Mientras que la arqueología bíblica nos brinda una perspectiva única sobre los acontecimientos del pasado y ha confirmado muchos de los relatos bíblicos, la existencia de evidencia concreta del reinado de David sigue siendo esquiva para los investigadores. Esto podría haber cambiado ahora con el descubrimiento de tres telas en el valle de Timna, un antiguo complejo minero que se encontraba al sur del primer reino de Israel y que le ha dado a los arqueólogos nuevas pistas sobre cómo era la vida de los pobladores de la zona en la época del rey David.
“El rey Salomón se ha hecho un palanquín de madera del Líbano. Ha hecho de plata sus columnas, de oro su respaldo, de púrpura su asiento; su interior, tapizado de amor por las hijas de Jerusalén”. Cantar de los cantares, 3:9-10.
El color púrpura aparece varias veces en la Biblia, por lo general en las descripciones de las túnicas que cubren a uno de los reyes del antiguo Israel. Pero el descubrimiento de algún tipo de artefacto auténtico teñido del color real de la época del rey David siempre ha resultado difícil de alcanzar.
Eso cambió esta semana, después de que investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Universidad Bar Ilan y la Universidad de Tel Aviv dijeron que habían identificado piezas de tela teñidas de “púrpura verdadero” que datan del siglo X a.C., cuando la Biblia hebrea dice que David y Salomón gobernaron en Jerusalén.
“Esta es la primera pieza de textil jamás encontrada de la época de David y Salomón que está teñida con el prestigioso tinte púrpura”, dijo Naama Sukenik, curador de material orgánico de la Autoridad de Antigüedades de Israel, en un comunicado conjunto de la entidad.
Los tres restos encontrados de la tela se encuentran entre varios que han sido descubiertos por arqueólogos en los últimos años en el valle de Timna, el sitio de una vasta y antigua operación minera de cobre en el sur de Israel. La datación directa por carbono reveló que las telas se remontan aproximadamente al año 1000 antes de Cristo.
Timna probablemente era parte del reino de Edom, que limitaba con el reino de Israel al sur. El libro bíblico de Samuel relata cómo David y su ejército lucharon y conquistaron a los edomitas en esta zona.
El púrpura, un color que destacaba las prendas de los nobles
El Antiguo y el Nuevo Testamento mencionan que David, Salomón y los sacerdotes del templo judío, así como Jesús algunos siglos después, vestían prendas de color púrpura y, según fuentes antiguas, los textiles de color púrpura eran muy valorados y eran considerados un símbolo de nobleza, por lo que dichas telas podrían haber pertenecido a un miembro de alguna familia real de la zona de esa época o a una persona que no solo era adinerada, sino que también contaba con un alto estatus social.
Sukenik dijo que la gran mayoría de los textiles antiguos excavados por arqueólogos de todo el mundo fueron teñidos con colores derivados de plantas. Pero los tintes púrpuras del hallazgo del valle de Timna se elaboraron a partir de otra fuente: secreciones de moluscos.
“El uso de tintes de origen animal se considera algo mucho más prestigioso y sirvió como un indicador importante del alto estatus económico y social de la persona que portaba la prenda”.
Los restos de la tela teñida de púrpura que los arqueólogos desenterraron en Timna “no solo son los más antiguos de Israel, sino del sur del Levante en general”, dijo Sukenik. Los únicos otros verdaderos textiles teñidos de púrpura encontrados en la región eran del período romano: dos de la época del asedio de Masada y tres de una cueva en el desierto de Judea.
Para determinar qué especies de moluscos produjeron los tintes que se encuentran en los tejidos de Timna y cómo se crearon los diversos tonos, los investigadores identificaron moléculas secas que pertenecen a especies específicas de moluscos marinos.
Zohar Amar, profesor de la Universidad de Bar Ilan, viajó a Italia, donde los moluscos son un plato preferido entre la población y por lo tanto abundante, para ayudar a reconstruir el origen preciso de los tintes. El proceso “nos hizo retroceder miles de años y nos ha permitido comprender mejor las oscuras fuentes históricas asociadas con los preciosos colores azul y púrpura”, dijo Amar.
Los investigadores, quienes publicaron sus hallazgos en la revista PLOS ONE, creen que para producir los vívidos tintes púrpura y azul (tekhelet) que usaban el rey David y los nobles de la época, los tintoreros de la era bíblica tenían que extraer pequeñas cantidades de colorante de miles de moluscos y luego exponerlos a distintas cantidades de luz. Más luz producía un tono más claro; menos luz producía un tono morado.
Descubrir textiles antiguos hechos de materiales orgánicos perecederos como la lana es extremadamente raro porque estos se descomponen rápidamente al entrar en contacto con la humedad. Sin embargo, las condiciones áridas en Timna preservaron muy bien las telas.
Como resultado del clima completamente seco de la región “podemos recuperar materiales orgánicos como textiles, cuerdas y cuero de la Edad del Hierro, de la época de David y Salomón, lo cual nos brinda una visión única de la vida que llevaban las personas en los tiempos bíblicos”, dijo Erez Ben-Yosef, arqueólogo de la Universidad de Tel Aviv. “El estado de conservación de las telas de Timna es realmente excepcional”.
Sin edificios ni templos, pero con telas y joyas
Aunque los arqueólogos no han encontrado ningún asentamiento permanente en territorio edomita, dijo Ben-Yosef, el hecho de que los textiles fueran descubiertos allí indica que los nómadas que residían allí vivían en una “sociedad estratificada y que algunas personas debían tener un estatus de élite y riqueza, eran por lo tanto parte de una aristocracia.
La investigación en Timna “nos ha demostrado que incluso sin tales edificios, había reyes en nuestra región que gobernaban sociedades complejas, formaban alianzas y relaciones comerciales y se peleaban entre sí por los recursos y por demostrar quien podía ejercer un mayor dominio e influencia”.
Una sociedad nómada “no se medía en palacios y monumentos de piedra”, dijo, sino en los elementos que se valoraban en ese momento, tales como la vestimenta y las joyas, por lo que el hallazgo de las telas es un importante indicio de cómo eran tales personas. Las telas teñidas con tinte de moluscos como la que se ha encontrado, a menudo eran tan raras en el antiguo Israel que podrían llegar a valer incluso más que el oro.
Ben-Yosef dijo que esta misma idea se puede aplicar al reino de David, quien no alcanzó a construir un gran templo como su hijo Salomón, y de quien los arqueólogos siguen buscando más indicios en las zonas de excavación. Muchos creen que las excavaciones realizadas cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén han desenterrado el palacio de David. Otros están menos seguros de que esto sea así.
“En los últimos años, hemos estado excavando un nuevo sitio dentro de Timna conocido como la Colina de los esclavos. El nombre puede inducir a error, ya que lejos de ser esclavos, los obreros de esa zona eran trabajadores metalúrgicos altamente calificados en la extracción de cobre. Timna era un centro de producción de cobre, el equivalente de la Edad del Hierro al petróleo moderno. La fundición de cobre requería un conocimiento metalúrgico avanzado que era un secreto guardado por los mercaderes de la época, y los que tenían este conocimiento eran los expertos en “alta tecnología” de ese tiempo. La Colina de los esclavos es el sitio de fundición de cobre más grande del valle y está lleno de montones de desechos industriales como los desechos de los hornos de fundición. Dentro de una de estas pilas de desechos encontramos los tres trozos de tela de colores. El color llamó nuestra atención de inmediato, pero nos costó creer que habíamos encontrado el verdadero púrpura de un período tan antiguo”, señaló Ben-Yosef.
Si los edificios excavados en Jerusalén fueron construidos por alguien que no fue David, no hay necesidad de desesperarse, dijo Ben-Yosef. “La riqueza de una sociedad nómada no se medía en palacios y monumentos hechos de piedra, sino en cosas que no eran menos valoradas en el mundo antiguo”, como el tinte púrpura. Tal vez por eso se podría esperar que David no haya construido un gran palacio y eso explicaría porque hasta la fecha no se ha encontrado lo que vendría a ser el palacio de David.
“Puede que David no haya expresado su riqueza en edificios espléndidos”, agregó el arqueólogo, “sino con objetos más adecuados para una herencia nómada, como textiles y artefactos decorativos. Es un error suponer que si ningún gran edificio y fortalezas que atestigüen la existencia de David, entonces las descripciones bíblicas sobre la Monarquía Unida en Jerusalén de Saúl, David y Salomón tengan que ser una historia ficticia”.
Con información de Christianity Today
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