el lugar dónde se dirigen muchos indígenas a realizar su segundo entierro. Sobre la historia del pueblo Wayuu, las fuentes de información que se disponen, anteriores a la Colonia, son poco más que las crónicas españolas.

Durante la Colonia, la estructura clánica de los wayú y su habilidad para la movilidad les permitieron resistir la asimilación forzosa. Aunque adoptaron el pastoreo tras el contacto con los españoles, mantuvieron sus prácticas culturales. En el siglo XX, la explotación de recursos naturales, como el carbón del Cerrejón y el petróleo, alteró su territorio, generando conflictos sociales y ambientales. Se destacan su resistencia ante la colonización y su adaptación al pastoreo. Hoy, enfrentan retos de desplazamientos por la explotación de recursos, especialmente de carbón y petróleo.
Sustento en la aridez: economía y tradición wayú
La economía wayú es un reflejo de su entorno: una mezcla de pastoreo de ganado caprino y vacuno, horticultura de subsistencia (maíz, frijol, yuca, auyama, pepino, melón) y pesca artesanal en las zonas costeras. Según la ONIC, “cada huerta es propiedad de un hombre y éste asigna a sus hijos el derecho a utilizar secciones del terreno. Cada hombre cultiva su parcela asistido por su mujer”. Mientras las mujeres asumen roles vitales como el acarreo de agua y la gestión doméstica, los hombres, aunque son notoriamente pasivos, trabajan en labores como la pesca y el pastoreo.

Sin embargo, la migración laboral, especialmente hacia ciudades cercanas como Barranquilla y Riohacha, ha transformado esta dinámica, con hombres y mujeres que dejan sus hogares en busca de oportunidades, frecuentemente abandonando a sus hijos al cuidado de los abuelos. Esto evidencia uno de los desafíos contemporáneos que enfrenta esta comunidad.
El ganado, especialmente los chivos, no solo garantiza alimento y recursos; también simboliza estatus y poder, pues es crucial en prácticas sociales como el matrimonio y la herencia. El pastoreo se convierte en una razón fundamental por la cual los wayú viven dispersos: les permite un mejor manejo de sus animales y reduce el riesgo de que surjan conflictos entre los habitantes.
La explotación de sal en Manaure y la producción artesanal de textiles, como mochilas y chinchorros, también son pilares económicos. Al parecer, tanto hombres como mujeres participan en el tejido, desafiando la noción de que es un oficio exclusivamente femenino. Sin embargo, en la página web del gobierno de La Guajira, dice que ha sido una tradición que se ha transmitido a las niñas desde muy temprana edad. De hecho, para iniciarlas en ese arte, les hacen ritos de iniciación y “quien es hábil tejiendo, es digna de respeto”, pues demuestra sabiduría y creatividad.

Voces del desierto: el wayuunaiki y sus dialectos
El wayuunaiki, lengua de la familia Arawak, es hablado por la mayoría de los wayú, con lo cual mantiene su vitalidad pese al creciente uso del español. Según Álvarez, existen por lo menos dos dialectos principales: el “arribero”, propio de la Alta Guajira, y el “abajero”, de la Baja Guajira, diferenciados principalmente por el prefijo personal femenino de tercera persona (arribero: jü-; abajero: sü-), sin que esto obstaculice la comunicación entre hablantes. La transmisión oral ha sido fundamental para preservar su identidad, transmitiendo mitos, leyendas y saberes de generación en generación.
En torno a esta lengua existen diferentes estudios, diccionarios de wayuunaiki al español, y publicaciones de la Biblia que la han fortalecido. Según el Proyecto Josué, entre 1944 y 1989 se tradujeron porciones de la Escritura a este idioma, entre el 2002 y el 2010 fue el Nuevo Testamento (disponibles también en línea por escrito y en audio) y en el 2024 se publicó la Palabra de Dios completa.

Hilos de tradición: creencias, cultura y sociedad wayú
Según la cosmovisión wayú, Maleiwa, el creador, forjó a los primeros wayú y estableció sus clanes. De acuerdo a la Radio Nacional de Colombia, Juyá, dios de la lluvia, es visto como el padre que fecunda a Mma, la madre tierra, asegurando la vida a través del agua. Pulowi, diosa de la sequía, y Wanülü, espíritu de la muerte, completan su panteón. Los sueños tienen una gran carga profética, por lo que tienen un gran peso en sus decisiones, y los rituales, como la ofrenda de chivos a Maleiwa (sacrificios) y las ceremonias de la Yonna, son pilares de su vida espiritual.
La sociedad wayú también se caracteriza por su estructura clánica, compuesta por unos 30 clanes, cada uno con su territorio y animal totémico. Si bien es matrilineal al punto que el apellido que se hereda es el de la madre, el tío materno es quien tiene la autoridad máxima sobre la familia, interviene en todos los problemas familiares y domésticos, posee las responsabilidades económicas e incluso es quien dirige a sus sobrinos en vez del padre biológico. Las mujeres juegan un papel activo como organizadoras del clan, son activas e independientes incluso en la sociedad, por lo que representan al pueblo en el ámbito público.
Cada ranchería, identificada por los diferentes apellidos, tiene un cementerio en el que se entierra a los de cada casta o familia. Una de sus costumbres es desenterrar los restos de quienes han muerto entre 10 y 15 años atrás para hacerles un homenaje. En esos días, los miembros de la familia se reúnen en un mismo lugar, comen, hacen una fiesta, y luego vuelven a guardar los restos.

El matrimonio es una práctica central, marcada por el pago de una dote que incluye ganado, joyas y otros bienes. Cuando estos se reciben por la primera hija de la familia, se reparten entre el padre y los parientes matrilineales. Es común que la mano de las niñas wayú sea dada desde temprana edad, lo que plantea desafíos éticos y legales. Las ceremonias incluyen rituales tradicionales y negociaciones entre las familias.
Las costumbres wayú incluyen el encierro de las niñas al llegar a la pubertad para aprender sobre sus roles y responsabilidades en el matrimonio. En Proyecto Josué señalan algunos detalles respecto a esta práctica:
La tía enseña a la niña a tejer y le da mucho té especial para purgarla de actitudes infantiles. Al cabo de un par de meses, la niña recibe un nuevo nombre y se celebra la chichimaya [también chichamaya o yonna], una fiesta de presentación que comienza con una danza de la fertilidad. Al anochecer, los chicos bailan en círculo hacia atrás. Agitan sus sombreros desafiando a las chicas a atraparlos. Las chicas intentan atraparlos y hacen tropezar a los chicos pisándoles los pies.
Las familias wayú son bastante extensas. El pastor Álvaro Rivera, líder del proyecto “Misión Wayuu”, mencionó que conoce pastores cristianos pertenecientes a la etnia que tienen más de 65 nietos, y comentó que a los wayú les enorgullece tener familia en todo lado, aunque en ocasiones, ni siquiera se conocen entre ellos mismos.

Supervivencia en la península: desafíos y necesidades de la comunidad
Los wayú enfrentan múltiples necesidades, desde el acceso limitado al agua potable y la alimentación, hasta la falta de servicios de salud adecuados y educación intercultural pertinente. El pastor Rivera menciona que muchas rancherías carecen de infraestructura básica, lo que agrava las condiciones de pobreza. La desnutrición infantil, exacerbada por las sequías frecuentes y el abandono estatal, es una de las preocupaciones más grandes. “La llegada a la Alta Guajira se realiza por ‘trochas’ en medio del desierto, y por ello los alimentos tienen un alto sobrecosto”, dice en un folleto de Misión Wayú.
Además, la comunidad requiere apoyo para preservar su lengua ante la presión de la modernización y el desplazamiento territorial. La asistencia humanitaria y los proyectos de desarrollo sostenible son esenciales para mejorar su calidad de vida y asegurar su permanencia cultural. Si bien el gobierno actual ha entregado paneles solares para solventar la falta de energía eléctrica, en algunos casos, estos se han instalado, se ha hecho un registro fotográfico y luego se los han llevado, lo cual evidencia la corrupción que también afecta a esta comunidad.

Semillas de fe sembradas en medio de la aridez
El Evangelio ha llegado a varias comunidades wayú gracias a misioneros y pastores que, a pesar de las barreras geográficas y culturales, han logrado establecer iglesias y programas de discipulado. En el documental Iglesia Wayuu “El germinar de una semilla”, que hace parte de la serie documental Los del Camino, se dice que la Buena Noticia llegó a La Guajira en 1934 por medio del misionero William Thompson, quien tuvo que producir un alfabeto wayú y empezar a traducir la Palabra. También tradujo el Evangelio de Marcos y escribió el Catecismo cristiano en la lengua de esta etnia.
La traducción de la Biblia al wayuunaiki ha sido un paso fundamental, permitiendo que más wayú conozcan las Escrituras en su lengua materna. El pastor Rivera destaca cómo las nuevas generaciones muestran interés por el cristianismo, viendo en la fe una fuente de esperanza y transformación. Pero, a pesar de los avances, las necesidades espirituales de los wayú siguen siendo significativas.
Muchas comunidades aún no han sido alcanzadas por el Evangelio, y persisten prácticas sincretistas que mezclan la cosmovisión wayú con el cristianismo. Hoy en día, según Joshua Project, el 20% de la población wayú es cristiana, el 70% sigue en su religión étnica y el 10% entra en la categoría “Otras”. De ese 20%, solo el 7% son evangélicos y, lastimosamente, la zona ha sido fuertemente impactada por el evangelio de la prosperidad.

La falta de recursos para capacitar a líderes locales y la necesidad de materiales cristianos en wayuunaiki son desafíos que enfrentan los misioneros. En un folleto de Misión Wayú, precisamente se expone que “un gran porcentaje de los pastores de la zona no ha tenido oportunidad de acceder a un seminario bíblico de sana doctrina”. Aproximadamente se habla de un 90% de líderes espirituales que no anuncian la Palabra de Dios de forma cristocéntrica ni imparten enseñanzas centradas en el Evangelio.
Además, las tensiones sociales y la pobreza afectan el crecimiento espiritual de la comunidad, haciendo urgente un acompañamiento constante y una estrategia misionera sostenida. Algunos de los participantes en el proceso de traducción de la Biblia al wayuunaiki enfrentaron amenazas y persecuciones, lo que refleja los riesgos que implica llevar el Evangelio a esta región. Estas amenazas subrayan la necesidad de protección y apoyo para los líderes cristianos que sirven a la comunidad wayú.

Si quieres contribuir a la propagación del Evangelio entre los wayú y a su bienestar, puedes:
- Tener en cuenta los motivos de oración propuestos en Proyecto Josué:
- Ruega para que los Wayuu y otros clanes guajiros tengan todas sus necesidades físicas y espirituales cubiertas.
- Ruega para que los discípulos Wayuu hagan más discípulos.
- Ruega para que un avivamiento centrado en Jesús llegue a todas las comunidades católicas de Colombia y Venezuela.
- Apoyar a ministerios que están llevando el evangelio, discipulando y ayudando a los wayú. Por ejemplo, Misión Wayuu y Serie Los del Camino.
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Referencias y bibliografía
La ranchería de los Wayúu en La Guajira - Credencial Historia | Banrepcultural
Diccionario Básico Ilustrado: Wayuunaiki-Español, Español-Wayuunaiki | Indiewacol
Manual de la Lengua Wayuu - Karalouta Atüjaaya Saa’u Wayuunaikikuwa’ipa de José Álvarez | Kimera
¿Quién es 'Juyá'? El dios de la lluvia para los Wayuu | Radio Nacional de Colombia
Las creencias y costumbres del pueblo Wayuu de la Guajira | El Tiempo
Wayuu, Guajiro in Colombia people group profile | Joshua Project
Información sociodemográfica del pueblo Wayúu | DANE
Etnia Wayuu | Gobernación de La Guajira
Caracterizaciones de los pueblos indígenas de Colombia | Mincultura
Nuevo Testamento en wayuunaiki | Bible
Nuevo Testamento en wayuunaiki, versión audio - Tü Nüchikimaajatkat Jesucristo | Bible
Jintut alatsu jieru: Rituales, mitos y realidades de la cultura Wayuu | Enfoque Digital
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