El último informe del Pew Research Center alerta sobre importantes cambios en las tendencias de persecución religiosa a nivel global. Los gobiernos desempeñan un rol cada vez más determinante.
* El presente artículo tiene en cuenta dos informes diferentes. El del Pew Research Center que evalúa la persecución de todos los grupos religiosos durante el 2019, tanto cristianos como no cristianos, y el informe de Open Doors que evalúa la escala de la persecución a los cristianos durante el 2020.
Después de eventos como la guerra de Iraq y la guerra en Siria, que impulsaron una ola de extremismo islámico a lo largo de Oriente Medio y el Norte de África por parte de grupos terroristas como Al-Qaeda y el autodenominado Estado Islámico, las características y el relato sobre la persecución religiosa están cambiando de forma dramática a escala global.
Mientras que durante la guerra en Siria, el califato del Estado Islámico y en Nigeria y Somalia, grupos terroristas como Boko Haram y Al-Shabab, impusieron una brutal persecución contra los cristianos y otras confesiones, el escenario actual ya no está dominado por la amenaza del terrorismo o las hostilidades sociales.
Uno de los elementos fundamentales a tener en cuenta en el relato sobre la persecución religiosa es que actualmente las restricciones a la práctica de la fe por parte de los estados se encuentran en su punto más alto. Sin embargo, la hostilidad social y el terrorismo se encuentran en su punto más bajo.
Los datos se extraen del último reporte del Pew Research Center en su doceava medición anual, la cual se extiende a 198 naciones y territorios —y sobre cómo sus ciudadanos se están viendo afectados por las restricciones a sus creencias y prácticas religiosas.
Pew declara en su informe: “Las hostilidades sociales que involucran a la religión, incluyendo la violencia y el acoso contra los grupos religiosos por parte de individuos privados o por grupos, declinaron en el 2019”.
“En el 2019, el año para el cual se dispone de la información más reciente, cubriendo todo el periodo anterior a las restricciones globales que acompañaron la pandemia del coronavirus, se reportaron menores hostilidades sociales hacia los grupos religiosos”.
Aún así, alcanzando el pico expresado en el 2012, 57 naciones (el 29%) has registrado niveles de persecución gubernamental “altos” o “muy altos”, lo cual representa un crecimiento de la persecución religiosa por parte de los gobiernos en al menos una nación desde el año 2018.
Escala de la persecución religiosa a nivel mundial
De acuerdo al Centro de Investigación Pew, la media del nivel de persecución, en una escala de cero a diez, (donde cero significa que no hay restricciones ni persecución religiosa y diez implica un nivel de persecución religiosa muy alto)se ha mantenido en 2.9 puntos, después de haberse mantenido constante desde el 2007 en un 1.8 puntos, lo cual significa un crecimiento en la persecución religiosa a nivel global.
Sin embargo, esto no quiere decir que la persecución religiosa haya crecido de manera similar en todos los países, o que en todos los países haya crecido. Las diferencias regionales son bastante notables en este reporte. El Medio Oriente y el Norte de África registran puntuaciones de 6.0, mientras que la región Asia-Pacífico registra 4.1 puntos, Europa registra 2.9 punto, El África sub-sahariana registró 2.56 puntos y las Américas, donde el cristianismo evangélico se ha mantenido creciendo de forma constante frente a las formas de cristianismo tradicional, los niveles de hostilidad hacia la religión se mantienen en 2.0 puntos.
Una mirada rápida de este estudio puede indicarnos las razones principales sobre la persecución u hostilidad religiosa que podemos presuponer. Mientras que en Oriente Medio y el Norte de África las restricciones y hostigamientos hacia los cristianos pueden venir de la mano de gobiernos islamistas y por parte de grupos terroristas, en Asia estas restricciones se dan principalmente por el resurgimiento del nacionalismo en la India, y los regímenes autoritarios como Corea del Norte y China. En Europa, el fuerte crecimiento del ateísmo en naciones como Francia y Alemania ha venido acompañado de movimientos secularistas que mantienen una actitud hostil hacia la religión.
El acoso gubernamental
De acuerdo al Centro de Investigación Pew, la forma más común de persecución religiosa es el acoso por parte de los gobiernos. 9 de cada 10 naciones a escala global han presentado casos de este tipo, al tiempo que 8 de cada 10 naciones registran interferencias gubernamentales en las formas de culto y adoración (Es importante aclarar que no todas las interferencias serían injustificadas, aspectos como la sanidad, el ruido de las iglesias y los protocolos de emergencia de las mismas son elementos que también son objeto de la regulación estatal). En el 2018, 156 países interfirieron con la práctica religiosa negando permisos para acceder a lugares de culto, permisos para construcciones religiosas o prohibiendo ciertas prácticas religiosas.
Definición de interferencia gubernamental en el culto o en la práctica litúrgica
La interferencia gubernamental en el culto incluye la retención de permisos para llevar a cabo actividades religiosas o la prohibición de prácticas particulares de determinados grupos religiosos por parte de funcionarios del gobierno, a cualquier nivel (local, regional, nacional). Las prácticas religiosas están definidas ampliamente. Ellas van desde las actividades de culto, tales como la oración, la predicación o el desarrollo de rituales), vestir prendas religiosas como cruces, imágenes, velos, turbantes, adherir a costumbres estéticas tales como mantener una barba, objetar de manera consciente el servicio militar, el uso de ciertas sustancias (tales como el peyote) durante los servicios religiosos y en las prácticas de entierros rituales.
Uno de estos ejemplos de hostilidad gubernamental se puede ver en la República de Myanmar, donde los estados de Kachin y el Shan del norte han sido impactados de forma severa, incluyendo muchos cristianos y más de 120.000 musulmanes de la etnia Rohingyá, por la actual represión militar que el gobierno (que es nacionalista y pro-budista) lleva a cabo contra la etnia minoritaria Rohingyá, conformada por musulmanes provenientes de Bangladesh, y a la cual ningún estado asiático reconoce el derecho a la ciudadanía. La represión militar en Myanmar ha dejado a miles de personas desplazadas y ha dañado más de 300 iglesias.
Aunque la interferencia de los gobiernos y el acoso de los mismos ha crecido en algunos puntos de medición, la media de persecución se ha mantenido estable debido a la reducción de restricciones en dos categorías: el proselitismo religioso y la llegada de misioneros extranjeros (En ambas métricas se presentaron reducciones en el grado de acoso gubernamental desde el 2018 en al menos cuatro países). También hubo menores reportes de grupos religiosos que han sido denunciados como “cultos” o “sectas” (cuatro naciones menos de 2019 frente a 2018 reportaron a los grupos religiosos minoritarios como sectas).
Definición de acoso u hostilidades gubernamentales hacia los grupos religiosos
El acoso gubernamental hacia los grupos religiosos tiene lugar cuando funcionarios de cualquier nivel del gobierno (bien sea nacional, regional o local) reprimen, limitan las prácticas de fe o acosan a los grupos religiosos o a una persona en particular debido a su identidad religiosa, sus creencias o sus prácticas. Estas hostilidades o acosos pueden variar desde coerción física a declaraciones verbales señalando a un grupo religioso o persona con la intención de hacer que sus prácticas religiosas (en algunos aspectos de sus vidas) sean más difíciles de llevar a cabo. Por ejemplo: Los comentarios públicos negativos hechos por los funcionarios gubernamentales acerca de las religiones constituyen acoso, así como lo constituyen las políticas del gobierno diseñadas para enfrentar a grupos religiosos particulares.
Así mismo, el número de naciones que ha registrado puntuaciones de persecución “muy alta” también se redujo de 26 a 23, volviendo al mismo nivel de 2015. Sin embargo, naciones como Kyrgyzstan y Sudán fueron añadidas al ranking de sitios donde la persecución es “muy alta”, mientras que naciones como Mauritania, Marruecos, Vietnam, Sahara Occidental y Yemen registraron niveles de persecución menores para este año.
En términos generales, 14 naciones tuvieron la misma puntuación que en el año 2020. Incrementos modestos se registraron en seis países, mientras que ocho tuvieron declives modestos también de forma similar. Por otra parte, ninguna nación registró variaciones importantes, de 2 o más puntos en su registro.
Debido a las propias particularidades de Corea del Norte, país en donde no es posible llevar a cabo verificaciones independientes de manera libre, los investigadores de Pew no han incluido a este país en el reporte.
En el informe tampoco se han incluido 2 medidas de las 20 en la lista de restricciones gubernamentales que registra Pew, esto con el fin de mantener la continuidad con reportes previos.
Nuevas formas de persecución
Aún así, para adaptar la metodología a nuestro mundo de cambios constantes, Pew incluirá las restricciones a la religión que son impuestas en las redes sociales, así como el uso de métodos de vigilancia tecnológica que tienen como objeto restringir o controlar las prácticas religiosas.
Dentro de las restricciones en línea, los investigadores de Pew encontraron 28 naciones, incluyendo el 50% de las naciones de Medio Oriente y el Norte de África (10 naciones) y el 30 por ciento de las naciones de la región Asia-Pacífico (15 naciones). También se encontró que dos naciones de Europa han implementado restricciones a la difusión de las ideas religiosas en línea, así como una nación de las Américas.
El uso de la tecnología de vigilancia también se ha venido extendiendo durante los últimos años. Seis de las 10 naciones que implementan métodos agresivos de vigilancia en línea se encuentran en la región Asía-Pacífico, mientras que dos de ellas se encuentran en Medio Oriente y Norte de África y otras dos más en Europa.
Como ejemplo se puede citar el bloqueo que han hecho los Emiratos Árabes Unidos de los testimonios de los musulmanes que se han convertido al cristianismo. En China, las autoridades ya están usando métodos de reconocimiento facial para recolectar datos de musulmanes de la etnia Uyghur y otros grupos que son considerados como “amenazas potenciales”.
El papel de las hostilidades sociales
Aún así, mientras que los gobiernos alrededor del mundo incrementan las restricciones a la práctica de la fe, los ciudadanos en general se muestran más respetuosos y tolerantes frente a aquellos que no profesan su misma religión.
Solamente en 43 países de los 200 estudiados, las hostilidades sociales hacia la religión son altas o muy altas. Esto es un registro muy inferior a las 65 naciones que mostraban tendencias similares en el 2012. En este punto las mediciones de Pew sobre la hostilidad hacia la religión cayeron de 2 puntos a 1.7 puntos. El nivel más bajo de hostilidad desde el 2014.
Dentro de las hostilidades sociales que declinaron se encuentran el terrorismo, la violencia de masas y las hostilidades contra la predicación, según informó Samirah Majumdar, líder de la investigación.
De las trece medidas de hostilidad hacia la religión estudiadas, se presentaron declives en los niveles de la misma en 5 de estas.
Casos como las muertes relacionadas con el terrorismo, el abuso físico, el desplazamiento, la destrucción de la propiedad y el reclutamiento por parte de grupos terroristas, se registraron en 49 naciones, un récord bajo, teniendo en cuenta que el año anterior estos casos se registraron en 64 naciones y en el 2014 se habían registrado en 82 naciones, lo cual llevó al Departamento de Estado de los Estados Unidos a señalar al terrorismo como la amenaza más grande contra la iglesia. En África Sub-sahariana, el número de naciones que experimentaron terrorismo religioso permaneció igual, sin embargo, en el resto de regiones, la cifra cayó.
Lo anterior no debe llevar a subestimar el terrorismo contra la práctica de la fe, ya que en 28 naciones se experimentó violencia terrorista, la cual resultó en al menos 50 personas asesinadas - una cifra lúgubre que ha permanecido relativamente estable desde el 2013.
El Pew Research Center destacó el caso de Sri Lanka como el peor ejemplo de violencia terrorista en el 2019. Más de 250 personas fueron asesinadas y más de 500 fueron heridas en explosiones orquestadas por un grupo afiliado al Estado Islámico. Varias iglesias y hoteles fueron objetivo de los ataques. En Afganistán también se reportaron varios ataques llevados a cabo por el Talibán.
La violencia de masas, o ataques en masa, linchamientos, fueron registrados en 34 países. Una cifra inferior a los 41 países que vieron este mismo fenómeno el año anterior. Los ataques contra los misioneros se registraron en 28 naciones, por debajo de las 35 naciones que experimentaron lo mismo el año anterior.
También los esfuerzos para imponer una religión determinada por la fuerza o con el apoyo estatal han declinado a nivel global. La hostilidad de grupo ha sido registrada den 94 naciones, un registro inferior de las 104 naciones del año anterior, y la hostilidad individual se presentó en 74 naciones, desde el registro previo de 85 naciones.
Bolivia ha sido destacada como un caso especial, ya que a diferencia del año anterior, no hubo reportes de misioneros protestantes siendo expulsados de las áreas rurales, donde las creencias indígenas son predominantes. En Egipto, país de mayoría musulmana, hubo muchos menos reportes de secuestros, lo cual llevó las métricas de hostilidades sociales de “muy altas” a simplemente “altas”.
Violencia física en la persecución y hostilidades hacia la religión
En el estudio de Pew también se documentó el tipo de violencia que se inflige a las personas alrededor del mundo por motivos religiosos. Los daños a la propiedad han ocurrido en 59% de las naciones, los asaltos físicos en el 40%, las detenciones, en el 35%, los asesinatos en el 24%, y los desplazamientos forzados en el 19%. Todos estos fenómenos han sido registrados teniendo en cuenta su nivel de ocurrencia desde la forma más común de persecución y hostilidad hasta la menos común.
Y en todos estos casos las diferencias regionales sobresalen: En Medio Oriente y el Norte de África las hostilidades sociales fueron de 3.8 puntos, en Europa de 2.1 puntos, en Asia-Pacífico de 1.9 puntos, en África Subsahariana de 1.7, y en las Américas de 0.7 puntos. Solamente en Europa los casos de hostilidades sociales han ido en ascenso. Pew destacó que en Dinamarca grupos de vándalos destruyeron más de 80 tumbas en un cementerio judío en el aniversario del pogromo (saqueo y matanza de gente indefensa, especialmente judíos, llevados a cabo por una multitud) de 1938.
Para el caso de las naciones donde se experimentaba un nivel de violencia y hostilidad social muy alta, parece estar llegando algo de paz. Solo ocho naciones registraron niveles de hostilidad social hacia la religión “muy altos”. Países como La República Centroafricana fueron removidos de esta lista.
Los cristianos constituyen el grupo religioso más perseguido a nivel mundial
Los cristianos y los musulmanes permanecen como los grupos religiosos que son víctimas de hostilidades en mayor medida. En este sentido, las naciones donde hay hostilidad hacia los cristianos ascendieron de 145 a 153, mientras que las naciones donde se presenta hostilidad hacia los musulmanes crecieron de 139 a 147. Los judíos recibieron acoso más ampliamente en 89 naciones y son el grupo que recibe una mayor hostilidad por parte de la sociedad que del gobierno.
Los países con mayores restricciones y hostilidades a la práctica religiosa
Pew organizó los datos para medir las restricciones y las hostilidades en un amplio rango de países alrededor del mundo. Entre las 25 naciones más grandes del mundo, que representan al 75% de la población, Egipto, India, Pakistán, Nigeria, y Rusia registraron los mayores niveles de persecución religiosa tanto gubernamental como social. Japón, La República Democrática del Congo, Sudáfrica, Italia y los Estados Unidos registraron los niveles más bajos en ambas categorías.
Los países con mayores restricciones gubernamentales en todo el mundo
Cuando se trata de medir el impacto que tienen las restricciones gubernamentales, se puede observar que China, Irán, Indonesia, Egipto y Rusia tienen los más altos niveles en esta categoría. Si se mide por hostilidades sociales, entonces Bangladesh reemplaza a Rusia dentro del grupo.
El impacto del terrorismo y la guerra en la persecución a los creyentes
“El terrorismo y la guerra pueden tener un gran y directo impacto sobre los grupos religiosos, incluyendo la destrucción de sitios religiosos, el desplazamiento de comunidades enteras de creyentes y el crecimiento de las pasiones sectarias”, según informaron los investigadores del Pew Research Center. De la misma manera, Pew ha registrado el número de sitios y las consecuencias del terrorismo relacionado con la religión y los conflictos armados alrededor del mundo. Sin embargo, la guerra y el terrorismo pueden ser eventos suficientemente complejos como para determinar si la violencia que estos eventos infligen a la sociedad civil está relacionado o no con las posiciones religiosas de los afectados.
La situación de los cristianos a nivel global
Si bien el informe de Pew destaca que los cristianos son el grupo religioso más perseguido a nivel mundial, este no hace explícito cómo y en qué medida, los cristianos son perseguidos, ya que este informe tiene en cuenta la persecución religiosa y los hostigamientos a las distintas confesiones en términos generales.
Para mirar con detenimiento y entender cómo los cristianos son perseguidos, una fuente con bastante autoridad que podemos consultar, son los informes anuales de Open Doors, una organización cristiana evangélica que documenta el estado de hostilidad y persecución a los cristianos a escala global. Del último informe de Open Doors se extraen los siguientes datos:
- Durante el 2020, cada día fueron asesinados 13 cristianos en todo el mundo por causa de su fe.
- Cada día, 12 cristianos fueron arrestados injustamente y otros cinco fueron secuestrados.
- Cada día, 12 iglesias o templos cristianos fueron atacados.
- 309 millones de cristianos (ortodoxos, armenios, evangélicos, coptos, católicos, y de otras denominaciones) están viviendo en lugares de persecución alta o extrema), una cifra mayor a los 260 millones que experimentaron lo mismo durante el 2019.
- La pandemia del COVID-19 ha actuado como un evento catalizador para impulsar la discriminación, la vigilancia y la censura contra los cristianos.
- Entre los países en donde es más difícil ser cristiano se encuentran: Corea del Norte, Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Eritrea, Yemen, Irán, Nigeria, y la India.
- Algunas naciones como Pakistán, Nigeria, República Democrática del Congo, Mozambique, Camerún, República Centroafricana, India, Malí, Sudán del Sur, y Etiopía, existe un alto grado de violencia contra los cristianos.
- Nigeria es el país donde los cristianos han experimentado más el martirio con 3530 casos reportados durante el 2020.
- Entre los países donde las iglesias son atacadas con más frecuencia se encuentran: China (3088 casos), Nigeria (270 casos), Angola (100), República Democrática del Congo (100), Etiopía (100), Ruanda (100), Bangladesh (90), India (76), Pakistán (68), y México (61).
Las principales causas para la persecución de los cristianos en cada uno de estos lugares son:
- El extremismo islámico.
- La opresión y los conflictos entre clanes y etnias ( no siempre asociada a motivos religiosos, pero en donde la fe puede desempeñar un papel importante en las razones de las hostilidades).
- La paranoia de los dictadores y los gobiernos autoritarios como en el caso de China, Corea del Norte, Turquía, Rusia, Myanmar, entre otros.
- El nacionalismo religioso es especialmente visible en países como Turquía (nacionalismo islámico), India (nacionalismo hindú), Myanmar (nacionalismo budista) y más recientemente Afganistán con la llegada de los talibanes al poder.
- La opresión comunista o postcomunista, acá entran países como Corea del Norte, China y Vietnam.
- La protección denominacional a otros grupos cristianos, como es el caso de Rusia, en donde el gobierno protege al cristianismo ortodoxo a expensas del cristianismo evangélico. Esto también sucede en países como Eritrea y Etiopía.
Otros factores a considerar en el caso de la persecución a los cristianos son el crimen organizado, así como la intolerancia religiosa secular, aunque esta última no es la principal fuente de persecución que enfrentan los cristianos, a pesar de los últimos casos de quemas de iglesias que se han visto en países como Chile o Canadá.
Aclaraciones finales
Mientras que el informe del Pew Research Center tiene como punto de referencia el 2019 y el de Open Doors el 2020, es evidente destacar que ninguno de los dos tiene en cuenta el caso dramático de Afganistán, país en el que el régimen talibán volvió al poder después de 20 años de haber permanecido como una guerrilla en las montañas y regiones apartadas del país. La llegada del régimen talibán al poder presenta desafíos muy serios para la fe cristiana en este país, en donde ya el cristianismo enfrentaba grandes desafíos por cuenta de la represión cultural y gubernamental.
Aún así, el caso de Afganistán se viene a sumar a la creciente tendencia reportada por Pew en la que la principal fuente de violencia y hostilidad contra los creyentes proviene ya no de grupos sociales, sino del gobierno. En este caso, esto nos indica que el informe del Pew Research Center puede estar siendo más optimista que lo que indican las últimas tendencias e informes sobre el terreno.
El actual cambio en las tendencias de persecución y hostilidad contra las prácticas religiosas obliga a las organizaciones de ayuda y a los creyentes a adoptar un enfoque mucho más proactivo en la defensa de la libertad religiosa. Son ahora los gobiernos, en lugar de la sociedad civil, los que deben tener en cuenta cuáles son sus actitudes frente a la práctica de la fe y quienes deben responder ante las demandas de los ciudadanos creyentes garantizando plenamente sus derechos, tanto de asociación como de práctica religiosa.
En la medida en que países con tendencias autoritarias como China, India y Rusia ascienden en la escena geopolítica en su nivel de importancia y en que naciones liberales como Estados Unidos y los países de la Unión Europea ven su influencia menguada, es posible que el principal desafío durante el siglo XXI a la práctica de la fe ya no provenga de grupos aislados o de individuos intolerantes dentro de la sociedad civil, sino de los gobiernos y que este interés por el control y la vigilancia se haga cada vez más patente.
Con información de Pew y Christianity Today.
Apoya a nuestra causa
Espero que este artículo te haya sido útil. Antes de que saltes a la próxima página, quería preguntarte si considerarías apoyar la misión de BITE.
Cada vez hay más voces alrededor de nosotros tratando de dirigir nuestros ojos a lo que el mundo considera valioso e importante. Por más de 10 años, en BITE hemos tratado de informar a nuestros lectores sobre la situación de la iglesia en el mundo, y sobre cómo ha lidiado con casos similares a través de la historia. Todo desde una cosmovisión bíblica. Espero que a través de los años hayas podido usar nuestros videos y artículos para tu propio crecimiento y en tu discipulado de otros.
Lo que tal vez no sabías es que BITE siempre ha sido sin fines de lucro y depende de lectores cómo tú. Si te gustaría seguir consultando los recursos de BITE en los años que vienen, ¿considerarías apoyarnos? ¿Cuánto gastas en un café o en un refresco? Con ese tipo de compromiso mensual, nos ayudarás a seguir sirviendo a ti, y a la iglesia del mundo hispanohablante. ¡Gracias por considerarlo!
En Cristo,
Giovanny Gómez Director de BITE |