Alrededor del mundo, las medidas de confinamiento empiezan a levantarse en medio de las mejoras en cuanto a la reducción de las tasas de transmisión del coronavirus y del número de muertes asociadas a la enfermedad.
El alivio en las medidas para la población también significa que las iglesias pueden volver a las reuniones tradicionales, aunque con ciertas restricciones.
En todo el mundo, un gran número de iglesias cerraron sus puertas en respuesta a los esfuerzos para frenar la propagación del Covid-19, y muchos pastores llevaron los servicios de adoración a internet.
En Corea del Sur las restricciones empezaron a ser levantadas hace dos semanas, permitiendo a las iglesias las reuniones físicas de nuevo, pero con ciertas medidas de distanciamiento social de obligatorio cumplimiento. Dentro de las medidas se incluyen las limitaciones al número de asistentes, un registro previo de los feligreses por vía web, evitar los saludos de manos así como el uso de tapabocas.
Alemania reabre las iglesias con múltiples restricciones en pie
La semana pasada, The Christian Post reportó que el gobierno alemán permitirá que las iglesias vuelvan a abrir, pero sin cantos y sin saludos de mano. De acuerdo al diario británico The Independent la prohibición de los cantos y los saludos de manos se da porque se cree que ambas prácticas pueden ayudar a que el virus se expanda.
La Catedral de Colonia, una prominente iglesia que antes de la pandemia recibía 20.000 visitantes al día, celebró su primer servicio con un número muy limitado de asistentes, apenas 122.
Además de las casas de culto, la canciller Angela Merkel también se ocupó de reabrir museos y parques infantiles, ya que recientemente también reabrieron pequeñas empresas.
"Debemos trabajar para asegurarnos de reducir aún más la cantidad de nuevas infecciones", afirmó Merkel, según informó The Independent.
"Si la curva de infección se vuelve empinada nuevamente, necesitamos tener un sistema de advertencia para notarla temprano y poder actuar", dijo la Canciller.
En abril, la Iglesia Católica en Alemania anunció que esperaban que se levantara la prohibición de los servicios de adoración en persona, aunque se mantuvieran ciertos requisitos de distanciamiento social.
El prelado Karl Juesten, cabildero de la iglesia, dijo en comentarios reportados por la publicación católica alemana KNA International que se mantendrían ciertas restricciones de contacto.
"En particular, se deben establecer reglas para que nadie pueda ser infectado por el canto", declaró Juesten, según lo informado por KNA en abril, y agregó que la comunión o santa cena también se vería afectada.
"Es crucial que la recepción de la comunión siga siendo digna y al mismo tiempo tenga en cuenta la necesidad de proteger a las personas de las infecciones".
Así es como una comunidad cristiana hizo funcionar el servicio de culto mientras seguía las estrictas pautas de distanciamiento social vigentes. Este fue uno de los tres servicios realizados para no atraer a una gran multitud.
Alemania no es el único país que comienza a aliviar las restricciones a las reuniones masivas promulgadas en respuesta a la propagación del coronavirus con algunas medidas de seguridad adicionales como medida de precaución.
Algunas iglesias en los EE.UU. comenzaron a reabrir también, incluida la Iglesia Fellowship en Texas, que permitió que solo se llenara el 25% de su auditorio, según informó la agencia de noticias Reuters.
El caso de la Iglesia ortodoxa en Grecia
Otras naciones, sin embargo, han sido más reticentes a levantar tales prohibiciones. Grecia, por ejemplo, decidió mantener la prohibición de los servicios en persona y al mismo tiempo suavizar las restricciones para otros grupos.
La Iglesia Ortodoxa Griega se opuso, y el portavoz Metropolitano de Nafpaktos Hierotheos, el patriarca ortodoxo griego, envió una carta de queja al gobierno.
"¿Qué creen realmente que es la Iglesia?" declaró Hierotheos, según lo informado por Voice of America. "¿La consideran como cualquier otro supermercado o sindicato o salón de belleza y manicura?"
España emite reglas para una desescalada gradual de las medidas de confinamiento
Por otra parte en España se ha empezado la fase 1 de la desescalada o desconfinamiento, que permitirá que los lugares de culto vuelvan a ser usados, aunque todavía con limitaciones muy estrictas y recomendaciones de uso que afectarán el desarrollo de las reuniones.
La asistencia a los tempos se permitirá siempre y cuando no supere un tercio del aforo y se cumplan ciertas medidas de higiene establecidas por las autoridades sanitarias.
Muchas iglesias no tienen un cálculo del aforo, dado que no es obligatorio este cálculo para todas las comunidades autónomas. Por lo tanto, el gobierno español ha expuesto en el boletín varios estándares de uso como los siguientes: Conservar la distancia mínima de un metro entre los asistentes, espacios sin asientos, no utilizar espacios exteriores ni la vía pública para las reuniones. Dado lo anterior, la cuestión del aforo es de obligatorio cumplimiento.
Entre otras recomendaciones están: el uso de mascarillas, gel hidroalcohólico, limpieza y desinfección estricta de los espacios, reducción del tiempo de culto, evitar la distribución de libros o folletos y no tener actuación de coros o danzas.
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas (Ferede) ha valorado el plan de desescalada del confinamiento planteado por el gobierno y recomienda que las iglesias evangélicas puedan volver a abrir sus puertas a partir del domingo 17 de mayo, en el marco de la fase 1 que entraría en vigor el lunes 11 de mayo, en función de cómo siga desarrollándose el control de la epidemia durante las próximas semanas.
La Federación ha expuesto un documento en el que se dan indicaciones a las iglesias, recordando que la seguridad y evitar el contagio son aspectos prioritarios en estos momentos para todo el país.
“La recomendación de Ferede es iniciar la reanudación de los cultos presenciales a partir del domingo 17 de mayo”, señalan desde la entidad. Además, aconsejan que las comunidades reduzcan la actividad presencial a “solo un encuentro a la semana” y que continúen siguiendo las medidas de seguridad que se han recomendado.
“Ahora, cuando el escenario es otro más favorable y el gobierno presenta un plan de desconfinamiento progresivo, Ferede considera que es legítimo y oportuno que las iglesias que puedan y lo deseen, reciban unas nuevas recomendaciones para reanudar los cultos”, han señalado. “La recomendación de suspender los cultos y las actividades de forma absoluta se debió a la necesidad de evitar la propagación del virus entre las iglesias evangélicas en los comienzos de la crisis, recomendación que con carácter general la mayoría de las iglesias asumieron con responsabilidad y ejemplaridad”, matizan.
Las medidas de desescalamiento también cobijan los velatorios y entierros, que se podrán realizar con algunas limitaciones. Los velatorios podrán llevarse a cabo en todo tipo de instalaciones públicas o privadas, con un límite de quince personas en espacios abiertos o de diez personas en espacios cerrados.
Dentro de las medidas establecidas para los entierros se ordena que la comitiva en cada entierro no exceda las quince personas, entre familiares, allegados y el ministro de culto o la persona encargada de los ritos funerarios de despedida al difunto. También se incluyen medidas de higiene, una distancia obligatoria de dos metros y etiqueta respiratoria.
Conclusiones
La desescalada de las medidas de confinamiento en diversos países, como España, Alemania, Corea del Sur y otros hace prever que el regreso de los servicios religiosos también sucederá muy pronto en América Latina, una vez que las tasas de contagio se reduzcan y que las muertes por coronavirus muestren una tendencia a la baja.
En este contexto, es preciso que las iglesias se preparen para poner en marcha las respectivas normas sanitarias y de distanciamiento social que eviten más contagios. Las medidas que se podrían imponer en América Latina serían muy similares a las que se han puesto en marcha en estos países.
Por otro lado, la actitud que han asumido las iglesias españolas es un ejemplo a seguir y demuestra que la predicación del evangelio no riñe con una actitud preventiva y de cuidado que se ciña a las normas establecidas por las autoridades gubernamentales.
Sin embargo, como se expuso en una nota anterior, la desescalada de las medidas de confinamiento podría no ser el comienzo del fin de la crisis y en el eventual caso de que los contagios volvieran a presentar una tendencia al alza, las iglesias deberán estar preparadas para nuevos cierres. Varios medios han reportado que Corea del Sur tuvo una nueva oleada de contagios luego de que se relajaran las medidas de confinamiento.
El último reporte de CNN sobre la nueva ola de contagios en países que han buscado reabrir, nos indica que las perspectivas de una reapertura total de las economías y el regreso de las reuniones en persona en los lugares de culto podrían ser aún algo distante.
Con información de The Christian Post y Protestante Digital.
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