A lo largo de varias décadas, más de 14.000 personas intentaron unirse a la iglesia de Spurgeon. Su cuidadoso proceso de membresía nos deja valiosas lecciones para nuestras congregaciones.
El Príncipe de los predicadores también fue un gran poeta. Más que para su ministerio público, su poesía fue importante para su espiritualidad privada.
¿Qué método usó el “príncipe de los predicadores” para dar más de 10 sermones cada semana? Spurgeon nos desafía a crecer en lo que él llamó “el arte de la predicación extemporánea”.