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Quienes no tenemos nociones o bases de teoría musical difícilmente sabremos qué acordes suenan al inicio de una canción. Sin embargo, cualquiera que tenga más de 50 años o sea un fanático del rock, fácilmente reconocerá una progresión armónica en particular que, tocada en una guitarra eléctrica, introduce una de las canciones más sonadas de la historia. Después de más de 50 segundos, y tras haber involucrado otra guitarra en el arpegio, la siguiente estrofa se abre paso:
On a dark desert highway
(En una carretera oscura y desierta)
Cool wind in my hair
(Viento frío en mi pelo)
El artículo continúa después del anuncioWarm smell of colitas
(Cálido olor a marihuana)
Rising up through the air
(Levantándose a través del aire)
Up ahead, in the distance
(Más adelante, en la distancia)
I saw a shimmering light
(Vi una luz brillante)
My head grew heavy and my sight grew dim
(Mi cabeza se volvió pesada y mi vista se nubló)
I had to stop for the night
(Tuve que detenerme por la noche)
Si en vez de simplemente leer las frases en inglés como un texto cualquiera tu mente le puso un ritmo particular a cada verso, ya sabes que nos estamos refiriendo a Hotel California, el más grande éxito de Eagles, que fue oficialmente lanzado como sencillo el 22 de febrero de 1977. La canción estuvo durante diecinueve semanas en la lista Billboard Hot 100 y una semana en el primer puesto. Sin embargo, surgieron varias teorías con respecto a sus orígenes e inspiración, lo cual aumentó su fama, pero también generó muchas controversias.
En este artículo hablaremos sobre los mensajes subliminales en la música y usaremos el sencillo de Eagles como eje central, ya que vendió más de 32 millones de copias y seguramente remueve las fibras roqueras de más de un lector de BITE.
Bienvenidos al Hotel California: inspiración y teorías de conspiración
Existen varias versiones sobre el origen de Hotel California. En su lista de 2003 de Las 500 mejores canciones de todos los tiempos, la revista Rolling Stone –que ubicó esta balada en el puesto 49– citó la “oficial” sobre el origen o inspiración de esta canción. Don Henley, vocalista principal, baterista y compositor de la banda dijo: “‘Hotel California’ fue nuestra interpretación de la vida lujosa de Los Ángeles”. En un artículo, la cadena radial Los 40 principales sumó a esto:
La letra describe la creación del título como un resort de lujo, donde puedes pagar la cuenta en cualquier momento, pero nunca puedes salir; la canción es una alegoría sobre el hedonismo, la autodestrucción, y la codicia de la industria de la música de finales de 1970 (...) es básicamente una canción sobre el lado oscuro del sueño americano y sobre el exceso en los Estados Unidos, que es algo sobre lo que sabíamos mucho.
Sin embargo, en una entrevista con Bob Costas para la NBC, Glenn Frey, guitarrista de la banda, contó que ellos simplemente quisieron ver si podían crear algo extraño:
…queríamos escribir una canción que fuera como un episodio de The Twilight Zone [La dimensión desconocida, una serie televisiva de ciencia ficción]. Todas nuestras canciones eran cinematográficas, pero queríamos poner una toma tras otra (...) en realidad no tiene sentido.
A aquellas contradicciones entre los miembros de la banda se suma una segunda versión, que relaciona la canción con el consumo de drogas o la interpreta como una metáfora de la marihuana. Esto se debe, sobre todo, al verso “warm smell of colitas”, pues esa última palabra puede hacer referencia a la punta de las plantas de marihuana, por lo que el sencillo sería la descripción de los efectos que produce su consumo. Es posible entender las frases “this could be heaven or this could be hell” (este podría ser el cielo o podría ser el infierno) y “you can check out anytime you like, but you can never leave” (puedes anunciar tu salida, pero nunca puedes irte) por el contraste que ofrecen las drogas de euforia-desconexión y adicción-sufrimiento, y por los posibles intentos que un adicto puede hacer para dejar las drogas, que en muchas ocasiones suelen ser fallidos.
Sin embargo, hay una tercera versión con múltiples aristas: se ha encontrado en Hotel California un significado oscuro, hasta el punto de afirmar que se narra la aparición de un fantasma, que la canción habla de canibalismo, que con ella se adora al diablo o que tiene una simbología satánica. Hay teorías –incluso consideradas conspirativas– respecto a posibles mensajes ocultos en la canción, entre varios de sus versos o al reproducirla al revés. Estos son algunos de los planteamientos:
- El Hotel California se encuentra en un pequeño pueblo mexicano y era el escenario de una leyenda: el fantasma de una mujer aparecía algunas noches allí e invitaba a los huéspedes a tomar alcohol en el bar. Según Los 40, cuando Henley buscaba un lugar de descanso:
…encontró en ese hotel un “paraíso”, donde una mujer le recibió: “bienvenido al Hotel California, donde siempre tenemos la misma estación”. Continúa ofreciéndole una copa de vino, y el cantante, al ver que no llega, va a reclamársela al encargado, el cual, sorprendido, le contesta: “no hemos tenido ese espíritu desde 1969”.
- Hay una leyenda urbana de que “colitas” es un término clave para referirse a la carne humana y que, por lo tanto, la canción habla de canibalismo.
- El hombre que llega al hotel está atrapado en el purgatorio. En especial el verso “This could be heaven or this could be hell” (este puede ser el cielo o el infierno) hizo que se le diera una connotación religiosa a la canción.
- El hotel se llama “California” porque alude a la Iglesia de Satán, fundada en 1966 por Anton LaVey –conocido como “el Papa Negro”–, en San Francisco, California. La dirección en la que se estableció originalmente la iglesia fue en la 6114 California Street. En la llamada “Casa Negra” se promovían el individualismo, el hedonismo, y el rechazo de la moralidad religiosa tradicional. También se decía que en una de las fotos del álbum aparecían LaVey y una figura extraña, considerada el Anticristo.
En aquella época, la revolución sexual y el rock estaban siendo demasiado atrayentes para los jóvenes. La iglesia, preocupada por sus almas, se puso en la tarea de exponer el contenido antibíblico –explícito o escondido– de los éxitos del momento. Así, se empezó a buscar el “verdadero significado” o intención de las canciones y surgió lo que se conoce como “Pánico satánico de los 80” (sobre lo cual profundizaremos más adelante). En todo caso, las acusaciones de que Hotel California era una adoración a Satanás no tardaron en cobrar fuerza.
¿Qué son los mensajes subliminales?
En el caso de Hotel California, el debate se originó debido a sus mensajes explícitos, cuyo significado no era del todo claro, lo que llevó a muchos a intentar descifrar el verdadero sentido de las palabras. Sin embargo, es relevante e incluso necesario mencionar los mensajes subliminales, ya que estos ya eran tema de discusión cuando se lanzó este sencillo, y cobraron gran importancia en la década de los 80, por lo cual este tema formó parte integral de su contexto.
La RAE define la palabra “subliminal” como un estímulo que “por su debilidad o brevedad no es percibido conscientemente, pero influye en la conducta”. En la Enciclopedia Concepto se habla de los mensajes subliminales como un “tipo de comunicación diseñada” que se pone de forma disimulada “dentro de un contenido aparentemente inofensivo, como una canción, una caricatura o un spot publicitario”. Se habla de ellos especialmente en el ámbito de la publicidad, pues se les usa con el fin de incentivar el consumo de un producto, manipular la conducta de una gran cantidad de personas, sus emociones o su forma de pensar, etc.
Ahora, en el campo científico no hay un consenso respecto a si son realmente efectivos. Algunas investigaciones dan como resultado una influencia por parte de estos en las decisiones de los sujetos analizados. También en el artículo Los mensajes subliminales sí funcionan, publicado por la BBC en 2009, se afirmó que, según una investigación realizada en la Universidad de Londres, particularmente los negativos inciden en las personas.
Aunque la idea de los mensajes subliminales generó un gran interés, los estudios científicos sobre su efectividad han producido resultados mixtos. Algunos sugieren que los mensajes subliminales pueden tener un impacto leve en la percepción y el comportamiento, pero la mayoría de las investigaciones concluyen que sus efectos son limitados y no son tan poderosos como se temía.
El trasfondo histórico de esto se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando algunos psicólogos, como Sigmund Freud, hicieron estudios sobre cómo ciertos estímulos no percibidos de forma consciente pueden incidir en varios aspectos de las personas: pensamientos, sentimientos y comportamientos. Pero no fue hasta 1957 que se “concretó” el uso de mensajes subliminales en los avisos comerciales, todo gracias al publicista estadounidense James Vicary. En ese entonces, dijo que había hecho un experimento en la proyección de una película: insertó las frases “Eat popcorn” y “Drink Coca-Cola” (come palomitas y bebe Coca-Cola) y eso incidió en un aumento de las ventas.
Sin embargo, se le pidieron datos del experimento y nunca quiso revelarlos. Varios años después, admitió que en ese momento su empresa estaba en declive y, para que no se hundiera totalmente, dijo haber realizado el estudio. De todas formas, sus afirmaciones causaron tanto revuelo en su momento, que a partir de 1958 la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos manifestó su oposición a los mensajes subliminales en la televisión, pues consideró que su uso era una práctica engañosa y que iba en contra del interés público. En la década de los 60, los gobiernos de Reino Unido y Australia prohibieron su uso.
Pánico satánico de los 80
Otro detonante hizo que el tema de los mensajes subliminales tuviera relevancia. En un contexto de liberación sexual, la promoción de una vida hippie y el auge del rock en la cultura juvenil, el libro Michelle Remembers (Michelle recuerda) fue publicado por el psiquiatra canadiense Lawrence Pazder y por su paciente –y más tarde esposa– Michelle Smith. En él se narraron los presuntos recuerdos que ella había reprimido de un abuso que vivió en los años 50 a manos de un culto satánico, los cuales regresaron a su conciencia nuevamente por medio de unas terapias de regresión hipnóticas. En el libro se describieron rituales, sacrificios humanos, la presencia de demonios y de Satanás.
Muchos creyeron que se estaban realizando rituales satánicos y abusos como los narrados por Michelle y Lawrence, o que ya se habían hecho, y las víctimas no los recordaban. Años después, la veracidad del libro se puso en entredicho porque no se encontraron pruebas de la existencia de los cultos descritos y el método por el cual el psiquiatra recuperó los recuerdos de Smith fue cuestionado: ¿habían sido implantados en medio de la hipnosis? Ella aseguró que quien supuestamente “apareció para salvarla” de esos eventos trágicos fue la Virgen María. Vale la pena destacar que Michelle no había demostrado tener filiación a alguna religión en particular antes de la publicación del libro, pero sí se sabe que el psiquiatra era devoto a la fe católica.
El efecto que esta publicación generó se sumó a una alarma colectiva causada por presuntos casos de abuso infantil en guarderías y escuelas, los cuales terminaron desestimándose por falta de pruebas y por procedimientos legales cuestionables. En su podcast “Mi Camerino”, el músico Javier Vielba asegura que este bestseller:
…dio el pistoletazo de salida a una década plagada de periodismo sensacionalista, psicólogos y telepredicadores oportunistas y padres aterrorizados por un supuesto auge de grupos satanistas cuyo objetivo era la juventud norteamericana. Fans adolescentes del heavy metal, los juegos de rol, el cine de terror o los videojuegos fueron estigmatizados en sus comunidades, mientras estrellas del rock eran llevadas a juicio por ser, supuestamente, inspiradores de terribles actos violentos.
Todo eso describe lo que fue el Pánico satánico de los 80. Los programas de televisión, los reportajes periodísticos y los libros publicaron información de forma sensacionalista, lo cual hizo que la histeria se extendiera mucho más. En contraste, también es una realidad que en las décadas de los 70 y los 80 empezó a crecer la popularidad del ocultismo y de la Nueva Era. Ante tales escenarios, las iglesias organizaban seminarios y talleres para informar a los padres sobre los contenidos subliminales, se empezaron a publicar libros y folletos al respecto.
Mensajes ocultos y rock: ¿son reales?
En cuanto a las acusaciones relacionadas con el rock, se señaló a artistas como Led Zeppelin y AC/DC de incorporar mensajes satánicos en sus canciones, en especial a través de una técnica llamada backmasking, con la que se graban mensajes cuyo sonido original se puede escuchar solamente al reproducir la canción al revés. En su álbum Revolver (1966), Los Beatles se convirtieron en pioneros de la misma, al usarla para introducir un sonido psicodélico en Tomorrow Never Knows (Mañana no se sabe) y la voz de John Lennon al revés al final de Rain (Lluvia). Se basaron en las técnicas de la musique concrète, creada por músicos vanguardistas de los 50, que quitaban y juntaban fragmentos de sonidos en grabadoras.
Años después, la iniciativa de Los Beatles desencadenó rumores de que en una canción se decía que Paul McCartney estaba muerto. De ahí a la idea de los mensajes satánicos encubiertos solo hubo un paso. El periodista Addie Moore citó algunos ejemplos en un artículo para Wide Open Country:
- En Stairway to Heaven (Escalera al cielo) de Led Zeppelin, 1971: reproducida al revés, supuestamente dice “Here's to my sweet Satan…” (brindo por mi dulce Satanás).
- En Another One Bites the Dust (Otro que muerde el polvo) de Queen, 1980: al revés se escucha “It's fun to smoke marijuana” (es divertido fumar marihuana).
- En Better By You, Better Than Me (Mejor por ti, mejor que yo) de Judas Priest, 1978: hubo una demanda y un juicio debido al suicidio de dos jóvenes después de haber escuchado la canción.
Algunos artistas usaron esta técnica para burlarse de quienes se encargaban de buscar mensajes ocultos. Otros, como Rob Halford, vocalista principal de Judas Priest, dijo que sería bastante tonto poner subliminales que incitaran a sus fans a suicidarse. Le pareció que ese era un mal negocio, y que sería más interesante poner algo como “compra más discos”.
Adicional a esto, en algunos entornos, especialmente en el cristiano, suele creerse que la música tiene el poder de transformar un ambiente, ¿pero será que esto es verdad? Además, ¿estará relacionado con el ambiente espiritual? Al respecto, el violinista y licenciado en Educación Musical Carlos García Álvarez, quien además es pastor de una iglesia bautista en Santo Domingo, afirmó que asignarles ese poder a las notas de cualquier sistema musical “es un extremismo que no vemos en las páginas de las Escrituras” y agregó:
Cuando las personas preguntan por la influencia espiritual de la música, se pueden estar refiriendo más bien a una influencia emocional, que no es lo mismo. De hecho, en muchos lugares se confunde la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas con la emoción que produce la música o el ambiente en el que nos encontramos.
Sin embargo, en la época del Pánico satánico, canciones tan claras y directas como Hell Awaits (El infierno espera) de Slayer alimentaron la controversia de que la industria musical pretendía influenciar negativamente al público, en especial a los jóvenes. Así pues, no es imposible que la música se use con fines negativos o que simplemente refleje los deseos y la inclinación de los corazones de los artistas en cuyas vidas no reina el Señor. Sin embargo, también podemos tener en cuenta la posibilidad que Moore señaló: “cuando se trata de casos clásicos de supuesto backmasking, no escuchas nada más que ruido hasta que lees o te dicen cuál es el supuesto mensaje oculto”. Es decir, es posible que captemos mensajes subliminales por una predisposición a escuchar lo que nos dicen que suena.
Según eso, es importante que la iglesia en general –y cada miembro que la conforma–, reflexione respecto a qué batallas elegir y a cómo enfrentarlas, pues eso también hace parte de nuestro testimonio como cuerpo de Cristo. Por ejemplo, según un artículo de Heavy Chronicle, lo que se vio durante la época del pánico de los 80 dejó en el aire un halo de que en medio de la iglesia había mucho temor y desinformación. A pesar de eso, en la misma publicación se menciona que de en medio de tal caos surgieron algunas medidas positivas sobre cómo juzgar y llevar casos en el ámbito legal:
El miedo y la histeria generalizados que caracterizaron el Pánico Satánico de los años 80 no solo afectaron a aquellos directamente involucrados en los casos de alto perfil, sino que también influyeron en las actitudes sociales más amplias hacia temas de bienestar infantil, la expresión religiosa y el papel de los medios en la formación de la percepción pública.
El impacto del Pánico Satánico en el sistema legal, en particular, ha sido profundo. Impulsó cambios significativos en la forma en que se investigan y procesan las denuncias de abuso, con un mayor énfasis en técnicas de investigación basadas en evidencia y en la protección de los derechos de los acusados. Los juicios y las acusaciones también provocaron una discusión más amplia sobre las técnicas psicológicas utilizadas en las entrevistas con niños, lo que llevó a métodos más refinados y científicamente fundamentados.
Aun así, no deja de ser cuestionable que todo esto haya surgido por acusaciones poco veraces que provinieron de los medios, pero también de los púlpitos y los predicadores cristianos.
El discernimiento es la clave
Como dice en un artículo de The Gospel Coalition, “es importante que todos los creyentes estén equipados con las Escrituras para que puedan discernir con precisión” los contenidos de libros, música, películas, etc. Allí el pastor Todd Wagner resalta “Cada creyente debe estar capacitado para discernir la verdad del error y vivir en comunión con creyentes maduros que los mantengan responsables en su discernimiento”.
García, quien también es compositor y productor musical, dice que especialmente hoy en día los mensajes subliminales suelen escucharse en las canciones, pero no al reproducirlas al revés o como códigos escondidos, sino de forma clara:
Las canciones de hoy en día que muchos jóvenes, aun cristianos, no solo consumen, sino que incluso se deleitan en ellas, hablan de promiscuidad, mundanalidad, carnalidad, prostitución, despecho, infidelidades, rebeldía, drogas, violencia, pandillas, abusos, maltratos, malas palabras, entre otras.
El problema, explica él, es que “preferimos pasar de lado pensando que ‘no nos afectan’”. Sin embargo, recomienda que los cristianos tengamos en cuenta que, cuando Jesús oró por nosotros en Juan 17, le pidió al Padre que no nos sacara del mundo, pero que sí nos guardara del maligno:
El desafío es que esta cultura y este mundo de maldad no nos influyan, sino lo contrario. La iglesia sigue siendo sal y luz en un mundo insípido y en tinieblas. El reto es mayor que simplemente huir de la batalla, es mantenernos puros en un mundo impuro, es no seguir las corrientes ni las modas que están en contra de los valores del reino de Dios.
Si regresamos a Hotel California, Glenn Frey dijo para la NBC que habían surgido muchas invenciones en torno a la canción, que se sacó mucho de contexto y se interpretó más de lo que probablemente había en ella. También dijo con cierta satisfacción: “creo que logramos una ambigüedad perfecta”. Parece que en medio de toda esta situación, los artistas disfrutaban un poco el revuelo que sus creaciones causaban, aunque también quedaban exhaustos ante las preguntas repetidas sobre los mismos temas, las teorías conspirativas y, por supuesto, los líos legales –cuando terminaban envueltos en ellos–.
Con respecto al éxito de Eagles que rompió esquemas por sus más de seis minutos de duración y por el solo final de dos guitarras, es difícil establecer con absoluta certeza el mensaje o la intención real. William “Ashley” Mofield, pastor de White House First Baptist Church, músico y profesor de música, quien por muchos años creyó que esta canción en específico era satánica solo porque eso le habían dicho otras personas, publicó un escrito sobre esta canción en el portal Mixtape Theology, en el que dijo:
Descubrí que Glen Frey estaba hablando de la tentación (…). Frey veía el peligro mientras los Eagles se hacían un nombre en la música y experimentaban la fama y la fortuna que venían en camino. Veía las trampas. La tentación de la depravación y el exceso atrapados en el orgullo y la aceptación era una lucha real. La triste verdad de la fama es que a menudo hay que pagar un precio, y es un precio alto. Una vez que te atraen y te arrastran, te pierdes. (…) Satanás tiene un rostro hermoso. Y Satanás hace que los lugares pecaminosos que nos tientan parezcan lugares encantadores. (…) Además, ¿puedes salir pero no dejar el lugar? Aquí es donde encontramos esperanza en las promesas de las Escrituras. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportarla” (1Co 10:13). Jesús es la respuesta, y el poder del Espíritu Santo supera la tentación del maligno. ¡Nuestra esperanza es confiar en Él, y Él nos rescatará!
Mofield dijo no saber si los miembros de Eagle conocían las verdades del evangelio y si eso quisieron reflejar en la canción; probablemente no. Pero lo que hizo fue cotejar las verdades de la Palabra (el evangelio) con las letras de ese sencillo, y finalmente llegó a la conclusión de que sí hay un lugar preparado para nosotros, “y no es un hotel con espejos en el techo. El lugar ciertamente no está en California. El lugar está en Él”.
Referencias y bibliografía
Hotel California: historia, teorías, mitos y el verdadero significado | LETRAS.COM
La teoría musical de "Hotel California" de The Eagles | Guitarristas
Pánico satánico en los EEUU de los 80 | Mi Camerino
‘Hotel California’, la leyenda satánica detrás del éxito de The Eagles | LOS40
Glenn Frey Interview with Bob Costas | YouTube
500 Greatest Songs of All Time (2004) | Rolling Stone
Glenn Frey: How Hotel California destroyed The Eagles | BBC News
Subliminal | Diccionario de la lengua española RAE
Mensaje subliminal | Concepto de
Publicidad subliminal: conoce la sutilidad de los mensajes ocultos | Rock Content
Los mensajes subliminales sí funcionan | BBC News Mundo
Subliminal messages exert long-term effects on decision-making | National Library of Medicine
How Subliminal Images Impact Your Brain and Behavior | Technology Networks
Subliminal Messaging: How Effective Is It? | Parkland College
Los mensajes ocultos en las letras de los éxitos del pop | BBC News Mundo Cases from the Satanic Panic and the American 80s Culture War | Heavy Chronicle
Welcome to the Hotel California | Mixtape Theology
Should We Use Bethel Songs in Worship? 4 Diagnostic Questions | The Gospel Coalition
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